Exámenes Complementarios de Laboratorio de la Malaria
6.7 Exámenes Complementarios de Laboratorio
Son pruebas de apoyo para evaluar la gravedad de la infección y el pronóstico de las complicaciones especificas de la enfermedad:
Cuadro hemático, glicemia, uroanálisis, BUN, creatinina, bilirrubinas, fosfatasa alcalina y aminotransferasas, análisis de liquido cefalorraquideo, pruebas de coagulación, RX tórax.
Las características clínicas de la malaria dependen de la especie del parásito, del número de parásitos y del estado inmunitario del huésped. (Ver también: Objetivo en Guía de Atención de la Malaria)
6.8 Diagnóstico Diferencial
Hay que averiguar la procedencia y los antecedentes de viajes del paciente a zonas geográficas endémicas, donde pudo estar expuesto durante días, semanas, meses o años. Este es un punto fundamental en el diagnostico y pronostico.
De igual modo, se debe averiguar la posibilidad de una malaria inducida, como consecuencia de una transfusión sanguínea (8).
Las enfermedades con las cuales se debe realizar el diagnostico diferencial de malaria, teniendo en cuenta su frecuencia en el país son: dengue, fiebre tifoidea y paratifoidea, influenza, meningitis, septicemia, hepatitis, leptospirosis, fiebres recurrentes, fiebres hemorrágicas, tifus, encefalitis víricas, leishmaniasis visceral, gastroenteritis y la tripanosomiasis.
6.9 Aspectos Generales del Tratamiento
En los últimos cinco anos se registro un incremento en la incidencia de la enfermedad, especialmente por plasmodium falciparum, entre otras razones debido al creciente problema de resistencia a los medicamentos antimaláricos (24).
Esta situación ha llevado al uso de terapias combinadas. En la actualidad, existe consenso en la recomendación que ningún antipalúdico sea utilizado como monoterapia (25) y en el mantenimiento del actual esquema de manejo contra plasmodium vivax (25, 26), y la necesidad de continuar realizando estudios de eficacia y resistencia (27).
El tratamiento antimalárico persigue los siguientes objetivos:
1. La curación clínica del paciente: la eliminación de los síntomas y signos de la enfermedad, la prevención de las recrudescencias y de las complicaciones, mediante la administración oportuna de medicamentos antimaláricos eficaces y seguros.
2. La curación radical de la infección malárica : curación clínica mas la eliminación de todas las formas del plasmodium en el organismo humano, evitando así las recaídas.
3. El control de la transmisión de la enfermedad, mediante la curación radical de la infección malárica, evitando así la infección de los anofelinos vectores.
6.10 Indicaciones de Tratamiento
La selección del esquema terapéutico apropiado debe hacerse con base en los siguientes criterios básicos:
a. Identificación de la especie de plasmodia causante de la infección.
b. Evaluación de la densidad parasitaria: numero de parásitos por UL/sangre; en infecciones por plasmodium falciparum, malaria mixta e infecciones por Plasmodium vivax con complicaciones clínicas, se debe hacer recuento diferencial de formas asexuales y formas sexuales del parasito y tener en cuenta, para efectos de la decisión de la conducta, la cifra de parasitemia asexual.
c. Clasificación del caso como de malaria no complicada o complicada, para lo cual se requiere practicar un examen clínico básico.
d. Evaluar la tolerancia del paciente al tratamiento por vía oral.
e. Información sobre episodios maláricos y tratamientos anteriores.
f. Antecedentes de resistencia a medicamentos antimaláricos, soportada en la evidencia de estudios realizados o en el conocimiento de fracasos terapéuticos; y la relación geográfica.
g. Nivel de atención de salud donde se diagnostica el caso: todos los casos de malaria no complicada deben ser tratados en instituciones del primer nivel de atención y los casos de malaria grave o complicada deben ser manejados en un nivel de mayor complejidad.
h. La evaluación de la respuesta terapéutica al tratamiento antimalárico se tocara más adelante en el tema de malaria resistente. (Ver: Factores Protectores en Guía de Atención del Dengue)
Factores de Riesgo
Los principales factores de riesgo que determinan la transmisión endémica y epidémica son de tipo ecológico como la pluviosidad, temperatura y humedad; aspectos sociodemográficos y culturales, factores relacionados con los servicios de salud y problemas como la resistencia de los parásitos a los medicamentos antimaláricos y de los vectores a los insecticidas (28).
En los últimos anos, una serie de factores como los desplazamientos de poblaciones por conflictos sociales, la inseguridad y la pobreza en el campo, la inestabilidad en la población, variaciones climáticas y los cambios en el funcionamiento de los servicios de salud han determinado en conjunto que se dieran las condiciones para que se intensificara la transmisión de la enfermedad1.
Factores Protectores (29)
Los factores protectores son importantes para tratar de prevenir la enfermedad, entre ellos se incluyen mejorar las condiciones de vida, la calidad de las viviendas y el entorno, la educación a la comunidad y los cambios de comportamientos que generen conductas de protección individual. Algunas recomendaciones son:
• Uso de mosquiteros impregnados con insecticida, especialmente en poblaciones susceptibles (niños, embarazadas y pacientes con VIH)
• Educación a la comunidad dirigida a las medidas de protección individual (uso de repelentes, no exposición a picadura de insectos, protección de la vivienda)
• Control de los insectos: medidas de control para evitar la proliferación de vectores.
Población Objeto
Habitantes del territorio colombiano en quienes se sospeche o se confirme el diagnóstico de malaria.
1 Heggenhougen K, Hackethal V, Vivek P, Espielman A. The Behavioural and social aspects of malaria and its control. UNDP/WorldBank/WHO Special Programme for Research & Training Tropical Diseases (TDR). 2003.
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