Nuevas Fronteras

XIX

DR. GUILLERMO SÁNCHEZ MEDINA

“Hay personas que permanecen es­clavas en la ignorancia porque no se atreven a pensar, dudar, preguntar y cambiar”.

Introducción

Cuando inicio los textos de este capítulo el calenda­rio muestra que estamos en Mayo del 2014. Con esta cita trato de ubicar al lector en la historia de la ciencia a través de los años y que cualquier estudiante puede pensar inmediatamente en los conceptos de los griegos: Sócrates, Platón, Aristóteles y todos los que le siguieron; y, a la vez los pensadores de Mesopotamia, de Egipto antecesores a los griegos.

Aquí no trato de traer un resumen de la historia de la ciencia sino más bien de hacer un corte muy sucinto, o un pare, en este viaje en donde se plantean múltiples pensamientos y de lo que podemos entender leyendo todos estos textos de 18 capítulos anteriores sobre la “frontera” de la ciencia.

Concepto de frontera

En primer término hay que pensar: a ¿qué se denomina frontera? La respuesta la encontra­mos en los diccionarios como “el límite” de algo. Los límites a su vez, los podemos observar en el universo que también es ilimitado; esta contradicción se fusiona con el concepto de espacio, tiempo e imaginación, y los conceptos de la física moderna, en especial la cuántica u ondulatoria, en que se postula cómo una partícula puede estar en dos sitios al mismo tiempo (véase capítulos XII y XIII).

Los límites los concebimos por las matemáticas y la geometría, y obviamente la física, la química, la misma historia, la biología y la psicología, etc.; por lo tanto, los límites están en todas las ciencias.

Los conceptos de las “nuevas fronteras” pudieron originarse desde la aparición de las ciencias:

Cuando nació el pensamiento filosófico y matemático; las diferentes matemáticas fueron apareciendo en Egipto, en Mesopotamia, en la India y en Grecia; así mismo ocurrió con la geometría y los diferentes conceptos de ciencia que pueden haber provenido semejante a la misma génesis del concepto de Dios o de la teología, es decir como una sensación y senti­miento acompañado de un pensamiento proveniente de la imaginación.

Con esto quiero hacer alusión al nacimiento del pensamiento y de la palabra en el ser humano, el que fue desarro­llado en el capítulo V. Posiblemente de la misma manera aconteció con el de la aritmética, el algebra y el cálculo, para el intercambio comercial; y, así se originó el oficio de los números; la química, el concepto de espacio y tiempo, el saber y poder el de la política, el de la guerra, el de las limitaciones geográficas socio-políticas, el mismo tiempo que marca la historia con los límites de la mente, el pensar y no pensar de la memoria y el olvido, de la guerra y la paz, del pasado, presente y futuro, de la agricultura, la industria, la máquina, para llegar al compu­tador y el internet de nuestros días, (1).

Es de advertir que cada ser humano tiene sus fronteras a diferentes niveles de creencias, de fe, de la intimidad, de los valores y verdades, que ubicamos en el mundo interno, del esquema corporal, de las costumbres socio-culturales, de las ideas políticas y religiosas y de su propia capacidad de pensar en donde interviene la razón y la sinrazón (racional e irracional), además de todos los límites que tienen los afectos conectados con la vida emocional de cada quien en su propia sensibilidad y estructura psíquica.

Cuando pensamos en frontera no significa que tenga que ser solamente un milímetro, un micrómetro o nanómetro que son medidas espaciales; sino también pueden ser conceptuales; aquí debemos poner atención a cómo cuando pasamos de un campo a otro nos encontramos con el límite o la frontera y observamos una diferencia de lo que hay (que era y estaba), y, así ha ocurrido a través del tiempo.

La historia de la ciencia ha cambiado a través de los mile­nios, sin embargo, hay conceptos que se retoman; por ejemplo, el concepto de átomo de los griegos es diferente a la de nuestros días, pues nos referimos a los electrones, al núcleo con protones y neutrones y a las partículas de los quarks.

Sin embargo, siguen vigentes las leyes de Newton en sus distintas concepciones con sus modificaciones; el mismo concepto de luz cambió del año 1800 al año 2000; así mismo técnicas, métodos de investigación, integración de conceptos de ciencia y espiritualidad, temas ya planteados en capítulos anteriores.

Obsér­vese que muchos fueron los pueblos que han aportado a la ciencia, como los vedas y después los hindús, los chinos, los egipcios, griegos, romanos, el pueblo israelita con los profetas y luego en la edad media para llegar a nuestra Edad Moderna; la misma concepción y noción del alma e idea de Dios, en cierto sentido, sigue vigente pudiéndose comprender las distintas perspectivas, (2), (3).

Paul Strathern escribió en el año 2000 la obra: “Mendeleyev’s dream. The Quest for the elements” con la traducción española “El sueño de Mendeleiev, de la alquimia a la química” (citado por Peter Watson en la obra “Ideas: historia intelectual de la humanidad”, 2006), que en sus conclusiones escribe cómo: “Platón es famoso por haber considerado que la mente era superior a la materia”.

Difiero de la aseveración de esa postulación, porque la mente es una función integrada en un sistema que lleva a la consciencia, lo cual es la trascendencia que tiene el hombre en el universo conocido, unido a la vivencia del ser; no existe mente sin materia-energía aquí podemos hacernos la pregunta: ¿en dónde está la superioridad en la materia o en la energía que se alterna en su presencia o el producto en la función: la mente?; lo físico es la estructura que soporta la función comprobada por las matemáticas, y, el cerebro se construye también matemáticamente gracias a la presencia de materia-energía; la mente también es como se mencionó antes, una integración de funciones dinámicas estables e ines­tables que llevan a tener consciencia del Yo del ser, (Ver obra del autor: “Cerebro-Mente.

El pensamiento cuántico”, (2009), (4).

De tal manera, pensemos en el instinto epistemológico, en la curiosidad, en la necesidad de saber y conocer, y buscar lo desconocido y encontrar los principios de causalidad a dife­rentes niveles en los diferentes campos que podamos explorar; de tal forma, cuando se hace una investigación en una determinada área, llegamos a un límite que podemos decir que es el inicio de la frontera, la cual tenemos que traspasar para entrar a otros espacios de conoci­miento, la mayoría de las veces con los mismos métodos, los cuales tenemos que evaluar, para conocer si se pueden modificar para ir más allá; la ciencia lo ha hecho.

Es así como gracias a las matemáticas, a la física, química biológica y cosmología, hemos dado grandes pasos en la investigación con nuevas tecnologías en la genética, en las comunicaciones así como en el conocimiento de lo que hasta ahora sabíamos (con todos sus límites) del espacio sideral.

Aquí no se puede negar cómo todas las investigaciones se realizan no solo con y por la necesidad y el deseo, sino por una reflexión intelectual y científica, sin descartar lo histórico, empírico, real o no.

Las reflexiones pueden convertirse en un poder y de ahí que nos refira­mos al “poder de la reflexión” puesto que en ocasiones pensamos que es necesario buscar poderes psíquicos o poderes del conocimiento (ver capítulo IV), para solucionar problemas emocionales subjetivos u objetivos de la realidad, y, silenciosamente, rogamos porque se nos ocurra o se nos ilumine el camino del cuestionamiento; y, para ello acudimos a las creencias, a la fe, a los conocimientos, o nos valemos de la intuición, o nos acercamos al camino de la espiritualidad.

Y así también se puede llegar en la imaginación a la creencia de los pseudo poderes, de los fenómenos paranormales, a los de la meditación con los que es factible arribar a la evaluación o integración de nosotros mismos (“sí mismo” o “mismidad”), y a todo el mundo externo, sintiendo la comunicación o el estar en el cosmos; esto último es la vivencia cosmológica la cual puede aparecer en místicos y espiritualistas, artistas, en creadores, en ge­nios o simplemente en transes originados por sustancias psicoactivas alucinantes que llevan a la sensación de confusión con el cosmos o con el Todo y así se deja la individualidad a un lado, (5).

De una u otra forma, es posible que nuestra mente pase por quedarse en blanco, y de pronto venga una asociación nueva; es decir, algo que no se veía, algo distinto que no se sabía que aparece como sensación o percepción o representación de que está la presencia, no de la nada sino de una cosa o un algo; es un indicio o muestra que puede ser una señal que asombra y que produce sorpresa y se vislumbra la presencia de un ser, un ente, una cosa.

A esa idea le podemos dar la connotación de intuición y aparece la respuesta o la solución a los cuestionamientos.

Así también ocurre que si dejamos libre, a la mente se le da una facilidad de acceso a entrar en la dimensión tópica de lo pre o inconsciente, y, es aquí cuando se sitúa la psiquis en una posición de fácil recepción de la información que puede incluir respuestas anheladas; este fenómeno pertenece a la ya desarrollada temática de la intuición y a la que personalmente en el año 2002 denomine por escrito el “azar determinista” y que fue elabo­rada en la obra. “El azar determinista.

El lazo del destino”, (2011) en la cual traigo múltiples ejemplos; pienso que sabios, genios, científicos, literatos, artistas de distintas clases, místicos, espiritualistas y múltiples personas en la vida, pueden alcanzar ese estado transitorio, en don­de tiempo y espacio se diluye y lo que se encuentra es como si se abriera un nuevo espacio, o si se corriera un velo, o si se pasara a una nueva frontera de conocimiento sin mayor es­fuerzo.

A este fenómeno hago alusión en otra parte de estos textos, ubicándolo en lo que he denominado “espacio y/o proceso intermedio” en donde opera la creatividad y, en donde vale la pena anotarlo, participa la “atención flotante”, y a la cual nos referimos los psicoanalistas como aquél estado en que el terapeuta analista se queda en una posición pasiva sin realizar ningún esfuerzo de atención y de pensamiento reflexivo para hallar un camino de reflexión y recepción del inconsciente, el paciente en psicoanálisis, (6).

Este fenómeno no se puede clasificar como paranormal sino simplemente un estado men­tal psíquico en que el sujeto amplia los receptores de información externa e interna a nivel de la sensopercepción, representación y pensamiento.

He aquí un ejemplo de una nueva frontera que debe investigarse más y mejor puesto que es factible de confundirse y/o conectarse con la llamada telepatía expuestas en los textos (capítulo X). En la relación paciente-terapeuta opera la comunicación dual, no solo consciente sino inconsciente operando los procesos transfe­rencia-contratransferencia.

Todo esto puede seguir una investigación en que se incluya la comprensión de operatividad de la física ondulatoria.

Cuando nos referimos a nuevas fronteras nuestra imaginación nos lleva a diferentes cam­pos, y los conceptos pueden volverse difusos y complejos; sin embargo, tenemos la capacidad de centrarnos y encontrarnos un punto específico, que en el caso que atañe a esta obra, es el pensamiento específicamente mágico y el de la ciencia, ya bien discutido, (7)

De un u otra manera nos encontraos de todas formas con los límites fronterizos de la ciencia de que: “es y no es”, “¿es verdad o no?”, “¿está comprobado con certeza o no?”, ¿se puede demostrar y es objetivizable? Cuando utilizamos estos últimos términos tenemos una tendencia a cuantificar, geometrizar y demostrar con los órganos de los sentidos o con la tecnología con instrumentos específicos lo nuevo que se puede conceptualizar; sin embargo, hay muchos elementos no visibles y no cuantificables que existen; es así como las fronteras en la física y la psicología (psicofísica) que son más difusas que en la matemática; y en la misma materia y antimateria interactúan a través de campos distintos.

De la misma manera, ocurre con la energía. Igualmente nos encontramos con los conceptos de probabilidad cuán­tica, incertidumbre física, y conceptos borrosos de fronteras que en ocasiones se nos pierde en esa inmensa imaginación que nos acompaña; así también ocurre con los objetos fractales cuando a simple vista podemos decir que existe un ángulo y una curva y si la estudiamos muy profundamente se nos desvanece el concepto.

A su vez el concepto de nueva frontera (8) puede presentarse “a priori” o descubrirse a “posteriori”, y aquí entraría la teoría cuántica de campos relativistas de los últimos tiempos.

Una de las ideas que nos puede confundir aquí es la de los límites de las fronteras; por ejem­plo, cuando nos referimos a la cinta de Moebios o a la botella de Klein; y, por otra parte, los conceptos espaciales de gusanos intergalácticos y múltiples espacios curvos.

Otro de los ejemplos que podemos plantear aquí es con la pregunta: ¿cuál es el límite del inconsciente individual? ¿Será que este inconsciente se pierde en el inconsciente colectivo? La respuesta la dejo para reflexionarla.

Si ya hicimos la pregunta ¿qué es una frontera?

Ahora se nos ocurre preguntar: ¿por qué y para qué existen fronteras? La respuesta del porque todo elemento tiene sus límites y, todo lo que es, tiene sus límites; aquí la pregunta: y, ¿el espacio, el vacio tiene sus límites? La res­puesta puede construirse con el concepto de límite, el cual lo da lo que existe, lo que está ahí, el objeto materia y energía; más el espacio persé, es infinito o no conocido.

De aquí podemos deducir que el espacio existe por y para ser lo que se es; por ejemplo nuestra imaginación tie­ne sus límites; más allá no es imaginación.

Surgen aquí otras preguntas cómo, cuándo, dónde y cuánto operan las fronteras? La respuesta nos la da los mismos textos anteriores puestos que dependen a qué concepto o idea nos estamos refiriendo, incluyendo todas las ciencias.

Al tocar aquí estos distintos conceptos de nuevas fronteras, lo hacemos como ya se expli­citó refiriéndonos a los límites de la investigación de las diferentes ciencias.

Por lo general, las fronteras tienen sus barreras defensas, resistencias, dificultades y estas se extienden de acuerdo a la clase de límites a que nos refiramos; por ejemplo, existen los límites físicos o físico-químicos y otros mentales, políticos, sociales y económicos y aún histórico de valores, etc.

Entendido así podemos hacer alusión a los límites de cada cual que físicamente parten desde la piel del cuerpo y del campo sensoperceptivo (al cual me referí en alguno de los ca­pítulos anteriores) y el cual física y geográficamente tiene el cuerpo en un campo que parte desde 0 a 30 cmts., 30 a 50 cmts., de 50 a 80 cmts, de 80 a 120 cmts., hasta 2.80 mts, según el individuo; más allá se pierde la sensopercepción, o más acá, se penetra en el esquema corporal y de la intimidad de cada cual; las fronteras en los países tienen también sus límites muy bien definidos en la cartografía, mas en la realidad en ocasiones es un supuesto o una realidad intangible.

Sin embargo, el hombre se pelea y entra en guerra por sus propios límites de territorio que representa el límite de cada cual, por su propia identidad, además téngase presente cómo es necesario e indispensable tener en cuenta el factor tiempo, más cuando el ser humano ya rompió la barrera del sonido y la relación hombre hombre-espacio y se ha venido reduciendo cada vez más; por ejemplo hace 80 años el trasladarse a París, Londres, Nueva York. Los Ángeles, Tokio, Jerusalén, Nueva Delhi, Moscú, Hong Kong y tantos otros lugares se requería de semanas o meses; hoy son horas de vuelo y si es para comunicarse se utiliza un satélite en forma inmediata.

Con respecto a las fronteras en las ciencias depende a lo que nos refiramos; por ejemplo, los físicos químicos, los biológicos, los anatómicos del cuerpo humano o las conceptualiza­ciones de acuerdo con los modelos del pensamiento a que hagamos alusión.

Una frontera que ha estado siempre presente es la eficacia de la razón en la educación de la salud a diferentes niveles desde el principio en el núcleo familiar, el embarazo, el parto, la lactancia, la primera y segunda infancia, la pubertad y la adolescencia con las edades de pre y escolar de primaria, secundaria y luego la universitaria y tecnológica.

En todas ellas es necesario enseñar la salud física, mental y social, además de la información general y luego la profesional; para todo esto se requieren instituciones en que la enseñanza sean continua, efi­caz, con dirección y ordenación, coherencia y obviamente una organización, la cual requiere orden en programas, coherencia en los métodos, dedicación y perseverancia en forma gene­rosa; la misma ciencia debe ser enseñada con eficacia en la labor.

Lo que es de observación común son las dificultades que existen en toda esa organización, pues existen limitaciones por el poder político; la misma economía limita a las instituciones y al ser humano.

En realidad también debemos contemplar la enseñanza tanto de la ciencia como el arte y el humanismo; es de observar que no se observan sino muy escasos personajes que estimulen la investigación y por lo tanto los trabajos son limitados y la divulgación es escasa y realizada por científicos que ponen sus esfuerzos personales al servicio de la ciencia.

Las instituciones que dedican sus presupuestos y tienen la investigación dentro de los currículos vitae no solamente deben ser dignas de respeto, sino de apoyar lo meritorio que existen en esas políticas de investigación.

Otro aspecto a considerar son las consecuencias que tienen los poderes políticos y económicos de los Estados para enseñar la apertura que puede aparecer en el cono­cimiento de la filosofía; sin embargo, en otras ciencias por ejemplo, en la psicoanálisis no es rentable para ninguno de los poderes, pues se trata de investigar fundamentalmente al propio individuo en aras de conseguir consciencia de sí mismo, renunciando a ciertas gratificaciones.

El desarrollo del mundo científico en el futuro podría realizar una labor más loable. El poder en beneficio del desarrollo de la ciencia implica también que es para un crecimiento de las instituciones y aún del Estado en donde se estudie, investigue y enseñe dichas ciencias. Aquí repitámoslo y explicitémoslo cómo el poder político y económico está más al servicio de una ciencia institucionalizada y no el poder derivado de la libre creatividad.

Por lo señalado aquí, entiéndase cómo las consecuencias y conclusiones nos lleva a con­cebir que hay una ausencia hasta que se haga consciencia de la mejor inversión en una buena educación con programas diseñados para una educación integral, física y mental que debe ser continua desde antes del nacimiento hasta la muerte..

Otros conceptos con respecto a las fronteras

En textos anteriores se hizo alusión a cómo el ser humano investiga, busca lo que no sabe; y, uno de los caminos es investigar sus orígenes y cómo se realizó la génesis del universo y el ser humano partiendo de la energía, apareciendo la materia, el agua, la tierra y el cielo; luego se preguntó cómo se llegó a la posición bípeda, al lenguaje, y se descubrió el fuego, los entierros, las honras fúnebres, la música, la danza, el arte, el concepto de belleza; o la evolución y desarrollo de la inteligencia social, natural y las técnicas, las leyes, la justicia, la palabra escrita, las sílabas y las vocales, los mitos, así como toda la evolución biológica, los conceptos de organización política, los intercambios comerciales, los números, para llegar a las armonías y ordenaciones.

Así mismo se pregunta sobre cómo se originó el concepto del alma, y las diferentes creencias de distintos tipos, en especial las religiones, el comercio, la rueda, la utilización de la navegación, el dinero y así sucesivamente.

(Lea También:Tiempo, Espacio y Nuevos Conocimientos)

Uno de los temas impactantes o trascendentes, es de cómo apareció la consciencia, el Yo y el no Yo, tema que ha sido bien desarrollado por el psicoanálisis y la psicología cognitiva y conductual las cuales se interrelacionan con las ciencias biológicas, físico químicas, antro­pológica.
Sin embargo, se requiere traspasar, ir más allá de estos conocimientos que hemos obtenido y así realizar interconexiones con las otras ciencias sin negar todo lo subjetivo y objetivo que participa en la educación y aprendizaje o formación en las distintas épocas y culturas; al mismo tiempo, en la actualidad ha tenido un viraje mucho más intensa para ense­ñar a pensar y tener conocimiento; este se ha realizado gracias a las políticas sociales que se aplican a los estudiantes hoy en día.
Por ejemplo, muchas escuelas o colegios, los alumnos utilizan el internet, el Ipad, la tablet; para esto se requieren políticas económicas para proveer de la tecnología; ya muchas veces los tableros no son de madera y tiza o papelógrafo, sino de imágenes virtuales promovidas por la acción digital y así se abrieron las puertas a un conoci­miento más veraz, más profundo, más directo y ágil.

Téngase presente que cualquier intento de atravesar límites en la ciencia, hay que realizar una adecuada y buena planeación con programas en los diferentes procesos y desarrollos que puedan ocurrir en el conocimiento, y, finalmente llegar a la experimentación con metodolo­gías integradoras y/o integrativas.

No nos olvidemos la necesidad real de la semiología y/o la semiótica como método coherente con el cual se puede estudiar cualquier cosa realizando: paralelos, comparaciones y encontrando sus resultados. Aquí vale la pena advertir que para muchas personas la semiología es la “filosofía del todo” o la llamada “totología”.

De una u otra forma siempre está presente la sensopercepción, la razón la lógica racional, no sin olvi­darnos que por debajo y en forma latente, pueden subsistir el pensamiento ilógico y mágico omnipotente que no nos lleva al conocimiento real, más sí puede alterar el sentido; este último debe ser dirigido lógicamente haciendo una interconexión entre la realidad externa y la inter­na, la fantasía consciente y la inconsciente, la expresión formal e informal, y en síntesis hacer la interconexión de lo consciente con lo inconsciente y viceversa.

Todas las ciencias tratan de demostrarse a través de la aplicación de sus o diferente meto­dologías, las cuales pueden producir y descubrir cosas nuevas; es así de tal manera, cómo la tecnología ha avanzado y seguirá avanzando.

Sin embargo, los jóvenes piden más y nuevos modelos para aplicar y comprender la realidad en forma simple, sencilla y así tener la capaci­dad de poder ser y tener con sus derechos, deberes y sus creencias; he ahí toda la informática y el mundo conectado a través de las comunicaciones y el transporte; todo esto nos puede dar seguridad, conocimiento a través de distintos mensajes, así como la capacidad de analizar e interconectar grandes cantidades de información en un instante, gracias al “software” y “hardware”, capaces prácticamente de “predecir el futuro”.

Así mismo encontramos toda la información con los diferentes programas y métodos electrónicos de servicio de la informa­ción; por ejemplo el “de Amazón”, o de “Google” todo esto para acelerar el conocimiento y obtenerlo en segundos y guardarlo para tenerlo ahí en forma inmediata, cuando sea necesario, no sin tener el temor a las llamadas caídas de información, más con posibles escapes que dan soluciones a las diferentes fallas experimentadas.

Aquí es necesario tener en cuenta que no toda la sociedad e inclusive los académicos están en capacidad de obtener esas informaciones de manejar el computador, el Ipad, el Iphone y la “tablet” cuya información puede aparecer en diferentes idiomas, más cuando el mundo está cambiando todos los días y los Académicos tienen la tendencia a fijar sus conocimientos y há­bitos y poner en duda lo nuevo, las nuevas investigaciones y desarrollos, así como los valores y conocimientos de otros, cuestionándose si será válidos o no, y qué calidad práctica pueden tener.

Además el estudiante de hoy pide respuestas espectaculares y definiciones cortas, cono­cimiento que no permiten cuestionamientos y/o el esfuerzo de pensar y menos de memorizar; la misma libertad no es la misma, así como la calidad y capacitación de un joven estudiante de medicina a un médico entre 35 y 65 años y mucho menos de 65 a 85 años, puesto que se supone que, a esas edades 65 en adelante, el conocimiento comienza a disminuir en la capa­cidad de aprendizaje, en la memoria, en la sensopercepción, en la atención, en los problemas de reconocimiento, en los sistemas de vida, en los mismos métodos analíticos dialécticos o problemáticos y aún en las acciones cooperativas, puesto que el individuo va evolucionando y se va cristalizando, y, así mismo sus sistemas de pensamiento se convierten en dogmáticos, informáticos, cuando no enciclopédicos, sin dar saltos de rebeldía, pues ella ya pasó pues se quedó allá en la pubertad y adolescencia.

De tal forma es como llegamos a cierto estaticismo, cristalización y colonialismo mental, puesto que, todo lo demás, puede aparecer como una revolución no aceptada, una insurrec­ción a lo cotidiano, a un sometimiento, a lo importado o a un pensamiento prestado. En rea­lidad son pocos los profesionales que no paran el cuestionamiento y con él la investigación acompañada de una continúa autocrítica.

Con toda esta presentación de conceptos no se entienda que podamos generalizar que esto ocurre en todos los sujetos, pero el promedio es que desde los 65 años en adelante len­tamente se va produciendo una cristalización progresiva (como ya se explicitó, no en todos los casos) para el conocimiento y capacidad de integrar distintas disciplinas y modelos; más aún, los jóvenes viven el modelo que les da seguridad en el conocimiento y se aferran a él y a una técnica que les de confiabilidad, certeza, no sin contar con prejuicios, sensaciones de precaución, desconfianza, reserva; a su vez el ser humano, mayor es más prudente, prevé, es cauteloso, receloso, reservado, discreto y aún silencioso porque no quiere fallar o porque no le interesa puesto que ha perdido motivación; y, el joven por el contrario falla y aprende muchas veces del “ensayo y error”.

En unas obras publicadas anteriormente: “Creación Arte y Psiquis”, (2003) y en “El Azar Determinista.

El Lazo del Destino”, (2011) me refiero a la capacidad creadora y a los creadores que han pasado por la historia y cómo se encuentra que a los 40 años aproximadamente, comienza el gran desarrollo de la creatividad y cuando llega la edad de la vejez (que tenemos que aceptarla y vivirla con dignidad) se inician procesos en donde se encuentran una disminución de la capacidad de trabajo y de imaginar no sin contar las enfermedades o trastornos físicos que puedan aparecer; obviamente hay excepciones, por ejemplo, el famoso músico Haendel compuso El Mecías a los 54 años y en cambio Beetho­ven a los 13 años compuso 3 sonatas y Mozart demostró su genialidad desde niño.

Una pregunta se puede realizar en estos momentos y es: ¿cómo podemos traspasar fron­teras en la ciencia? La respuesta es factible originarse desde múltiples perspectivas: una es a partir del análisis histórico de los paradigmas y/o principios científicos en que nos basamos.
Otro es la investigación de lo que hoy tenemos como básico y/o lo consideramos problemá­tico, o lo que simplemente no nos da respuesta aplicando los métodos existentes. Otra forma es intentar ir por otros caminos, es decir investigar por sendas que otros no lo han hecho; y, al hacerlo, es factible que utilicemos los métodos existentes u otros o ambos a la vez.

Aquí recuerdo un hecho ocurrido cuando investigaba la sintomatología clásica psicopato­lógica de la Insuficiencia Suprarrenal; de esto hace ya 60 años; al hacerlo apliqué los métodos en un grupo de pacientes con tuberculosis pulmonar para realizar una investigación compara­tiva; el grupo no tenía conexión con los pacientes con patología endocrinológica y menos los médicos que le asistían, pues supuestamente era una prueba de supuesto doble ciego; las prue­bas psicológicas de ese entonces eran el TAT, Machover y Rorschach, además de la entrevista psicológica individual.

Obviamente los grupos eran distintos. En el cálculo estadístico de las pruebas cualitativas y cuantitativas se pudo comprobar la tesis de la presencia del trastorno depresivo en los casos de insuficiencia suprarrenal. Posiblemente hoy día se puedan utilizar o se utilicen otras pruebas psicológicas con otros modelos.

Lo cierto es que para investigar se requiere de una o varias ideas básicas, como puntos fijos para utilizarlo, y de ahí partir a la exploración de los campos deseados; semejante a lo que le ocurrió al hombre cazador con las flechas y su punto fijo en el llamado “atlas”, el cual es el que le sirve para lanzar su flecha más lejos y con más fuerza, dirección y efectividad; así se desarrollaron las otras armas hasta llegar en el Siglo XXI a los cohetes y otras armas. Si bien esto puede ser útil, también lo es dejar que la imaginación trabaje y nos pueda llevar a nuevos campos en que se descubran nuevos hechos.


1 “Las ‘fronteras’ se van estableciendo en todos los terrenos y no son muchas veces definitivas ni deben per­mitir; por otra parte, tampoco que puedan ser violadas impunemente. En el caso de las relaciones humanas, en las políticas y en las económicas por ejemplo, se encuentran múltiples ejemplos de lo antes dicho”, (De Francisco, 2013).

2 “Hay múltiples ejemplos que tienen que ver con las ciencias que estudian las relaciones de unos seres con otros en que participan las fronteras económicas, socio-políticas, diplomáticas, convenientes e inconvenien­tes, todas las cuales están en la obligación de analizarse para evitar cataratas de hechos imprevisibles e inadecuados”, (De Francisco, 2012).

3 “Un cambio de paradigma no implica la desaparición total del paradigma anterior; Newton, Einstein, Freud, siguen teniendo sus reinos propios aunque limitados, pero mejor estudiados”, (De Francisco, 2013).

4 “Es necesario aceptar que en la época Platón quedaba difícil definir lo que era la mente; pues no se dis­ponía de los conceptos que se mencionan en estos textos. Platón no conocía el libro: ‘Cerebro-Mente. El pensamiento cuántico”, (De Francisco, 2013).

5 Aquí se señala muy claramente la importancia de la filosofía, del saber pensar y actuar en consecuencia”, (De Francisco, 2013).

6 “‘El azar determinista’ que en buena hora el autor de esta obra describió no puede quedarse solamente en el terreno de la psicología. Cuando se emplea el método relacionado con su estudio, está llegando mucho más allá. El concepto de azar determinista es evidentemente una nueva filosofía y por eso puede ser aplica­ble a tantos terrenos abiertos”, (De Francisco, 2013).

7 “Cuando se refiere al ‘punto específico’ por analogía se llama en teoría de la pintura, el ‘punto de fuga’ que a veces es tan difícil de detectar en los cuadros”, (De Francisco, 2013).

8 “El concepto de ‘nueva frontera’ lleva pensar más adelante en cuándo la nueva frontera deja de ser nueva. ¿Cuándo cambia un paradigma?, o mejor tal vez, cuando se consolida la ciencia en el campo que se estu­dia”, (De Francisco, 2013). Pienso que las nuevas fronteras se van moviendo desplazando y/o cambiando de acuerdo a los niveles de conocimiento a que pretendemos llegar.

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