Consideraciones Previas Comunidad, Evolución y Redefiniciones, Una Realidad Evidente

Community, Evolution and Redefinitions. An Evidente Reality

Elsy Forero Beltrán*, Ruth Valle Ballesteros**

Resumen

Este trabajo tiene como propósito presentar una revisión de lo que ha sido la evolución del concepto de comunidad, desde la concepción tradicional referida a comunidades ru­rales, contrastado con las actuales comunidades urbanas, como repercusión del crecimiento económico, la industria­lización y la rápida urbanización de las ciudades, así como el auge del capitalismo y el impacto del desplazamiento for­zado por la violencia en la conformación de nuevas comu­nidades.

Para llevar a cabo el análisis del tema objeto del presente artículo, se hace necesario la comprensión y el rastreo del concepto de comunidad, teniendo en cuenta el aporte de ciencias como las sociales ya que permiten reconocerla y caracterizarla desde sus inicios, además evidenciar la in­eludible participación multidisciplinaria para intervencio­nes eficaces dada la complejidad del ser humano y la am­plia gama de factores que intervienen en la cotidianidad de las comunidades.

Palabras clave: cuidado de Enfermería, origen de la co­munidad, comunidades urbanas versus comunidades ru­rales.

Abstract

The aim of this work was to review the concept of com­munity, starting with the traditional idea referring to rural communities, contrasting it with the current urban com­munities, as derived from economic growth, industrializa­tion and the rapid urbanization of the cities, and also the reign of capitalism and the impact of forced displacement of populations by violence and the creation of new com­munities.

For the proper analysis of the theme of this paper it beco­mes necessary to comprehend and trace the development of the concept of community, considering the contribution of the social sciences so as to recognize and characterize it from its inception, and the obligatory multidisciplinary participation for effective interventions, given the complexi­ty of the human being and the ample range of factors that intervene in the daily life of communities.

Key words: Nursing care, origin of the community, urban communities versus rural communities.

Introducción

Es claro que la pretensión de conceptualizar sobre comunidad desde una sola mirada es ambiciosa, si se tiene en cuenta que es un ente donde interactúan diferentes esferas relacionadas con la complejidad propia de los seres humanos. Múltiples dimensiones que deter­minan el comportamiento y las interrelaciones de los in­dividuos y de los grupos sociales. Se puede afirmar que el estudio de la comunidad trasciende las fronteras discipli­narias dadas los diferentes intereses que intervienen en los procesos sociales.(1) Por ello se requiere la construcción de marcos epistemológicos interdiscipli­narios amplios, principalmente desde áreas sociales que respondan a la di­versidad de fenómenos implícitos y que se aproximen a la comprensión de co­munidades heterogéneas y complejas como las actuales.

En consecuencia, es necesario que las disciplinas que intervienen en las co­munidades se nutran de diversas áreas del conocimiento como son la socio­logía, la antropología y la psicología, en razón a que estas disciplinas brin­dan un marco teórico amplio de inter­pretación de la realidad social donde se enmarca la cotidianidad comunita­ria. Como es bien sabido, las condicio­nes de bienestar es el resultado de di­versas condiciones ambientales, eco­nómicas, políticas, culturales y espi­rituales y de la relación e interacción entre los individuos, grupos humanos e instituciones.

Para la construcción de un marco epis­temológico ajustado al quehacer de las disciplinas que intervienen en forma directa con las comunidades es nece­sario iniciar por la revisión del con­cepto de comunidad no sólo etimoló­gicamente, sino a la luz de la evolución de su significado, sin desconocer que el término en sí mismo, no refleja su real complejidad, dada la multitud de factores que en ella concurren. Por todo ello es ineludible la revisión del concepto de comunidad desde su ori­gen, en su forma primitiva y relacio­narla con los cambios sociales, formas de convivencia, de agrupación, asocia­das con fenómenos tales como el in­dividualismo, el capitalismo y la glo­balización, todo lo anterior teniendo en cuenta que la evolución de los pue­blos no ha sido lineal, pues estos se han venido transformando permanen­temente con facetas contradictorias hasta acercarse a la evolución y com­prensión de lo que son las comunida­des actuales.

Comunidad y Evolución del Significado

El origen del término comunidad se remonta a la época antigua, en la cual la forma de agruparse responde a unas medias de protección frente a la ame­naza de la naturaleza, así como para asegurar la supervivencia del grupo mediante la provisión de alimentos. En este tipo de sociedad primitiva no se conoce el concepto de propiedad pri­vada, ya que los instrumentos, la tie­rra y otros elementos están subordi­nados a la propiedad colectiva y en beneficio de toda la comunidad.(2) Este tipo de relaciones de producción se basó en la colaboración y ayuda mu­tua.(2)

Con el avance del tiempo y las nuevas relaciones productivas el concepto de comunidad se sigue utilizando para re­ferirse a colectivos rurales, con algunas variaciones en sus características origi­narias, tales como la producción con base en el trabajo comunitario, y la distribución social de lo producido cuyo objeto es la supervivencia de cada individuo y del grupo. Hoy en día estas agrupaciones sociales, aunque conservan algunas condiciones pro­pias de la comunidad como compar­tir un territorio, el idioma, la cohesión social, las costumbres. Se diferencian de la concepción antigua con respec­to a las formas de producción, donde se ha reemplazado el trabajo colecti­vo que favorecía al grupo como un todo por el trabajo individual que be­neficia al grupo familiar y el trabajo comunitario se ha relegado para la construcción de obras sociales que be­nefician a toda la comunidad tales como caminos, escuelas, etc.

En este tipo de comunidades se man­tienen maneras particulares de asumir el tiempo, dado que éste transcurre lentamente y sin mayores cambios; la percepción del tiempo es lenta, su for­ma de medición es secundaria, al pun­to que los relojes no son necesarios. Los fenómenos se miden por hechos naturales como la sombra del sol, el clima y el crecimiento de las plantas entre otros.(3) En cuanto a la econo­mía, ésta se sustenta en la producción de la tierra para el autoconsumo; las relaciones económicas y productivas son complementarias; el comercio se basa en el intercambio de productos con otras comunidades,(2) y por otra vender los excedentes en los merca­dos fuera del territorio.

De tal manera que el dinero, además de que circula poco, significativamen­te no tiene la misma trascendencia que en las comunidades rurales. Es necesario reconocer que aún priman los valores como solidaridad, la dis­posición del tiempo para labores con­juntas, conservando aún cierta auto­nomía en la forma de vida, autosub­sistencia y relativa independencia del mundo externo.

Estas características se encuentran prin­cipalmente en pueblos indígenas y zo­nas rurales de difícil acceso. Estos gru­pos conservan prácticas particulares de tipo económico y social; muestra de ello es la forma de educación que uti­lizan, transmitida de generación en generación, de padres a hijos, enmar­cada en un ambiente de principios y valores humanos reflejados en el res­peto a la autoridad patriarcal, la poca decisión de los hijos sobre sus propios intereses, la obediencia, el aprendiza­je del oficio de los progenitores, poca movilidad territorial, y la baja estrati­ficación social.(4)

Los Medios de Comunicación y Forma de Vida de las Comunidades

La poca influencia de los medios ma­sivos de comunicación como la tele­visión, la precariedad de las vías y me­dios de transporte ha permitido que la influencia externa sea escasa y fa­vorezca la conservación de hábitos, cos­tumbres y tradiciones, pero así mismo limita el acceso a los adelantos de la ciencia y a la educación. Según Alejos García (1994), citado por Villegas(5) las comunidades que actúan como uni­dades cerradas, pueden conservar una identidad propia al ejercer un relativo aislamiento, pero también esta situa­ción puede privarlos de adquirir co­nocimientos, herramientas y tecnolo­gías nuevas, lo que se ve reflejado en la deficiente satisfacción de necesida­des básicas hechos que inciden en la calidad de vida de los pueblos rurales y pobres y vulnerables.

Noción de Comunidad en los Espacios Urbanos

La noción que se le puede dar al con­cepto de comunidad varía según la mi­rada y el contexto donde se encuentre. Según Max Weber, citado por Lisbona(6) se reconoce la existencia de muchos tipos de comunidades, no obstante es­tas se identifican por una serie de ca­racterísticas generales, como el hecho de agruparse con el fin de satisfacer necesidades comunes.

Para otros como Ezequiel Ander – Egg(7) se establece la noción de comunidad como una agrupación organizada de personas que se perciben como uni­dad social, con conciencia de perte­nencia; existe una compenetración y relación entre territorio y colectividad: Se concibe la comunidad cuando las personas además de compartir un te­rritorio, tienen una historia social co­mún, donde la unión de los esfuerzos están orientados a superar las condi­ciones de su calidad de vida situados en una determinada área geográfica en la cual las personas interaccionan de manera particular.

Así mismo “comunidad” hace referen­cia a un ámbito espacial de dimensio­nes relativamente reducidas, Nisbet (1986),(8) plantea que la idea de unidad de comunidad y de autoridad, se re­montan a Platón y Aristóteles, poste­riormente el concepto tuvo una me­nor difusión al punto de casi desapa­recer debido a la preponderancia que la razón y el individuo tuvieron en ella.(4) Con el advenimiento del capi­talismo el trabajo colectivo es despla­zado por el trabajo individual, la pro­piedad común por la propiedad pri­vada y con ello la aparición de la so­ciedad de clases.(2) Se produce enton­ces la enajenación del hombre y la pérdida de la relación directa con los medios de producción.

Según Phil Barthe,(9) las personas que hacen parte de las comunidades po­seen un saber común enmarcado en un sentido de lealtad que puede llamares “conciencia comunitaria”. Esta característica tan exclusiva, no está pre­sente en las grandes sociedades.

En las comunidades tradicionales las per­sonas ostentan una cultura propia y una organización social donde las me­didas de control están mediadas por las reglas sociales nacidas en el seno cotidiano de la misma comunidad. Esto muestra un tipo de administración gru­pal no apoyada necesariamente en le­yes o reglas oficiales, ejerciendo do­minio en ellos mismos o en sus actos, lo que evidencia un tipo de veeduría relajada por parte de sus integrantes.

En los espacios urbanos marginales, la cohesión y el sentido de pertenen­cia es menos evidente por razones de intereses más individuales que colec­tivos, el escepticismo está presente en muchas comunidades y la importan­cia de las organizaciones sociales y comunitarias se diluye en la comple­jidad de las grandes ciudades. La pre­sión de tipo social y político que pue­de ejercer este tipo de organizaciones sociales es coyuntural para resolver asuntos puntuales, de momento, como gestión ante las instituciones y el es­tado la solución a necesidades socia­les tales como el acceso a servicios públicos, de salud y educación. Gene­ralmente este tipo de gestión está a cargo de los líderes comunitarios sin que exista un acompañamiento con­tinuo de las bases comunitarias.

Influencia de la Globalización en la Concepción y Estructuración de las Comunidades

En el análisis de los cambios estruc­turales, conceptuales y de sentido de la comunidad, es necesario incluir al­gunos insumos para la reflexión, el debate y el cuestionamiento el efecto de las políticas económicas transna­cionales. Entre estos se puede abordar la temática de la globalización enten­dida como un “proceso multidimen­sional de contracción del espacio y del tiempo que ha dado origen a una creciente interconexión entre las so­ciedades, las culturas, las regiones, las instituciones y las personas.”(2) Este proceso articula múltiples niveles na­turales, ideológicos políticos, sociales y culturales entre otros,(2) con la par­ticularidad que tiene dos efectos con­tradictorios por un lado, articula y ho­mogeniza y por otro, excluye, margi­na y profundiza las desigualdades.(2) Según el Informe de Desarrollo Hu­mano publicado por la ONU (1999), con la globalización hay cada vez ma­yor interdependencia de las personas, las fronteras tienden a desaparecer, al tiempo que se vincula la vida de la gente de una manera más intensa y más inmediata.(10)

Lo anterior se refleja en la polariza­ción entre los países pobres y los de­sarrollados, así como al interior de to­dos los países(11) como resultado de la disminución de la función económica y social del Estado, la privatización de las empresas públicas y la flexibiliza­ción laboral.(11) Este modelo económi­co se caracteriza por la reducción del papel del Estado en la provisión de servicios de bienestar entre ellos la sa­lud, la educación, la vivienda y la cul­tura, entre otros.

De hecho la inversión social es secun­daria, sus principios se basan en el libre mercado, la propiedad privada y el individualismo,(11) condiciones que re­percuten de manera importante en las situación y conformación de las comu­nidades, teniendo en cuenta que los criterios tradicionales que caracterizan lo comunitario, son contrarios a la economía de libre mercado, dado que estos últimos no se rigen por el bien común, sino por el interés particu­lar.

Justamente al capitalismo le interesa fomentar el individualismo y las com­petencias personales, los grupos eco­nómicos imponen criterios homolo­gantes, niveladores y universales del mercado capitalista.(12) De tal manera que se fortalecen las dinámicas eco­nómicas y favorece la concentración de la riqueza en el país evidencián­dose, aún más, la desigualdad y la in­equidad en la sociedad.(12) En este pro­ceso cumplen un papel dinamizador los medios de comunicación que favo­recen el excesivo consumismo, la im­posición de la moda, se modifican las costumbres, los hábitos nutricionales, y se asumen como propios el gusto por el arte y la cultura de otras regio­nes, desvalorizando lo propio de suer­te que contribuyen de esta manera a disminuir el apego territorial, el sen­tido de pertenencia y el sentimiento regional de las comunidades.(13)

Exploración

Ocurre cuando la madre hospitaliza al recién nacido y tiene contacto ini­cial con nuevas y desconocidas situa­ciones, equipos y personas en la Uni­dad Neonatal, de allí surgen sentimien­tos muy variados como la negación frente a la situación del recién nacido, llevándola incluso a no aceptar o evi­tar comprender la información que obtiene del equipo de salud, presen­tando sentimientos de inferioridad, depresión, hostilidad y frustración, ira o culpa por lo ocurrido, en algunas ocasiones incluso, pone su situación a la decisión de un Ser Superior; rea­liza sacrificios personales, como el dejar de trabajar o comer, en solida­ridad con lo que le sucede a su recién nacido.

“Yo la traje a control por urgencias, y después de que la vieron, dijeron que había que dejarla y yo no creía”. E.R “Los primeros días, si, yo dejé a mi niña aquí y los primeros días yo no paraba de llorar, yo no dormía, no comía, cuando me dijeron que mi niña no le iban a dar de comer como 7 días, fue duro para mí, era como que ni yo quería comer, de saber que mi hija no iba a comer como que yo tampoco podía”. M.S

Exploración, Apoyo, Adaptación

En todos los casos es inesperado para la madre tener que hospitalizar a su recién nacido, incluso cuando su es­tado de salud haya requerido consul­ta por urgencias.

“Yo la traje a control por urgencias, y después de que la vieron, dijeron que había que dejarla y yo no creía”

En esta etapa existe un total desacuer­do frente a la norma de visita y el tener que ser separada de su recién nacido.

“De pronto, que me la hubieran de­jado ver más, como cuando el niño nació, porque es que uno siente mu­cha tristeza de saber que ella tiene que quedarse allá y de no poder mi­rarla”. M.S

“Imagínese que lo separen a uno de su bebé, es difícil”. A.W

La madre expresa que existe “una to­tal” desinformación de las razones de hospitalización de su recién nacido, de las normas de la Unidad Neonatal, de los procedimientos médicos y de enfermería que requiere su hijo y de la situación de salud del bebé y a pe­sar de no tener suficiente confianza en los estudiantes, ella manifiesta que es mayor la información que obtiene de ellos pese a que percibe impru­dencia en sus comentarios.

“Nadie me dio explicación, yo lle­gué y me asignaron la cama y ya, no explicaron sino yo leí, incluso y cuando uno recién llega comete torpezas y yo no sabía que no ha­bía que entrar con las maletas, lo único que si me dijeron es que te­nía que colocarme la bata y ba­ñarme las manos, pero no sabía que tenía que dejar la chaqueta y ya cuando lo ven a uno dentro de la habitación ya le dicen a uno, no mamita es que no puede entrar con chaqueta o con pañalera, pero se espera a que sucedan los acontecimientos para ahí si, lo que debieran explicar es desde el principio, como se hacen las co­sas”. N.O

“Los especialistas hablan diferente, con ellos claro uno tiene menos in­formación que con los estudiantes”. M.C

El temor es claramente exacerbado, cuando la madre cuenta con expe­riencias previas de hospitalización de un hijo recién nacido y más aún si éstas han tenido consecuencias desfavorables.

“Porque yo ya viví esa experiencia, yo ya he tenido tres partos pretér­mino y han fallecido los bebés, en­tonces el miedo de que me fueran a decir lo mismo cuando viniera a visitar el bebé, entonces ese miedo, temor a vivir la misma experien­cia”. L.C

La madre expresa temor ante lo que ella considera, su falta de capacidad para brindar cuidado al bebé en su casa, esto está relacionada con la falta de participación de ella en los cui­dados al niño durante su hospitaliza­ción y la explicación del personal de salud sobre cuidados en casa e iden­tificación temprana de complicacio­nes.

“Cuando iba a comer y todo, yo pen­sé que iba a nacer sin manitos o algo o que iba a tener problemas de res­piración”. L.D

“En caso de que presente algo y yo tan lejos”. L.D

“Yo vivo tan lejos, yo vivo en Sesqui­lé y yo que hago si se me complica”. L.D

“Por qué yo la veo tan chiquita, tan frágil, que yo no se que hacer con esa mujercita en la casa”. L.D

En condiciones en que la madre po­see una creencia muy arraigada en un Ser supremo, se genera mayor tranqui­lidad en la evolución que pueda tener el bebé, la madre canaliza todas sus esperanzas a través de su fe en Dios y sus creencias religiosas, le genera mayor confianza su fe que la información que obtiene del medio que la rodea.

“Primero la fe en Dios que tengo, los médicos son espectaculares y todo, pero ellos nunca dicen que se está mejorando, ellos siempre dicen que está mal”. M.C

Durante las entrevistas se evidenció que la confianza de la madre en la en­fermera y demás miembros del equi­po de salud, está dada por la satisfac­ción de ella con los cuidados que estos profesionales le brinden a su hijo. Sin embargo, quisiera que la enfermera, quien está siempre con su hijo le con­tara más acerca de él.

“Las enfermeras están pendientes del tetero, el pañal, que duerma, porque es un bebé”. P.J

El momento en que hay inconformi­dad en relación con la norma de vi­sita, es en la etapa de exploración, en donde la madre expresaba su disgus­to; sin embargo, a mediano plazo hay un reconocimiento de las razones de las normas de visita y su cumplimien­to por parte de ellas.

“De pronto eso no me gustó pero uno lo ve desde un punto de vista, pero pues ellos tienen razón, ese es el tra­bajo de ellos y uno está bajo la res­ponsabilidad de ellos”. P.J

Existe a lo largo de la hospitalización un real reconocimiento de la madre acerca de lo adecuada de la labor del cuerpo médico y las enfermeras, pero éste es mayor, si se cuenta con una adecuada comunicación con ellos, con información clara, oportuna y precisa.

“Las enfermeras son espectaculares, en Cuidados Intensivos todas, acá también son muy buenas, muy con­siderada uno siente muy buena co­municación con ella”. M.C

La madre está en constante valoración de la situación, la percepción del esta­do de salud del bebé está en estrecha relación con los aparatos y equipos que deban ser utilizados con ellos y en un contexto de gran movilidad del perso­nal de salud como es el parto, la madre está muy atenta a reacciones, activida­des y expresiones del personal de salud y de acuerdo a como ésta sean perci­bidas, puede generar reacciones posi­tivas o negativas en ella.

“Yo pensé que se me estaba murien­do, luego yo sentí que se estaba me­jorando, porque ya no tenía el res­pirador ni la sonda”. M.C

Apoyo

Las condiciones adecuadas de apoyo social y emocional a la madre, hace más corto o doloroso el camino que la llevará a adaptarse a esta nueva ex­periencia.

El apoyo formal para la madre es el equipo de salud, en un contexto en el que haya una comunicación de parte de las enfermeras, con alegría y una actitud positiva, donde estén atentos a sus reacciones y las del recién nacido, lo cual favorece en las madres, asumir todo lo que genera la hospitalización y enfermedad del hijo, disminuyendo el efecto estresante que representa la hospitalización del neonato, favore­ciendo que la madre tenga una con­ducta más positiva en relación con esta nueva experiencia en su vida.

La madre siente restringida la informa­ción impartida por la enfermera acer­ca de las condiciones de su hijo, pues ésta es suministrada sólo por el cuer­po médico, debido a normas institu­cionales.

“Las enfermeras no informan, uno pregunta del bebé y dicen que el mé­dico es el que informa”. M.C

El apoyo informal para la madre es el apoyo materno, que como lo expresa Díaz Morales (1990), es un recurso pro­tector para ella, pues representa un apoyo importante en lo relacionado con las responsabilidad en el hogar y le permite un reajuste a su nuevo rol, durante la hospitalización del recién nacido, lo cual le permite dedicarse de manera exclusiva a la hospitaliza­ción de su hijo.

“Mi mamá me los está cuidando, mi esposo los recoge del colegio, yo los estoy abandonando completamente, soy yo porque gracias a Dios mi mami y mi esposo están muy pen­dientes”. M.C

La espiritualidad, representada especialmente en las creencias religiosas de las madres, es una fuente de apo­yo emocional muy importante para ellas, que les genera fortaleza, tran­quilidad y seguridad, incluso en mo­mentos en los cuales la información de los médicos frente al estado de salud del recién nacido, no sea alen­tadora para ellas.

“Yo pienso que ellos dicen lo que tie­nen que decir, pero no es lo que a uno lo conforta, sólo Dios lo confor­ta”. M.C

Cuando el apoyo es brindado por el esposo tiene el efecto de incrementar el bienestar emocional y físico de las madres, haciendo que este apoyo lo sienta como intransferible y lo califique como real compañía.

“Ahora que llegó mi esposo me sien­to diferente, porque me siento más apoyada, no me siento como tan sola”. P.J

La madre siente que el apoyo afectivo para su bebé es ella misma lo cual hace que aumente en ella, el deseo de permanecer con su hijo.

“Hoy si me he quedado toda la ma­ñana y por la tarde vine, uno es mamá y quiere tenerlos todo el día”. P.j

La madre siente que cuenta con apo­yo informacional, cuando son solu­cionadas sus dudas, comentadas las decisiones y conductas a seguir por parte del personal médico y de en­fermería, se siente más tranquila y se­gura, pues entiende lo que le pasa a su bebé y puede participar de mane­ra activa en su recuperación, al cono­cer los procedimientos que se le rea­lizan.

“Yo llegué ahorita así y la vi mejor­cita, ella me dijo está mejorcita, le quitaron el oxígeno, ya no es sino cuestión de que coma y ya se la pue­de llevar, uno queda más tranquilo y no cuando uno llega y le dicen: ay yo no se tiene que preguntarle al doctor, entonces uno como que que­da loco, pero cuando le dan a uno la información ya queda más tran­quilo. Básicamente sería mejorar lo información”. J.R

Barrera ha sugerido que la definición y operacionalización del concepto de apoyo social debe contemplar el

• Apoyo social percibido: es decir, la medición de la confianza de los individuos de que el apoyo social está disponible si se necesita y el
• Apoyo social provisto: esto es, ac­ciones que otros realizan para pro­veer asistencia a un individuo de­terminado.

En cuanto al apoyo social percibido se puede observar cómo la falta de in­formación a la madre, le puede gene­rar resentimiento, preocupación y an­siedad, especialmente porque está di­reccionada a la necesidad de hospi­talización del recién nacido y no de sus razones, además lo percibe como uni­direccional es decir, se da en condi­ciones de que la madre sea quien pre­gunte, de esta forma el personal de salud responde.

Además el apoyo social provisto, es escaso pues la madre siente minusvalía al cometer errores en el cumplimien­to de normas del Hospital por desco­nocimiento.

Adaptación

En esta categoría, la madre encuentra herramientas que le permiten superar todos los obstáculos surgidos al inicio de la hospitalización, participar en la recuperación del recién nacido y pro­yectarse a la salida del recién nacido del hospital, en donde se verá refle­jado el proceso de las dos anteriores categorías, si la madre se ha adaptado de manera efectiva, se sentirá prepa­rada para este nuevo reto, de no ser así, ella expresa temor de llevárselo para la casa e incluso no querer hacerlo, pues no se siente preparada para asu­mir los cuidados de su hijo en el ho­gar. La categoría adaptación, se logró a par­tir del abordaje de cinco códigos sus­tantivos importantes que llevaron a conformarla, como son: prepararse, ex­periencias previas, implicaciones fa­miliares, aprender y aceptar.

Los anteriores códigos fueron aborda­dos, codificados y reunidos sobre la base de los indicadores de adaptación positiva del modelo de adaptación de la teoría de Roy, en los modos: Auto­concepto, Desempeño de papeles y de Interdependencia, los cuales constitu­yen el modo de adaptación psicoso­cial.

En el modo de Autoconcepto se ana­lizan aspectos psicológicos y espiri­tuales del ser humano, las principales respuestas de adaptación positiva se encontraron en este modo y fueron exteriorizadas a través del buen fun­cionamiento de la autoestima, de la utilización de estrategias efectivas de enfrentamiento, el aprovechamiento de la fe, conformidad y fuerza emo­cional, estas estrategias le permitieron a la madre mantener equilibrio emo­cional e integridad psíquica, durante la hospitalización de su hijo.

Fue identificada apenas una respues­ta de adaptación positiva en el modo de Desempeño de papeles, este com­portamiento se caracterizó por un de­seo significativo de las madres por co­nocer prácticas en salud y comporta­mientos que promovieran salud, lo cual contribuyó al compromiso de mantener la adherencia al tratamien­to indicado.

La respuesta de adaptación positiva del modo de Interdependencia estuvo relacionada con el ámbito afectivo, en donde hay una mayor necesidad de aproximación al compañero, pues se convierte en parte importante para la construcción del proceso de adaptación de las madres.

Teniendo en cuenta el modelo de adap­tación de Roy, las principales respues­tas que pudieran dificultar la adapta­ción positiva a esta nueva circunstan­cia en la madre, fueron relacionadas con experiencias previas de tipo negativo, desconocimiento de las normas del hospital, falta de entrenamiento y conocimiento de los equipos y elementos que tiene el neonato y que es posible que en caso de una evolución desfavorable del recién nacido deba conservar cuando sea dado de alta, falta de apoyo familiar, percibir la dificultad del recién nacido para adaptarse a la hospitalización en la Unidad Neonatal.

La consecuencia de una adaptación poco favorable, son todos los cambios emocionales negativos en la madre, aislamiento, negación, culpa, desesperación, entre otros, que se traducen fácilmente en un fallido engranaje del trinomio madre-recién nacido-equipo de salud que puede redundar incluso en la falta de recuperación del bebe.

Conclusiones

Para estas madres tener a sus hijos hospitalizados en la Unidad Neonatal, es algo inesperado con lo cual inicialmente están en desacuerdo; se da en condiciones de desinformación, de actitud de culpa y responsabilidad, lo cual contribuye al temor que sienten por lo que le pueda suceder a su hijo. La espiritualidad dada por la creencia en un Ser superior es algo que media en esta situación, donde estas madres, valoran lo que sucede y reconocen los conocimientos del equipo de salud que atiende a su hijo. Todo lo anterior se da mediante un proceso continuo de Exploración que se puede considerar como un primer momento.

Un segundo momento se da mediante el Apoyo, caracterizado por lo que la madre percibe como recibido y lo que ella misma da a su hijo. El apoyo que le ofrece su propia madre en lo relacionado con las responsabilidades en el hogar es valorado por las mujeres, pero el que brinda sus compañeros les produce emoción y las hace sentir mejor.

Las madres reciben un apoyo informacional de parte del equipo de salud cuando lo solicitan, pero quedan con deseos de saber más sobre su hijo.

En relación con el apoyo afectivo para el recién nacido, las madres sienten que son ellas mismas la fuente de este apoyo, lo cual les produce más deseo de permanecer al lado de sus hijos.

Un tercer momento en este proceso se da con la Adaptación, que conlleva una preparación por parte de la madre desde lo emocional, lo físico y familiar, para cuidar a su hijo, lo cual se da con mayor facilidad cuando hay experiencias previas positivas, lo que implica un aprendizaje y aceptación de la situación nueva para ella y su hijo.

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* Enfermera, Especialista en Docencia Universitaria, Magíster en Enfermería con énfasis en Cuidado Materno Perinatal. Docente Escuela de Enfermería Hospital Militar Central, Docente Especial Universidad Nacional de Colombia. yanyrar@hotmail.com

** Enfermera, Especialista en Enfermería Obstétrica, Magíster en Enfermería con énfasis en Salud Familiar. Asesora Posgrados Facultad de Enfermería Universidad Nacional de Colombia. lucymdero@yahoo.com Recibido: septiembre de 2008 Aceptado para publicación: noviembre de 2008 Actual. Enferm. 2009;12(1):12-18

Scielo

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VER 1 comentario

  1. Bibiana Antón dice:

    Me encantó el artículo. me encantaría poder acceder a las referencias bibliográficas,no logro verlas.