Resultados y Discusión en Enfermería, Simbología, Estereotipos e Imagen Social

Basados en la teoría de “la construcción social de la realidad” de Berger y Luckman (2001). La realidad social no es otra cosa que una construcción de la misma sociedad, Incluso para estos autores. El hombre mismo es quien construye su propia naturaleza, él es el que se produce a sí mismo y esa construcción será por necesidad, siempre una construcción social. El hombre es el Homo-Socius(57).

La socialización como proceso de aprendizaje de valores y orientaciones permiten al ser humano adaptarse a su entorno cultural. La construcción social de la realidad hace referencia a la tendencia fenomenológica de las personas a considerar los procesos subjetivos como realidades objetivas.

Cualquier disciplina adquiere la identidad de profesión, a través de lo que los significantes implicados en su socialización esperan de éste. Representando la realidad y donde la identidad surge de la dialéctica entre el individuo y la sociedad. Todas las profesiones, incluido el Profesionalismo en Enfermería, se apoyan en una base cultural. Berger y Luckman sostienen que la sociología del conocimiento se refiere a sí mismo con más sentido común que con abstracciones teóricas(58).

Y una vez realizada la codificación, categorización, conceptualización, delimitación de la teoría, se puede explicar la “realidad social de la enfermería colombiana en la Fundación Santa Fe de Bogotá”. A partir de los siguientes conceptos: profesional de enfermería en Colombia, identidad e imagen social de la enfermera en Colombia y retos Profesionalismo en Enfermería en Colombia, vistos a través de tres generaciones.

La primera generación correspondiente a la década de los 60 (la enfermera magíster Sonia Echeverri y el doctor José Félix Patiño Restrepo) como “los mentores”:

Vistos como un soporte aunque evitando la dependencia en un proceso en la que una persona actúa hacia otra como consejero o guía y que ayuda al aprendizaje y desarrollo mediante una relación de soporte, relación por otra parte que suele ser de larga duración(59).

Esta figura se está perdiendo en la actualidad, tal vez por los cambios en el sistema educativo. Durante esta época, denominada “DE LA HEROÍNA A LA MADRE” 1945-1965, la imagen pública de la enfermera estaba en proceso de ser elevado a su punto más alto en la realización en la representación de heroína (figura 7).

Elogio a enfermeras vintage
Los medios de comunicación reconocieron el Profesionalismo en Enfermería como una verdadera profesión que requiere la educación y el desarrollo de habilidades y conocimientos para su práctica. Las enfermeras fueron representadas como valientes, racionales, dedicadas, humanistas, decisivas y autónomas.

Sin embargo, esto cambió pues aparece la mujer que tenía la imagen dulce, inocente, sin carácter, doméstica. En este momento era importante el auto-sacrificio y generosidad como factores de éxito de la enfermera aunque hacia mediados de los 60 se reevalúa el concepto de nivel de Inferioridad del “sexo débil”(58).

La segunda generación que denominamos “los profesores”, corresponde a la década de los 70 – 90 (la enfermera especialista Marta Mora Lozano y el médico cirujano general Arturo Vergara). El profesor es aquel que transmite su propio enfoque sobre un determinado problema, discutiéndolo de tal manera que les hace comprender la importancia del mismo(59). Durante esta época la enfermera es considera “EL OBJETO SEXUAL” 1966- 1982 (figura 8).¿Qué hay de nuevo? ¡enfermera!

Una obsesión con la vida sexual de las enfermeras

Una obsesión con la vida sexual de las enfermeras dominó la representación de  en Enfermería, se veía a la enfermera sensual, romántica, hedonista, un objeto sexual, imagen mostrada y explotada en la industria cinematográfica.

La misión de proveedor de asistencia profesional era incompatible con la enfermera como objeto sexual. Aunque las acciones que caracterizan el Profesionalismo en Enfermería pudieron emplearse para contrarrestar el retrato desfavorable de las enfermeras en 1980. El bienestar del paciente se convierte en la misión de la enfermera ayudando en su recuperación física y psicológica. Empezando a recuperar la imagen positiva de la enfermera(58,60).

Y por último de la década de los 90 a la actualidad tenemos la generación llamada “gestores del cambio” enfermera Jenny Arias y el médico Andrés Acuña residente de medicina interna). Los aprendices como continuidad del legado de los mentores y los profesores, con un enfoque crítico-reflexivo del proceso de formación con potencialidades de valores, cultura e ideología, comprometidos y motivados. Para la solución de problemas concretos de salud de la población y de los servicios de salud.

La Imagen Ideal

Para enfocarse no solamente en la racionalidad técnica e instrumental, sino fundamentalmente, en nuevas posibilidades comunicativas, organizacionales, de relaciones de inter-subjetividad y de cuidado y salud(61,62). Esta época es considerada para la enfermería como “LA IMAGEN IDEAL” 1980-1990.

Se comienza a abrir el Profesionalismo en Enfermería como una carrera fuerte y con opción para ambos géneros. La nueva mujer que trabaja, proyecta una mayor imagen de ejecutiva y es un reto crear la nueva imagen de la enfermera ideal: inteligente, lógica, sofisticada, asertiva, comprometida con la consecución de estándares altos de calidad en la atención en salud (figura 9).Enfermeras, Fundación Santa Fe de Bogotá
Los códigos más importantes que emergieron de nuestra investigación a través de las generaciones y que son comunes se pueden agrupar en:

Importancia de la enfermería en el servicio de salud:

“Persona más importante en darle calidad de atención a un hospital”. La contribución de la enfermera responsable de la gestión en enfermería es única, representa una acción necesaria para asegurar servicios de salud humanizados y de calidad en un contexto de utilización óptima de los recursos disponibles.

De esta manera las enfermeras responsables de la gestión del cuidado se enfrentan a grandes retos, ejercer su actividad en un entorno caracterizado por múltiples problemas y obstáculos y dentro de éste buscar alternativas con un enfoque de gestión, dirigido a garantizar la calidad del cuidado a la persona que vive experiencias de salud(63).

“El cuidado de enfermería como factor que incide en los resultados”, los cuidados de enfermería y la forma como son prestados, corresponden a una etapa importante en la recuperación de las personas haciendo que su pronóstico sea cada vez más positivo, basados en el proceso de el Profesionalismo en Enfermería, para cuidar verdaderamente y acompañar al paciente durante todo su proceso de recuperación o de acercamiento a la muerte con dignidad y autenticidad(64,65) en todos los servicios del hospital y en todos los niveles de atención.

“La enfermera sigue siendo el factor más humanizador de la atención en salud”, actualmente en las institucionales hospitalarias impregnadas del modelo biomédico y curativo, se reduce lo humano a lo biológico, alejando el trabajo de las enfermeras de su visión humanista y holística del cuidado.

Esto entendiendo que el cuidado humanizado es más que un buen trato o satisfacción del paciente, implica que “el otro” necesita ser cuidado, uniendo conocimientos técnico-científicos a la humanización del cuidado, de manera ética y profesional, conociendo cómo una situación afecta a una persona, tomando la piel del otro mediante la empatía(66-68).

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Papel de la enfermería en el equipo de salud:

“La enfermera impone, resultado a que año a año yo trabajé con ella como colega y no como subordinada”, los médicos y las enfermeras siempre han tenido que trabajar juntos, ya sea en la comunidad o en el hospital, pero su relación ha cambiado mucho con el tiempo, a principios del siglo XX, McGregor- Robertson dijo: “Una enfermera debe comenzar su trabajo con la firme idea en su mente que sólo recibe sus instrucciones del médico y ella no ocupa ninguna posición independiente en el tratamiento de la persona enferma”.

Hoy en día, tal afirmación suena repugnante, pero en el pasado, los médicos tenían un gran control y papel dominante sobre las enfermeras en la medida en que incluso capacitaran a las enfermeras para cumplir órdenes. Esto continuó en la década de 1930 donde no era raro que los médicos establecieron los exámenes de enfermería en función de subordinación, en lugar de un papel independiente en relación con la atención al paciente y resultados de éste en su recuperación.

Las cosas han progresado y reevaluado lentamente desde esos días, pero a pesar de que algunas de estas actitudes persisten, el papel de las enfermeras ha cambiado. Tanto la enfermería como la medicina tienen expectativas ideales la una de la otra, que obligan a que estén en una relación de colegas.

Los cambios estructurales, tanto en la sociedad en general, como dentro de los servicios de salud, muestran una convergencia reciente de trabajo en equipo de los dos grupos ocupacionales. No es solo una relación de género hombre-mujer debido al aumento en el número de mujeres médicas y de hombres enfermeros.

Las enfermeras y enfermeros con un uso de técnicas de comunicación positiva:

Conocimiento y Profesionalismo en Enfermería pueden promover interacciones interpersonales sanas y un ambiente positivo, mediante la selección de respuestas asertivas basadas en un conocimiento ético-científico permitiendo mejorar los resultados y promover el cuidado óptimo del paciente(69-74).

“La enfermera: medio novia, medio bruja” “La enfermera es el puente entre el médico y el paciente”. La enfermera es la que brinda cuidado directo al paciente, está con él las 24 horas del día, evalúa constantemente los cambios que puede evidenciar durante su estancia hospitalaria, administra los medicamentos, toma los laboratorios y realiza procedimientos de alta complejidad, solicita todo lo necesario para que el equipo médico puede realizar su labores de manera diligente, oportuna y con calidad siempre en pro de la mejoría del paciente, y ante todo gerencia su servicio basada en valores y actitudes profesionales.

Posee un dominio intuitivo de la situación y es capaz de identificar lo que sucede sin perder tiempo en soluciones y diagnósticos alternativos. Al responder por intuición, la enfermera experta no responde sin pensar, ni de manera automática, sino con una respuesta directa que nace de la experiencia, identificando y corrigiendo errores como por ejemplo en la medicación(75-77), ayudando para el éxito de los tratamientos médicos y quirúrgicos.

“La enfermería es una profesión no un oficio”:

¿Qué es el Profesionalismo en Enfermería? Los términos “profesión” y “profesionalismo” se refieren a un grupo caracterizado por una moral interna, constituido por las profesiones de la salud, principalmente la medicina y la enfermería. Significa una vocación, una empresa moral, intensamente moral, por cuanto su único propósito es el bien del paciente y de la sociedad, de manera profesional basada en cuatro grandes dominios o componentes fundamentales:

  1. Conocimiento especializado, o sea erudición y sabiduría.
  2. Autonomía intelectual en la toma de decisiones, que en el caso específico de la enfermería es el proceso de enfermería equivalente al acto médico.
  3. Compromiso de servicio a la sociedad, en el contexto ético, moral y deontológico de la profesión, que, en el caso de la enfermería, fueron definidos en forma perdurable por Florence Nightingale (1820-1910).
  4. Autorregulación, que diferencia a las profesiones de los oficios(78).

Los símbolos y autoridad en la enfermería:

“Es la autoridad máxima, se respeta y se hace lo que ella diga”. “La enfermera puede ser queridísima, agradable pero estricta y durísima, algunas son furiosas”. “El uniforme impone, el caminado, su manera de tratar y eso lo hemos perdido aquí”. “Uno debe ser el líder grupo, tienes que dar la seguridad, que está sirviendo sin servilismo”. “La gente llegaba a preguntar por la señora que manda más en el hospital y obviamente era la jefe, era la autoridad, para la gente era el poder”.

La enfermera es una líder y el buen líder hace recto uso del poder y la autoridad. Dentro de las funciones que le competen a la enfermera se encuentra la administración del cuidado y de organismos o instituciones relacionadas con los procesos de salud-enfermedad, bienestar y calidad de vida de las personas, familias, grupos y comunidades.

En el desempeño de este rol, hace uso del poder y la autoridad con las personas a su cargo con las cuales trabaja, interactúa, se comunica y motiva para alcanzar objetivos comunes.

La forma en que la enfermera asume el poder y la autoridad en los equipos de enfermería o de salud, es determinante para el crecimiento de las personas y las instituciones favoreciendo la creación de ambientes de trabajo positivos, el respeto por los seres humanos, el interés genuino por las personas y sus circunstancias, la consideración de todas las ideas, habilidades y aspiraciones, el fomento de la participación creativa, proactiva y en equipo, la fe en las habilidades y el valor de cada individuo, el reconocimiento y la motivación necesarias, la exactitud y excelencia en el cumplimiento y el desarrollo del sentido de pertenencia al grupo y a la institución, entre otros(79).

La imagen y problemática de la enfermería en la actualidad:

“El sueño de todo hombre es tener relaciones sexuales con ese personaje inaccesible vestido de blanco que es tan imponente y tan importante”, “Que aparezca un simulacro de uniforme de enfermera en las sex shop o en los medios audiovisuales, son fantasías sexuales por el hecho de que la enfermera es abnegada”.

Tradicionales estudios sociológicos sobre la relación médico-enfermera describen su naturaleza patriarcal, entendida en términos de los estereotipos sexuales, con asignaciones de género, de la crianza, de pasividad y de decisión.

De manera paralela con los roles familiares, el médico asumió el cargo de jefe de la familia, de decidir dónde y cómo se realiza el trabajo pendiente, mientras que las enfermeras (sus “esposas”) asumen un papel pasivo.

Los medios masivos de comunicación principalmente visuales como la televisión y el cine muestran solo a la enfermera como frívola y sexual. Son jóvenes, bellas, y blancas con un montón de maquillaje, generalmente detrás de un escritorio. Tomando notas en su portapapeles, realizando tareas administrativas o procedimientos técnicos. Aspectos que se anteponen a su Profesionalismo en Enfermería y a la esencia de la enfermería, situaciones que afectan la imagen de la enfermera(64,73,80,81).

“Sigo adorando el blanco, pienso que a la la debe distinguir su conocimiento y como porte el uniforme”. “Esa simbología me parece que es importante siempre y cuando uno sea coherente”. “Los requisitos y las exigencias para mantenerse en la universidad son más laxos”. “Hay pérdida del rigor científico de la enfermera, se volvieron más prácticas”. “Los sueldos bajos, el tener varios trabajos las convierte en trabajadoras y no en científicas como debería ser”. Y “La tecnología ha acercado y alejado al profesional de enfermería del paciente, la esencia se mantiene, pero han cambiado las formas del hacer”.

La enfermería es una actividad intelectual que posee una aseveración teórica

La enfermería, es una actividad intelectual que posee una aseveración teórica. Y una metodología procedimental que es la manera como aplica el conocimiento al cuidado del paciente. Debido al trabajo continuo y las demandas y exigencias tan severas que enfrenta la pueden llevar a que con el paso del tiempo ella se ocupe más de lo segundo, de la metodología y los procesos. Descuidando la parte intelectual corriendo el riesgo de perder el profesionalismo, porque al perder el componente intelectual, la no se diferenciaría de una auxiliar(78).

Esta situación ha demostrado que, por la estructura organizacional del hospital, puede generar conflicto con la habilidad de la para actuar en el campo profesional. La práctica desde una mirada anclada en el rigor disciplinar y su aplicación clínica no dispone de la suficiente sistematización que la garantice(78).

Esto sumado al contraste entre lo que se enseña en las aulas y lo que se aprende en los centros asistenciales (en los que se realizan las prácticas clínicas). Suele sumir a los alumnos en una gran confusión y angustia entre lo que se aprende, se hace y se ve en los hospitales. Por ejemplo de los colegas ya profesionales, por los requerimientos de las instituciones y el sistema de salud.

La educación que recibe la y el enfermero actualmente, utiliza los medios a su alcance para integrar teoría y práctica de una manera dinámica. A pesar de la realidad, se procura que exista coherencia entre la formación teórica y la formación práctica. Para evitar que aparezca lo que algunos autores han llamado “shock de realidad”. Éste es provocado por la disonancia entre cómo se cree que deberían ser las cosas y cómo son en realidad(82,83).

Para finalizar es necesario evaluar que el altruismo no debe entrar en contradicción con la remuneración económica como medio de subsistencia.

El derecho de todo trabajador, sobre todo en una actividad centrada en el ser humano, es la remuneración justa.

Esta es la principal causa de insatisfacción por parte de la enfermera, quien como todo profesional y trabajador. Espera un buen salario, días de descanso, vacaciones, seguros pagados y pensiones, buenas condiciones laborales y gente también satisfecha con la que se genere empatía. Para trabajar (aspectos necesarios que permiten poner en práctica las dotes creadoras de la persona, como el caso de la profesión de enfermería). Ya que para poder ejercer el cuidado ella hace uso de herramientas intrínsecas como el conocimiento empírico, ético, personal y estético(84-86).

Estos aspectos han sido afectados de manera negativa por la reducción de la contratación a término indefinido. La creación de nóminas paralelas y la ampliación de la nómina mediante la incorporación de personal a través de terceros. Subcontratados o suministrados por empresas prestadoras de servicios temporales(87).

Se debe rescatar la profesional con sólidos y actualizados conocimientos, que basa su trabajo en la teoría. La científica, dispuesta a la rendición de cuentas, o sea a la evaluación de su trabajo en términos de conocimiento y competencia. Comprometida con estudio vitalicio y educación continua, comprometida con su actividad intelectual, investigando y publicando, autónoma en la toma de decisiones en su ejercicio profesional(78).

Perspectivas: presente y futuro:

“Los médicos son los que regulan la enfermería”, “Se perdió el concepto de profesionalismo”. “En general todo el sistema conspira contra esto”. “Enfermería como una profesión respetable, de colegaje’ y no de subordinación al médico”. “Estar investigando, actuando como profesionales”, “Una dirección de enfermería de igual mando que la de medicina”. “Las nuevas generaciones ven a las enfermeras como no debe ser”. “Uno tiene que ser muy bueno para que el otro te reconozca como bueno”. “Yo pienso que las enfermeras estamos perdiendo el rol”. “Hay una brecha muy grande entre la clínica, asistencial, opacada, apocada, trabajando en la adversidad con todas las dificultades”. Y “Las nuevas generaciones deben volver la profesión más científica, deben ser más colaborativos, proyectarse, integrarse a los equipos”.

Las profesiones heredan de su pasado las posesiones que conforman el presente.

El presente produce nuevos bienes tangibles e intangibles que forman parte de la herencia del mañana (ideales, conocimiento, producción científica, cultura, procedimientos, estatus, valor social, filosofía, normas, leyes, etc.). No se puede negar en su esencia, aunque se puede renunciar a ella.

Para una profesión la renuncia implica la negación de su esencia y, su aceptación, el reconocimiento de lo que se es. Una de las herencias del pasado, del presente y del futuro es el conocimiento. Hay dos actitudes respecto al mismo: usarlo por entenderlo legítimo, no usarlo, por entenderlo irrelevante o ilícito. Cuando una disciplina utiliza su conocimiento no hace sino identificarse con él. Con sí misma, reconocerse en la herencia de su pasado y presente, configurarse en el presente y en el futuro(88).

Citando para resumir el legado y la herencia al igual que los desafíos y retos de Profesionalismo en Enfermería en la Fundación Santa Fe de Bogotá en 40 años. En la frase del Doctor José Félix Patiño Restrepo, que ha visto los aciertos y desaciertos, ires y venires, triunfos y fracasos. “La enfermería profesional es la actividad más generosa, más noble y más humanitaria de las actividades humanas”(78) (figura 10).Enfermera jugando ajedrez con soldado herido 1917

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