Factores de Riesgo de Dermatitis de Contacto Ocupacional

7.3.3. ¿Cuáles Factores de Riesgo Relacionados con el Trabajador Podrían Favorecer el Desarrollo de Dermatitis de Contacto Ocupacional?

Recomendación

Las variables del trabajador que deben tenerse en cuenta para evaluar el riesgo de dermatitis de contacto ocupacional son:

• Diagnóstico previo de dermatitis o de atopia.
• Edad.
• Sexo.
• Estado previo de la piel.

No se recomienda utilizar la atopia como un predictor de dermatitis de contacto ocupacional, ya que su valor predictivo positivo (VPP) es bajo. (Lea también: Vigilancia de la Salud para Dermatitis Ocupacional)

Nivel de evidencia: Atopia, 2++.
Valor predictivo de la atopia 2++.
Otros factores 3.
Grado de recomendación: B y C.

Resumen crítico de la evidencia

Dickel y cols. (2002) estudiaron las características de los casos de reclamaciones por enfermedades dermatológicas ocupacionales en el norte de Alemania, en un período de 10 años. Con base en los datos recolectados, calcularon el índice MOAHLFA que contiene algunas características de las personas.

MOAHLFA es una sigla en inglés, que significa: M: male [masculino]; O: occupational [ocupacional]; A: atopic dermatitis [dermatitis atópica]; H: hand dermatitis [dermatitis de las manos]; L: leg dermatitis [dermatitis de las extremidades inferiores]; F: face dermatitis [dermatitis de la cara], y A: age [edad]. Los resultados de cada uno de los componentes del índice en el estudio fueron los siguientes:

• M: 39% (o sea, los casos en mujeres fueron el 61%).
• O: 100%.
• A: 17%.
• H: 96%.
• L: 4%.
• F: 9%.
• A (mayores de 40 años): 22%.

Los autores explican la mayor prevalencia de las enfermedades de la piel en las mujeres, debido a su mayor presencia en labores húmedas (peluquería, oficios domésticos, trabajo en restaurantes, atención de salud, pastelería y cocina).

Se han reportado varios factores de riesgo individuales para desarrollar dermatitis de contacto ocupacional, dentro de los que se destacan los siguientes: (1) los factores predisponentes de atopia, (2) la edad, (3) el sexo y (4) el estado previo de la piel.

Los pacientes atópicos presentan una mayor posibilidad de desencadenar dermatitis de contacto ocupacional cuando se exponen a humedad, a químicos o a tierra. Se observa una mayor reacción irritativa en empleados de peluquería, empleados de aseo, mecánicos, trabajadores metalmecánicos y empleados del sector salud.

Se encuentra eccema de manos cuatro a diez veces más frecuente en empleados atópicos que no atópicos. Sin embargo, personas con dermatitis atópica severa evitan trabajos donde tenga exposición a irritantes fuertes (Seidenari y Guisti, 2006).

Hay estudios que evidencian un mayor reporte de dermatitis de manos en las mujeres que en los hombres. Estudios epidemiológicos muestran más casos de dermatitis de manos en las mujeres que en los hombres, en particular mujeres añosas. En estudios experimentales no se ha confirmado esta diferencia entre sexos (Meding, 2000).

En el Resumen de Conocimiento Clínico (CKS, por su sigla en inglé) de la dermatitis de contacto de la National Library for Health (NLH), del Reino Unido, se han identificado los siguientes factores que alteran la respuesta de la persona a los alergenos y a los irritantes (NLH, 2005):

• La susceptibilidad individual por razones genéticas.

• El estado, grosor y velocidad de remplazo del estrato córneo. Un estrato en buen estado actúa como barrera efectiva contra los agresores. Dado que su grosor varía en diferentes partes del cuerpo, habrá unas de ellas que son más susceptibles que otras, las que tienen un estrato córneo más delgado (la piel de la cara y del dorso de las manos son más susceptibles a los irritantes y alergenos que la palma de las manos y la planta de los pies).

El recambio del estrato lleva el irritante o el alergeno a la superficie y de esta forma reduce la posibilidad de exposición de las capas más internas de la piel.

• El sudor excesivo puede macerar la piel y disolver los alergenos y los irritantes en ella, haciendo más fácil su penetración.

Estudios demográficos y epidemiológicos del NIOSH muestran que los rangos de edad comprendidos entre los 25 y los 54 años presentaban el 72,8% de los casos de dermatitis de contacto en trabajadores de la industria privada en el 2001.

Con respecto al sexo, el estudio encontró una mayor incidencia en los hombres, con un 55,5% de los casos de dermatitis de contacto en trabajadores de la industria privada. Con respecto a la etnia o la raza, los estudios encontraron que el 64,5% de los casos de dermatitis en los trabajadores de la industria privada son blancos no hispánicos; el 20,1%, hispánicos, y el 12%, negros no hispánicos (Booth-Jones y cols., 2003).

Una historia clínica completa y una evaluación exhaustiva de la piel deben ser usadas para determinar si el trabajador tiene condiciones previas que pueden incrementar la aparición de dermatitis (Peate, 2002).

Referencias Bibliográficas
  • Booth-Jones AD, Sestito JP, Alterman T. Analysis of dermatitis cases data from occupational injuries and illnesses in the United States: profiles data 1992-2001. Cincinnati, OH: U. S. Department of Health and Human Services, Centers for Disease Control and Prevention, National Institute for Occupational Safety and Health; 2003. Available from:https://www2.cdc.gov/niosh-chartbook/ch2/ch2-12.asp
  • Bureau of Labor Statistics (BLS), Survey of occupational injuries and illnesses. Nonfatal (OSHA recordable) injuries and illnesses: case and demographic characteristics. Washington: U. S. Department of Labor,
  • Bureau of Labor Statistics, Safety and Health Statistics Program; 2003. Available from: https://www.bls.gov/iif/oshcdnew
  • Dickel H, Kuss O, Schmidt A, Kretz J, Diepgen TL. Importance of irritant contact dermatitis in occupational skin disease. Am J Clin Dermatol. 2002;3(4):283-9.
  • Meding B. Differences between the sexes with regard to work-related skin disease. Contact Dermatitis. 2000;43(2):65-71.
  • National Library for Health. Clinical knowledge summaries: dermatitis-contact. Available from: https://cks.library.nhs.uk/dermatitis_contact/view_whole_guidance.
  • Peate WF. Occupational skin disease. Am Fam Physician. 2002;66(6):1025-32.
  • Seidenari S, Guisti F. Atopy. In: Chef AI, Maibach HI, editors. Irritant dermatitis. Berlin: Spriengler; 2006. p. 184-95.

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