Soporte Nutricional en el Cáncer Avanzado
El beneficio del soporte nutricional en casos de cáncer avanzado debe evaluarse considerando el pronóstico de la enfermedad, los potenciales beneficios del tratamiento anticanceroso disponible, el estado nutricional, los efectos de la terapia nutricional, y los deseos del paciente y sus familiares (56-58).
Los factores que se deben tener en cuenta son: el pronóstico del tiempo de supervivencia, la actividad tumoral y el estado inflamatorio (59). Si el tiempo de supervivencia alcanza meses o años, la actividad tumoral es baja y no hay reacción inflamatoria (proteína C reactiva menor de 10 mg/dl), el paciente debe recibir un soporte nutricional que cumpla con las recomendaciones nutricionales proteicas y calóricas mediante los diferentes métodos disponibles (60).
De esta manera, se disminuyen las alteraciones metabólicas y las complicaciones relacionadas con la desnutrición, y se mantienen un nivel de actividad adecuado y una buena calidad de vida. Se deben alcanzar las metas nutricionales dando el soporte por la vía que sea posible, sea entérica, con suplementos, por sonda nasogástrica o, incluso, con nutrición parenteral o mixta.
Cuando el tiempo de supervivencia sea menor de tres meses, o el paciente presente una enfermedad progresiva o exista una actividad inflamatoria sistémica, la intervención nutricional no debe ser invasiva y su objetivo primario es el soporte psicológico.
Bajo estas circunstancias, la conducta es adecuar la alimentación diaria y los suplementos nutricionales, evitando causar efectos secundarios. (Vea también: Estimación Energética)
En los pacientes en estado terminal, se recomienda propender por su bienestar, y respetar sus creencias religiosas y culturales, lo cual incluye la decisión de evitar o retirar la nutrición artificial. No existe sensación de hambre cuando la persona está al borde de la muerte, y en caso de que se presente, se deben reevaluar las condiciones clínicas del paciente.
La hidratación rutinaria no produce mejoría significativa (61-63). La deshidratación y los desequilibrios electrolíticos pueden producir estados de delirio, sin que esto dependa de la enfermedad actual. La nutrición artificial no debe emplearse para manejar la sed o la resequedad de la boca causada, generalmente, por los medicamentos o por la respiración bucal.
Las medidas paliativas, como pequeños sorbos de agua y algodón humedecido, pueden ser buenas alternativas. Algunas veces, la presión de los familiares para proveer nutrición se puede disminuir mediante la administración de una solución de dextrosa al 5 % con un vial de vitaminas del complejo B para darle color y con ello tranquilizar a sus allegados.
Conclusión
El tratamiento médico nutricional del paciente con cáncer se requiere desde el mismo momento del diagnóstico de la enfermedad y puede extenderse desde meses hasta años. La evaluación nutricional temprana y detallada mejora la prescripción nutricional y las posibilidades de un tratamiento con mejores resultados.
El estado nutricional se encuentra retado por las alteraciones metabólicas generadas por la enfermedad, por los efectos secundarios del tratamiento anticanceroso, y por las dificultades para brindar una alimentación completa y balanceada. Alcanzar las necesidades proteico-calóricas es clave para obtener resultados positivos relevantes, aunque este objetivo no es fácil de lograr.
El aporte de vitaminas y minerales debe cumplir con el requisito mínimo diario y, en caso de que la dieta sea insuficiente, se debe dar un suplemento. Las dietas cetogénicas, aunque están de moda en casos de cáncer, producen intolerancia grave y son poco aceptadas y cumplidas.
El empleo de algunos nutrientes específicos, como la glutamina y los ácidos grasos omega 3 provenientes de aceites marinos, requiere de un mayor número de estudios clínicos que confirmen sus beneficios.
Los pacientes con cáncer deben tratarse tempranamente para evitar una desnutrición que evolucione a la caquexia y empeore su situación clínica. El cáncer, como otras enfermedades crónicas, requiere un tratamiento multimodal.
Conflicto de interés
La autora declara ser Asesor Científico de Boydorr Nutrition.
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Recibido: 13 de diciembre de 2017
Aceptado: 9 de mayo de 2018
Correspondencia:
Patricia Savino Lloreda
patricia.savino@gmail.com
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