Paciente Infectado con el VIH según la Teoría de Dorothea Orem, Resultados
Condicionantes básicos
Son determinantes individuales del estado de salud, los cuales definen la medida en la cual se logran los diferentes requisitos señalados por Orem. Pueden ser equiparados a los datos socio-demográficos propios de cualquier investigación. Entre los estudiados 80% eran de sexo masculino, todos procedentes de la costa Caribe y residentes en Santa Marta, 60% hizo bachillerato incompleto, 30% completo y 10% hizo estudios primarios.
Entre los factores condicionantes, por el gran soporte que representa el apoyo familiar, es de importancia el estado civil, en este aspecto lo más significativo fue que 40% eran casados, 20% vivían en unión libre, 20% tenían pareja estable aunque se consideran “novios” y 20% dijeron no tener pareja.
Teoría de autocuidado
• Requisitos de autocuidado del desarrollo. Según Dorotea Orem, estos requisitos promueven las condiciones necesarias para la vida y la maduración, previenen la aparición de condiciones adversas o mitigan los efectos de dichas situaciones, en los distintos momentos del proceso evolutivo o del desarrollo del ser humano: niñez, adolescencia, adulto y vejez.(7,16,17)
El rango de edades de los pacientes estuvo entre 24 y 46 años, lo que significa que están en el grupo de adultos jóvenes, por edad es una población económicamente productiva, que debido a las repetidas incapacidades que le ha originado su enfermedad, han sido destituidos de su trabajo y ahora pertenecen a la franja de trabajadores independientes y están afiliados al Sistema de Seguridad Social en Salud a través del Régimen Subsidiado.
• Requisitos de autocuidado universales. Son comunes a todos los individuos e incluyen la conservación del aire, agua, eliminación, actividad y descanso, soledad e interacción social, prevención de riesgos e interacción de la actividad humana.(4,7,16) La sintomatología primaria al inicio de la enfermedad fueron las afecciones del sistema respiratorio: neumonías con derrame pleural, e incluso de estos pacientes a algunos se les diagnosticó tuberculosis. Todos calificaron su función respiratoria como regular porque sufren de “gripas frecuentemente, las cuales se complican fácilmente”.
La minoría considera que su función de eliminación es normal, y en gran número han tenido disfunción intestinal, según se pudo apreciar porque sufren frecuentes episodios de diarreas a pesar de que no consumen una dieta rica en fibra, “aunque la nutricionista insiste en la necesidad de consumir verduras, a mi no me gustan, no me acostumbraron desde chiquito”… “Una buena alimentación es muy cara”. El consumo de líquidos en todos los pacientes observados es adecuado, no solamente porque el clima cálido los induce a tomar agua, sino porque “tantas pastillas no se pueden tomar secas”, y porque “las comiditas con algo dulce son más sabrosas”.
La base principal de la alimentación son los carbohidratos, aunque por lo menos una vez al día consumen alguna fuente de proteína constituida por lácteos al desayuno y una porción de alguna carne al almuerzo. Casi todos consideran que es fácil remplazar la carne por leguminosas, todos consumen fritos, reutilizan el aceite, y utilizan cualquier tipo de ellos, elegido atendiendo a lo que señala el presupuesto, sin considerar las repercusiones para la salud.
La mayoría tienen el concepto de que para conservar “la poca salud que tienen” y evitar complicaciones deberían, en primer lugar comer bien, que para ellos significa comer tres veces al día, las comidas debían ser opíparas y no le conceden importancia al balance nutricional, la dieta que en forma habitual se consume en la región es saturada en grasas y rica en carbohidratos y sodio, tradición que ellos siguen fielmente.
Al valorar el equilibro entre actividad y descanso, la mitad dijo levantarse descansado y el resto manifiesta que no descansan lo suficiente durante las horas de sueño nocturno. La mayoría dijo que duerme seis horas por la noche y menos de la mitad hace siesta de casi una hora durante el medio día. La otra pauta importante es el ejercicio o práctica de algún deporte, aunque hacer ejercicio es “realizar cualquier actividad”, “no estarse quieto”, por lo tanto los movimientos y las caminatas que hacen parte de la vida laboral, equivalen para ellos a ejercicio, y hacer deporte es hacer juego recreativo ocasional. Casi ninguno se reconoce como bebedor habitual, pero que “unos tragos no hacen daño”, y nadie fuma. Ninguno admitió haber sido consumidor de drogas ilícitas.
Otro aspecto que se evaluó fue el equilibrio entre soledad y la comunicación social, donde todos manifestaron que en algún momento han sentido el rechazo social: más de la mitad ha sentido rechazo por parte de sus compañeros de trabajo y de sus familiares, muy pocos se han sentido rechazados por algún miembro de la familia, y solamente algunos manifestaron que al principio sintieron el rechazo de su compañero; este rechazo lo sintieron con vehemencia las dos mujeres, porque sus compañeros al ser seronegativos, las tildaron de infieles, aunque ambas habían contraído la enfermedad con compañeros sexuales anteriores, sin que le hubieran contagiado la enfermedad a su compañero actual, ni a ninguno de los hijos de ambos.
En esta categoría se evidencia como la seropositividad es culturalmente rechazada, constituye un estigma, o como dijo Rodríguez (2007), cuando investigó en Chihuahua la relación entre la cultura femenina y sus necesidades de atención “las mujeres tienen particularidades culturales que las hacen más vulnerables.(18)
En cuanto a la prevención de peligros para la vida el funcionamiento y el intento del logro de la normalidad, todos dicen que usan preservativo, aun teniendo pareja estable porque son conscientes de que aunque están infectados, pueden adquirir una sobre-infección por un virus mutado, que puede agudizar su propia sintomatología, casi ninguno permite que usen su máquina de afeitar, ni su cepillo de dientes, aunque prestan con facilidad la máquina para raparse el cabello. Ninguno de ellos tiene precauciones especiales cuando manchan con sangre la ropa o las sábanas, la lavan de la forma tradicional, incluso juntándola con el resto de la ropa de la familia.
En las comunidades de la costa Caribe colombiana es común que varios de la misma familia utilicen una misma hoja de afeitar, y en los estratos más bajos, también ocasionalmente comparten el cepillo de dientes. Igualmente todos los objetos de uso personal después de su vida útil, son desechados sin haber sido desinfectados. La observación mostró que son muchos, los pacientes que tienen claramente establecido un sentido de responsabilidad social, consideran que no deben poner a otras personas en riesgo de padecer lo que ellos han sufrido, aunque no tenían claro que debían desinfectar las agujas con las que se inyectan, ni compartir el cepillo de dientes, la máquina de afeitar o los cortaúñas.
Para mantener su salud consideran que lo más importante es el tratamiento y los laboratorios de seguimiento. La gran mayoría califica los servicios de su IPS como buenos, todos dicen que han tenido atención de un equipo multidisciplinario compuesto por médico internista, médico general, psicóloga clínica y social, nutricionista, trabajadora social, enfermera y odontólogo. Las enfermeras cumplen actividades institucionales y en ocasiones intradomiciliarias. Casi todos asisten puntualmente a sus controles, y trimestralmente a la toma de exámenes de laboratorio. Estos mismos pacientes tienen claro que un retraso en la toma de sus medicamentos diarios, por mínima que sea, favorece la resistencia al virus y la aparición de complicaciones.
• Requisitos de autocuidado de desviación de la salud. Son las exigencias que surgen o están vinculadas a los estados de salud.(4,16,19) Son muy pocos los se quejan de la demora en el suministro de medicamentos, aunque reconocen que tienen atención médica cada vez que lo requieren y cada vez que necesitan consultar por los efectos molestos de la terapia medicamentosa. Todos manifestaron que la enfermedad ha cambiado su aspecto físico en algún momento sobre todo al inicio cuando se presentó bajada de peso y hongos en la piel. Cuando se producen enfermedades dermatológicas, el rechazo de la comunidad aflora con más facilidad, porque estas lesiones deterioran la imagen, provocando que las personas se alejen y en el paciente disminuya su autoestima, su autoimagen y su autopercepción.
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