Maldiciones y Bendiciones
Término maldición
El término maldición viene de la dicción del mal, las oraciones con deseos del mal y como contrapuesto estaría la bendición; por ejemplo, que te coja un carro, que te mate un rayo y te desaparezcas, y lo opuesto que te ganes la lotería, que vivas más de 100 años, que tengas un viaje al paraíso, que Dios te bendiga, etc.
Se denomina maldición a la expresión hablada o escrita de un deseo maligno dirigido a una o más personas con el poder mágico del lenguaje para desear se cumplan lo que se pide.
Estas creencias populares son también supersticiones que tienen mitos y leyendas. Algunas personas se sienten víctimas de las maldiciones y aún con consecuencias descendientes; por lo general se hace más alusión a la maldición que a la bendición como una de las interpretaciones del destino. En España se presenta la bien conocida maldición gitana que causa pavor. Los objetos malditos y las maldiciones de la antigua Grecia Roma tuvieron su desarrollo e historia.
El mismo poeta griego Nicos Cavvadias en uno de sus poemas se refiere al cuchillo maldito (todos los que lo compraban acaban utilizando para matar a una persona querida). El gurú afroamericano afirma que es posible dañar a una persona poniendo objetos malditos y que la victima camine sobre ellos. De aquí también aparecen las maldiciones de las casas encantada o embrujadas.
Las maldiciones en la antigua Grecia y Roma llamadas katadesmoi (ataduras de los griegos) y tabulae defixiones (de los romanos)
Se escribía en tablilla de plomo u otros materiales para invocar a los espíritus deidad o demonio o muerto prematura y cumplir su objetivo. Por lo general la maldición se desea al enemigo que se quiere eliminar debido a robo, infidelidad, amor no correspondido, falta de respeto o daño a su dignidad.
Los romanos, etruscos y griegos practicaban este tipo de maldiciones y entre los griegos estaban los llamados “areteos”, o sea maldecidores; las maldiciones aparecen también en la Ilíada como la de Crises contra Agamenón y en la tragedia de Sófocles cuando Alcibiades fue desterrado después de la mutilación de Hermes; los sacerdotes de Atica excepto uno lanzaron con él una gran maldición.
Como se anotó anteriormente existen las bendiciones que se dan y reciben a diario en los cultos cristianos o en las personas, en la vida cotidiana, en especial los abuelos o los padres que le dicen a sus hijos “que Dios te proteja”, “que Dios te bendiga”, “que te vaya bien”; aún más se encuentra la bendición en familias católicas a veces se encuentra las costumbres de pedir la bendición a los padres para ir a dormir, o para ir al colegio o salir a un paseo y obviamente el hombre pide a sus suegros la bendición de la mano de la futura esposa; recuérdese aquí la frase católica de la bendición de Dios: “yo te bendigo en nombre del padre, el hijo y el espíritu santo”, muchas son las expresiones sobre las bendiciones que implica que el ser humano recibe un “don bueno” que lo acompaña en la vida.
Exorcismo
Etimología.
La palabra exorcismo viene del latín exorcismus y derivada del griego exorcismos; significa sacar el mal, o el conjuro contra el espíritu maligno. El exorcista es la persona que exorciza en virtud de una orden eclesiástica y que tiene la potestad de hacerlo.
Esta práctica del exorcismo proviene, como ya se explicitó en textos anteriores a métodos mágicos y omnipotentes de la antigüedad, en el cual operan acciones para expulsar las fuerzas malignas; en el caso en particular al demonio o Satanás y/o dependiendo de las creencias sobe los demonios, los espíritus y los brujos.
Cuando la posesión es total e invade el completo control del sujeto en sus funciones, puede aparecer que tenga capacidad de moverse o de hablar o no; cuando esto último mencionado aparece, el sujeto ha sucumbido a su voluntad y a su control y por lo tanto, debe llevarse a un nuevo control, a un nuevo orden y sacarlo de ese estado de posesión al cual ya se hizo referencia con respecto a la psicopatología que el sujeto puede padecer.
Desde el punto de vista del rito religioso, de la iglesia católica, solamente ésta tiene la autoridad para actuar sobre esos sujetos en forma solemne con permiso del Obispo o de la autoridad eclesiástica para proceder con prudencia observando las leyes establecidas por la Iglesia utilizando el crucifijo, oraciones, imposición de manos, relajación.
La mayoría de las veces en la actualidad no se requiere de este ritual sino de un tratamiento neuropsiquiátrico, psicoterapéutico sin la necesidad de acudir a nombrar a Dios, la virgen, los santos, utilizar las imágenes sagradas, la cruz, las cuales muchas veces son rechazadas por el “poseído” que padece su patología.
En ocasiones el sujeto poseído habla y entiende lenguas desconocidas y hace presentes cosas distantes y demuestra una fuerza anormal. Existe en realidad un ritual específico romano actualizado por el Pontífice en 1999.
Personalmente, deseo comunicar como en el año 1952-1953 cuando trabajaba en el departamento de Neuropsiquiatría del Hospital Provincial de Madrid (actual Museo de la Reina Sofía); en una ocasión, una paciente fue considerada que tenía una posesión satánica y los jefes del departamento decidieron consultar con el sacerdote del hospital y con la curia.
Cuando esto sucedía se me ocurrió acercarme a la paciente que estaba amarrada a la cama y nadie estaba presente y había un silencio y la interrogué sobre su vida, su pasado; inicialmente no obtuve respuestas esperé por algún tiempo y luego inicio la paciente un hablar en forma ininteligible; seguí esperando y preguntándole en tono bajo sobre ella; poco a poco la paciente me fue hablando en español y contándome su vida; después todos los días iba a la misma hora a visitarla durante una hora y en el término de una semana la paciente recuperó su estado, dejó la confusión y para todos los psiquiatras del servicio la paciente padecía de una histeria y no de una posesión satánica.
Aquí la pregunta ¿por qué se llegó a ese diagnóstico?, ¿por qué la paciente cambio y mejoró después de las charlas?; en realidad no había y no hay (tal posesión satánica); puesto que el demonio solo existe como creencia; la paciente lo que tenía era un trastorno mental, el cual fue mejorando gracias al análisis y contención psicoterapéutica.
Aquí quiero recordar cómo en ese servicio lleno de enfermeras se hablaba de que el doctor Sánchez Medina tenía un poder hipnótico y cuando yo entraba las pacientes según se decía. “caían en hipnosis” y las enfermeras salían a correr para que no les ocurriera lo mismo.
Lo cierto de todo esto es que cuando se habla de “posesión satánica” y de “exorcismo” y aparece toda una parafernalia teatral dramática colectiva, la cual hay que superar con los conocimientos que hoy tiene la ciencia, porque la posesión diabólica es una superstición grave, nada más.
El Milagro
El término milagro viene del latín “miraglo” el cual se refiere al hecho inexplicable por las leyes naturales y se atribuye a intervención sobrenatural de origen divino; también alude al suceso o cosa rara extraordinaria y maravillosa o a la ofrenda de los fieles a Dios, o a los santos ,por un favor. (Diccionario de la real Academia, 1992).
La palabra milagro en su raíz latina se escribe también “miraculum” la cual proviene de “mirari” o contemplar con admiración, asombro y estupefacción, que significa también “mirar” cosas prodigiosas que escapan al entendimiento.
El hecho sobrenatural del milagro apareció en diferentes áreas geográficas y la investigación histórica tiene sus propios conceptos que aparecen en la literatura. Fue Pablo De Tarso quien presentó el milagro de como obrar o producir curaciones, procedentes del espíritu de Dios y destinados al bien común.
En la carta de San Pablo a los Corintios (12, 1.7-11) escribe: “En cuanto a los dones espirituales, no quiero, hermanos, que estéis en la ignorancia. (…) A cada cual se le otorga la manifestación del Espíritu para provecho común. Porque a uno se le da por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu; a otro fe, en el mismo Espíritu; a otro carisma de curaciones, en el único Espíritu; a otro, poder de milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a otro, diversidad de lenguas; a otro, el don de interpretarlas. Pero todas estas cosas las obra un mismo y único Espíritu, distribuyéndolas a cada uno en particular según su voluntad”, (120).
Comunidad científica no tiene explicación válida comprobable
Si bien para el cristianismo en general el milagro existe, para la comunidad científica no tiene explicación válida comprobable, y por lo tanto no se conoce todo el principio de causali dad de ese hecho, y existe un escepticismo científico y filosófico; por lo tanto, se dice que “un hecho” pertenece a un milagro, (121) cuando no tiene explicación lógica y menos científica; sin embargo, aparece el suceso insólito e inesperado.
El mismo Karl Popper planteó:
Cómo una entidad toda poderosa superior al propio universo, no puede ser estudiada por métodos científicos, y por lo tanto es imposible verificar y realizar la prueba de falsedad; hablando científicamente se pueden hacer hipótesis que explican determinados fenómenos más la explicación de un experimento tiene que ser comprobada; y, los milagros, aunque pueden tener hipótesis y explicaciones, no contienen un análisis científico, y algo que no tiene explicación científica no puede considerarse como ciencia; sino algo proveniente de lo irracional; aquí surge el concepto de la fantasía inconsciente que corresponde a lo que aparece en la imaginación y en la consciencia del sujeto proveniente del inconsciente, instancias formuladas por Sigmund Freud.
A la vez, en la fantasía inconsciente opera la interpretación mágica que aunque existe y es parte del funcionamiento mental, no tiene la veracidad y la crítica que deben tener las creencias, estas deben llegar a tener una objetividad científica; por lo general a la veracidad se llega por pruebas de realidad, de refutación, de validación y demostración mediante racionamientos lógicos científicos y no solamente por fe o creencia o por cierto escepticismo de lo que no se cree; en el “pensamiento escéptico”, la posibilidad de un milagro se autodestruye cuando la atribución del milagro se funda únicamente en la percepción o en el pensamiento subjetivo, lo cual nos lleva por el camino del engaño.
Vale la pena traer aquí un pensamiento de Albert Einstein expresado en una entrevista y publicado en el New York Time 1952.
Dice Einstein: “incluso aunque el hombre proponga axiomas de teorías, el éxito de un procedimiento supone, por parte del mundo objetivo, con alto grado de orden, que de ningún modo estamos autorizados a esperar ‘a priori’; en esto radica ‘el milagro’ que se torna más y más evidente a medida que nuestros conocimientos aumentan. Y aquí está el punto débil de los positivistas y de los ateos profesionales, que se sienten felices porque creen que no sólo se han apropiado del mundo de lo divino, sino también del de lo milagroso.
Curiosamente, tenemos que resignarnos a reconocer el ‘milagro’, sin poseer ningún modo legítimo de ir más lejos. Tengo que añadir el último punto explícitamente, por si piensas que, debilitado por la edad, he caído en manos de los sacerdotes”. (Einstein, 1952).
Aun más las mismas racionalizaciones nos pueden llevar a afirmaciones y posturas, con marcos lógicos pero no veraces, y en ocasiones llegamos a los llamados “milagros”, que carecen de investigación y que están contaminados de subjetivismo, fanatismo, efectos placebos, estados emocionales, conveniencias condicionantes y a veces necesarias para buscar un positivismo, más no con ellos se encuentra el principio de causalidad veráz.
Cuando nos referimos al milagro es porque no conocemos la razón y el principio de causalidad; y, por lo tanto la generalización que pueda aparecer no es una postura científica; por ejemplo, los estudios de los milagros en Lourdes en Francia con curaciones inexplicables para la ciencia por dolencias e ineficiencia de medicamentos o protocolos con (122) tratamientos anteriores y con sobrevivencia instantánea, o posterior, con una supuesta curación absoluta, (123).
Los estudios realizados en 7.000 casos registrados en Lourdes sólo dan un 0.09% de posibilidad de milagro (principio de causalidad desconocida del hecho); el resto de los pacientes, es decir el 99.91% no fueron milagros, sino la mejoría fue atribuida a diferentes acciones.
En estos casos sí opera el estado psíquico emocional que mueve otros sistemas como el psicoinmunoendocrinológico, el cual favorece reacciones positivas. Otras investigaciones alrededor de estas curaciones de Lourdes fueron realizadas por Patrick Theiller y Jamey Keaten los cuales concluyen en la inseguridad de aceptar algunos hechos como milagros y dejan a la iglesia católica decidir si se trata de milagro o no.
El investigador David Hume, demostró cómo nuestras percepciones pueden engañarnos y así los hechos carecen de credibilidad en el mundo académico. Cuando un médico científico acepta que es un milagro es factible que se refiera a que no conoce qué produjo el cambio de lo patológico a lo funcional.
La posición de la iglesia católica con respecto a los milagros ha tenido su historia desde los acontecimientos ocurridos con Jesús.
El Concilio Vaticano II se pronunció al respecto haciendo énfasis en que debía haber una consistencia en la verdad, con un orden regulado, respetando las metodologías de las ciencias o el arte, la investigación metódica en todos los campos del saber, en especial el científico conforme a las normas morales, y no contrarias a la fe.
Aun más si “el hombre persevera con humildad y esfuerzos en los secretos de la realidad, está llevada aún sin saberlo con la mano de Dios, quien sosteniendo todas las cosas, da a todas ellas el ser”. Sin embargo, existe una franja de incomprensión o de desconocimiento en que la ciencia actúa fuera de la fe y de la aceptación de los hechos provenientes de Dios; así se produce ácidas y ásperas polémicas en que la ciencia y la fe se oponen y se ubican en distintas posiciones. Estas son las ideas aparecidas en el Concilio Vaticano II (Gaudium et Spes 36,2).
Si bien para muchos, la iglesia católica no se opone a la ciencia, el milagro tampoco es considerado hoy como un suceso mágico que controla las cosas cósmicas, en el pensar de los creyentes es suceso que depende de Dios y que escapa al intelecto humano y se sitúa en el misterio de Dios. He aquí la franja o frontera entre los hechos inexplicables para la ciencia porque no se tienen toda la información de las leyes naturales y si la interpretación omnipotente en la creencia del pensamiento en y de Dios.
Es así también cómo se revela la gran necesidad de creer en ese ser Dios, verdad, amor, armonía, orden, belleza y equilibrio.
Aquí viene la pregunta ¿existieron los milagros de Jesús en Judea?, ¿por qué no hay hoy en día más milagros? o ¿por qué cuando no conocemos bien los hechos y se presentan las famosas coincidencias, casualidades, salvaciones, curaciones, espontáneas, les damos el nombre de milagro?
La respuesta se viene construyendo a través de los milenios pues esta necesidad explicativa ha sido del hombre, para explicar hechos naturales, físicos, sociales, en donde participa lo que yo llamo el “azar determinista” (124); por ejemplo, en la vida de Jesús aparece nacido de una mujer virgen quien luego asciende a los cielos y su hijo resucita después de muerto, transforma el agua en vino, multiplica los panes, realiza la resurrección de un cadáver con 3 días de muerto, pone a caminar al paralítico, camina sobre las aguas, se curan los ciegos y después de Jesús muchos de los hechos ocurridos en estos 2 milenios y así sucesivamente sucesos que aparecen en la obra “El Azar determinista”, la historia registra a personas sobrevivientes después de un accidente trágico, sujetos que por la llamada casualidad no perecen en los accidentes, o se ganan la lotería, o encuentran un tesoro, o tienen sueños premonitores, o informaciones, de las llamadas telepáticas; de una u otra manera, estos hechos se le achacan al azar, coincidencia, al milagro y al destino, (125).
La historia registra no solamente los relatos de la vida pública de Jesús con los exorcismos y curaciones milagrosas, sino más adelante existen consignaciones en las pinturas antiguas de las catatumbas, en los mosaicos de basílicas con representaciones sobre los milagros.
Sin embargo, la iglesia católica romana no le da tanta importancia a la obra milagrosa de Jesús, sino a la proclamación de Dios hecho hombre en Jesús de Nazaret, (126). Además se considera que no se puede probar por medio de investigación histórica los hechos relatados en el nuevo testamento de la vida de pasión y muerte de Jesús.
Existe a la vez, un ataque a la historicidad de los milagros que se inició en el siglo XVIII d.C., y que más adelante la ciencia, sin rechazar lo sobrenatural y admitiendo explicaciones no científicas, se aceptó que se prescindía de la astronomía, la física, la química, la geología, la fisiología, el análisis histórico quedando las leyendas como una historia racionalista, mítica; por ejemplo, en el milagro de la multiplicación de los panes, la explicación que se le da es que se le pidió a un muchacho llevar a cinco panecillos y dos peces en cambio de uno de cada uno y el ejemplo fue proyectándose en el fenómeno dominó y así se multiplicaron los panes y los peces.
Así mismo el historiador DF Strauss del Siglo XIX en la obra “Vida y obra de Jesús”, dió la interpretación mítica o legendaria explicando estos relatos que fueron desfiguraciones de los hechos y más bien composiciones literarias a partir de relatos semejantes, proyectándolos históricamente también como el relato del “maná” de Moisés, las narraciones de Elias y Eliseo, los poderes del Mesías del Antiguo Testamento.
He aquí las objeciones a la historicidad con el relato de hechos parciales no objetivos; por ejemplo, en el famoso testimonio de Flabiano en la obra “Antigüedades Judías”; Flabio Josefo alude a Jesús de Nazaret así; “por ese tiempo vivió Jesús, un hombre sabio, si se le puede llamar hombre.
Fue autor de obras increíbles y el maestro de todos los hombres que acogen la verdad, con placer y atrajo a muchos judíos y también muchos paganos… y aunque Pilato lo condenó a morir en cruz, por instigación de las autoridades de nuestro pueblo, sus anteriores adeptos no le fueron desleales.
Porque al tercer día se les apareció vivo, como había vaticinado profetas enviados por Dios, que anun ciaron muchas otras maravillosas de él. Y hasta el día de hoy existe el linaje de los cristianos que se denominan en referencia a él” (18.63 s), (127).
Josefo murió siendo judío y muchas expresiones pueden atribuirse a su pluma, y algunos copistas cristianos retocaron sus obras, o el texto original.
El hecho de que Flabio Josefo residiera en Roma, desde el año 70, hace sospechar que las informaciones fueran cristianas. La fuente histórica cristiana inicial proviene del “talmud” de los judíos en Babilonia, y quien no siguiera esas creencias, era hereje, blasfemo, ser que podía terminar en la lapidación.
Fue así como Jesús pudo ser lapidado porque se supone practicaba la hechicería, y como era pascua tenía que ser colgado, pues nadie dijo nada en su defensa.
Si Jesús fue acusado de hechicería, también fue acusado de pacto con Belcebú (el diablo). Nótese aquí que todo pertenece a una construcción de leyenda, sobre las obras prodigiosas de Jesús en donde estaban curaciones milagrosas y al mismo tiempo, hechos que eran interpretados pertenecientes a lo prohibido en la hechicería.
En el año 2005 se publicó la obra de Jill Kamil con el nombre de “Christianity in the Land of the Pharaohs: The Coptic Orthodox Church”, (La cristiandad en tierra de los faraones, los coptos en estas ideas).
El capítulo V se presenta con el nombre de “Martyrs and Pachomian Monasticism” (mártires y el monasterio de Pachomian); aquí se trae a Pachomian (San Pancomio) (amba bakhum) (290-346 d.C.). Este santo nació de padres paganos egipcios en la era de los mártires y fundó 8 monasterios para hombres y mujeres.
Relata cómo una vez estando en el monasterio su hermana fue a visitarlo y no la dejaron entrar pese a la insistencia; él mandó decirle: “sabe que estoy vivo, de tal manera sufres porque no me ves.
Pero si renuncias al mundo y encuentras la gracia de Dios, encontrarás la posesión de tu propia alma. Yo confió en el señor para llamarte y muchos te encontrarán”. San Pachomius tenía una mente abierta y enseñaba el sentido del orden.
El autor de la obra escribe: “Durante la era de los mártires las enseñanzas de San Phachomius llegó como una fresca brisa un día sus discípulos le preguntaron: ‘¿hay algo que podemos hacer para tener el poder de hacer los milagros? El contestó con una sonrisa:
‘Si ustedes desean continuar en el camino espiritual al reino de los cielos, no pregunten por el poder porque este da orgullo a los monjes que se inician: recen y miren por el poder divino, por hacer milagros espirituales.
Habrá muchos que se resisten al camino de Dios y ustedes los pueden volver al conocimiento real de Dios, entonces ustedes habrán incursionado en la muerte; si ustedes vuelven a la ortodoxia, el camino recto, entonces ustedes habrán abierto los ojos a alguien que nació ciego; y si ustedes cambian el amor por el dinero para abrirlo al pobre o pueden hacer del perezoso una persona activa en el trabajo espiritual, entonces ustedes lo habrán curado la parálisis del hombre; si ustedes pueden causar un adulterio de repente entonces ustedes podrán extinguir las llamas del fuego; si ustedes pueden hacer al hombre calmado y humilde entonces ustedes habrán conseguido que el espíritu malo salga de él. Piensan ustedes que hay algo más grandioso que esto, entonces ustedes podrán mirar el más allá’”. (128), (129), (Kamil, 2002).
Cuando el sujeto tiene fe en Dios, en el poder supremo, su mente se enfoca solamente allí, en esa creencia, todo su sistema nervioso central, periférico, autónomo, vegetativo, endocrino y los otros sistemas se ponen acordes con el sistema psíquico y es cuando esas fuerzas y energías, operan en las funciones sistémicas para producir cambios positivos, y equilibrios de las disfunciones y es así cuando “se habla del milagro”.
Recuérdese cómo se registran 80 mil peregrinos anualmente acuden a Lourdes, y 8 millones de personas han pasado en 100 años por ese peregrinaje y solamente la iglesia católica reconoce 66 milagros como curaciones.
¿De qué hecho se habla aquí? La respuesta es de lo que no se conoce. ¿Acaso existe el milagro de un sujeto amputado que le crece la pierna como a las lagartijas y culebras que desarrollan sus miembros amputados, porque se regeneran los tejidos debido a las células madre, como también ocurre en los fetos menos de 6 meses de gestación? Aun más, el doctor Adam Russell logró regenerar la punta de un dedo seccionado en un hombre de 78 años, haciendo un injerto de tejido extraído del intestino delgado de cerdos que contenía células regenerativas; sin embargo, todavía no se ha logrado en las paraplejias y en las afecciones poliomelíticas haciendo injertos de médula, ningún cambio regenerativo y sí nos encontramos impotente.
Es de anotar cómo aparece el ingenuo, ignorante y el crédulo esperanzado, así mismo el desconfiado incrédulo o el sabio o conocedor, todos ellos pudiendo tener fe y creer porque esperan otro algo no conocido; es así como se apoyan para un cambio positivo; mas el científico espera comprobar todo y piensa que nunca existieron milagros; es así como se llega a que los milagros no existen. Así se ubicaría la esencia del milagro en la existencia de Dios y si Dios no existe no existen milagros.
El milagro puede existir para las personas en que opera puntualmente las creencias y convicciones en o de él; más aún, cuando se establece una ordenación psico-químico-físico inesperada y por ende se realiza un desequilibrio o disfunción y así un diagnóstico realizado por el científico convencido en su conocimiento; al cambiar el fenómeno o el hecho puede aparecer debido a factores externos ambientales (psico-sociales-económicos y físicos), así se establecen nuevas ordenaciones para conformar el cambio inesperado; de ahí que le damos el nombre de “milagro”.
He aquí como se pueden formular interpretaciones y nominarlas de acuerdo a sus prejuicios, creencias, convicciones, conocimientos no siempre válidos científicamente y sin considerar otros posibles o factibles cambios de la naturaleza.
Es de anotar aquí como el científico Francis Collins de Proyecto Genoma Humano, según su relato encontró a Dios y accedió a la comprensión de la Trinidad mediante la contemplación de la belleza; es así como Collins describe: “cómo él, como científico, acabó convenciéndose de la divinidad de Jesucristo: ‘En un bello día, mientras caminaba por la montañas Cascade, la majestuosidad y la belleza de la creación de Dios me sobrecogieron. Giré una esquina y vi una catarata hermosa y congelada, inesperada, de una altura de más de cien me tros, y supe que la búsqueda había acabado. La siguiente mañana, me arrodillé en la hierba cubierta de rocío cuando salía el sol, y me entregué a Jesucristo”. ¿He ahí un sueño despierto y por supuesto con imágenes hipnagógicas? La respuesta puede para algunos ser afirmativa y para otros, negativa.
En marzo del año 2008, se publicó un video denominado en inglés “This is the truth” (“Esta es la verdad”) la cual tuvo la última modificación en octubre del año 2010.
En este video aparecen diferentes personajes científicos cómo: El Dr. T.V.N. Persaud quien es Profesor en Anatomía, Director del Dpto. de Anatomía y Profesor en Pediatría y Salud infantil (Universidad de Manitoba, Winnipeg, Manitoba, Canadá). El Dr. Joe Leigh Simpson es Catedrático y Jefe del Departamento de Obstetricia y Ginecología, en el Baylor College of Medicine en Houston, Texas, USA y ha sido también Catedrático y Jefe del Dpto. de Obstetricia y Ginecología en la Universidad de Tennessee, en Memphis, Tennessee, EE.UU; también es Presidente de la Sociedad Estadounidense de la Fertilidad; ha recibido muchos premios incluyendo el Premio de Reconocimiento Público de 1992, otorgado por la Asociación de Catedráticos en Obstetricia y Ginecología.
El Dr. E. Marshall Johnson es catedrático y Jefe de la facultad de Anatomía y Biología evolutiva, es también Director del Instituto Daniel Baugh, de la Universidad Thomas Jefferson en Filadelfia, Pennsylvania, EE.UU; ha escrito más de 200 publicaciones; fue Presidente de la Asociación Teratológica; en 1981, durante la Séptima Conferencia Médica en Dammam, Arabia Saudita. El Dr. William W. Hay, que es Catedrático en Oceanografía, en la Universidad de Colorado en Boulder, Colorado, EE.UU; es también un muy conocido Científico Marino.
El Dr. Gerald C. Goeringer es Catedrático y Coordinador de Embriología Médica de la Facultad de Biología Celular, en la Escuela de Medicina de la Universidad de Georgetown, Washington DC, EE.UU. El Profesor Yashudi Kusan, Director del Observatorio Astronómico de Tokio, Japón.
Comentando sobre las afirmaciones astronómicas del Corán, el Dr. Tejatat Tejasen es actualmente el Jefe del Dpto. de Anatomía, y es también ex Decano de la Facultad de Medicina de la Universidad Chiang Mai, en Chiang Mai. Tailandia.
Todos los mencionados creen y aceptan el hecho del milagro; he aquí la operatividad de la creencia, la autosugestión, el subjetivismo y el pensamiento mágico omnipotente, elaborado para aceptar los hechos llamados milagros.
El primero doctor Persaud autor de 25 libros fue consultado sobre los milagros científicos en el Corán y se pronunció sobre Mahoma que era un analfabeta; sin embargo, en el Corán aparecen demasiadas exactitudes y precisiones como inspiraciones divinas o revelaciones. (¿Esto es un milagro?).
El segundo el doctor Simson manifestó cómo en el Corán aparece que “después de que han pasado 42 noches Dios envía un ángel hacia el embrión el cual le da forma y le crea su audición, visión, piel, carne y huesos…” lo cual coincide exactamente con el desarrollo embriológico.
El tercero de los nombrados doctor Jhonson, hace mención cómo en el Corán aparecen las etapas internas del embrión que son reconocidas por la ciencia contemporánea, y no podía ser descritas en ese entonces.
El cuarto mencionado doctor Whay se pronuncia que lo aparecido en el Corán debe ser divino. El doctor Goeringer, quinto mencionado, hace alusión a los versos del Corán (aleyas) nuevamente se refiere al desarrollo embrional y fetal humano desde el momento de la conver gencia de los gametos hasta la organogénesis, sin haberse descubierto nada de lo que aparece en el Corán.
El doctor Kusan, el sexto mencionado se pronunció diciendo cómo mediante la lectura del Corán y la respuesta a los interrogantes que se formulan se puede visualizar el futuro método para investigar el universo.
El séptimo mencionado, el doctor Tejasen, piensa que Mahoma era un mensajero de Dios (o profeta) y que lo consignado en el Corán era revelación del creador o Allah. Acaso todas estas informaciones aparecidas en el Corán son milagros, coincidencias, revelaciones.
Mi respuesta personal pertenece al inconsciente atémporo espacial, acompañado de funciones extrasensoriales, intuitivas, que se manifiesta en estos fenómenos paranormales, sin mediación de los cinco sentidos; nótese que Mahoma dictó el Corán, no lo escribió, (se lo dictó supuestamente el Arcángel San Gabriel).
En marzo del 2012 el periodista Michael Paulson analizó el fenómeno de los milagros manifestando que estos no han desaparecido en nuestro tiempo, a pesar que existen contradicciones.
El periodista mencionado se refiere, como se muestra en párrafos anteriores, que para algunos es una intervención divina en el universo y pertenece a hechos inexplicables de fuerzas sobrenaturales.
Aquí se hace alusión a la congregación para la causa de los santos del Vaticano y para la beatificación en hechos médicos, en donde aparece la curación, y que son incompatibles en los tiempos modernos.
Se menciona cómo los fenómenos milagrosos se mantienen y hacen parte de la burocracia eclesiástica puesto que se necesita para reconocer y declarar a un sujeto santo o santa, y así se garantiza la beatificación, no siendo el milagro un hecho aleatorio y más sí un hecho inexplicable por la ciencia; es así como se buscan explicaciones al mundo natural y se vale del sobrenatural.
A su vez, la verificación es una necesidad también religiosa, la cual se trata de descubrir con hechos e información de los mismos y los más fáciles de verificar son los que se refieren a la mejoría, curación o recuperación de la dolencia del paciente.
Es necesario consignar cómo la congregación para los santos de Roma tiene un equipo de especialista en el Vaticano, los cuales se supone que realizan análisis desapasionado y acuden a médicos no católicos.
Si bien todo esto es cierto, el ser humano sigue acompañado de sus creencias, necesidades mágicas y omnipotentes; además de las interpretaciones que se puedan dar a hechos o fenómenos no bien dilucidados y comprendidos; de tal manera, el camino fácil es la explicación dirigida por el pensamiento prelógico, mágico, el cual es factible que aparezca en profesores, expertos y científicos.
120 La negrilla es mía
121 “En relación a la existencia o no del milagro pienso que se deben interpretar muchas veces como metáforas, cuya explicación es fácil de entender y como ya lo expresó San Pacomio en el Siglo IV: ‘curar a un ciego (milagro) es abrirle los ojos para ver cierta verdad que no ha visto’; y lo mismo con un ‘sordo’ o las verdades que se le predican, etc. San Pacomio explicó esas metáforas sin conocer el término ‘metáfora’ en sus días.
Los llamados por la iglesia milagros físicos, como curar a un paralítico, abundan en el santuario de Lourdes en donde los elementos que los representan (piernas de cera, etc.) se almacenaban para regocijo de los fieles.
Pero tal como lo dijo algún pensador francés, en Lourdes no existe una pierna que le haya ‘retoñado’ a un cojo que no la tenga, o un mutilado por ejemplo.
Lo significativo de los milagros se ve en los ‘milagros espirituales’ o los cambios inesperados de conductas malsanas a conductas correctas. Esto, obviamente, tienen sus explicaciones que no se refieren a la ‘violación de las leyes naturales’”, (De Francisco, 2012).
122 https://mm2002.vtrbandanacha.net/Einstein.html
123 “Existe la tendencia a sostener como milagrosa la cura de enfermedades como la psoriasis (del santo Job) que luego se revelan como remisiones espontáneas del mal, transitorias antes de un nuevo brote”, (De Francisco, 2012).
124 Ver “El Azar Determinista. El Lazo del Destino”, (Sánchez Medina, G., 2011).
125 “Es importante señalar que para San Pablo, el único milagro indiscutible era la resurrección de Cristo. Si no se cree en ella, afirmaba: ‘¿para que la redención?”, (De Francisco, 2012).
126 “Los teólogos del Vaticano II, tipo Hans Kung dan explicaciones más científicas que ‘religiosas ortodoxas a estos hechos inexplicables supuestamente milagrosos”, (De Francisco, 2012).
127 “Este párrafo de Flavio Josefo, hoy se considera una interpolación de los cristianos y se piensa que nunca lo escribió; lo hicieron para darle un contexto histórico a la vida de Jesús. ¿Quién lo escribió? No se sabe con exactitud”. (De Francisco, 2012).
128 Tomado del folleto del Monasterio de San Bakhomious en Al Shaieb, Luxor.
129 Estos textos aparecen gracias a la generosidad del Académico Honorario Adolfo De Francisco Zea que me facilitó después de leer algunos de mis textos. El comentario del Académico De Francisco es que “no se pueden considerar milagro lo relatado de San Pacomio más sí una interpretación, no como milagros físicos, sino para él, como milagros espirituales”.
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