Permeabilidad vascular y condiciones de flujo sanguíneo para tratamiento de fracturas

Hemos comentado que aunque la forma ideal de valorar la perfusión ósea no es precisamente la utilización de los derivados de los fosfatos marcados con tecnecio 99m.

Sin embargo, esta metodología permite de una forma indirecta y segura orientar si un hueso o región ósea carece de vascularización o si tiene un aumento de la misma; este hecho es importante por cuanto el hueso que ha perdido su vascularización normal produce alteración en el metabolismo celular disminuyendo completa o parcialmente el depósito de elementos que normalmente lo hacen, incluyendo los compuestos usados para gamagrafía.

Se han descrito42 cambios radiológicos en estas situaciones que aparecen solamente mucho tiempo después de producida la lesión vascular (3 a 6 meses), lo cual demora un diagnóstico y por ende, un tratamiento adecuado.

Este hecho nos ha permitido valorar situaciones en las cuales la vascularización ósea es importante para decidir la conducta especialmente en la enfermedad de Perthes43.

Las fracturas especialmente en los viejos44 , en las fractura: por “stress,45 -46 ,en el reemplazo total de cadera47-48, y en necrosis avascular de la cabeza del fémur, en donde la gamagrafía toma toda su importancia.

Estas situaciones se suelen manifestar en dos formas: una con disminución en la concentración del radiotrazador indicando indirectamente la disminución de la vascularización en esa área. Corresponde generalmente a la primera etapa de la enfermedad; y una segunda con aumento de la concentración, lo cual corresponde a una regeneración de la función osteoblástica y/o revascu1arización en la misma área.

En el reemplazo total de cadera la gamagrafía nos ayudará en grado importante para la decisión de la conducta.

El transcurso gamagráfico normal de un reemplazo total de cadera corresponde en primera instancia a un aumento de la absorción del trazador desde el momento mismo de la cirugía hasta 4·7 meses después, producido por un aumento de la osteogénesis.

Posteriormente y en forma gradual, ese aumento va disminuyendo hasta hacerse similar al lado contra lateral normal.

Si acaso ha de presentarse una infección, que suele manifestarse claramente para su diagnóstico cierto en forma tardía con los métodos convencionales (después de 18-20 meses aunque exista desde la cirugía), la gamagrafía presentará un aumento permanente durante todo el tiempo de evolución, lo que, correlacionado con el dolor y cambios en el cuadro hemático, incluyendo sedimentación globular alta, hará el diagnóstico precoz de la infección; esto permitirá precisamente un temprano y correcto tratamiento.

Es importante recordar que puede diagnosticarse muchas veces el sitio de infección precisando si es en la parte femoral o en la acetabular 49-50. (Vea también: Diagnóstico precoz de lesiones tumorales y localización de metástasis)

Presentamos además unos pocos casos en los cuales la ayuda ha sido orientando o precisando unas enfermedades osteoarticulares poco frecuentes, pero en los que el procedimiento ha sido decisivo, por lo cual recomendamos tenerlo en cuenta en las indicaciones clínicas para la correcta evaluación de esas enfermedades, que generalmente cursan en un comienzo con mínima o ninguna alteración en Rx siendo en este momento cuando la gamagrafía toma toda su importancia 51-52: calcificaciones extraóseas, histiocitosis, enfermedad de Paget, hiperparatiroidismo, etc.

Hemos tenido en cuenta como indicación especial de la gamagrafia ósea un síntoma importante, frecuente en pacientes que tengan una enfermedad anteriormente diagnosticada (generalmente Ca), o que presentan la evolución mono sintomática: DOLOR.

Esta molestia en la gran mayoría de los casos es causada por factores que no implican la presencia de enfermedad orgánica importante; sin embargo, cuando se hace persistente, cuando se acompaña de signos clínicos anormales.

Cuando hay cambios en exámenes para clínicos que sugieren la existencia de enfermedad o cuando el dolor lo presenten pacientes que tienen diagnóstico de Ca confirmado anteriormente, es necesario practicar una gamagrafía de hueso con muy buenas posibilidades de hacer un diagnóstico de localización correcto; presentamos unos casos en los que este examen ha dado pie para la confirmación por patología.

Igualmente en estado febril prolongado son síntomas dolorosos localizados, es importante tener en cuenta la gamagrafía de hueso como una ayuda más en el diagnóstico, especialmente cuando los Rx no han demostrado lesión ósea.

Por lo que hemos expuesto en este trabajo y con base en nuestra experiencia personal, creemos que la gamagrafía en el sistema osteoarticular debe ser un procedimiento mejor aprovechado en nuestro medio pues hemos demostrado su gran utilidad, permitiendo el diagnóstico precoz, seguro, preciso, incruento, con bajo costo, de baja irradiación para el paciente, aunque inespecífico.

La metodología que hemos presentado, no pretende competir con ninguna otra metodología descrita en medicina; su principio fisiopatológico, el mismo procedimiento, la información obtenida, sus indicaciones, sus limitaciones, las hemos presentado y difieren de otros procedimientos para clínicos.

Nunca se podrán obtener con la gamagrafía las características morfológicas que se logran con los Rx o la tomografía axial aplicados en hueso y articulaciones; esa información es irremplazable en el ejercicio de la medicina; pero también es irremplazable la información obtenida con la metodología que hemos presentado, pues su fundamento está en el fenómeno fisiopatológico descrito.

Por lo cual las lesiones se pueden evidenciar precozmente, permitiendo además el seguimiento de una enfermedad que se ha confirmado histológicamente y que ha recibido tratamiento; decidiendo en la mayoría de los casos la conducta indicada para un paciente, haciendo útil el procedimiento en el ejercicio normal del ortopedista, pediatra, internista, oncólogo, cirujano, etc., en busca de un diagnóstico correcto y por ende una conducta acertada, con el único fin de conseguir la curación temprana de una enfermedad o tomando una decisión paliativa en pacientes con enfermedades incurables por ahora.

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Agradecemos a todo el personal del Servicio de Medicina Nuclear del Hospital Militar Central, su valiosa y decisiva colaboración sin la cual no hubiese sido posible la realización del presente trabajo.

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