Artículos Originales: Trauma Cervicofacial en el Síndrome de Niño Maltratado

Cabeza

Gustavo Díaz, MD*
Jorge A. Holguín, MD**
Jaime A. Roa, MD***
Alfonso Camacho, MD****
* Profesor Adjunto Departamento de Otorrinolaringología – Universidad del Valle.
** Residente III Departamento de Otorrinolatingología. Universidad del Valle.
***Profesor Titular Departamento de Pediatria. Universidad del Valle.
****Profesor Asociacod Departamento de Otorrinolaringología – Universidad del Valle.

Resumen

Se revisaron las historias clínicas de 263 pacientes pediátricos que ingresaron al Hospital Universitario del Valle (HUV) con diagnósticos de lesión cervicofacial por causa externa durante un período de 50 meses (1 de marzo de 1990 a 30 de abril de 1994). La relación masculino: femenino fue de 2 :1 y el promedio de edad 6,5 años. Durante el período estudiado la mayoría de lesiones ocurrieron en día de semana (lunes a viernes). Según el origen de la lesión, los accidentes de tránsito ocuparon el primer lugar con un 49%, seguido de los accidentes domésticos con un 27%. El 31% de los accidentes de tránsito ocurrieron en automotor, 13% en moto y el 3% en bicicleta. Los agentes de lesión más frecuentes fueron los traumas contusos 51%, seguidos por trauma mixto. El maltrato infantil ocurrió en el 9,1% de casos.

153 niños (58,2%) sufrieron trauma de tejidos blandos, siendo las heridas en cara las más frecuentes con 102 casos (38,8%) y las heridas en oreja (13,5%). El 15% de los pacientes presentó complicaciones con una mortalidad del 0,8%. El promedio de estancia en urgencias fue de 2 días y el promedio de hospitalización de 4,4 días.

Palabras clave: Craneofacial-Trauma-Niño

Introducción

El trauma pediátrico cervicofacial de causa externa cada día cobra más víctimas. Los accidentes domésticos son la primera causa de lesión por causa externa en nuestro medio (1-4). Revisiones retrospectivas de trauma maxilofacial involucrando adultos y niños revelan que solamente el 1,3% al 4,9% de las fracturas ocurren en niños menores de 11 años de edad y del 4% al 9,2% de las fracturas en mayores de 16 años de edad. Del 75% al 95% son en mandíbula (15). Las fracturas mediofaciales son infrecuentes en niños, esto se explica por la alta elasticidad ósea, el tamaño relativamente pequeño de la cara con respecto al cráneo y una disminuida exposición al trauma mayor.

Es importante conocer el comportamiento epidemiológico de las lesiones cervicofaciales por causa externa, para orientar las acciones preventivas.

Con el fin de identificar el tipo de lesiones cervicofaciales en niños atendidos en urgencias del HUV y el manejo de la accidentalidad por trauma cervicofacial se realizó un estudio retrospectivo que incluyó todos los pacientes en edad pediátrica admitidos en el servicio de urgencias del HUV por alguna lesión por causa externa y que presentaran compromiso cervicofacial. El período de estudio fue del 1 de Marzo de 1990 al 30 de Abril de 1994.

Materiales y Métodos

Se revisaron las historias de 263 pacientes menores de 14 años quienes tenían en sus diagnósticos de egreso alguna lesión por causa externa (CIE 684.0-684.6) que presentaron compromiso de cara y/o cuello o secuela de ésta, valorados en el servicio de urgencias en el período comprendido entre el 1 de Marzo de 1990 y el 30 de Abril de 1994.

Se incluyeron las lesiones en región del seno frontal y oreja que son manejados por el servicio de ORL y se excluyeron las lesiones craneales incluyendo escalpo las cuales son manejadas por neurocirugía y /o médico general . Lesión de localización cervicofacial se consideró aquella que comprometía la cabeza por debajo de una línea que une la glabela con el trago y situada en el cuello por encima de la clavícula . Se analizaron las variables de edad, sexo, fecha y hora del hecho, procedencia, permanencia en urgencias y estancia hospitalaria, origen y agente de la lesión (dentro de este, el trauma mixto, entendido como trauma contuso con lesión abierta de la piel), tipo de lesión recibida, necesidad de cirugía durante algún momento de la hospitalización, complicaciones, estudios diagnósticos por imagen, especialidad interconsultada, complicaciones, estado al salir y secuelas.

Se consideró como politraumatizado un niño con lesión sustancial de más de un sistema orgánico o de un solo sistema si este comprometía la vida (1, 4). Se tomaron de rutina radiografías de serie de cráneo, de mandíbula, huesos propios de nariz y Waters. De acuerdo con los resultados de los exámenes anteriores se realizaron otros estudios especializados como escanografía y angiografía.

En el estado al salir se observó el tipo de discapacidad y para los pacientes con controles posteriores a su hospitalización se registró el estado del niño en el último control ambulatorio.

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