La Educación Médica

Los colegios fundados en la Nueva Granada y en la América de Colón preconizaban la enseñanza esco­lástica de estirpe católica y religiosa. Se fundaron pri­meramente, el Colegio de San Bartolomé, en el año 1605, por Fray Bartolomé Lobo Guerrero y el Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario, en 1654, por Fray Cristóbal Torres. Jesuitas recibieron autori­zación para fundar la universidad Javeriana en 1623. Los Dominicos fundaron la Universidad Santo Tomás que comenzó a funcionar en 1636.

Los métodos de enseñanza eran rigurosos. Se enseñaba artes, teología, cánones, y se graduaban de curas o abo­gados solo los descendientes de españoles o criollos. El Rey Carlos III intentó introducir la Ilustración. El Virrey Manuel Guirior, en 1774, ordenó al fiscal Francis­co Moreno y Escandón, la planeación y organización de la universidad pública, iniciativa que fue cercenada de tajo por el arzobispo Caballero y Góngora en 1779.

En referencia a la enseñanza de la Medicina en la Nue­va Granada, la iniciativa partió de los religiosos José Celestino Mutis y Miguel de Isla en 1802. Las clases teóricas se dictaban en el Colegio del Rosario y las prácticas clínicas en el Hospital San Juan de Dios. El plan de estudios duraba 8 años y se inició con catorce estudiantes matriculados.

Durante la colonia la enseñanza de la Medicina y, en general, el desarrollo de la cultura y la ciencia, no eran de interés de los dirigentes que preferían mantener el atraso intelectual auspiciado por la iglesia católica. No obstante, se dieron intentos fallidos de iniciar los estu­dios de Medicina; tal el caso de la Universidad Cole­gio Mayor de Nuestra Señora del Rosario fundada en 1636, 1715 y 1733. Fue hasta 1753, en la Universidad de Santo Tomás, que don José Vicente Ramón Canci­no logró graduar los primeros alumnos.

El general Francisco de Paula Santander

Siendo vi­cepresidente de la República, organizó y legalizó la educación y la salud públicas. Definió que eran una obligación de Estado y no de orden religioso-católico, criticando y haciendo a un lado los cánones religiosos escolásticos que impedían el ingreso de la Ilustración al reino de la Nueva Granada, similar al intento -sin éxito- realizado por Carlos III de introducir la Ilustra­ción a los principios de la Ciencia.

El General Santander fundó en Bogotá, en 1826, la Fa­cultad de Medicina de la Universidad Central. Además, fundó varias facultades de Medicina: la de Tunja, en 1827; Cartagena, en 1830, o Universidad del Magda­lena y el Istmo; y también las de Popayán y Vélez, en 1835. Universidad Central de Bogotá, creada por el Congreso Nacional en 1826, se instaló en 1827. Las clases teóricas se impartían en el Colegio del Rosario y las prácticas se realizaban en el Hospital San Juan de Dios.

La Facultad de Medicina de Cartagena se organizó en 1828 e inició funciones en 1830. Luego de una sus­pensión temporal, se reabrió en 1850, con sede en el Hospital de Cartagena. La Facultad de Medicina del Cauca (Popayán), fundada en agosto de 1835, funcio­nó hasta 1890 y se reabrió en 1952, con sede en el Hos­pital San José de Popayán.

Las facultades de Medicina de Bogotá, Popayán y Cartagena

Persistieron hasta 1850, fecha en la cual el gobierno nacional expidió la Ley 14 de 1850, que esta­bleció la libertad de la enseñanza, el ejercicio profesio­nal, el no requisito del título profesional para ejercer la profesión, con el único requisito de aprobar el examen voluntario de grado. En 1864, se organizó la Escuela de Medicina y Ciencias Biológicas, de carácter priva­do, bajo la dirección de los profesores Antonio Vargas Reyes y Antonio Vargas Vega, la cual inició labores en 1865 y fue clausurada antes de 1867.

La Ley 86 de septiembre de 1867 crea la Universidad Nacional de Colombia e incorpora a los profesores de la escuela privada de Medicina, los doctores Vargas Reyes y Vargas Vega. Las clases teóricas se realizaban en los claustros de Santa Inés y La Candelaria, y las prácticas, en el Hospital San Juan de Dios.

Desde la época del General Santander, la orientación en la enseñanza y la atención de los pacientes fue promovi­da por misiones médicas internacionales. La primera en 1823, integrada por anatomistas, naturistas, ingenieros, farmaceutas, cirujanos, botánicos y pintores. En el siglo XX vinieron a Colombia varias misiones médicas: dos misiones francesas (1931); misiones alemanas; y también dos misiones norteamericanas (1948 y 1953), la primera de ellas, denominada misión Humphrey y, la segunda, llamada misión Lapham. Estas misiones tenían como función modernizar y actualizar los conocimientos, la forma de enseñar y la atención de los pacientes.

De la Universidad Nacional y el Hospital San Juan de Dios

Nacieron la mayoría de las instituciones educati­vas en salud, las clínicas y hospitales. Algunas de ellas con énfasis en enfermedades específicas: por ejem­plo, el Instituto Nacional de Radio para la atención del cáncer, hoy Instituto Nacional de Cancerología. Hospital La Samaritana para la atención de las enfer­medades de transmisión sexual (venéreas); el Hospital Santa Clara y Hospital San Carlos para la atención de pacientes con tuberculosis.

Los alumnos más destacados de la Universidad Na­cional eran becados para ir a los países de vanguardia en adelantos científicos y de salud como Francia, In­glaterra, Alemania, Estados Unidos de Norteamérica, quienes a su regreso traían conocimientos actualiza­dos para ponerlos en práctica al servicio del país.

La facultad de Medicina de la Universidad Antioquia se fundó en 1871, por la Ley 198, e inició labores en 1872. Sus prácticas se desarrollaron, inicialmente, en el Hospital San Juan de Dios de Medellín y después, en el Hospital San Vicente de Paul y en el Pablo Tobón Uribe de Medellín.

(Lea También: Medicina, Médicos y Cirujanos)

Instituciones de salud

El 3 de enero de 1873 se crea la Sociedad de Medici­na y Ciencias Naturales de Bogotá por los doctores y profesores de Medicina de la Universidad Nacional: Manuel Plata Azuero, Nicolás Osorio, Liborio Zerda, Abraham Aparicio, Leoncio Barreto y Evaristo Gar­cía. Desde su creación, la Sociedad se orientó hacia la enseñanza y la salud pública, haciendo frente a las epidemias y la puesta en marcha de los adelantos de la Medicina universal, como lo eran las vacunas. Es decir, centró su atención en la salud pública, la vacu­nación y las epidemias.

Por iniciativa de la Sociedad de Medicina, que impulsó la Ley 30 de 1886, se creó la Junta Central de Higiene, siendo éste el primer organismo gubernamental encar­gado de resguardar la salud pública. Los primeros di­rectores fueron los doctores Nicolás Osorio, Aureliano Posada y Carlos Michelsen, miembros de la Sociedad de Medicina y profesores de la Universidad Nacional. La función de la Junta Central de Higiene fue el es­tudio y manejo de las epidemias, el saneamiento am­biental y el control de los puertos. Para la época se discutieron temas como la viruela y su prevención a través de la vacunación, las epidemias como la fiebre amarilla, llamada entonces ictericia epidémica o liga, el cólera, la rabia canina y la vacunación.

El 22 de noviembre de 1890, por medio de la Ley 71

Se creó la Academia Nacional de Medicina, transfor­mación de la Sociedad de Medicina y Ciencias Natu­rales. Por medio de la Ley 33 de 1912, se creó el Con­sejo Superior de Sanidad, organismo dependiente del Ministerio de Gobierno. Entre sus funciones se desta­ca la vigilancia e higiene de los puertos, las epidemias transnacionales, la creación del laboratorio central para los estudios bacteriológicos. Los encargados para estos fines fueron los académicos Francisco Montoya y Federico Lleras Acosta

En 1914, el Consejo Superior de Sanidad se trans­forma nuevamente en Junta Central de Higiene y, en 1918, pasa a llamarse Dirección Nacional de Higiene, organismo dependiente, inicialmente, del Ministerio de Instrucción Pública, luego, del Ministerio de Agri­cultura y Comercio y, por último, del recientemente creado Ministerio de Instrucción y Salubridad Públi­ca. En 1931 se creó el Departamento Nacional de Hi­giene y Asistencia Pública.

En el año 1934, el presidente Alfonso López Pumare­jo

Solicita a la Academia Nacional de Medicina reco­mendaciones para la organización de la atención en salud. La Academia, después de estudios y de delibe­raciones, sugiere el Ministerio de Trabajo, Higiene y Previsión Social, el cual se crea en 1938.

En 1946 se creó el Ministerio de Higiene, siendo su primer ministro el presidente de la Academia Nacio­nal de Medicina, el doctor Jorge Bejarano Martínez. En 1946, también se crea el Instituto Colombiano de los Seguros Sociales, adscrito al Ministerio de Higiene.

En 1953, por recomendación de la Academia Nacio­nal de Medicina, el presidente Gustavo Rojas Pinilla modifica el nombre de Ministerio de Higiene a Minis­terio de Salud Pública -denominación que se mantuvo durante 49 años- hasta 2002 cuando, en el gobierno de Álvaro Uribe Vélez, se fusiona con el Ministerio de Trabajo y pasa a llamarse Ministerio de la Protección Social.

Academia Nacional de Medicina

El Congreso de la República de Colombia, por medio de la Ley 71 del 22 de noviembre de 1890, dispuso en su artículo primero reconocer a la Sociedad de Me­dicina y Ciencias Naturales, establecida en Bogotá en el año 1873, como Academia Nacional de Medicina. En su artículo segundo planteó: Los miembros de la Academia Nacional de Medicina serán los mismos profesores que al día de la promulgación de esta Ley, conforman la Sociedad de Medicina y Ciencias Natu­rales de Bogotá.

La Academia ha estado conformada por eminentes profesionales de la salud, en su mayoría profesores e investigadores de reconocidas universidades de la Na­ción, ilustres personas y científicos de alto reconoci­miento por las Sociedades Científicas y por organis­mos del Estado, siendo varios de ellos Ministros de Salud. Las funciones que el Congreso de la República otorga a la Academia consistirán en rendir informes y recomendaciones que el Gobierno Nacional les solici­te sobre aspectos relacionados con las Ciencias Médi­cas y Naturales.

Academia Nacional de Medicina desde su crea­ción como tal, y antes como Sociedad de Medicina y Ciencias Naturales

Ha intervenido de forma continua en aspectos relacionados con la educación médica, la conformación de organismos del Estado en la admi­nistración de salud y en los diferentes problemas de sa­lud de la nación. Ha realizado propuestas importantes sobre diferentes planes de salud, estudios y medidas sanitarias ante epidemias que azotaron al país durante varias épocas, tales como la lepra, viruela, peste, fiebre amarilla, cólera, malaria, leishmaniosis, entre otras. También ha planteado recomendaciones en aspectos relacionados con la salubridad de los puertos. La Aca­demia ha participado en la creación de los primeros congresos médicos de la Nación y en la educación médica, en la organización de los ministerios e insti­tuciones de salud, conformación y puesta en marcha de hospitales y centros de atención en salud, siempre en el marco del respeto por la ciencia y la mística de la profesión.

Referencias

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  • 2. Charria-Angulo B. Las Dominicas de la Presentación en las guerras civiles de Colombia, 1876-1899. Boletín. 1993.
  • 3. Paz-Otero G. La medicina en la Conquista y la Colonia. Bogotá: Gab. Editores; 1974.
  • 4. Osorio-Fonseca E. Los Hospitales de la Nueva Granada durante la Colonia. Cirugía. 1987; 2: 179- 185.
  • 5. Aguirre-Medrano F. Historia de los Hospitales Coloniales de Hispanoamérica Vol. VIII Colombia. Historia de los Hospitales Coloniales de Colombia. Bogotá: Presen-cia; 1993.
  • 6. Restrepo-Zea E. El Hospital San Juan de Dios 1635- 1895. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia; 2011.
  • 7. Romero-Isaza MC, Zambrano-Caicedo M, Cárdenas MD. Historia del Hospital San Juan de Dios. Bogotá: Alcaldía Mayor de Bogotá; 2008.
  • 8. Caballero-Forero H. Momentos Históricos de la Medicina Colombiana. Bogotá: Academia Nacional de Medicina; 2011.
  • 9. De Francisco-Zea A. Academia Nacional de Medicina: páginas de su historia. Libro del bicentenario. Bogotá: Kimpres; 2011.

Recibido: 7 de noviembre de 2019
Aceptado: 9 de marzo de 2020

Correspondencia:
Michel Faizal Geagea
mfaizalg@gmail.com

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