Trastornos Asociados a la Deficiencia de Yodo

Vigilancia permanente es deficitaria en zonas vulnerables

Resumen

Los Desórdenes por Deficiencia de Yodo (DDY) son uno de los mayores problemas en salud pública en el mundo actual, en especial en niños y embarazadas.

Estos trastornos truncan el desarrollo socioeconómico en aquellas zonas que los padecen; las poblaciones que viven en zonas yodo-deficientes siempre van a estar expuestas a sufrir las consecuencias originadas por esta deficiencia. En especial el aumento en la mortalidad perinatal, retardo mental, alteraciones en la síntesis de hormonas tiroideas, hipotiroidismo, hipertiroidismo y bocio.

La mejor forma de evaluar los DDY es por medio de la yoduria y la mejor estrategia para reducir la prevalencia de estos desórdenes en la población es a través de la yodación universal de la sal.

Para actualizar el conocimiento de esta problemática –tanto en el mundo como en Colombia- se realizó una revisión sistemática de la literatura médica expuesta en las bases de datos de MEDLINE y de LILACS. En total, la búsqueda arrojó la presencia de 723 artículos, la revisión de sus resúmenes permitió escoger inicialmente 114 artículos, de los cuales se decidió incluir en la revisión a 60 de ellos.

Se encontró que en Colombia el diagnóstico de DDI es subvalorado, desconociéndose la problemática actual y el estado del yodo poblacional, por lo que es necesario realizar estos estudios, ya que es evidente el abandono político de este problema prevenible, predecible y tratable.

Palabras clave:

Yodo, deficiencia, hipotiroidismo, hipertiroidismo, bocio, hormonas tiroideas, yoduria, sal.

Iodine-Deficiency Disorders

Permanent surveillance of vulnerable zones is poor

Abstract

Iodine Deficiency Disorders (IDD) constitutes a major public health problem in current world, especially in children and pregnant women.

These conditions frustrate socio-economic development in those areas affected by them; people living in iodine-deficient areas are always going to be exposed to the consequences arising from this deficiency, including increased perinatal mortality, mental retardation, alterations in the synthesis of thyroid hormones, hypothyroidism, hyperthyroidism and goiter.

The best way to assess IDD is through urinary iodine measurement, and the best strategy to reduce its prevalence is through universal salt iodization.

We undertook a systematic review of medical literature contained in two major databases –MEDLINE and LILACS- in order to obtain a worldwide and local State-of-the Art knowledge of this problem.

We found 723 papers, choosing initially 114 of them after abstracts review. Finally, only 60 of them were thoroughly reviewed.

We found that IDD is an underestimated diagnosis in Colombia, the actual problem and iodine status of the population are not known. Thus, it is necessary to carry out new studies, since this preventable, predictable and treatable health problem is disregarded by politicians.

Key words: Iodine, deficiency, hypothyroidism, hyperthyroidism, goiter, thyroid hormones, urine iodine, salt.

Introducción

Los Desórdenes por Deficiencia de Yodo (DDY) constituyen uno de los mayores problemas en salud pública en el mundo actual, en especial en niños y embarazadas. Estos trastornos truncan el desarrollo socio-económico en aquellas zonas que los padecen y estas personas siempre van a estar expuestas a sufrir las consecuencias originadas
por la deficiencia.

Métodos en los Trastornos Asociados a la Deficiencia de Yodo

Se realizó una revisión sistemática de la literatura médica expuesta en la base de datos de MEDLINE, utilizando los términos MeSH “iodine”, “disorders”, “iodide”, “deficiency”, combinándolos con los operadores lógicos “AND”, “OR” y “NOT” y con la característica “also try”, de datos publicados en “any date”, limitando la búsqueda a resultados que incluyan el vínculo a abstracts y a full text, exclusivamente en humanos e independientemente del género. En una evaluación preliminar, del número inicial de artículos se escogieron sólo estudios del tipo ensayos clínicos, estudios de cohorte, estudios de intervención, meta-análisis, estudios aleatorizados controlados, guías de práctica clínica y artículos de revisión narrativa que tuvieran un carácter sistemático.

La búsqueda se limitó a artículos publicados en idioma inglés y español y en población de 0-18 años y adultos de 19 ó más años.

Adicionalmente se realizó una búsqueda en la base LILACS con los mismos criterios anteriores, utilizando la opción “todas las palabras” y “cualquier palabra” para restringir o ampliar los criterios de búsqueda. Para la búsqueda de los datos históricos e historia del yodo se revisaron informes del Ministerio de la Protección Social, informes de prensa disponibles y libros de texto “guía” en el campo de
la endocrinología.

En total, la búsqueda arrojó la presencia de 723 artículos; la revisión de los abstracts permitió escoger inicialmente 114 artículos. Dos observadores independientes hicieron análisis adicionales de manera individual; en caso que existiera discrepancia, untercer evaluador ejercía como “juez” para decidir si el artículo se tomaba como apto o no. Este proceso dio como resultado final 60 artículos para revisar. (Lea También: Antecedentes e Historia de los Desórdenes por Deficiencia de Yodo (DDY))

Resultados

La carencia de yodo es un problema de salud pública en 54 países (se presenta tanto en países con economías marginales como en regiones industrializadas). Cerca de 2 billones de personas en todo el mundo corren un riesgo establecido debido a la ingesta insuficiente de este oligoelemento halogenado, incluyendo un tercio de los niños en etapa escolar.

Aproximadamente el 50% de la Europa continental persiste con una deficiencia leve de yodo, y en países industrializados como Estados Unidos de Norte América (USA) y Australia el problema ha resurgido. En USA porque a pesar que la población en general es “suficiente” de yodo, es incierto que la ingesta sea adecuada durante el embarazo.

Mientras que en Australia la deficiencia ha aumentado como consecuencia de la reducción del contenido de yodo en derivados lácteos –por el menor uso de yodóforos en la industria (un yodóforo se define como un complejo de yodo con agentes no iónicos tensoactivos, que actúan como agentes transportadores y solubilizantes para el yodo en agua, los yodóforos tienen además la capacidad de elevar la actividad bactericida del yodo)-.

Esta reducción de los yodóforos en la industria también puede explicar –al menos en parte- la deficiencia leve de yodo en países como la República de Irlanda y en el Reino Unido. En áreas con economías marginales como el sur de Asia y el África Sub-Sahariana el problema es mayor, la menor frecuencia se encuentra en las Américas.

Estrategia para controlar la deficiencia de yodo

La mejor estrategia para controlar la deficiencia de yodo es a través del monitoreo cuidadoso de la yodación de la sal para consumo humano. Cerca del 90% del consumo de sal en países industrializados proviene de alimentos procesados (enlatados, embutidos, encurtidos) por lo que la yodación de la sal de consumo para el hogar de forma individual podría no suplir el requerimiento basal mínimo.

De esta forma, es crucial que las industrias procesadoras y comercializadoras de alimentos utilicen sal yodada, en especial en aquellas áreas donde la base alimentaria provenga de alimentos procesados (1).

Los grupos más vulnerables por la deficiencia de yodo son las embarazadas y los niños

Las consecuencias de la carencia en el desarrollo del cerebro durante la vida fetal constituyeron la fuerza impulsora que llevó a la Comunidad Internacional de Salud Pública, con el apoyo de organismos de las Naciones Unidas, en particular la Organización mundial de la Salud (OMS) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) a adoptar como meta la eliminación sostenida de la carencia de yodo.

El yodo es un elemento esencial que no puede ser sintetizado por el organismo; ello hace que los productos alimenticios, como pescados y mariscos sean, con mucho, la única fuente disponible.

El contenido de yodo de los alimentos depende de la cantidad de yodo del suelo

Su degradación, debida a la erosión que se asocia al excesivo pastoreo del ganado y a la tala de árboles causa una gran pérdida del oligoelemento, haciendo que los alimentos que crecen en estos suelos tengan un escaso contenido del mismo (2).

El término “DDY” se utiliza para definir un grupo de enfermedades que resulta de una pérdida relativa de yodo en la dieta, tales desórdenes incluyen múltiples defectos, por ejemplo, en la etapa periparto se asocia con un aumento en la tasa de abortos, en la mortalidad perinatal y en malformaciones congénitas; en el recién nacido se asocia con bajo peso al nacer, bocio neonatal y cretinismo. En el niño se asocia con retardo mental, sordomudez, retardo en el crecimiento y desarrollo, bocio, anormalidades motoras e hipotiroidismo. En el adulto la deficiencia está relacionada con un aumento en la tasa debocio, hipotiroidismo, disminución en la capacidad productividad laboral y alteraciones en la función cognitiva; el riesgo también es latente en cualquier edad para el aumento en la susceptibilidad de la glándula tiroidea a la radiación nuclear.

Indicador recomendado

El indicador recomendado del estado respecto al yodo es la excreción urinaria de este elemento, la cual refleja su ingesta reciente. Actualmente se utilizan dos estrategias diferentes para controlar los trastornos por carencia de yodo, una es “la administración de suplementos de yodo”, usando un preparado de liberación lenta, como el aceite yodado administrado por vía oral una vez al año, y la otra es “el fortalecimiento con yodo en los alimentos”, usualmente la sal.

La estrategia recomendada por la OMS para eliminar la carencia de yodo es la yodación universal de la sal, las recomendaciones actuales señalan la necesidad de reducir la carencia de yodo a escala mundial usando sal yodada.

Para ser eficaces y sostenibles, los componentes principales de un programa nacional de control de los trastornos por carencia de yodo deben incluir el compromiso político, una vigilancia operativa de la calidad de la sal yodada y el estado de conocimiento con relación al yodo (3,4).

Epidemiología en los Trastornos Asociados a la Deficiencia de Yodo

En un análisis de los datos recopilados en el año 2003, la OMS calculó que algunas de las regiones de la OMS (las Américas y el Pacífico Occidental) tenían la menor proporción de población con ingesta de yodo insuficiente (9.8% y 24.0%, respectivamente).

En las demás regiones de la OMS las cifras fueron del 56.9% para Europa, 54.1% para el mediterráneo oriental, 42.6% para África y 39.8% para Asia sudoriental (3).

Entre los años 1990 y 2003 la proporción de hogares que consumían sal yodada aumentó del 10% al 66%; como resultado, la OMS calculó que en el año 2003 el número de países en los que los trastornos por carencia de yodo constituían un problema de salud pública había disminuido de 110 a 54.

En el año 2006, 15 países habían alcanzado la meta de la eliminación continua de los trastornos por carencia de yodo. En el año 2008 se publicó la prevalencia de deficiencia de yodo, basada en la población mundial estimada para el año 2006, sin involucrar datos de países como USA y los de Europa Occidental (Tabla 1).

Para la población general, y tomando como criterio una excreción urinaria de yodo (yoduria) (6,7). Por otra parte, la ingesta de yodo es más que adecuada, e incluso excesiva en al menos 34 países de todo el mundo, lo cual puede originar un aumento del riesgo de hipertiroidismo y de enfermedad tiroidea autoinmune, recalcando la necesidad de realizar un monitoreo permanente de los programas enfocados a la prevención de los DDY.

Prevalencia de la deficiencia de yodo

Autores – Trastornos Asociados a la Deficiencia de Yodo


1 Hernando Vargas-Uricoechea. MD. Esp. Medicina Interna / Endocrinología, MSc (Epidemiol), Dr (Hon) Ciencias de la Salud. Profesor Asistente, Departamento
de Medicina Interna, Facultad Ciencias de la Salud, Universidad del Cauca, Popayán.
2 Carlos Hernán Sierra-Torres. PhD (Ciencias biomédicas, Epidemiología molecular). Profesor titular Facultad Ciencias de la Salud, Universidad del Cauca.
3 Claudia Milena Holguín Betancourt, Laura Cristancho Torres Estudiantes de medicina, XI semestre. Universidad del Cauca, Facultad Ciencias de la Salud. Popayán.

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