Aspectos sobre la despenalización del consumo de droga

Droga, Factores Causales de la Adicción, Fases y Consecuencias de la Misma

Doctor Eduardo Navarro Reyes, M.D.

Droga

Nombre genérico de ciertas sustancias que se emplean en medicina, en la industria o en las Bellas Artes.

Sustancia o preparado medicamentoso de efecto estimulante, deprimente o narcótico.

Sustancias psicoactivas (SPA)

Son sustancias que ejercen su acción sobre el sistema nervioso central y que tienen la capacidad de producir trasformaciones, bien sea aumentando disminuyendo su nivel de funcionamiento, o bien modificando los estados de conciencia.

Predisposición psicológica

a. Bajo nivel escolar

El individuo con bajo nivel escolar es más susceptible a la influencia del medio para el consumo de psicoactivos y tiende a responder en forma indiscriminada, sucumbiendo a las presiones de la oferta.

b. Actitud favorable al consumo

Es posible señalar que quienes tienen una actitud positiva frente al consumo, tienen mayor posibilidad de ser consumidores.

Debe analizarse detenidamente la determinación que ejerce el sistema socio-económico sobre el individuo, estimulando indiscriminadamente el consumo de mercancías y programándolo para hacer de él un “consumidor de cualquier cosa”.

¿Qué es adicción? (OMS)

Es un estado psíquico y a veces físico causado por una interacción entre un organismo vivo y un fármaco, caracterizado por modificaciones de comportamiento y por otras reacciones, que comprenden siempre un impulso irreprimible para tomar un fármaco en forma continua o periódica, a fin de experimentar sus efectos psíquicos y, a veces, para evitar el malestar causado por la privación.

c. Carencia de metas

Se considera que las metas, al igual que los valores, son un componente básico en la toma de decisiones.

En un momento concreto, cuando el individuo decide iniciar o continuar el consumo, la presencia de unas metas significativas puede ser el factor que compromete el rumbo de la decisión.

d. Problemas de identidad

Se considera que aquellos individuos cuya representación de su propia identidad es difusa y mal definida, son más susceptibles a la influencia del entorno y, en consecuencia, son más lábiles a las presiones de la oferta.

Desarrollo de la adición

e. Baja tolerancia a’las frustraciones

El niño aprende a enfrentar la frustración en la medida en que sus necesidades tarden en satisfacerse; a aquellos niños a quienes se les satisface inmediatamente cualquier deseo, se les dificulta la aceptación de la realidad; tales individuos pueden recurrir fácilmente al consumo de psicoactivos para obtener un substituto.

f . Déficit de asertividad

Se supone que los individuos con un bajo nivel de asertividad son más susceptibles a las presiones de la oferta. Se conceptúa que un individuo asertivo es aquel que es capaz de decir “NO” y oponerse a las presiones de sus pares o de los mensajes masivos.

g. Influencia de pares

Un gran número de individuos inician o continúan el consumo por influencia de otros que conviven en el mismo nivel (compañeros de clase, de trabajo, de barrio, etc.).

h. Búsqueda inadecuada de autonomía

La necesidad de independizarse y de romper con figuras de autoridad, puede llevar a los jóvenes al consumo de psicoactivos.

Es posible que dentro del comportamiento de los adolescentes para adaptarse a sus condiciones adultas, el consumo de psicoactivos adquiera una significado de independencia y una forma de expresar su oposición a la autoridad.

i. Curiosidad

La necesidad natural de experimentar sensaciones nuevas, especialmente activas durante la adolescencia, favorece de manera importante el consumo y explica la frecuencia de consumidores experimentales.

j. Depresión

La depresión reactiva favorece el consumo de psicoactivos y los individuos deprimidos se consideran de alto riesgo.

k. USO inadecuado del tiempo libre

Individuos incapaces de recrearse y obtener satisfacciones durante su tiempo libre, son más susceptibles al consumo de psicoactivos.

l. Deseo de pertenencia a grupos

La necesidad emocional de pertenecer a un grupo, puede hacer que el individuo se identifique con sus integrantes y asuma los comportamientos compartidos por el grupo, incluyendo el consumo de psicoactivos, cuando esta conducta se da dentro del mismo.

Factores individuales

Predisposición genética

Este factor ha adquirido una importancia creciente desde que se descubrió que el alcoholismo es una anomalía genéticamente favorecida. Es posible que las variaciones de susceptibilidad individual para el abuso de los psicoactivos se relacionen, de alguna manera, con factores genéticos. Sin embargo, las investigaciones en este campo apenas comienzan.

Factores familiares

a. Padres punitivos

El ejercicio violento de la autoridad y la práctica frecuente de castigo por parte de los padres, se han sugerido como factores que aumentan en los hijos el riesgo de consumir psicoactivos contribuyendo, además, a la producción de conflictos y a la desintegración familiar.

b. Conflictos familiares

Los conflictos que pueden surgir entre la pareja, entre ésta con sus hijos o entre los hermanos, cualquiera que sea su forma de expresión, actúan como factor de riesgo para el consumo de psicoactivos, por la ansiedad que genera en el individuo expuesto y por la forma como interviene en la toma de decisiones.

c. Ausencia de figuras de autoridad

Las figuras de autoridad desempeñan un papel importante en el proceso de formación del niño y del adolescente, estimulando la estructuración de metas, normas y valores y favoreciendo el proceso de toma de decisiones.

d. Predominio de formas de comunicación conflictiva

La comunicación verbal y no verbal constituye uno de los principales elementos de la dinámica familiar, la forma como ésta se realice va a determinar comportamientos posteriores en los hijos.

Por esta razón, los mensajes que se dan continuamente entre los diferentes miembros de una familia, las relaciones afectivas pobres, ausentes o frustrantes y las contradicciones constantes, constituyen factores favorecedores del consumo de psicoactivos, pues la comunicación que expresa hostilidad y rechazo induce al individuo expuesto a generar desconfianza y aislamiento hacia sus familiares, buscando apoyo en otros grupos.

e. Consumo familiar de sustancias

El consumo de tabaco, alcohol u otras sustancias psicoactivas por parte de algunos de los miembros de la familia parece contribuir, de manera importante, al consumo de psicoactivos en los comportamientos de los jóvenes pertenecientes al grupo.

f Relaciones familiares que estimulan la dependencia

Algunas características de las relaciones familiares como la posesividad, la sobre protección y el desconocimiento de las capacidades particulares de cada uno de los integrantes del sistema, favorecen el desarrollo de una personalidad pasiva, dependiente, muy vulnerable a las influencias externas, constituyendo se en un factor de riesgo, porque obstaculiza la toma de decisiones en forma autónoma.

g. Limitada participación de los padres en la formación de los niños

La personalidad del individuo se afecta significativamente en función de cantidad y calidad del intercambio afectivo y cognoscitivo que establece con sus padres.

Através de este contacto el niño incorpora valores, normas y actitudes que, posteriormente, van a afectar su comportamiento y su toma de decisiones durante la adolescencia. La participación de los padres en el proceso de formación tiene un papel importante al promover figuras de identidad y suministrar información adecuada que el niño y el adolescente utilizarán posteriormente.

Factores sociales y culturales

a. Bajo nivel escolar

Esta situación, que afecta un amplio sector de la población, constituye un factor de riesgo para el consumo, posiblemente al reducir la capacidad del individuo para tomar decisiones adecuadas, interactuar ventajosamente con otros, relacionarse adecuadamente con su medio y desarrollar alternativas que contribuyan a su crecimiento personal; esto podría indicar que los individuos analfabetas y con bajo nivel escolar serían más susceptibles a influencias foráneas y, por lo tanto, más lábiles ante las presiones de la oferta.

b. El desempleo

La falta de empleo impide a un amplio grupo de la población llevar una vida productiva y durante el tiempo de la jornada de trabajo debe dedicarse a un oficio forzoso, generando estados de ansiedad que favorecen el consumo de psicoactivos como fuente momentánea de satisfacción.

c. La migración

Se considera que los individuos que han experimentado cambios migratorios son más susceptibles al consumo de psicoactivos que el resto de la población. Es posible que su papel como favorecedor del consumo se relacione con las causas mismas de la migración: fuerzas de discriminación social, desempleo y falta de alternativas de crecimiento. El desarrollo cultural podría, por sí mismo, colocar al individuo en condiciones de minusvalía frente a las presiones del entorno, lo que explicaría su labilidad ante la oferta.

d. Actividad y valores sociales que promueven el consumo

Estrechamente unido al modelo económico vigente en el país, se ha desarrollado en la sociedad un sistema de actitudes, hábitos, normas y opiniones que favorecen y promueven la distribución y el consumo de sustancias psicoactivas. Estos fenómenos socio-culturales contribuyen al fortalecimiento de la oferta, distorsionan la capacidad de población para comprometerse con decisiones desfavorables al consumo y reducen las alternativas para participar en el desarrollo personal y social.

e. Interacción social con grupos de consumidores

El riesgo de hacerse consumidor de sustancias psicoactivas es mayor cuando existe una relación de esta relación hay una mayor motivación de consumo, estimulada y reforzada al interior del grupo.

f. Déficit de áreas de alternativas recreativas para la población

Se considera que la falta de alternativas recreativas favorece el consumo de psicoactivos.

La Carencia de espacios recreativos y culturales tales como talleres de arte, teatros, bibliotecas, canchas deportivas y gimnasios, así como la ausencia de estímulos para el uso creativo del tiempo libre, limitan el desarrollo de habilidades y motivaciones físicas e intelectuales, especialmente entre los jóvenes.

Fases de la adicción

l. Experimentador
La persona que experimenta con este tipo de sustancias no tiene en cuenta, por lo general, la creación de una serie de reacciones que, cuando pasa el efecto, despertará el deseo muy marcado de seguir recurriendo a la sustancia psicoactiva utilizada. Existen dos tipos de reacciones, que se presentan en los experimentadores con respecto a la actitud asumida frente a la sustancia. En algunos, los efectos adversos dominan la experiencia, como por ejemplo: las náuseas, el vómito, el dolor de cabeza; este vivencias conllevan un rechazo inmediato que determina, por lo general, la decisión de no volver a utilizar dicha sustancia. Por el contrario, hay personas que en las primeras experiencias se da la reacción de una manera hasta cierto punto agradable y relajante, lo que puede impulsar a un consumo posterior.

Drogas de abuso

La fase del experimentador se caracteriza por un contacto “inocente” con la sustancia de abuso, la que determina el posterior desarrollo de la enfermedad.

2. Usuario ocasional  
En esta fase la persona no le ve ningún problema aparente al modo de utilizar la droga. La utiliza en los sitios de reunión social, tales como clubes, discotecas, parques; y en general, en todas partes donde se aglomere gente. Su uso es esporádico y no da muestras de deterioro físico y mental.

El individuo en esta fase, todavía no ha desarrollado la dependencia orgánica y psicológica y es por esto que se dice a sí mismo que la controla y que, obviamente, no le ocasiona daño.

3. Buscador  
Como su nombre lo indica, ya necesita buscar la sustancia, necesita saber dónde la expenden y quien la distribuye. En esta fase es donde ya se ha creado la dependencia física y psíquica por la sustancia. En otras palabras, ya es un adicto.

Esta fase, dependiendo del tipo de droga y de las características psicológicas del usuario, puede llegar a ser muy corta, o por el contrario, prolongarse mucho. El individuo requiere de la provisión de la droga permanentemente, sin la cual entra en total síndrome de abstinencia, que solamente se calma cuando utiliza la droga nuevamente.

4. Usuario crónico o disfuncional
Como su nombre lo indica, es en esta fase donde la enfermedad toma visos prácticamente dramáticos. El descontrol de la personalidad del individuo es inminente.

Analicemos los tres medios donde más se puede observar la disfuncionalidad del adicto:

a. Familiar
En el área familiar se observa que las fricciones y tensiones interpersonales aumentan, ya que la persona se torna altamente agresiva. En esta fase reside la neurosis familiar que se desata en todo el sentido de la palabra. Los padres, generalmente entran en conflicto mutuo, ya que el padre casi siempre ataca al individuo que padece el problema de drogadicción, mientras que la madre se muestra permisiva y sobre protectora. La familia se convierte en un verdadero campo de batalla donde la tranquilidad se pierde para siempre, si no se soluciona el problema en forma adecuada.

b. Escolar y laboral
En el estudio y en el trabajo el fármaco-dependiente tiende a disminuir, de manera notable, su funcionamiento, su rendimiento, lo mismo que experimenta un descenso en su asistencia, todo lo cual genera conflictos que tienen como resultado el despido del trabajo o la expulsión del colegio o universidad dejando, en esta forma, de cumplir sus papeles o funciones en estas áreas de tanta importancia.

c. Social
A nivel social, el adicto comienza a abandonar sus antiguas amistades a las que, por el hecho de ser “sanas”, las considera inadecuadas y entorpecedoras de sus actividades. Empieza ajuntarse con una serie de elementos poco recomendables que, generalmente, son los compañeros de fechorías y de consumo de droga. Presenta también cambios bruscos de temperamento, y muestra por momentos euforia descontrolada, y en otros, sin razón aparente, se torna altamente depresivo y no se soporta ni él mismo. En esta fase disfuncional, comienza a efectuar robos esporádicos, con el fin de obtener dinero para el consumo de la droga.

5. Autodestructiva
Como se deriva de su nombre, determina el deterioro físico, mental y moral del adicto. Su nivel de conciencia queda totalmente anulado, de ahí que ya no le interesa en absoluto su presentación personal, lo mismo que la posibilidad de llevar buenas relaciones con sus semejantes. En esta fase, se convierte en adicto no sólo en un individuo de características que lo apartan de la sociedad, sino que ingresa a un verdadero cuadro antisocial, teniendo problemas permanentemente con la policía; las detenciones se convierten en algo rutinario; las primeras entradas en instituciones de carácter psiquiátrico empiezan a marcar su procesión hacia su total destrucción. En esta fase es donde el individuo se convierte en un polifármaco-dependiente, es decir, que ya una sola droga no le hace efecto, sino que necesita recurrir a un sinnúmero de sustancias. Las patologías psiquiátricas se desarrollan de una manera marcada, dándole visos de locura permanente a sus actuaciones. En la fase “Autodestructiva” no le queda más remedio al adicto que, o recuperarse mediante tratamiento o terminar en una tumba, una cárcel o una clínica de reposo de por vida.

Adicto a drogas

Toda persona que use o consuma habitualmente cualquier clase de droga (natural o sintética) o
cualquier otra clase de sustancia, en tal forma que ponga en peligro la moral, la salud, la seguridad o el bienestar público y la suya propia y que tenga tan arraigada la necesidad de usar dicha droga, que se encuentre imposibilitada para ejercer control sobre sí misma.

En torno a la despenalización del consumo de droga

Puntos a favor:

1. Humaniza al adicto. Se le da status de enfermo y no de delincuente, evitando su estigmatización y marginación social

2. Evita que el adicto pase por una cárcel, donde es sometido a abusos físicos y psicológicos y donde adquiere mayores habilidades que potencializan un posible futuro delictivo

3. Se disminuye la corrupción que se genera en torno a los arrestos, los cuales nunca concluyen en investigación ni sanción. En Barranquilla en cinco meses, a pesar de que la policía detenía un promedio de 60 adictos diarios, sólo tres casos llegaron a Medicina Legal para determinar el tipo de sustancia y su cantidad

4. Obliga a la sociedad y al Estado a tener conciencia de un grave problema que hay que resolver, exigiendo educación y prevención para los no afectados y tratamiento a cargo del Estado para los adictos enfermos. El Gobierno sólo presta el servicio de cama para atención de adictos en un 5.5% de los casos; el 94.5% restante está en manos de O.N.G.2, según estudios recientes de las Naciones Unidas en Colombia

5. Durante la observancia de la ley no se produjo disminución del consumo; por el contrario, el
problema se agrava cada día más, por lo que consideramos que la despenalización ni aumenta ni disminuye el consumo de droga.

Puntos en contra

1. Genera confusión y es posible que deje entrever un viso de permisividad, lo que puede agudizar la crisis de valores

2. Es un exabrupto hablar de “dosis mínima”, pues el adicto es compulsivo y polifármaco-dependiente

3. Al permitir la dosis mínima se deja entrever que dicha cantidad de droga no hace daño

4. Dificulta a las autoridades el determinar si el decomiso es la cantidad y el género prohibido o no.

5. La despenalización pasa por alto la relación causa-efecto entre el traficante que provee la dosis y el consumidor.

Se penaliza la producción y distribución pero, en cambio, se legaliza el consumo personal. Surge entonces el interrogante: ¿quién se encargará de proveer a los adictos la dosis mínima permitida?


1. DICCIONARIO DE LA ACADEMIA DE LA LENGUA. Decimonovena Edición. Real Academia de la Lengua. Madrid. 1970, p. 130. Aserto: Afirmación de la certeza de una cosa. Asertivo, va: Afirmativo.

2. Organizaciones No Gubernamentales, N. del A.

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