Piuria estéril, Los Virus

El Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH): en 1984, tuvo lugar la primera descripción de la nefropatía asociada al VIH (NAVIH), caracterizada por glomeruloesclerosis y afectación severa tubu­lointersticial. Con frecuencia ocasiona síndrome nefrótico y su ocurrencia es más común en la raza negra, donde evoluciona rápidamente a en­fermedad renal terminal (57, 58).

La presencia de Piuria en un paciente puede deberse al uso de la terapia TARGA, principalmente por inhibidores de la proteasa (59). La Piuria se ha vinculado a una etapa avanzada de la enfermedad ocasionada por la infección del VIH, estableciendo una relación significativa con un conteo de CD4+ disminuido (P= 0,04) (60).

El virus del herpes genital: el her­pes tipo 2 (HSV-2) se relaciona con la aparición de Piuria con uretritis y cistitis (61). Los métodos diagnósticos recomendados involucran la detección de antígenos por fluorescencia y la PCR, aunque el método confirmatorio más costo-efectivo sigue siendo el test de Tzanck (62). (Lea también: Causas de Piuria estéril)

Condiciones sistémicas

La enfermedad de Kawasaki (EK): en 1968, se practicó la primera descripción de Piuria estéril en pacientes con EK, la cual estaba presente en hasta el 34,8% de los pacientes (63). Sin embargo, algunos estudios más recientes muestran que la Piuria estéril se presenta entre el 30 y 80% de los pacientes con EK (64).

Aunque la Piuria se presenta en cualquier rango de edad, se detecta más frecuentemente en los menores de 1 año de edad y se asocia con la presencia de células monucleares (no neutrófilos) en orina (65- 67).

Constituye la principal casusa de cardiopatía adquirida en la infancia, causa enferme­dad coronaria que se presenta entre el 3 y 15% de quienes padecen EK, por lo que requiere ASA con o sin anticoagulantes a largo plazo. Esto teniendo en cuenta que estos pacientes presentan mayor riesgo de desarrollar ateroesclerosis prematura y dislipidemias (68, 69).

El lupus eritematoso sistémico (LES): apro­ximadamente el 60% de los pacientes con LES presentarán compromiso renal. En muchos casos, puede ser asintomático por lo que se incrementa el riesgo de desarrollar enfermedad renal terminal (70).

La presencia de Piuria está altamente asociada con la expresión de actividad renal y extrarenal de LES (71) y se halla presente en el 23% de pacientes con LES de forma aislada, de los cuales el 78% no tienen compromiso renal (72).

La medicación sistémica

Antiinflamatorios no esteroideos (AINES): En pacientes con enfermedades como LES y EK en quienes ya existe un compromiso renal, se añade la nefrotoxicidad inducida por AINES, utilizados para el tratamiento sintomático de estas enfermedades.

Clásicamente se ha asociado el consumo crónico de AINES con Nefritis intersticial aguda (NIA), también ocasionada por antimicrobianos, cuyo cuadro clínico es similar a la de éstos, cursando con hematuria, piuria estéril y dolor en flanco por distensión de la cápsula renal (73); la piuria estéril en pacientes con NIA inducida por AINES se puede presentar hasta en el 82% (74).

Otras causas

Anormalidades estructurales son causas de piuria estéril, como reflujo vesicoureteral e hidronefrosis, principalmente en niños; riñón po­liquístico y urolitiasis más frecuentes en adultos (75).

El embarazo es una condición en la que la presencia piuria estéril puede significar un factor de confusión, el cual no implican necesariamente infección del tracto urinario ni una condición es­tructural del tracto urogenital (76), es así que su presencia no se correlaciona con un urocultivo positivo (77).

Conclusiones

La Piuria estéril se asocia con causas infeccio­sas y no infecciosas, así como con enfermedades locales y sistémicas que la convierten en un real desafío diagnóstico para el clínico, quien debe elaborar, en primera instancia, una adecuada his­toria clínica y un prolijo examen físico para poder determinar un correcto estudio de la misma y su causa, de forma que pueda asignar un adecuado tratamiento.

Sin embargo, en muchas ocasiones su causa no se puede identificar, en esta situación el manejo multidisciplinario y referencia a un cen­tro de mayor complejidad resultará en un mejor pronóstico para el paciente.

Conflictos de interés

Ninguno declarado por los autores.

Financiación

Ninguna declarada por el autor.

Agradecimientos

El autor expresa su agradecimiento por la co­laboración brindada por la Universidad del Cauca. Dedica este artículo al señor Tomás Omar Zamo­ra por su gran motivación a los estudiantes para aprender acerca de las enfermedades infecciosas.

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Recibido: Julio 13, 2017
Aceptado: Agosto 4, 2017
Correspondencia:
fabriciolasso@gmail.com

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