Artículo de Reflexión: Estado actual de la educación médica en Colombia
Eduardo Álvarez Peñalosa1, Ricardo Salazar López2
Resumen
Con el objeto de expresar algunos conceptos referentes a la Educación Médica Continuada (EMC) y al estado actual de la educación médica en nuestro país, se ha preparado este docu- mento, teniendo en cuenta los conceptos emitidos en la Academia Nacional de Medicina por algunos de sus miembros y en especial en el seno de la Comisión de Educación Médica de esta Institución.
La Academia Nacional de Medicina a través de la Comisión de Educación médica, contribuye así a la mejoría de la educación y formación de los profesionales de la salud.
Como órgano asesor del Estado pensamos que es responsabilidad compartida con el mismo y que como lo establecen sus estatutos, es deber de la Institución aportar sus comentarios, teniendo en cuenta las experiencias de sus miembros, quienes en su mayoría han participado o participan de alguna manera en la formación de los profesionales de la Salud.
Palabras clave: Educación médica continuada, pares académicos, educación médica permanente.
Current situation of medical education in colombia
Abstract
Aiming to express current concepts in continuing medical education (CME) in Colombia, the Commission of Education of the National Academy of Medicine has prepared this state-of- the-art document, that also include opinions on the subject expressed by some distinguished members of the Academy, contributing this way to the improvement of education and training of health professionals.
As a government advisory body and because it has been established in its By-laws, we want to share this responsibility with government officials, taking into account the experiences of academicians, most of whom have participated or currently participate in in the training of college students and graduate health professionals.
Key words: Continuing medical education, permanent medical education, academic peers.
Introducción
La práctica de la medicina es dinámica y de evolución permanente; constantemente aparecen nuevos avances en la tecnología, nuevos descubrimientos en los campos del diagnóstico y el tratamiento.
Por tales razones la práctica de la profesión y la enseñanza de la medicina, son una experiencia y un aprendizaje continuo que se inicia con la admisión en la escuela de medicina y termina con el retiro definitivo del profesional en el ejercicio de sus actividades (1).
La educación médica continua tiene como objetivo mantener actualizado al profesional en ejercicio para aplicar sus conocimientos científicos en la prevención y tratamiento de las enfermedades que afectan al ser humano y en el alivio de los síntomas de las enfermedades clasificadas como incurables.
La educación médica continua involucra de igual manera las normas éticas del pensamiento y la conducta del médico. (Vea también: Costo de atención del paciente de dengue)
Es fundamental que para el ejercicio adecuado de sus funciones, el profesional médico se encuentre actualizado en sus conocimientos; de ello depende el resultado en la calidad en la prestación de sus servicios así como en la calidad de la atención a los pacientes.
El desarrollo científico permanente de la medicina transforma los conceptos y los métodos en el ejercicio lo cual establece la necesidad de la educación Médica Continua (EMC). De igual manera las demandas de la ética y los desarrollos socioeconómicos afectan de forma permanente a la profesión y se constituyen en nuevos retos para el médico. (2).
La motivación asumida por el médico y que lo obligan a la EMC desde la perspectiva como individuo y profesional de la medicina, se deriva de tres fuentes principales:
• La motivación profesional para proveer la atención óptima al paciente como individuo.
• La necesidad de asumir las demandas en la prestación de los servicios que le imponen las Instituciones donde desempeña sus ac¬tividades y en la comunidad.
• La obligatoriedad de mantener su propia satisfacción en el trabajo, reflejado por los resultados obtenidos y valorados por las Instituciones a su servicio, las Facultades de Medicina y los pacientes.
El profesor Fernando Sánchez Torres, expresidente de la Academia Nacional de Medicina, refiriéndose a la EMC afirma: “Es un deber ético de todo nuevo profesional de la medicina revestirse de afán y perseverancia para actualizar e incrementar sus conocimientos. Se supone que quien recibe su grado en medicina se encuentra apto para desempeñarse sin tropiezos a lo largo del ejercicio profesional, principio que desafortunadamente no acontece”. (3)
Para el ejercicio de la profesión en forma apropiada, es necesario que el médico se encuentre al día en sus conocimientos, para lo cual requiere de la necesidad de involucrarse en programas de EMC, con el fin de mejorar la más alta calidad en la atención de los pacientes; el contenido de los programas de EMC deben estar dirigidos a mejorar las funciones y las competencias que se orienten tanto hacia las habilidades clínicas como hacia los conocimientos teóricos, la organización del trabajo, la comunicación, la ética médica, la docencia, la investigación y la gestión (2).
Educación Médica Continua (EMC)
Definición. La EMC se define como “el proceso educativo de actualización y perfeccionamiento continuo, sostenido y verificado, realizado a través de un conjunto de actividades educativas médicas cuyas finalidades son las de mantener, desarrollar o incrementar los conocimientos, habilidades técnicas y las relaciones interpersonales orientadas a mejorar el ejercicio de la profesión y prestar mejores servicios de calidad a la población” (4).
Los Colegios médicos del Perú y Costa Rica definen la EMC como el proceso educativo y permanente de actualización y perfeccionamiento cuantificable, el cual se traduce en el conjunto de actividades y experiencias de aprendizaje con el fin de mantener, desarrollar, implementar los conocimientos y destrezas de modo que mejoren la práctica profesional y se mantenga el excelente nivel en el ejercicio profesional.
Haciendo nuevamente referencia, al profesor Sánchez Torres, él plantea el concepto sobre la razón por la cual el médico debe recibir EMC afirmando que “puede pensarse que quien recibe su grado de médico se encuentra apto para desempeñarse sin tropiezos a lo largo de su ejercicio profesional, lo cual desafortunadamente no es cierto”. (2) Se comenta más adelante acerca de las diversas causas que motivan éste concepto.
Organización. Un requisito básico establece la responsabilidad del profesional médico en demostrar y ejercer su interés en la EMC, mediante su vinculación con programas de obligatoriedad a cargo de las Facultades de Medicina de donde egresaron, o de las Instituciones asistenciales a las cuales prestan sus servicios profesionales, de las sociedades científicas, los colegios médicos.
La participación de la industria farmacéutica es muy importante mientras esta respete la autonomía del médico y los principios fundamentales de la ética, descartando cualquier compromiso que lo involucre en el ejercicio de sus actividades, del trabajo investigativo, docente y de extensión.
Justificación. La ley 1164 del año 2007 referente al Talento Humano en Salud, (art. 25) establece el aseguramiento permanente de la idoneidad de los profesionales de la salud mediante la Recertificación de manera periódica, pero esta ley fue declarada inexequible por el Consejo de Estado, dejando en esta forma en poder de la EMC y de la recertificación voluntaria el proceso de actualización de los médicos.
Una justificación de la EMC y de la Recertificación voluntaria se deriva de la velocidad de renovación del conocimiento científico y de la tecnología en las diversas áreas relacionadas con la salud. Es necesario articular la EMC con la recertificación, teniendo en cuenta el impacto en la calidad científica de los profesionales y su implicación en la atención a la comunidad.
La experiencia actual en la América Latina y en otras latitudes, demuestra la necesidad de desarrollar modelos que relacionen la educación médica con el avance científico y la práctica profesional mediante los procesos de EMC y Recertificación voluntaria.
En estos procesos se deben conceptualizar e implementar las relaciones entre la calidad, la formación y la práctica profesional. Se considera de mucha importancia el control de estas actividades por parte de las autoridades gubernamentales.
Estrategias
La Educación Médica en general requiere coordinar adecuadamente la práctica integral de la Educación Médica Continua (EMC), la Educación Médica Permanente (EMP), el Desarrollo Profesional Médico Continuo (DPC) y la Recertificación voluntaria, a las cuales en su orden se hará referencia (6).
Educación Médica Continua (EMC)
Su definición y desarrollo vienen siendo comentados desde el inicio del presente escrito. (Ver definición).
Educación Médica Permanente (EMP)
La Organización Panamericana de la Salud la define como “el proceso permanente de naturaleza participativa mediante el cual el aprendizaje se adquiere gracias al trabajo habitual y supervisado“. Como su definición lo menciona, esta metodología requiere de asesoría y tutoría en el desarrollo de las actividades del profesional por parte de docentes o personal especializado, quienes deben tener funciones de carácter administrativo.
En la EMP deben participar personal o bien, de las Escuelas de Medicina o las Entidades Promotoras de Salud (EPS) o las Instituciones Prestadoras de Salud (IPS) o finalmente las Aseguradoras. Sería esta la mejor forma de mantener actualizada la Educación Médica porque reúne en principio la experiencia y la capacitación del Instructor en beneficio del mayor conocimiento del médico y de la calidad de atención al paciente.
Desarrollo Profesional Médico Continuo (DPMC)
El DPMC engloba los conceptos de EMC y EMP, haciendo énfasis en la formación periódica durante el tiempo del ejercicio médico, lo cual permite mantener la sana competencia profesional. Para su desarrollo requiere de la elaboración de programas de especialización, de formación y de capacitación de Especialistas y de la participación obligatoria de docentes pertenecientes a las Escuelas de Medicina.
Recertificación Voluntaria (RCV)
La Recertificación es el resultado de un acto en el cual una Entidad o un Comité Competente, mediante criterios previamente establecidos asegura un proceso de evaluación del profesional previamente certificado.
El fin principal es el de perfeccionarlo y actualizar sus conocimientos, así como desarrollar su habilidad en la práctica dentro de un riguroso marco de ética; se requiere que el profesional posea un nivel de conocimientos, habilidades y destrezas actualizados, acordes con el avance de la ciencia. (Consejo Argentino de Oftalmología).
La sociedad requiere de la confiabilidad en las Instituciones y en las personas responsables en el desarrollo y la atención de la salud; teniendo en cuenta la importancia de sus actividades que justifica y obliga a una valoración periódica del proceso de evaluación continua y permanente que asegure mantener un nivel de competencia profesional adecuado.
Esta preocupación ha sido reconocida en el mundo entero vinculado o no a la medicina; pacientes, médicos, hospitales y clínicas, sociedades científicas, aseguradoras y entidades estatales (Ministerios de Salud y Educación) (7,8).
Es necesario articular la EMC con la RCV, en forma tal que esta constituya parte importante en la capacitación de los médicos, teniendo en cuenta, el impacto de estas acciones en la calidad de la atención a los pacientes.
El modelo de recertificación debe ser voluntario como lo es en otros países de América Latina, recordando que el Estado Colombiano la declara inexequible como un acto obligatorio. Debe ser de igual manera libre de costo alguno.
La concertación de múltiples Instituciones con el fin de viabilizar los procesos, se refiere a la necesaria participación en las actividades de EMC de todos los actores involucrados en la acre ditación de la calidad del ejercicio profesional, lo cual constituye una garantía para la visualización en proceso referente a la EMC.
En los esfuerzos de autorregulación deben participar la Academia Nacional de Medicina a través de la Comisión de Educación, el Colegio Médico, la Federación Médica, las Sociedades Científicas y la Asociación Colombiana de Facultades de Medicina (ASCOFAME).
1 MD, Esp Pediatría, Profesor Emérito, Universidad Nacional de Colombia. Miembro de Número, de la Comisión de Educación Médica, Academia Nacional de Medicina, Bogotá. 2 MD, Esp Cirugía Plástica. Miembro de Número, Coordinador de la Comisión de Educación, Academia Nacional de Medicina, Bogotá.
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