La Afectividad Humana: Qué es?

BIBLIOGRAFÍA

Cada una de estas ideas del autor genera dudas, preguntas, interrogantes, inquietudes, expectativas.

Presenta también soluciones y aportes de gran valor y de gran consistencia y de gran utilidad.

La felicidad y la auto-comprenhensión son elementos claves y fundamentales en la vida.

Aquel raro, ocasional y avaro sentimiento que denominamos felicidad asienta en gran parte en la afectividad. Las competencias afectivas deciden la felicidad o la infelicidad de cada quien, de niños y adultos. Un siglo se hubiese ahorrado la psicología de haber entendido a la sabiduría popular, para la cual sobresalir y desempeñarse en la vida reside en la afectividad, no en el frío intelecto cognitivo y racional. Aún estamos a tiempo …

Todo indica que la soledad, la depresión y el suicidio crecientes hunden sus raíces en la enorme crisis familiar.

Si es tan importante aprehender a interactuar con otros, será también demasiado importante aprehender a interactuar consigo mismo.

En cada capítulo se encuentran muchas ideas inquietantes, retadoras, que hacen pensar, que generan autocrítica y que por lo tanto, como buen profesor que es el maestro Miguel de Zubiría Samper, deja en el alumno la actitud creadora y progresista de los verdaderos profesores.

Qué es la afectividad humana?

Resumiendo, sirve para vivir y para vivir bien.

Es más sustantivo aprehender a compartir con seres humanos y consigo mismo que aprehender trigonometría, cálculo, biología, historia, etc.

Utiliza uno de los parámetro de Karl Popper y explica las estrategias, los componentes, las esencias.

Desde bebés, somos intrínsecamente seres sociales, afectuosos.

Es realmente grato, interesante y motivante leer los textos de Miguel de Zubiría Samper.

Insiste mucho en formas de afectividad, en la importancia de las relaciones interpersonales. …“es la capacidad de tratar con otras personas lo que hace de nosotros seres humanos”. La afectividad interpersonal apareció hace millones de años, y muy tempranamente también en la psicología de cada bebé madura desde el nacimiento, si no antes.

Las personas afectuosas son muy valiosas pues “… conocen la diferencia entre lo que es importante para ellos y lo que es importante para otro”.

Hay todo un llamado de ser no destructivos sino constructivos. Comprenderse, valorarse, respetarse, son algunos de los elementos básicos para la existencia.

Ilustra sus ideas con muchos casos que son bastante bien relatados y que dan una dimensión psicológica-afectiva que hace comprender qué pasa en la mente de los seres humanos.

También hay muchos tips -como dicen actualmente los jóvenes-, mucha estrategias de cómo afectar hoy la situación afectiva humana y como lograr tener satisfacciones reales -no aparentes-, no para los demás, no para relatar, sino para sentir y para vivir.

En todos y cada uno de estos capítulos hay una inmensidad de conocimiento, síntesis de muchos conceptos y de muchos autores y eso permite una comprensión clara y amena del desarrollo psicológico.

El autor insiste muchos en qué cosas llevan al pesimismo y cuáles al optimismo. Hay muchas cosas en la mente humana que requieren ser comprendidas y valoradas de manera diferente.

Recomiendo este libro La afectividad humana. Rescata a la anquilosada psicología y enciende una invaluable luz y guía sobre el aspecto más importante para muchachos hoy abocados a fracasar ante sí mismos. Rescata la trascendencia de la afectividad personal y socio grupal como imprescindibles.

La unidad afectiva no produce variaciones a diestra y siniestra sin sentido. Valorar permite optar, tomar la mejor entre las posibilidades que ofrece la vida.

La afectividad psicológica es uno de los sistemas afectivos generales humanos.

También habla en un lenguaje didáctico y claro como son múltiples las tribus en donde participamos.

Hay muchas cosas que nos reúne mucho más allá de lo que nos reúne la herencia genética que es tan similar para todos los seres humanos.

Recuerda algo muy elemental: hay que ser felices, se puede ser feliz, no en el sentido de la felicidad plena, perpetua, increíble, radiante, sino de felicidad humana, es decir, ocasional; es decir, frecuente; es decir, basada en lo personal, en las relaciones con los demás y en pertenecer y ayudar a una cultura.

Habla también el autor de las competencias afectivas, de elementos de una verdadera trascendencia. En todos sus planteamientos el doctor Miguel de Zubiría cuestiona el cambiar objetos por personas, el querer tratar a las personas como si fueran objetos, querer mejorar las relaciones interpersonales simplemente con situaciones de dinero y de mercancía, constituyen errores de las situaciones humanas.

También hay mucho sobre enseñanzas afectivas, interpersonales, socio-grupales, intra-personales que orientan en el camino de la enseñanza y de la terapéutica.

Habla de las posibilidades de los seres humanos de elegir. Mucha gente se siente optimizada y víctima del destino pero realmente las potencialidades humanas son muchas, la capacidad cerebral es infinita y múltiples las oportunidades que tiene cada ser humano.

El mundo moderno es absolutamente variado y entretenido, que ofrece variadas oportunidades de satisfacciones para cualquier ser humano. Estamos en el siglo de las posibilidades y de las oportunidades.

Hay que rescatar la individualidad, las capacidades de cada ser humano. Los docentes y los terapeutas deben recordar la frase de la premio Nobel de medicina, Rita Levi-Montalcini, que decía:

“El oficio de profesores y médicos es liberar el genio que existe en cada ser humano”.

Finalmente dedica mucho tiempo el autor a recordar que por andar en las carreras, los seres humanos se olvidan de sí mismos y se olvidan de evaluar cómo va su vida y cómo la pueden mejorar, para lo cual se requiere, autovalorarse, conocerse, administrarse, porque las energías son limitadas.

Saber organizar la vida, los tiempos, las realizaciones de cada cual.

Afirma la tesis básica de la psicología afectiva que al “yo” lo componen sus afectos, sus creencias y sus roles.

Midiendo la afectividad de los afectogramas

Ser competente en las labores afectivas les resulta vital a los seres humanos. Conocer a los otros y así mismo es decisivo de cara a la vida cotidiana y asegura el éxito en distintos ámbitos; o en su defecto el fracaso.

Identificar a tiempo las falencias será una labor imprescindible de prevención en salud mental en cualquier sociedad.

La evaluación del desarrollo afectivo registra las competencias e incompetencias en los roles sucesivos en el proceso de convertirse en un hombreo una mujer integral.

Debo decir al maestro Miguel de Zubiría Samper que es Usted bienvenido a este sitio, que cuando estuvo su padre aquí ya era la casa y ahora lo es para usted. Felicitaciones.

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