Editorial: Trascendencia del Consenso Latinoamericano de Obesidad

Rafael Gómez Cuevas La obesidad, epidemia del siglo XXI, ha tocado a nuestras puertas. Y aunque era un hecho presentido, nos obliga a tomar medidas rápidas y apropiadas para combatirla.

Tal vez lo primero es conocer la magnitud del problema, luego indagar por los medios. Para encararlo y finalmente diseñar una estrategia para que la “Transición nutricional” no se convierta en obesidad.

Magnitud del problema:

Es alarmante: en el último Congreso de la Sociedad Internacional para el Estudio de la Obesidad, IASO, en París, y justamente en el Simposio Latinoamericano celebrado el 1o. De septiembre de 1998. Se presentaron cifras contundentes: para México, Jorge González Barranco habló de 33% de obesidad en hombres y 39% en mujeres para la población urbana. En Argentina, Jorge Braguinsky en el estudio de Venado Tuerto mostró una prevalencia de obesidad del 27% y un 32,5% de sobrepeso. Es decir, una cifra global del 60%.

El grupo uruguayo representado por Sonia Nigro indicó que la prevalencia de sobrepeso y obesidad es del 42% en varones y del 50% en mujeres (criterio de más de 110% peso actual/ideal). Y si se toma como parámetro el IMC de 30/27 es 13% masculino y 26% femenino respectivamente.

En Chile Víctor Saavedra dijo que la obesidad se ha incrementado en los últimos cuatro años en un 14% y se estima que la proyección de este aumento es de un millón de personas con obesidad o sobrepeso en este lapso.

Perú José Benigno Peñaloza reportó 40% de sobrepeso y 12% de obesidad como resultado del estudio de varias ciudades del país.

En Brasil Alfredo Halpern habló del incremento de la prevalencia del sobrepeso y la obesidad a 53% al comparar los censos de los años 74/75 con 1989. Si continúa este ascenso todos los brasileños serán obesos en la primera mitad del tercer milenio. El crecimiento epidémico es predominante en las clases menos favorecidas.

En Colombia se estima que para un IMC mayor de 30 la prevalencia es de 21% y entre 25 y 30 de IMC es de 32%. Aunque faltan poblaciones para estudio. En otras palabras se ha demostrado que la obesidad (como afirmamos al principio) ya está presente en Latinoamérica y es un problema real que nos atañe a todos.

Métodos para encarar el problema:

En la declaración de principios que rigen a la Federación Latinoamericana de Obesidad, FLASO. Uno de los postulados fundamentales (Capítulo II) lo constituye justamente “Promover el progreso científico en el estudio y manejo de la obesidad y la aproximación e intercambio entre los especialistas de América Latina dedicados a esta disciplina y recomendar líneas de conducta comunes referentes a la nomenclatura, docencia, actividades científicas y en general el todo lo relacionado con el enfoque y manejo del paciente obeso para ser aplicado en toda Latinoamérica”.

Cumpliendo este mandato, la directiva de FLASO ha venido trabajando con el siguiente “modus operandi”:

Promoviendo la Revista de SAOTA, como órgano de difusión oficial de la FLASO y vínculo de comunicación científica. Entre todos los especialistas de obesidad en Latinoamérica (Asamblea, Cartagena de Indias, III Congreso Latinoamericano de Obesidad, agosto de 1996).

Vinculando a México, países centroamericanos y del área bolivariana al núcleo de sociedades nacionales de obesidad fundadoras de FLASO. Buscando una plena integración de toda Latinoamérica (Asamblea de Santafé de Bogotá realizada durante el Primer Curso Panamericano sobre el Estudio de la obesidad en julio de este año).

Organización y realización del prólogo al Consenso Latinoamericano de Obesidad (Villa de Leiva y Paipa, en julio del año en curso). Donde se sentaron las bases científicas y prácticas del consenso, se constituyeron las comisiones respectivas. Se estableció un cronograma de trabajo y se acordó que un comité ad hoc quedará encargado de mantener en posteriores congresos internacionales sobre obesidad.

Así, nos reunimos en Montevideo en agosto de este año y luego en París el 1o de septiembre de y se ha mantenido con todas las sociedades miembros de la FLASO.

Colaboración entusiasta y decidida con el equipo de la Asociación Brasilera de Obesidad, ABESO, y en particular con Walmir Coutinho, colega y amigo, quien es el gestor y promotor principal de este consenso.

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Diseño de una estrategia:

La culminación de todos estos esfuerzos puede resumirse (y como cortesía para los organizadores lo transcribimos en sus propias palabras) así:

“Elaboracao de um documento com recomendacoes abrangendo os mais divesos aspectos realcionados com o combate a obesidade. Como metodos diagnosticos e terapeuticos, medidas preventoivas de saude publica es estrategias de vigilancia etica na abordagem do paciente obeso”.

Esto se verá cristalizado (Dios mediante) durante los días 8 a 11 de octubre en Río de Janeiro. En una convención para la redacción final y lanzamiento del documento oficial del Consenso y tendrá como feliz colofón (¡y felicitaciones por la idea, Walmir!) la institucionalización del Día Internacional de la Lucha contra la Obesidad, el 11 de octubre, en las playas de Ipanema.

Como presidente de la FLASO es muy grato presentar estas líneas a manera de prólogo. Este positivo informe de labores, agradece a todos los colegas, amigos todos, que nos han colaborado.

Es el momento también de extender nuestra gratitud a la industria farmacéutica por su invaluable mecenazgo. Al final hace posible estos ambiciosos logros: que tengamos todos, los especialistas en obesidad. Desde México hasta la Patagonia, un punto de referencia, una guía científica y práctica, común a todos y entre todos elaborada. Nuestra biblia.

Finalmente que los países latinoamericanos sean por fin uno solo… entre líneas de nuestro consenso.

Un abrazo FLASO

Rafael Gómez-Cuevas

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