Insulinoterapia en Diabetes Tipo 2

Bogotá. La falla progresiva de las células pancreáticas lleva a un mal control de los niveles glucémicos con inicio temprano de la insulinoterapia. En los pacientes obesos es preferible usar la metformina sola o combinada con una sulfonilurea. Las metas de control glicémico son las de obtener cifras de hemoglobina glicosilada entre 6.5 y 7.0 % tomadas cada dos a tres meses.

Cuando los pacientes no están bien controlados con los hipoglicemiantes orales, es posible lograr un control al añadir unas 10 unidades subcutáneas de insulina NPH o glargina (de larga duración) hacia las diez de la noche (0.15 unidades/Kg/día).

Sin embargo más del 90% de los diabéticos tipo 2 presentan resistencia periférica a la insulina por lo que necesitarán dosis más altas. Si persisten niveles tóxicos de la glicemia (recordando que el umbral para la eliminación renal de glucosa es de 170 mg/dl), es preferible reemplazar totalmente a los hipoglicemiantes orales por insulina, la que deberá darse dos veces al día (dos terceras partes a las 7 a.m. y una tercera parte a las 7 p.m.) si se trata de insulina NPH o premezclada 70/30.

Si se trata de la glargina, es preferible aplicar una sola dosis de esta a las 9 p.m., con una dosis alrededor de un 20% que si trata de la NPH. A veces es conveniente asociar la garglina con la insulina lispro, pequeñas dosis quince minutos antes de cada comida, dosis que pueden varias dependiendo de si va a realizar un ejercicio especial, o si el volumen de la comida es algo mayor, aunque en las dietas para diabéticas se insiste en que los volúmenes de las tres comidas principales deben ser similares, y los de las tres intermedias también, aunque en mucha menor cantidad. Las horas de ingesta deben ser siempre las mismas.

La diabetes mellitus tipo 2 es una patología de alta prevalencia y gran repercusión a nivel de salud pública, la cual se está diagnosticando tardíamente en su historia natural. Actualmente, se está dando mayor relevancia a la disfunción de la célula beta desde el comienzo de la enfermedad sin dejar de lado la ya conocida resistencia periférica a la insulina.

Restrepo P, Sandoval JD. Aproximación práctica a la insulinoterapia. MedUNAB 2006; 9 (1): 51-57

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