Cardiopatías Congénitas del Adulto

Medellín. La aorta bivalva, La comunicaciones inter-auricular e inter-ventricular, el conducto arterioso persistente y la enfermedad de Ebstein, fueron los diagnósticos más comunes encontrados por el servicio de eco-cardiografía de la Clínica Cardiovascular Santa María. Carlos Escobar, Mario Jaramillo y colaboradores estudiaron ocho mil ochocientas setenta y un eco-cardiografías trans-torácicas y trans-esofágicas en un periodo de dieciocho meses y encontraron ciento cuarenta y tres cardiopatías congénitas (con incidencia aproximadamente igual en los dos sexos), correspondiendo a 1.6% del total de cardiopatías.

La eco-cardiografía es un buen método diagnóstico para evaluar los pacientes con patologías congénitas cardiovasculares y da una información morfológica muy acertada. Con el Doppler se pueden calcular gradientes y presiones, con el color se valoran los cortocircuitos y con el ecocardiograma trans-esofágico se evalúan todos aquellos casos dudosos en los que hay que decidir qué tipo de patología tiene el paciente, y brinda detalles morfológicos más precisos por tener una mejor calidad de imagen.

En los Estados Unidos hay 500.000 personas mayores de 21 años con estas patologías y 25.000 niños nacen con problemas congénitos cardiovasculares, de los cuales el 85% llega a la vida adulta. Las cardiopatías congénitas en el adulto son numerosas y se han convertido en un problema clínico creciente, cuyo diagnóstico se hacen por primera vez en los adultos, aunque unos ya han sido corregidos con cirugía parcial o total y otros se manifiestan con complicaciones severas e irreversibles.

El estudio, publicado en la Revista Colombiana de Cardiología, muestra que la aorta bivalva es la cardiopatía congénita más frecuente y se asocia con estenosis aórtica, la cual se acentúa con la edad. Se calcula que el 73% de los casos tienen estenosis severa a los 70 años .

En este grupo se encontró que cuarenta por ciento de los pacientes tenía aorta bivalva coincidiendo con la frecuencia aceptada en la literatura. Treinta y cuatro pacientes no tenían insuficiencia o estenosis asociada, quince tenían insuficiencia aórtica menor de grado II/IV, ocho tenían estenosis importante, y tres doble lesión aórtica. La alta incidencia de aorta bivalva sin valvulopatía puede ser explicada por el promedio relativamente bajo de edad en nuestro grupo.

La comunicación interauricular –continúan los investigadores antioqueños- se hace sintomática en la segunda década de la vida: es la segunda cardiopatía congénita más diagnosticada en adultos después de la aorta bivalva y se calcula que equivale al 22% de todas las cardiopatías congénitas en adultos. Veintiseis pacientes tenían comunicaciones tipo ostium secundum, cuatro tenían comunicaciones tipo seno venoso y ninguno tuvo comunicación auricular tipo ostium primum.

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