Conexión Tourette
LA ACTIVACION DE LA CORTEZA MOTORA Y DE LA ÍNSULA -INDUCIDA POR FASTIDIO COGNITIVO
VISUAL- PROVEE LA CONEXIÓN ENTRE EL DESORDEN OBSESIVO COMPULSIVO Y EL SINDROME DE GILES DE LA TOURETTE
Miami. El síndrome de la Tourette (ST), El Trastorno de la Atención (TA) y el Trastorno Obsesivo compulsivo (TOC), ocurren simultáneamente en la clínica. Con Asperger y el Síndrome Esquizofrénico hacen parte del espectro autístico. Anne Schienle y colaboradores, miembros del Instituto de Neuro Imágenes de la Universidad de Giessen, en Alemania, describen ahora sus hallazgos en un grupo de pacientes con TOC estudiados por medio de Resonancia Magnética Funcional. Se comparo el grupo de estudio con un grupo control. El material de estimulo consistió de ochenta fotografías pertenecientes al Sistema Internacional de Fotografías Afectivas que representan las tres categorías denominadas Disgusto, Temor y Neutral. La primera categoría incluye entre otras, basura, comida podrida, vómito y gusanos. La segunda ilustra situaciones peligrosas como ataques por animales. Las fotos de artículos de casa, neveras, planchas, lámparas o de paisajes de la naturaleza, forman la categoría neutral afectiva. Una cuarta categoría consistió en fotografías de objetos o cosas que específicamente generaban fastidio o disgusto en los individuos con TOC. Las últimas fotos fueron tomadas por los mismos pacientes. Todo el conjunto de fotos se mostró por tres segundos en grupos de veinte pertenecientes a la misma categoría y calificadas por los individuos guiados por una escala de 1 al 9, basadas en su capacidad de causar fastidio o temor. Los sujetos del estudio contestaron un cuestionario sobre sensibilidad al disgusto con las subescalas siguientes: Muerte o deformación, secreciones corporales, podredumbre, poca higiene y alimentos causando rechazo oral. Al igual respondieron las preguntas del Inventario Maudsley para Obsesivos Compulsivos. Las imágenes se adquirieron utilizando un equipo de resonancia nuclear Sinfonía Siemens con poder de 1.5 Tesla. Se registraron 486 volúmenes empleando un gradiente T2 Ecoplanar con un grosor de muestra de 5 milímetros ulteriormente modulados con filtros de alta y baja frecuencia. Las imágenes se sometieron a proceso estadístico de acuerdo al programa preparado por el departamento londinense de Neurología Cognitiva Wellcome .Las fotos relevantes especificas para el TOC tomadas por los mismos pacientes generaron síntomas típicos del TOC y se asociaron a una activación hemodinámica de la corteza frontal , la ínsula , la circunvolución supramarginal, el núcleo caudado y el tálamo . Estímulos que causan temor y estímulos que causan fastidio pero no específicas para los pacientes también se acompañaron de activación de la ínsula, en contraste al grupo control o a la respuesta a estímulos neutros en todo el conjunto investigado.
Los hallazgos neuro-radiológicos y clínicos basados en la respuesta a los cuestionarios quieren decir lo siguiente:
1) Los estímulos visuales que causan mayor disgusto o fastidio son específicos para cada paciente y se asocian a compulsiones mentales neutralizantes o compulsiones de escape (“No tocaré la cerradura de esta puerta otra vez con mi mano derecha”).
2) La activación primordial de la ínsula en comparación a la activación de la amígdala refleja el hecho que la primera procesa el fastidio y la segunda el temor, y que los síntomas del TOC son mas “dolor moral “que temor primariamente. La ínsula es región anatómica importante en la, representación simbólica de los estados somáticos positivos de bienestar (o ausencia de malestar) y los negativos de disgusto. Los pacientes con TOC favorecen los estados somáticos negativos en general, de allí su “neurosis “, intolerancia a imperfección, al desarreglo y a la falta de simetría. En forma similar, el reclutamiento en estos pacientes de la ínsula, modifica y tiñe con tonos negativos de fastidio, amplifica y desvirtúa las percepciones autonómicas subjetivas. Esto último explica la tendencia a la somatización excesiva en el TOC.
3) La activación de neuronas motoras de la región parietal inferior, y de las circunvoluciones angulares y supramarginal, implica a la corteza de integración VISUOMOTORA. Informes en la literatura neurológica nos dicen que lesiones de la circunvolución supramarginal impiden la generación de la respuesta hemodinámica que sigue a la representación imaginaria de movimientos y que esta misma circunvolución participa en la recolección de frases memorizadas por medio de movimientos en lugar de memorizadas sólo por medios verbales ( por ejemplo la frase “corta el pan” se aprende en forma mas duradera imitando el movimiento complejo de cortar pan que cuando solamente se memoriza la acción motora sin acompañarla del movimiento físico ).
4) El punto tres ofrece una vinculación entre Tourette y TOC. La diferencia se basa solo que en el Tourette existe un escape neutralizante a la sensación de fastidio producida por la percepción de ciertos objetos, a la vivencia o al recuerdo de situaciones “nocivas”. El escape en el ST consiste en tics motores, ya que los tics mentales de pensamientos estereotípicos y la enunciación de frases repetitivas, son síntomas de ambas condiciones. Por otro lado, la verbalización de los estados somáticos negativos es un equivalente compulsivo linguomotor (lamentaciones continuas) en los dos desordenes neuro-psiquiátricos.
Schienle A, et al: Neural responses of OCD patients towards disorder – relevant, generally disgust-inducing and fear -inducing pictures. Int J Psychophysiol. 2005; 57: 69-77.
Daniel Jácome-Roca, MD Profesor Asociado Clínico de Neurología Universidad de Miami Colegio Médico de Darmouth
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