Vegetarianismo

DR. GUILLERMO SÁNCHEZ MEDINA

Como la palabra lo indica el vegetarismo es la acción o el hábito alimenticio con los ve­getales absteniéndose de la carne o de lo que provenga del animal como la grasa, la gelatina, etc.

La dieta vegetariana también conlleva una actitud y estilo de vida en la cual se protege los animales y se prohíbe internamente el sacrificio de los mismos; aquí podríamos decir que es una razón naturalista y ecológica.

vegetariano y vege­tarianismo

Fue en septiembre de 1842 en Manchester que apareció la palabra “vegetariano” y “vege­tarianismo” como “dieta vegetal”, o “dieta pitagórica”, debido a que los seguidores de Pitá­goras seguían estas dietas.

En el Génesis de la Biblia aparece: “todo lo que se mueve o vive, o será para mantenimiento: así como las legumbres y plantas verdes, os lo he dado todo, pero carne con su vida, que es su sangre no comeréis”, (Génesis 9:3 y 9:4); en ese mismo libro del Génesis aparece también el siguiente texto: “yo les doy la tierra, todas las plantas que produ­cen semillas y todos los árboles que dan fruto con semilla; todo esto le servirá de alimento

(Génesis 1:29). En la caída de Adán en el paraíso terrenal, aparece el texto sobre la “prohi­bición de comer del árbol del bien y del mal”. En la misma Biblia en el Éxodo aparece el siguiente texto: “al caer la tarde comeréis carne, y por la mañana o saciareis de pan y sabrás que yo soy Geova tu Dios”. (Éxodo 16:12).

En el texto Levítico aparece el texto siguiente: “y la carne del sacrificio de paz en acción de gracias se comerá en el día en que fuere ofrecido; no dejarán de ella nada para otro día” (Levítico 7: 15-16), (Torres Amat, 1957).

En la India la vaca es sagrada y no puede matarse.

En la antigua Grecia, en el siglo VI a.C., se conectaba la dieta con la no violencia y fue promovida por los grupos religiosos y filosóficos; más adelante en el imperio romano esta práctica desapareció; sin embargo en el “Medio evo” volvió a renacer con prohibiciones con consumo de carne, pero no de pescado. En el Renacimiento resurgió la creencia, y en 1847 nació la primera sociedad vegetariana en el Reino Unido, que luego se extendió a Alemania, Holanda y otros países.

La dieta vegetariana prohíbe obviamente los huevos, la leche, el queso y todo lo que pro­venga del animal; sin embargo se acepta la cocción de alimentos, las harinas y los azúcares.

Existen otros hábitos como el “apivegetarianismo” en que se prohíbe la miel; el “crudi­veganismo” en que el alimento es crudo, sin ninguna cocción.

El vegetarianismo se puede conectar con el “veganismo” en donde se prohíbe utilizar vestidos con piel de animales. Otra de las tendencias relacionadas con el vegetarianismo es la “macrobiótica” en que se puede comer lo que se quiera según el “ying yang”, esto con el objeto de obtener libertad y satis­facción de las necesidades.

Otros es el “graniborianismo” (consumo de alimentos de grano); el “lactocereliano” (alimentación basada en productos lácteos y cereales); el “frutarismo” (con la predominancia de leguminosas y verduras); el “esteineriano” (proveniente del doctor Rudolf Steiner) que se ocupa no solo de la calidad y cantidad, sino de regenerar los cultivos continuos de donde proviene el alimento; el “eubiótico” (en que se combinan correctamente los alimentos, proteínas e hidratos de carbonos y grasas); el “pseudo vegetarianismo” (en donde se come menos carne); el “rexitariano” (que son vegetarianos pero con la excepción de cuando la situación social lo requiera; el “herbívoro” (solamente se alimenta con verduras y hiervas); el “no carnívoro” (no come carne de animales); el “pecetariano” (no come carne, leche o huevos, pero sí peces), (Medina Fuentes, 1993).

Dieta Vegetariana

Las motivaciones que se aducen a estas prácticas alimenticias son diversas: protección del medio ambiente, razones éticas, religiosas, no matar, motivos racionales de salud, la pre­sencia negativa de aditivos y hormonas, el no gusto por el sabor, del alimento, el amor a los animales y el derecho que tienen los mismos. Las razones religiosas y ecológicas, el perder peso, la reducción del hambre a nivel regional.

Existen también creencias o motivos éticos que se refieren a lo que ya se denominó la pro­tección de los animales, es decir, pro especies en que se reprocha la crueldad con la muerte o sacrificio del animal. La no necesidad de comer carne o pescado, porque las proteínas pueden adquirirse en los granos.

La deficiencia ecológica de poder alimentar a todas las personas del mundo por la limitación de la producción de las diferentes carnes. Existe una actitud y estilo de vida que se consideran más limpios y más sanos, y a los animales más contaminados. Aquí podríamos también interpretar psicoanalíticamente la culpa edípica en el sacrificio del animal totémico, y, al no sacrificarlo, no se produce la culpa edípica que significa el psicoanálisis la muerte del padre.

Actualmente existe la gran controversia en los ácidos DHA y EPA (ácidos grasos, omega tres) proveniente del pescado. “Los ácidos grasos omega 3 son ácidos grasos esenciales (el organismo humano no los puede fabricar a partir de otras sustancias) poliinsaturados9, que se encuentran en alta proporción en los tejidos de ciertos pescados (por regla general pescado azul el salmón), y en algunas fuentes vegetales como las semillas de lino, la semilla de chía, el sacha inchi (48% de omega 3), los cañamones y las nueces.

Inicialmente se les denominó vitamina F hasta que determinaciones analíticas más precisas hicieron ver que realmente formaban parte de los ácidos grasos. Algunas fuentes de omega 3 pueden contener otros ácidos grasos como los omega 6”, (Nettleton, 1991).

Se ha demostrado experimentalmente que el consumo de grandes cantidades de omega-3 aumenta considerablemente el tiempo de coagulación de la sangre, lo cual explica por qué en comunidades que consumen muchos alimentos con omega-3 (Inuit, japoneses, etc.) la incidencia de enfermedades cardiovasculares es sumamente baja (Uauy-Dagach; Valenzuela 1992).

Algunas experiencias sugieren que el consumo de omega-3 tiene efectos benéficos sobre el cerebro (Innis, 2008). También hay estudios que sugieren que el consumo de omega 3 du­rante del embarazo puede tener una buena influencia en el bebé (10).

Altas cantidades podrían disminuir los efectos de la depresión (Stoll, 1999), (Nemets, 2002), e incluso grupos de niños en edad escolar aumentaron notablemente su rendimiento después de ingerir pastillas con aceite de pescado rico en omega 3. Sin embargo, se debe tener cuidado al ingerir aceites de pescado como suplemento alimenticio, por el riesgo de consumir cantidades peligrosas de dioxinas, mercurio y otros metales pesados presentes en muchos pescados.

El omega-3 es un elemento añadido a ciertos alimentos funcionales que son enriquecidos artificialmente con omega-3 como puede ser la leche, la leche de soja, los huevos, (Simo­poulos, Salem, 1992), etc.

El riego que corren las dietas vegetarianas es que se lleven en exceso o inadecuadamente puesto que pueden conllevar anemias y carencias del complejo B y vitamina B12, hierro, calcio, fósforo, proteínas y otros elementos básicos; sin embargo, si la dieta es adecuada, suficiente, proporcionada en elementos, entonces será una dieta saludable que equilibra el metabolismo, sin caer en la obesidad, en los riesgos de cardiopatía, en presio­nes arteriales altas, puesto que hay menos calorías en general y de grasa y ricas en vitaminas en general, fibras y los otros elementos (hidratos de carbono y proteínas).

He ahí la vida en la alimentación, en la India hay un 40% de población vegetariana (68% mujeres 32% hombres), en el Reino Unido hay 4 millones de personas vegetarianas, en España solamente hay 0.5% (200 mil personas vegetarianas). En los Estados Unidos de Norte América pasó de 6 a 12.5 millones de vegetarianos entre el año 1985 y 1992.

Frutoterapia

Es la terapia por la ingesta de las frutas, esta creencia se conocía en el año 4000 a.C. por los sumerios al sur de Babilonia y así mismo los egipcios que luego lo asimilaron los Griegos y Romanos; más cuando las frutas contienen una variedad de elementos como vitaminas, minerales, grasas, proteínas, agua, enzimas, hidratos de carbono, ácidos, oligoelementos; y, así cada una de las frutas se descubrió que eran buenas para la vida, para el equilibrio orgá­nico por su química, física y la psicología; recuérdese aquí, la manzana de Adán que no era manzana sino seguramente otra fruta como la stevia rica en azúcar.

Se descubrieron 80000 variedades de frutas, 8000 contienen minerales.

Cada una de las frutas tienen una predomi­nancia en los elementos que contiene; por ejemplo el albaricote y el tomate la vitamina c; la cereza y la naranja el potasio y sirve como diuréticos y antioxidantes; la fresa, la naranja, las vitaminas E y C y el potasio; así como el limón y el “quiwi”, el mango, el melón, el meloco­tón, no solamente la vitamina C sino otras propiedades como laxantes; la pera las vitamina A, B1 y C y lo mismo la toronja; el coco la vitamina A, B y E además de hierro, sodio y potasio; la aceituna tiene los aceites y las vitaminas A, C y B así como el aguacate.

La almendra, el banano, la cereza, la ciruela, la guayaba, la papaya, el maracuyá, la sandía, la uva, todas ellas tienen sus vitaminas además de otros minerales, (Morales, 2002).

El punto fundamental es una alimentación sana, rica en frutas y alimentos producidos por la naturaleza, muchos de los cuales se han estudiado discriminadamente para ciertos efectos como aumentar la diuresis, desinflamar, regular el corazón, ser antisépticos, energizantes.

Las frutas se utilizan también en mascarillas, jugos. Obviamente se recomienda no utilizar los cítricos por la noche o abusar de cualquiera de ellos, o mezclar algunos frutos. Aquí recuérdese que muchos animales de la selva se alimentan únicamente con los frutos de ella, (Morales, 2007).

Bioenergética

En este tratamiento se utiliza la energía químico física de los organismos en los cuales se encuentran también los componentes hidratos de carbono, proteínas, ácidos nucleicos, mine­rales y vitaminas. Se entiende cómo los organismos captan la energía solar para la realización

de la fotosíntesis y transforma la energía en radiación química; por ejemplo, para la estructu­ración o conformación de la molécula de la glucosa; la energía es la capacidad de realizar un trabajo, o producir calor y de ahí se denomina la energía cinética y la potencial, la mecánica, la eléctrica, calorífica y luminosa, todas ellas tienen una fuerza.

La energía que se produce en los alimentos, se mide en calorías; una caloría es una can­tidad de energía necesaria para elevar la temperatura de un gramo de agua en las mismas condiciones en 1 (un) grado de temperatura en Celsius; por ejemplo, para elevar de 1 litro de agua en un grado; el calor liberado en una actividad física, por ejemplo la muscular da una reacción de calor.

Cada persona tiene una organización vital para gastar o nutrirse de las energías (calorías) y conservar su equilibrio vital; sin embargo, el estrés actual, las ansieda­des, la inconformidad, el nerviosismo y las ambiciones actuales producen mayor cantidad de gasto de energía, puesto que hay mayor trabajo físico, psíquico y emocional.

Por lo tanto, lo que se trata con esta técnica bioenergética es de manejar el estrés o los diferentes formas de gastar energías para llegar a un nivel negativo y así buscar medios o procedimientos para re­lajarse, descansar y nutrirse de energía solar, ambiental, descontaminante, utilizando también la luz, el color, el sonido, las formas, los campos electromagnéticos, las imágenes mentales, los contactos físicos emocionales apropiados, la musicoterapia, la imaginería, el apropiado manejo de la informática.

La consciencia social e individual, el asentamiento de las teorías existenciales con metodologías e investigaciones apropiadas, que conduzcan al hombre a una integración equilibrada en el proceso de enseñanza aprendizaje, en la adaptación a la sociedad y en no caer en la sociedad de consumo, de compraventa, en la equidad, con la ética y espe­cialmente en la realidad sin exigencias económicas, sociales, más sí con actitudes renuncian­do a la ambición de “poder tener”, para que predomine el “poder ser y el estar”.

También se recomienda no caer en la vida de los sentidos a través de la informática, radio y televisión e internet, sino en el límite de cada cual para aprender a ser feliz, estando vivo; y, no abusar de su energía vital, de la juventud o de la que lleva en la genética cromosomática.

De todo esto se desprende que hay que entender cada personalidad, cada grupo, la condición de libertad, de belleza, la capacidad de dar y recibir amor, la autoexpresión auténtica, sin mentir y sin mentirse así mismo, lo que significa aprender a vivir íntegramente sin riesgo a morir pero tampoco a arriesgarse a ello o negar el fin de la vida.

Para todo esto se recomiendan ejercicios musculares, ejercicios que comúnmente se rea­lizan en los deportes, en las recreaciones, y básicamente en “aprender a respirar” en forma adecuada, como también lo recomienda el Yoga, permitiéndose así sus necesidades básicas, la expresión de sus sentimientos y poder expresar sus emociones, de risa, llanto, protesta, sin caer en los extremos, pero sí teniendo en cuenta la opción de la alegría de vivir y soñar para alcanzar sus sueños pudiendo buscar ayuda cuando la necesite, descubrir su propia sexuali­dad, sin contradicciones y en especial dentro de ésta encontrar y descubrir el amor.

He aquí en todo esto un saber vivir; sin embargo, siempre está el (os) conflicto (s) que acompañan al ser humano, el cual algunas veces no es capaz de manejar por el grado de ansiedad, por eso ésta última es la causante de una variedad de disfunciones psico-físicas, las cuales muchas veces termina en la administración de psicofármacos, o se llega a la medicina alternativa comple­mentaria o cuando el sujeto tiene la fortuna termina en psicoterapia profunda o psicoanálisis, cuando no en la terapia conductual, cognitiva o sistémica.

Homeopatía

La homeopatía (del griego ὅμοιος homoios, ‘similar’ y πάθος pathos, ‘sufrimiento’) es un tipo de medicina alternativa caracterizada por el empleo de preparados altamente diluidos que pretenden crear los mismos síntomas que sufre el paciente.

Los conceptos de la homeopatía provienen de los principios orientales de curación que inicialmente se utilizaban como la sangría, la purgación, eméticos vomitivos y “las aguas o brebajes”; todos estos principios trataban de integrar al individuo con la naturaleza, el equi­librio individual, la existencia de un dinamismo vital que regeneraría o repararía la forma natural causada por las enfermedades; esta era una aproximación holística a la salud; estas ideas pasaron al occidente especialmente en la edad media; sin embargo, fue Samuel Hahne­mann (1755-1843) médico alópata clásico quien a finales del Siglo XVIII centró la premisa fundamental que “lo similar se cura con lo similar”.

La homeopatía ignora el método científico y se basa en fundamentos filosóficos axiomá­ticos no científicos. Este método homeopático afirma que cuanto más diluido esté un ingre­diente, en agua, más potente se hace; y, a esto se le llama dinamización, diluyendo progre­sivamente una sustancia, pudiéndose llegar a que ninguna molécula de la sustancia original aparezca y recurriendo a la premisa de la “memoria del agua” para explicar supuestos efectos terapéuticos sin ninguna base experimental y científica.

Aquí se puede entender que obra la “autosugestión” y el “efecto placebo” como una fuerza vital y con la capacidad de reaccionar ante perturbaciones internas o externas, lo que se denomina “ley de susceptibilidad”. Hah­nemann rechazaba la noción de que la enfermedad fuera una entidad separada o invasora e insistía que era parte del individuo total. (Hand, 1980); (Phillips, 2001), (Sanz, 2010).

El libro Materia médica pura (11)

Es un repertorio homeopático, un listado de síntomas asociados a sustancias o remedios, utilizado para identificar el remedio más apropiado para cada caso. James Tyler Kent, que publicó su repertorio en 1905, recoge unos 700 remedios diferentes. En la actualidad, se usan cerca de 3,000 remedios distintos en homeopatía, de los cuales 150 se consideran de uso común.

La preparación homeopática fue conocida como di­namización o potenciación por sus diluciones seguidas de agitaciones. “El factor de dilución se considera mucho menos importante que el número de diluciones sucesivas”. Estos proce­dimientos son preferidos en Europa, Estados Unidos e India y algunos países hispanoameri­canos. Según algunos que siguen estas creencias, los principios homeopáticos servirían como tratamiento para cualquier enfermedad inimaginable; sin embargo, en Australia, se creó en contra de esto el Consejo Australiano contra los fraudes en la sanidad.

Los defensores de la homeopatía dicen que el mecanismo sería irrelevante; por que según ellos funcionan y citan el ejemplo de la aspirina que se utilizó durante años sin saber cómo actuaba; otro desacuerdo fue con respecto a la quinina que provocaba fiebres que coincidían con las fiebres palúdicas; sin embargo hay una diferencia entre no entender el mecanismo de un medicamento probado y no encontrar ningún mecanismo de eficacia no probada.

Lo de tener en cuenta, es como en la homeopatía no existen métodos estadísticos o experimentales como medios controlados y aleatorios para control de las terapias.

Repitamos una vez más, la ciencia moderna está basada en el método científico racional con y en el cual se rastrea las propiedades biológicas de las sustancias, como cultivos en teji­dos y modelos animales, y se discriminan los mecanismos moleculares y celulares (normales y patológicos) de las funciones biológicas, e importa la verificación de los efectos terapéu­ticos, inmediatos, secundarios, mediante procedimientos objetivos, que se pueden evaluar científicamente.

En síntesis los homeópatas consideran que la medicina convencional científica, ve sínto­mas como signo de enfermedad y la homeopatía los síntomas son en realidad las defensas, mecanismos adaptativos, del cuerpo para combatir el mal; por lo tanto, deben potencializar­se los síntomas prescribiendo sustancias en dosis minúsculas.

Por lo expuesto los remedios homeopáticos pretenden estimular el sistema inmunitario colaborando con la curación; estos procedimientos son pseudo científicos y solamente como una alternativa extrema. Además se dice que la homeopatía, sí contempla al hombre en su parte orgánica, somática y psíquica y el impulso energético vital.

Los principios de la homeopatía son:

1. Fuerza vital;
2. La experimentación pura;
3. Lo si­milar se cura con lo semejante;
4. La individuación es la selección de los síntomas;
5. El prin­cipio de las dosis infinitesimales.

Se cree que la homeopatía tiene un efecto rápido y eficaz a bajo costo, que no lesiona los órganos y que sí es administrada por un médico clásico puede tener sus beneficios.

Personalmente pienso que aquí se incluye todas las creencias mágicas, la sugestión, la credibilidad, la fe, más cuando es aplicada al ignorante, al inculto, al niño; sin embargo, aquí los adagios “no hay enfermedad sino enfermos” y “no hay acción sin reacción” y “todo tiene un principio de causalidad” y “el ser humano tiene la capacidad de adapta­ción”; esto, si es que aceptamos las leyes físicas y cosmológicas conocidas hasta ahora.

(Lea También: Las Terapias con Ejercicios Físicos o la Fisioterapia)

Hidroterapia

El término procede del griego Hydro (ύδρο-,agua, griego antiguo ὕδωρ, hýdor) y Therapia (θεραπία, curación). Desde tiempos remotos ha sido utilizada el agua o mejor, ha servido para dar vida, para protegerla.

El agua ha sido fundamental para todos los organismos vivientes: micelas, esporas, hongos, bacterias, virus, células, plantas, organismos pluricelulares y mul­ticelulares; las plantas no se bañan pero les cae agua y atraen el agua para limpiar sus hojas y estas son el producto de la interacción de la tierra, el sol y el agua; la cual es absorbida por las plantas para transportar y participar en los enlaces moleculares; los animales buscan el agua no solamente para tomarla sino para bañarse; los seres humanos al nacer son bañados para limpiar su cuerpo.

Desde milenios atrás apareció el bautizo para limpiar el cuerpo y el alma, espíritu o mente. Cómo obra el agua en la piel del ser humano? La respuesta es simple, la lim­pia de microbios, de ácaros, lípidos o simplemente de cuerpos extraños.

El agua aplicada en forma externa relaja, contrae, estimula, purifica según los diferentes organismos y tempera­turas; de ahí surgió toda una dinámica, mecánica y química con el agua para prevenir y tratar lesiones, enfermedades; por ejemplo, una herida debe lavarse; un niño con altas temperaturas debe bañarse con agua fría; todos los días nos bañamos; en síntesis el agua tiene un uso diario en la higiene corporal; sin embargo es usada para recrearse o para tratarse en diferentes tras­tornos, traumatismos y reumatismos con aguas agrupadas o mineralizadas, (12).

Si bien antes de los griegos, egipcios, mesopotámicos y chinos la usaron, Hipócrates padre de la medicina la recomendó con frotaciones de baño frío y fue quien observó cómo el agua caliente enfriaba el cuerpo o la fría lo calentaba.

Celso, el cicerón de los médicos, utilizó el agua para curar el dolor de cabeza y el estómago; Galeno la recomendó con los baños fríos en los ataques febriles; Carlo Magno la usó para diversión; Bander Heyden (1624) la usó en la disentería y así sucesivamente se fue recomendando; y, todavía se recomiendan baños simples, parciales, a vapor, de contraste de temperaturas, a presión, agua combinada con electricidad, hidromasaje termal, duchas, chorros, aditivos, compresas, lavados, abluciones (agua derramada sobre el cuerpo) y la terapia de caminar descalzo encima del prado con el rocío de la mañana antes de desayunar (algunos lo hacen después).

Esta terapia como muchas otras, obra en combinación con todo el contorno armónico, físico, acústico, visual, olfatorio, sinestésico que tenga o transmita la sensación de bienestar, de abajo a arriba o viceversa, estimulando los receptores de la piel para conseguir la tranquilidad o paz o el bienestar que el ser humano en el fondo busca, desea, y que implica la vida que incluye el progreso; para ello se requiere una integridad respetando valores éticos y estéticos y por ende culturales, lingüísticos para poder comunicarse a diferentes niveles.

Todos conocemos los balnearios, los “spa”, los centros de talasoterapia (hidroterapia ba­sada en aplicaciones de agua marina con algas, harina y otros), frotación o baño con toalla caliente, no sin descontar los baños termales (con distintos minerales) que están regados porel mundo.

Es bien conocido como la hidroterapia tiene una acción tranquilizante, relajante y sedante (con baños como saunas, baños con especies o sales).

La hidroterapia tuvo un gran éxito en el Siglo XIX y XX, especialmente en los balnearios en Europa en que se suponía no solamente curaba enfermedades sino ayudaba a la nutrición y favorecía la eliminación de sustancias tóxicas, en las anemias, en los obesos, en la prevención de resfriados, en las reacciones nerviosas de estrés, baños en los pies, baños vaginales, duchas nasales y como ya se mencionó en otra parte, con masajes, para dolores musculares o estimulación de la circulación.

De una u otra forma el agua está presente siempre en la vida del ser humano. Téngase en cuenta cómo el agua está presente en el hombre en un 65% al 75% de su peso en agua. Existen algunas indicaciones complementarias en las cuales se sugiere dietas ricas en ingesta de agua con el criterio de “lavar el organismo”; lo positivo es tomar agua o líquidos en cantidades suficientes para hidratar el organismo y mantenerlo en forma equilibrada. (Perry & Rengifo 2003).

Relajación

La relajación es la acción de “relajar” el cuerpo y la mente de tensiones correspondientes a cada uno de los campos, más cuando se produce la tensión como una reacción al estímulo

por estrés. La relajación se usa para encontrar la tranquilidad y solucionar las ansiedades que embargan al sujeto; para ello se utilizan los órganos de los sentidos con movimientos activos o pasivos que relajen el cuerpo; así se llega a un estado de calma y control.

Por lo general, se contraen los músculos como una protección por excitaciones o por tonicidades debido a ten­siones emocionales y o al producirse por acción voluntaria de defensa (resistencia) o exceso de trabajo, la relajación se adquiere en primer término a través de la respiración, del descan­so en posiciones sin tensión; esta última se logra también observando un paisaje armónico, tranquilo; es decir, utilizando la visualización para modificar situaciones tensas, y hacer que el cuerpo se distenciones.

Por lo general, cuando la persona está tensionada sus músculos se contraen y hay descargas físico químicas y aún eléctricas en las contracciones; de ahí que los ejercicios de respiración y los del yoga pueden producir relajaciones para mantener una buena salud cardiovascular y respiratoria. He ahí la práctica de la “jata yoga” u otros ejercicios que alcancen un equilibrio.

La relajación se asocia también a la meditación y contemplación, (ver meditación y yoga), (Eliade, 1998).

Se supone que dentro del sueño se produce una relajación muscular; sin embargo, el sujeto debe liberar sus ansiedades y hacerlas conscientes.
Así mismo debe hacerse con los miedos, las agresiones y rabias o frustraciones para que no queden en el inconsciente y sea ese funcio­namiento el que comande al sujeto con la agitación que conlleva estímulos cardiacos, respira­torios, vasculares y con efectos en el sistema neuro-vegetativo y así en los diferentes órganos endocrinos o gastro intestinales, genitourinarios y aún en el inmunológico.

Por lo general, desde tiempo atrás se ha creído como los elementos naturales como el agua, el fuego, el aire y espacio dan orígenes a posiciones de relajación.

Estas técnicas obviamente son naturales, y actúan en forma general en el bienestar general del ser humano, más no es una medicina alter­nativa a ninguna enfermedad sino las que afectan las contracturas posiciones o de tensión más sí participan en el bienestar general humano.

Por lo general una persona relajada, tranquila en la vida permite o coadyuva a que sus funciones psiconeurobiológicas se realicen sin mayor dificultad y en forma libre y natural.


9 Los ácidos grasos poliinsaturados son ácidos grasos que poseen más de un doble enlace entre sus car­bonos. Dentro de este grupo encontramos el ácido linolénico (omega 3) y el linoleico (omega 6) que son esenciales para el ser humano. Tienen un efecto beneficioso en general, disminuyendo el colesterol total. El exceso implica la producción de compuestos tóxicos. Se pueden obtener de pescados azules y vegetales como maíz, soja, girasol, calabaza, nueces. (Mangels, 2005).

10 https://www.bmj.com/content/344/bmj.e184.short?rss=1 Consultado 15-2-2012

11 La “Materia Medica Pura” fue escrito por el Dr. Samuel Hahnemann. Existen seis volúmenes y se mencio­nan 61 medicamentos contenidos en estos volúmenes que primordialmente continúan siendo al día de hoy el fundamento de la homeopatía. Escritos hace más de 200 años; estos textos datan de finales del siglo XVIII.

12 “La hidroterapia estuvo muy en boga en Europa en la segunda mitad del Siglo XIX, con resultados fa­vorables al decir de muchos. En París abundaban las clínicas privadas destinadas a ello, que tendieron naturalmente a los líderes y pintores de ‘moda’.

La de los doctores Blanche tenían mucho renombre al igual que sus baños de 10 o 12 horas diarias calientes o fríos de acuerdo a la patología de los enfermos (¡)”, (A. De Francisco, 2012).

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