Tratamiento Neoadyuvante con Imatinib de un Tumor Gigante del Estroma Gastrointestinal Rectal
PRESENTACIÓN DE CASO
Neoadjuvant treatment with imatinib for a giant tumor of the rectal gastrointestinal stroma
Javier Pérez-Calvo1, Jordi Castellví-Valls2, Lorenzo Viso-Pons1, Luis Ortiz-de Zárate1, Verónica González-Santin1, Patrizio Petrone3
1 Servicio de Cirugía General y del Aparato Digestivo, Hospital de Sant Joan Despí Moisès Broggi, Consorci Sanitari Integral, Barcelona, España
2 Jefe de Servicio de Cirugía General y del Aparato Digestivo, Hospital de Sant Joan Despí Moisès Broggi, Consorci Sanitari Integral, Barcelona, España
3 Director of Surgical Research, Department of Surgery, NYU Winthrop Hospital; Mineola, Long Island, Nueva York, USA; Clinical
Associate Professor of Surgery, New York Medical College; Valhalla, New York, USA
Poster presentado en la XXI Reunión Nacional de Cirugía de la Asociación Española de Cirujanos en Málaga, España, octubre de 2017
Resumen
Alrededor de 5 % de los tumores del estroma gastrointestinal (GIST) se localizan en el recto. Cuando se encuentran localmente avanzados, el tratamiento neoadyuvante con imatinib ha demostrado buenos resultados para reducir el volumen de este tipo de tumores.
Se presenta el caso de un paciente con diagnóstico de GIST rectal gigante, al que se le administró neoadyuvancia con imatinib y, posteriormente, se sometió a resección anterior baja con anastomosis coloanal.
Es imprescindible que la evaluación y el tratamiento sean multidisciplinarios en los GIST rectales, para tratar de obtener los mejores resultados ante esta entidad tan poco frecuente, poder evitar la comorbilidad asociada y practicar cirugías menos agresivas tras una buena reacción terapéutica al imatinib.
Palabras clave: neoplasias del recto; tumores del estroma gastrointestinal; diagnóstico diferencial; oncología quirúrgica; terapia neoadyuvante; mesilato de imatinib.
Abstract
Less than 5% of gastrointestinal stromal tumors (GIST) are located at the rectum. When these tumors are locally advanced, neoadjuvant therapy with imatinib has shown good results, reducing its volume. We present the case of a patient with a giant rectal GIST tumor, who underwent neoadjuvant imatinib therapy, and posterior low anterior resection with coloanal anastomosis.
In rectal GIST tumors it is essential the multidisciplinary evaluation and treatment, in order to obtain the best possible results in this rare entity. After a good response to the treatment with imatinib, aggressive surgeries can be avoided, along with the associated morbidity that comes with it.
Key words: rectal neoplasms; gastrointestinal stromal tumors; diagnosis, differential; surgical oncology; neoadjuvant therapy; imatinib mesylate.
Introducción
La incidencia de los tumores del estroma gastrointestinal (GIST) es muy baja, alrededor de 10 a 20 casos por millón por año 1, de los cuales menos del 5 % se localizan en el recto 2. Cuando estos tumores se encuentran localmente avanzados, el tratamiento neoadyuvante con imatinib ha demostrado buenos resultados para reducir su volumen.
Se presenta el caso de un paciente con diagnóstico de un GIST rectal gigante, al que se le administró neoadyuvancia con imatinib, y después se sometió a una resección anterior baja con anastomosis coloanal.
Caso Clínico
Se trata de un paciente varón, de 45 años de edad, con antecedentes familiares de cáncer de colon, que acudió a urgencias, derivado de otro centro hospitalario por proctalgia y sensación de ocupación pélvica de 15 días de evolución. En aquel momento, el diagnóstico fue orientado como un absceso perianal. Se hizo una exploración anal quirúrgica, en la cual se observó una gran masa rectal. Se tomaron biopsias, las cuales no fueron concluyentes, y el paciente fue derivado a nuestro hospital.
A su arribo, el paciente refirió aumento de la intensidad de la proctalgia, sensación de ocupación pélvica y síndrome tóxico asociado. Presentó ligera incomodidad a la palpación en la fosa ilíaca izquierda. Se percibió una tumoración submucosa pétrea al tacto rectal, ubicada a 3 cm del margen anal, en contacto con el músculo puborrectal.
Ante estos hallazgos, se practicó una tomografía computadorizada (TC) abdominal en la que se observó una masa rectal de 73 x 62 x 48 mm (figura 1), sin demostrar una clara afectación de la grasa perirrectal, y sin que se identificara un plano graso de separación del suelo prostático. No se observaron ganglios linfáticos sospechosos.
Al no poder demostrarse la afectación de tejidos y órganos vecinos, se decidió practicar una resonancia magnética (RM) pélvica (figura 2), la cual no mostró una clara infiltración de la grasa mesorrectal, aunque sí un borramiento en el lado izquierdo del recto, sugerente de tumoración de tipo GIST.
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Posteriormente, en una colonoscopia se encontró subestenosis de la luz rectal debida a la mucosa con edema y eritema observándose normal el sector más proximal. Se tomó una biopsia quirúrgica debido al bajo rendimiento diagnóstico de la biopsia endoscópica de este tumor (33 %), ya que no se pudieron obtener muestras del tejido más profundo con las pinzas de biopsia endoscópicas habituales. El resultado anatomopatológico obtenido fue indicativo de un tumor del estroma gastrointestinal (GIST) de alto riesgo.
Finalmente, con los hallazgos clínicos, radiológicos y anatomopatológicos reunidos, se presentó en el Comité de Tumores Estromales, en el cual se decidió dar un tratamiento neoadyuvante con imatinib, con la intención de obtener una buena reacción y evitar una amputación abdominoperineal en este paciente. Se sometió a siete meses de neoadyuvancia acompañada de controles radiológicos periódicos. En el último control, se observó una disminución considerable del volumen tumoral, quedando este por encima de la reflexión peritoneal (figura 3). Se presentó nuevamente en el Comité con los hallazgos actualizados y se decidió indicar un tratamiento quirúrgico.
Debido al tamaño y la localización del tumor, se llevó a cabo una resección anterior ultrabaja por vía abierta, con anastomosis coloanal e ileostomía de protección. La pieza quirúrgica presentó márgenes libres de tumor. El paciente fue dado de alta al octavo día, sin complicaciones posoperatorias.
El reporte de la anatomía patológica definitiva informó focos microscópicos residuales de tumor del estroma gastrointestinal (figura 4).
La ileostomía se cerró 12 meses más tarde. Hasta el último control, 18 meses después de la cirugía, el paciente no presentaba signos de recidiva.
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