Características Clínicas, demográficas e histopatológicas de los Pacientes con Cáncer Colorrectal

Del Hospital Universitario de Santander

Edgar Julián Ferreira1, Héctor Julio Meléndez2

Palabras clave: neoplasias del colon; diagnóstico; signos y síntomas; colonoscopia; cirugía colorrectal.

Resumen

Introducción. El cáncer colorrectal es una neoplasia maligna frecuente que ocasiona un alto costo social y en morbimortalidad. Se sabe que la mejor estrategia para hacer frente a las enfermedades neoplásicas es la prevención y el diagnóstico precoz.

Materiales y métodos. Se llevó a cabo un estudio descriptivo en pacientes con diagnóstico histopatológico final de cáncer de colon y recto, operados por el Servicio de Cirugía General del Hospital Universitario de Santander, entre julio de 2009 y mayo de 2011, tomando los datos en una encuesta prediseñada.

Resultados. En un total de 36 pacientes, se obtuvo un promedio de edad de 61,5 años. El 80 % de los pacientes se intervino urgentemente. El síntoma predominante fue dolor abdominal (86,11 %).

Los antecedentes familiares de cáncer se presentaron en 22,22 %. El diagnóstico predominante en la biopsia por colonoscopia fue adenocarcinoma (78,57 %).

En las piezas quirúrgicas definitivas, el adenocarcinoma se confirmó en 69,44 %. Se obtuvo 72 % de aproximación diagnóstica con la tomografía axial computadorizada, 82 % con el estudio de la biopsia y 90 % con la endoscopia.

Conclusión. A pesar de ser un estudio descriptivo, sus resultados se relacionan con una posible falta de oportunidad para lograr la cirugía electiva, esto agravado por el hecho de que la presentación del cáncer colorrectal como urgencia quirúrgica suele corresponder a situaciones clínicas en las que la enfermedad se encuentra en estado avanzado. Es fundamental aplicar la tamización para el cáncer colorrectal según los estándares, y así prevenir y tratar de forma temprana esta enfermedad.

Introducción

En el mundo, la incidencia más alta de cáncer colorrec­tal la tienen Estados Unidos, Australia/Nueva Zelanda, Europa Occidental y Japón, principalmente en hombres. En Suramérica, la incidencia tiende a ser media, y en África y Asia, baja1.

A nivel global, en 2008 se diagnosticaron más de 1,2 millones de nuevos casos de cáncer colorrectal (9,4 % de todos los cánceres) y se registraron, aproximadamente, 608.700 muertes por el mismo, convirtiéndolo en la cuarta causa de mortalidad por cáncer en el mundo. En general, la supervivencia a cinco años varía según el sitio, siendo 65 % en Estados Unidos, 55 % en los demás países desarrollados, 14 % en África subsahariana y 39 % en países en vía de desarrollo.1

En Colombia, el cáncer de colon y recto viene mos­trando un aumento en su frecuencia. Las causas más comunes de muerte por cáncer para ambos sexos en nuestro país, son el cáncer gástrico (17 %), seguido por el de pulmón (10,5 %), próstata (6,2 %), cuello uterino (6 %) y el cáncer colorrectal (5,4 %)2.

Un estudio en nuestro país ha demostrado que los costos del cáncer colorrectal son mayores en pacientes con los estadios más avanzados de la enfermedad3.

En la actualidad, se tienen identificados claramente ciertos factores de riesgo para el desarrollo de esta enfermedad. La historia familiar es uno de los más fuertes, y se sabe que aproximadamente el 5 % de todos los pacientes con cáncer colorrectal tienen síndromes hereditarios, poliposis adenomatosa familiar o cáncer de colon hereditario sin poliposis (síndrome de Lynch), y otro 20 % tiene historia familiar, no asociada a ningún síndrome hereditario4.

El primer grado de consanguinidad se asocia a un aumento de aproximadamente dos veces el riesgo, comparado con el de la población general.

En relación con los trastornos metabólicos, los diabé­ticos han mostrado constantemente tener 30 a 50 % más de riesgo de cáncer colorrectal, en comparación con los no diabéticos, al igual que los pacientes obesos tienen un aumento de dos a tres veces el riesgo, en relación con los que están bajos de peso o con peso normal.5,6

Las enfermedades inflamatorias del intestino, como la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerativa, se han asociado con un mayor riesgo de carcinoma colorrectal, dependiendo de la duración y gravedad. Los pacientes con acromegalia tienen dos a cinco veces más riesgo de desarrollar este tipo de cáncer7,8.

Los factores dietéticos que se han asociado con un aumento del riesgo relativo, son la alta ingestión de carnes rojas y la baja ingestión de folatos, fibra, frutas, vegetales y calcio9. Incluso en pacientes con diagnóstico establecido de cáncer de colon, tratados con cirugía y quimioterapia adyuvante (estadio III), se ha determinado que seguir una dieta occidental se relaciona con un riesgo mayor de recurrencia y mortalidad10. Otros factores del estilo de vida relacionados con aumento del riesgo son la ingestión excesiva de alcohol y el tabaquismo11,12.

Es bien sabido que en enfermedades como el cáncer colorrectal, con su reconocida secuencia de adenoma-displasia-carcinoma, la tamización tiene un papel fundamental, ya que permite la detección de las formas preneoplásicas para prevenir o detectar la enfermedad en estadios tempranos y así buscar la curación.

El test de sangre oculta en heces es la única prueba de tamización que ha demostrado una ventaja en la supervi­vencia, en los diferentes estudios. Por lo menos en cuatro estudios de asignación aleatoria, se ha demostrado que el test casero de sangre oculta en heces reduce el riesgo de mortalidad por cáncer colorrectal en 15 a 33 %13-16.

La colonoscopia parece ser la prueba de tamización más efectiva, pero la de mayor riesgo también, com­parada con otras. Sin embargo, aún no se han hecho estudios de asignación aleatoria para caracterizar a la colonoscopia como medio primario de tamización. En el National Polyp Study, se demostró una reducción de 75 a 90 % del cáncer colorrectal, en pacientes con poliposis conocida y que se sometieron a la resección completa de esos pólipos utilizando este examen para la detección de los pólipos17.

La sigmoidoscopia también ha mostrado una re­ducción de la mortalidad por cáncer colorrectal en tres estudios de casos y controles, y en una pequeña prueba aleatoria. Actualmente, se están realizando dos estudios para observar la eficacia de la sigmoidoscopia como herramienta primaria de tamización. Sin embargo, al­gunos estudios han demostrado que 1,5 a 2,6 % de los pacientes con una sigmoidoscopia flexible negativa, tienen una lesión avanzada (adenoma mayor de un cm o cáncer) no vista18,19.

El tacto rectal no tiene lugar en la tamización del carcinoma colorrectal. Es razonable utilizarlo como evaluación inicial en el paciente con síntomas, y muestra una sensibilidad de 4,9 % y una especificidad de 97,1 %, bien sea para cáncer colorrectal o pólipos avanzados20.

La mayoría de las organizaciones recomiendan dife­rentes opciones para la tamización del cáncer colorrectal, más que un test estandarizado; éste debe iniciar a los 50 años para pacientes con riesgo promedio. La tamización inicial se hace con la prueba de sangre oculta en heces y debe repetirse cada año. Para pacientes con historia familiar de un pariente en primer grado, la primera ta­mización con colonoscopia debe hacerse a los 40 años, o 10 años antes de la edad del pariente diagnosticado más joven, y a partir de allí, cada cinco años21-23.

En Colombia existen pocos estudios sobre los factores asociados al cáncer colorrectal y en Bucaramanga no existen estudios previos en relación con este tema, por lo que se propuso hacer un estudio descriptivo como punto de partida para la recopilación de la información24,25.

Materiales y Métodos

Se llevó a cabo un estudio descriptivo de corte transver­sal, tomando los datos en forma directa en una encuesta prediseñada, de cada uno de los pacientes que fueron operados entre julio de 2009 y mayo de 2011 por el servicio de Cirugía General del Hospital Universitario de Santander de Bucaramanga, Colombia.

Se incluyeron los pacientes operados de manera electiva o por urgencias y que tuvieron diagnóstico histopatológico final de cáncer de colon o recto. Se excluyeron aquellos a los que no se les pudo tomar la totalidad de los datos registrados en la encuesta y los menores de edad.


1 Médico, cirujano general, Universidad Industrial de Santander, Bucaramanga, Colombia
2 Médico, epidemiólogo, anestesiólogo, intensivista; profesor asociado, Departamento de Cirugía, Universidad Industrial de Santander, Bucaramanga, Colombia

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