Editorial: Clínica de Diabetes, Un Concepto que se Impone en el Siglo XXI
La diabetes mellitus (DM) es en la actualidad una de las enfermedades más prevalentes tanto en países desarrollados como en países en vía de desarrollo constituyéndose en una verdadera epidemia de final de miienio y comienzos de siglo. Se calcula que hay 140 millones de diabéticos en el mundo y que en el año 2025 habrá cerca de 300 millones de pacientes.
En algunos países como los Estados Unidos su prevalencia se reporta en cerca del 2% de la población general llegando a un 7% en personas mayores de 30 años.
En Colombia algunos estudios reportan cifras similares calculándose que cerca de un poco más de un mtllón de personas padecen esta enfermedad. La diabetes mellitus figura entre las 10 primeras causas de mortalidad y egresos hospitalarios en personas mayores de 45 años y en la cuarta causa de consulta externa en pacientes mayores de 60 años en el mundo.
Por su naturaleza y características de enfermedad crónica, la severidad de sus complicaciones y los medios que se requieren para su control, se constituye en una patología altamente onerosa para los servicios de salud, para cada paciente en particular y para toda la sociedad.
En los Estados Unidos se calcula en 91 billones de dólares el costo anual de la diabetes y en US$8.500 por cada paciente.
Los costos directos de esta enfermedad se aproximan al 49%. De estos el 82% (37 billones de dólares) corresponde a la atención hospitalaria. En casas especializadas de enfermería cuesta 1.8 billones (4Yo) y la atención ambulatoria 6 billones (13%) para un total de 45 billones.
Los costos indirectos (51″/0) 46 billones de dólares representados por la incapacidad de trabajo a corto plazo que llega a 8.5 billones (18.5’/0). A largo plazo 11.5 billones (25’0) y la mortalidad de pacientes en épocas productivas de la vida que representa 26 d o n e s de pacientes (56.5′).
A lo anterior es necesario sumar los costos intangbles y los costos psicosociales que provienen del estrés, dolor y ansiedad impuestos sobre el paciente y su familia reduciendo, la calidad y esperanza de vida con sus repercusiones en el matrimonio, el embarazo y la vida laboral.
Se ha demostrado en numerosos estudios epidemiológcos que las complicaciones agudas y crónicas de la diabetes pueden ser prevenidas o retardadas. Dentro de los cuales sobresalen el DDCT y Kumamoto en diabetes tipo 1 y el UKDPS en diabetes tipo 2. Cuando se establece un buen control metabólico definido como la presencia de una hemoglobina glucosilada a menor del 7%, niveles de glucemia en ayunas osdando entre 70 y 11 O m@o y niveles posprandiales de glucemia menor de 160 mg'”o y 140 mgo/o a la hora y dos horas respectivamente.
Ante la magnitud epidemiológica del problema al que nos estamos enfrentando debemos plantear soluciones objetivas y concretas consistentes en la ejecución de programas dirigidos hacia la prevención primaria y secundaria de la diabetes a nivel nacional e institucional y a la obtención del buen control metabólico de la enfermedad.
La prevención primaria de la diabetes sería el único medio eficaz de frenar la naturaleza epidémica de la enfermedad. Para lo cual se deben desarrollar estrategias para su detección que sean asequibles a toda la población.
La prevención secundaria es vital para evitar el inicio de las complicaciones agudas y crónicas de la diabetes. Lo cual se consigue mediante la detección temprana y el tratamiento efectivo de la enfermedad mediante un proceso educativo. Que le dé la oportunidad de adquirir los conocimientos necesarios para participar activamente en la obtención de un buen control metabólico. La educación del paciente diabético es esencial en el tratamiento y como decía el doctor Leo Krd en la Clínica Josh … “es el tratamiento mismo de la diabetes”.
Lo anterior nos da bases para introducir el concepto de Clínica de Diabetes el cual es y será en el futuro parte esencial en la estructura de cualquier institución de salud y estará enfocada fundamentalmente en la prevención secundaria de las complicaciones (prevención terciaria). Sin descartar la posibilidad de colaborar o participar en programas estatales de detección temprana de la enfermedad.
El equipo multidisciphario debe estar conformado por médicos endocrinólogos y/o diabetológos. Médicos sub especialistas en otras áreas de la medicina como pediatria, nefrología, cardiología, podología, ortopedia, etc. Así como educadores en diabetes, enfermeras especializadas, nutricionistas y trabajadoras sociales. Familiares de los pacientes pueden formar parte de estos equipos.
Los educadores en diabetes, por lo g n e d , deben ser profesionales de la salud, pero no exclusivamente. La enfermera por sus conocimientos y su estructura académica es la persona que mejor puede asimilar este papel. La educación se debe brindar de manera individual y en grupo de acuerdo con pautas establecidas previamente. Los medios audiovisuales son importantes en el proceso educativo. Los videos, folletos, libros, talleres, seminarios forman parte de estos medios. Debe existir una línea con 24 horas de disponibilidad de personal para contestar las dudas y emergencias que surjan.
Las medidas preventivas supondrán beneficios económicos significativos y mejoras en la calidad de vida de los pacientes.
Algunas investigaciones de costos han demostrado ahorros hasta de 50 dólares por mes en cada paciente que ingresa a un programa de educación y prevención de complicaciones crónicas durante el primer año de funcionamiento. Con reducciones de ingresos hospitalarios hasta del 18% y disminución en la ocupación cama día 21%; cifras que evidencian los beneficios a corto plazo.
La Fundación Santa Fe de Bogotá consciente de los nuevos retos que día a día surgen en el ejercicio médico, durante una sesión de su Comité Médico Ejecutivo, adoptó como política institucional programas dirigidos hacia la prevención primaria y secundaria de diversas patologías como una respuesta a los problemas contemporáneos surgidos en los últimos años y dio las bases para la aprobación y desarrollo de la Clínica de Diabetes e Hipertensión Arterial, la cual después de un año de planeación abrió sus puertas a la atención ambulatoria en el hospital. Donde se construyeron tres consultorios para la atención de pacientes.
Tres médicos endocrinólogos, un médico nefrólogo y dos especialistas en medicina interna, una enfermera especializada en educación del paciente y una nutricionista dietista, forman el equipo de la Clínica de Diabetes. Contamos además con la colaboración del departamento de rehabilitación. Quienes iniciaron el programa de gimnasia terapéutica complementaria, manejado por un médico fisiatra, una rehabilitadora y una enfermera profesional. La Clínica cuenta con el apoyo de los demás especialistas de la Institución y del servicio de urgencias para casos que lo requieran.
El programa se inició con guías de manejo inspiradas en la metolodología de medicina basada en la evidencia
Y en la actualidad se está desarrollando la sistematización con software especializados que permite dar la información pertinente del desarrollo y calidad de los programas adoptados. Así como el cumplimiento de los indicadores de gestión seleccionados.
Después de finalizar el período de ajustes y adaptación propio de todo programa, la Clínica se dedicará a la organización de conferencias educativas en grupo. Donde participarán todos los especialistas que laboran en ella y a la creación de programas de reforzarniento en conocimientos básicos de diabetes a nivel médico y de enfermería. Y a la formación de educadores que se puedan desempeñar en el ámbito institucional.
Como se puede observar, este programa es ambicioso y constituye un reto para todo el personal médico y para médico que formamos parte de él.
El camino a recorrer es largo y tendrá dificultades, las cuales deberán ser superadas con el tiempo y apoyo de todos. Para que algún día nuestra labor nos haga recordar los versos del poeta Machado quien decía “caminante no hay camino, se hace camino al andar” y con el sueño de lograr el control de nuestros pacientes. y la fantasía de que algún día se logre la cura de la diabetes, la educación será por el momento la piedra angular de nuestra Clínica.
William Kaitah Calderón, M.D. Jefe Sección de Endocrinología y de la Clínica de Diabetes e Hipertensión Arterial. Fundación Santa Fe de Bogotá. Correspondencia: Calle 11 6 No. 9 – 02 BogotS – Colombia
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