Algunas Consideraciones Científicas en Fenómenos Paranormales

Algunas consideraciones científicas

De todo esto se deduce que si bien se usan algunos métodos científicos dentro de la inves­tigación de la parasicología y se producen teorías, hasta la fecha no se ha producido ninguna teoría con certeza y evidencia con validaciones de todos los fenómenos que se conocen como parapsicología.

En 1978 el médico psiquiatra checo radicado en Estados Unidos Stanislav Grof, fundó la Asociación Transpersonal Internacional y su aporte se basa en que los fenó­menos parapsicológicos sólo son producto de nuestro cerebro y que pertenecen a algo “trans­material en los límites de la témporo-espacialidad”; esto es bien conocido con anterioridad.

Anteriormente en el año 1954 la fundación James Randi en los Estados Unidos se dedicó a desenmascarar las falsedades de los supuestos fenómenos paranormales y ofreció la suma de un millón de dólares quien demostrara en forma supervisada en laboratorios los “fenómenos paranormales”; hasta septiembre del 2012 nadie ha podido o querido hacer tal demostración.

El proyecto PSI

En 1991 Ladizlao Enrique Márquez (1986) impulsó “el proyecto PSI(11), (12), con diez mil dólares desde el centro Argentino para la investigación y refutación de la pseudociencia ofreciendo 50 mil dólares para quien tuviera un estudio comprobado con evidencias.

Hasta ahora en el año 2014 no hay respuesta (13), (14). Sin embargo, considero que el estudio de lo “paranormal” debe tener un tratamiento científico especial teniendo en cuenta los conoci­mientos de los distintas disciplinas vigentes hasta ahora en la segunda década del Siglo XXI como es la física ondulatoria o cuántica, la que posiblemente no solo nos da las luces para el conocimiento de múltiples fenómenos sino la posibilidad de ser comprobados matemática­mente y posiblemente lo podrá ser con métodos tecnológicos como la ciencia en desarrollo de la nanotecnología.

Téngase en cuenta cómo el matemático británico Adriám Dobbs por los años 60, inventó la palabra “psitrón” para describir la fuerza desconocida que registraba, cómo el radar, otra dimensión temporal probabilística y determinística.

El psitrón según el matemático absorbía probabilidades futuras y las transmitía al presente, desviándose de los sentidos humanos corrientes y transmitiendo de alguna forma la información directamente al cerebro. He aquí una materialización y energización de una función llamada comunicación interpersonal e intragrupal.

Con respecto a las investigaciones nuevamente nos encontramos con los trabajados de Paul Kammerer (Director del Instituto de Biología Experimental de Viena) (Kpesther, 1972), (Hordy et. al., 1973).

El citado autor escribió un diario en que aparecían hechos triviales, nombres de personas inesperadas, números de recibos, frases de un libro que se repetían en la vida real, observaciones desde un banco del parque de las personas que pasaban anotando el sexo, la edad, el vestido, sus bastones y paraguas, hora, época del año, etc.

Serialidad

Esta observa­ción obsesiva y pormenorizada lo llevó a una clasificación en grupos de números, sin mirar a los que usan los estadísticos, o los jugadores o las compañías de seguros u organizadores de encuestas, y fue así como encontró fenómenos ya descritos anteriormente con secuencias y series, las cuales denominó de la “serialidadconstruyéndose y postulándose así una ley y a la vez encontrando “coincidencias” que él consideró pertenecían a principios cósmicos que la humanidad todavía desconoce, así como no se entiende completamente el principio de la gravedad.

Cincuenta años más tarde Wolfang Pauli (Nobel de Física) y Karl Gustav Jung (famoso psicoanalista) (ya mencionados); el primero postuló el “principio de exclusión” y el segundo la “ley de sincronicidad” como un “principio de conexión” “no causal” ampliando la teoría de Kammerer.

(Lea También: La Sincronicidad en Creencias y Fenómenos Paranormales)

Dentro de la sincronicidad estaría obviamente lo sincrónico, lo discró­nico, lo acrónico.

Dentro de estos conceptos, según Pauli las coincidencias eran: “las huellas visibles de principios desconocidos” y para Jung “series de manifestaciones de principios universales que operan independientemente de las leyes físicas”.

Pauli y Jung concluyeron que “la telepatía, la precognición y las mismas coincidencias son todas manifestaciones de una única fuerza misteriosa que opera en el universo y que está tratando de imponer su propia disciplina sobre la total confusión que rige la vida humana” (Jung, 1983) (15)(16) .

Personalmente pienso que todos estos fenómenos del inconsciente colectivo, de las coin­cidencias y casualidades, de la telepatía, de la intuición, pertenecen a un hecho natural puesto que el conocimiento está ahí, y solamente hay que develarlo, comunicarlo; en ese “ahí”, es algo témporo-espacial del aparecer y percibir sin consciencia o que no pasa por ella, luego que pertenece al “sistema inconsciente”; de ahí que Freud le diera una connotación de instan­cia psíquica con el concepto tópico y dinámico.

Existen muchos ejemplos personales de casualidades o de sujetos provenientes del azar o de lo que llamo “azar deterministay que se enlaza con el destino.

Lacan refiriéndose a esta temática escribió: “es en relación a los azares que un sujeto puede llegar a amar”, lo que Freud denominó “Neurosis del Destino”, más no está exento de fracasar por un azar o por mala fortuna, o lo contrario que la tenga buena.

Aquí una pregunta: “¿Cómo puede ser que sucesos exteriores, del azar, funcionen con tal determinismo en el aparato psíquico? El psicoanálisis da una respuesta y esta tiene que ver con la manera de pensar y de actuar el trauma psíquico.

El gran enigma es que el mejor modelo posible para un aparato psíquico tendrá que ser un aparato que evite la repetición del hecho traumático.

Pero el descubrimien­to freudiano increíble es que el aparato queda ligado a una repetición del trauma” (Freud, 1920).

En esta conceptualización se entiende cómo primero deviene la percepción, el trauma inconsciente, los elementos significativos positivos, y sus señalizaciones, el deseo o los ne­gativos que operan como trauma y luego se repiten para volverse los negativos positivos en el deseo y así convertirse en significantes positivos.

La repetición se pone en juego y lo importante sería la percepción negativa que se marca como un elemento dentro del orden de los significantes y a partir de allí el propio aparato psíquico lo repite; de ahí que el sujeto diga: “es algo que en mi me lleva a ser tal o cual cosa”, “es algo que siento de mi interior”, “ es de la voz de mi consciencia y que me nace de mi naturaleza”; esto puede ser sentimientos positivos o negativos con explicaciones o sin ellas, con recuerdos o sin ellos, o simplemente percepciones, o presentimientos.

La función de la repetición es algo que el sujeto tiene en su naturaleza a través de la vida cotidiana; más aún, cuando el sujeto duerme, el inconsciente está trabajando en el sueño y lo conduce en ocasiones a repetir masoquísticamente los traumas para repararlos; en esa re­petición es como aparece la “función de la repetición”, pero no todo se explica de tal forma.

Freud la llevó al concepto de “pulsión de muerte” en “Mas allá del Instinto del Placer” (Op. cit.); sin embargo, la repetición no es lo mismo que el retorno de un recuerdo significativo. La “compulsión de la repetición” de Freud indefectiblemente implica que esté al lado de lo actuado.

Téngase aquí en cuenta que bien podemos repetir para recordar y tratar de resolver y deshacer el problema o el conflicto, repitiéndolo, como también se reproduce masoquísti­camente y quedarse sufriendo con él o se repite para reparar.

Otra interpretación de la “com­pulsión a la repetición” es aquella que se refiere a que la pulsión proviene de un principio cósmico (o universal) de la repetición, la cual permite la eternidad o el infinito.

Lacan introduce a Aristóteles para desmenuzar el término de “azar” y toma el vocablo de “tyché y automatón”; ambos conceptos para Aristóteles tienen un lugar en la teoría de las causas y por lo tanto son determinísticos y se encuentra dentro de lo probabilístico que ocurre siempre e innecesariamente en la mayoría de los casos, más cuando se llama accidental se ubica en el automatón y la tyché, (Lacan, 1997)(17).

De todas formas encontramos que el hombre crea sus enigmas, los hace por que oculta la verdad real; la “carta robada” está en un lugar real, sencillo y obvio a la vista, pero el hombre “no la ve porque no quiere verla” y así ocurre con tantas verdades y realidades, prejuicios en los dimes y diretes y a la vez el azar determinista. (Poe, 2002).

De una u otra manera, el hombre está predestinado por la naturaleza para realizar la signi­ficación, satisfacer sus necesidades, prepararse probabilísticamente aún con cálculos incons­cientes cerebrales de su propio destino.

El análisis es también una búsqueda y se busca en el campo significante todas las combinaciones posibles para encontrar razones al deseo y a lo que aparece en la pantalla de la consciencia que viene del inconsciente. He aquí la relación del azar, el destino y el inconsciente psicoanalítico.


11 El proyecto Psi se refiere a la investigación del “elemento Psi” o lo que yo denomino campos o fenóme­nos y función Psi, las cuales se refieren a las partículas operantes y funcionantes en diferentes fenómenos y hechos que todavía no hemos podido determinar y comprobar científicamente; a las partículas les he dado el nombre de “psidones”; estas partículas a las que me refiero pertenecen a la física cuántica y que tienen ciertas funciones todavía no bien estudiadas e identificadas, pero serían las que operarían en las funciones psíquicas y por lo tanto responsables del sistema consciente e inconsciente, de la recepción y transmisión de mensajes, (ver cap. XV). Téngase aquí en cuenta que cuando referimos a este elemento teórico Psi también se intenta comprender la mecánica de los fenómenos psicológicos, dentro de los cuales se incluye la percep­ción extrasensorial, telepatía, clarividencia, precognición, psicoquinesis, (macro y micro), las experien­cias cercanas a la muerte, la médium unidad, las experiencias extracorpórea, o la llamada sanación milagrosa y otros fenómenos que en esta obra son traídos a cuento pero que tienen una conexión con el pensamiento mágico omnipotente. Aquí se puede incluir la transmisión de pensamiento o lo que se entiende cómo la comunicación de cerebro a cerebro o a una máquina (cerebro artificial-receptor).

Visión remota, conocimiento a distancia sin tener información previa o contacto con alguno de los sentidos. Precognición, conocer un efecto futuro sin información previa.

Retrocognición, conocer un evento pasado al contacto con un objeto representativo, sin obtener información previa y sin sentido común..

Psicokinesis (PK), influencia en el movimiento sobre objetos (macro PK involuntaria, inconsciente y vo­luntaria consciente); micro PK influencia sobre evento aleatorio u objetos de pequeños tamaños. Bio PK influencia sobre organismos biológicos. (Ver capítulo XVII).

12 “El proyecto psi, se refiere a la investigación del elemento Psi en parapsicología. (“Aquí queda la impre­sión de que ‘el proyecto psi’ es una hipótesis no suficientemente basada en hechos comprobados; es decir, una hipótesis que podría o no conducir a una certeza. Hoy por hoy habría que dejarla en ese terreno de hipótesis. ¿es científico esto?, A esta pregunta respondo: la ciencia puede comenzar con hipótesis. Otra cosa es la comprobaciones antes de aceptar las hipótesis como realidades de los hechos, por eso se postula y luego se va construyendo para llegar a una comprobación” (De Francisco, 2012).

13 https://es.wikipedia.org/wiki/Parapsicolog%C3%ADa.

14 “Ese tipo de ofrecimientos económicos, muy de estilo americano, pero afortunadamente poco frecuentes no tiene razón de ser. Se parecen a las actitudes de nuestros políticos a quienes se les atribuye hechos frau­dulentos. Sus respuestas son siempre las mismas: “pruébenmelo’ ¡absurdo!”, (De Francisco, 2012).

15 “Lo misterioso aquí sería en el sentido de que se desconoce su esencia, aunque el texto deja la sensación de que la da por cierta. Algunos, no yo, podrían sonreírse al leerlo”, (De Francisco, 2012).

16 Ver capítulo sobre “Psicología de la vida cotidiana”, en la obra; “El Azar Determinista. El lazo del desti­no”, 2011

17 Título original: “Le Seminarie” de Jacques Lacan. Livre XI Les Quatre principes fondamentaux de la psychanalyse, (1964) Traducción de Juan Luis Delmont-Mauri y Julieta Sucre. La revisión de la traducción es de Diana Ravinovich con el acuerdo de Jacques-Alain Millar. Editions du Seúl París, 1973.

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