Beneficios del huevo: desmitificando creencias sobre sus posibles perjuicios

Beneficios del huevo desmitificando creencias- perjuicios

INTRODUCCIÓN

El huevo es un alimento con alto valor nutricional, ampliamente reconocido por representar una de las principales fuentes dietéticas de proteínas de alta calidad (1), con componentes de particular interés desde la perspectiva nutricional, pues se reúnen en un solo alimento lípidos esenciales, proteínas, vitaminas (B12, vitamina A, riboflavina) y minerales (calcio, zinc, hierro); mientras que ofrece una fuente moderada de calorías, un gran potencial culinario y el más bajo costo económico en cuanto a fuente proteica se refiere (2,3).

Infortunadamente, ha sufrido múltiples impactos negativos relacionados con su contenido de colesterol y, con esto, su posible relación con el incremento de desenlaces adversos en la salud. No obstante, la investigación por más de medio siglo en este punto ha demostrado consistentemente que la ingesta de huevo no está asociada con el aumento de riesgos sobre la salud (2), más bien, es fundamental incorporarlo dentro de nuestra ingesta nutricional habitual por su alto contenido en nutrientes y sus beneficios múltiples, los cuales se abordan a lo largo de este artículo.

Aparte de los componentes nutricionales enunciados previamente, se le han descrito compuestos bioactivos que demuestran efectos benéficos como la reducción de los niveles de presión arterial y su poder antioxidante, anticancerígeno, inmunomodulador y antimicrobiano (4).

A continuación se desglosan los diferentes beneficios del huevo sobre distintos aspectos y enfermedades.

HUEVO Y SALUD VISUAL

La degeneración macular relacionada con la edad constituye una de las principales causas de pérdida visual en los adultos mayores. Por medio de estudios científicos con fuerte peso estadístico denominados revisiones sistemáticas y metaanálisis, se ha documentado que, por ser una fuente rica en luteína y zeaxantina, el huevo presenta beneficios sobre la salud visual, por medio del incremento de la densidad óptica del pigmento macular, por lo que reduce la degeneración macular (5).

HUEVO Y SALUD CEREBRAL

En este punto se van a abordar múltiples subtemas:

Demencia:

Por tener un perfil rico en nutrientes tales como aminoácidos (componentes proteicos) esenciales, ácidos grasos no saturados, todas las vitaminas del grupo B, folato, vitaminas liposolubles y minerales, como mencionamos previamente, así como colina, luteína, zeaxantina y otros nutrientes esenciales, a los huevos se les ha atribuido un impacto positivo en la salud y, particularmente, en la cognición.

Pese a todo esto, también se han descrito posibles efectos dañinos sobre el sistema nervioso, pues por su alto contenido de colesterol puede ocasionar un incremento en las enfermedades neurodegenerativas. Antes bien, se ha documentado que el consumo de huevo está asociado con un riesgo reducido de demencia, específicamente, enfermedad de Alzheimer en la población adulta (6).

Cáncer de cerebro:

Los tumores cerebrales pueden ser de distintos tipos, pero resalta uno en particular, que se considera muy agresivo y al que se le han atribuido factores de riesgo ambientales, ocupacionales, nutricionales y genéticos. Entre los factores dietéticos, se ha documentado la posible relación con una dieta alta en proteínas, así como nitratos o nitritos (componentes principales de los embutidos).

Por el contrario, el consumo elevado de grasas totales y colesterol, cafeína y té se han relacionado inversamente (factor protector) con este riesgo. Con este preámbulo, se ha reportado en la literatura médica que el consumo de huevos no está asociado con el riesgo de cáncer cerebral (7), e incluso, ajustándolo con diferentes variables nutricionales y otras asociadas con el riesgo de glioma (cáncer de cerebro agresivo), aquellas personas con mayor consumo de huevo pueden tener menor probabilidad de presentar glioma cuando se comparan con quienes tienen un consumo menor de este producto (8).

Enfermedad cerebrovascular:

Una de las principales causas de esta patología es la aterosclerosis (acúmulo de placas de grasa) a nivel de la arteria carótida, que nutre principalmente el cerebro. Bajo este contexto, se realizó un estudio en Manhattan en el que participaron 1429 pacientes a quienes se les había realizado ecografía carotídea y se observó que el consumo de huevo tuvo una relación inversa o negativa con el grosor de una de las capas de la carótida denominada íntima media, así como la presencia de placas, con modelos estadísticos ajustados por otros factores que pueden influir. No encontraron asociación entre el consumo de huevo y el riesgo de desenlaces vasculares clínicos, entre los que se incluyó accidente cerebrovascular (ACV) (9).

Este año, en la población china se encontró que la mayor frecuencia de consumo de huevos está asociada con menor riesgo de eventos cerebrovasculares entre hombres, pero no tuvo implicaciones ni positivas ni negativas en las mujeres (10).

HUEVO Y ENFERMEDAD CARDIOVASCULAR

La enfermedad cardiovascular constituye una de las principales causas de muerte en el mundo. El estudio INTERHEART, que fue realizado en 52 países, identificó los factores de riesgo clínicos relacionados con esta patología e indicó que la hipertensión arterial, dislipidemia (alteración de colesterol o triglicéridos), diabetes, y obesidad, junto con los factores psicológicos y del estilo de vida, constituyen más del 90% del riesgo de infarto agudo de miocardio (IAM) (4, 11).

Como el huevo es una fuente nutricional de colesterol, se han realizado diferentes estudios que intentan abordar esta temática, y se ha evidenciado que el colesterol procedente del huevo no se absorbe adecuadamente y, por tanto, no incrementa las concentraciones de colesterol total (12). Incluso, en algunos artículos se ha indicado que el consumo de huevo está asociado con menor mortalidad, mientras que otras fuentes dietéticas de colesterol no procedentes del huevo pueden ser deletéreas para la longevidad (13).

Consumo de huevo en Irán

Por su parte, en la población iraní se documentó que el mayor consumo de huevo no está asociado con un aumento del riesgo de infarto, enfermedad cardíaca isquémica, ACV y enfermedad cardiovascular (14).

Asimismo, un estudio con fuerte poder estadístico encontró que el consumo de hasta un huevo por día no está ligado a mayor riesgo general de enfermedad cardiovascular, e incluso está relacionado con menor riesgo en asiáticos (15). Esto se ha corroborado en un estudio con 1.415.839 pacientes, que reportó que el consumo de más de 1 huevo al día no estuvo asociado con un incremento de eventos cardiovasculares, e incluso estuvo vinculado con la reducción del riesgo de enfermedad arterial coronaria (16).

Revisión de Estudios

Con respecto a lo anterior, recientemente se hizo una revisión de los diferentes estudios publicados en esta materia y con evidencia consistente se confirmó que no existe una correlación directa entre la ingesta de colesterol y sus niveles en sangre, así como la falta de asociación con el riesgo de enfermedad cardiovascular. (Lea También: Consumo de Huevo y Salud Muscular y Ósea, ¿Aliados o Enemigos? )

De hecho, en poblaciones como las asiáticas, en las que los huevos son una fuente dietética de colesterol, su consumo se relaciona con la mejoría de la dislipidemia, debido a la formación de lipoproteínas menos aterogénicas y cambios en la lipoproteína de alta densidad (HDL) que se relacionan con un mejor transporte a la inversa del colesterol. No obstante, en la dieta occidental, en la que existe mayor consumo de grasas trans, sí se puede observar un aumento del colesterol (17) e incluso de los marcadores de inflamación y de enfermedad cardiovascular (18).

Es importante destacar un estudio publicado en 2022 en una de las revistas médicas más importantes en el área de endocrinología, denominado EVIDENT II. En este se encontró que en adultos con y sin comorbilidades crónicas, tales como hipertensión, diabetes y dislipidemia, el consumo de huevo no estuvo asociado con cambios deletéreos en el perfil lipídico e incluso, entre quienes no tenían estos antecedentes, se demostró una mejoría sobre el perfil lipídico en los que consumían más huevos (19).

HIPERTENSIÓN ARTERIAL

Se ha demostrado que el consumo de huevos no tiene efectos significativos sobre la presión arterial en adultos (20) y, además, en algunos estudios se ha documentado que está asociado con menor riesgo de hipertensión (21).

HUEVO Y ENFERMEDAD RENAL

La enfermedad renal crónica afecta aproximadamente al 10% de la población mundial. No se ha encontrado asociación entre el consumo de huevo y el riesgo de desarrollar enfermedad renal. A la inversa, el huevo con los componentes bioactivos que contiene, incluida la vitamina D, puede conferir beneficios en este grupo de pacientes, incluso la demanda proteica que tienen, ante todo, los pacientes con enfermedad renal en diálisis, lo que permite la síntesis muscular (22).

HUEVO Y ENFERMEDADES ENDOCRINOLÓGICAS

A continuación se plantean diferentes subtemas asociados:

Síndrome metabólico:

Se define como la presencia de al menos tres de las siguientes cinco alteraciones metabólicas: elevación de la circunferencia de cintura, triglicéridos, azúcar en sangre, presión arterial y niveles bajos de colesterol HDL. Un metaanálisis que incluyó a 331.667 participantes documentó que el mayor consumo de huevo estuvo vinculado con una menor probabilidad de tener síndrome metabólico en la población adulta (23).

Hueso:

Se ha evaluado entre los pacientes ≥65 años que la ingesta de huevo está positivamente relacionada con la salud ósea, evidenciada en parámetros densitométricos que muestran mejoría a este nivel (24).

Diabetes:

Se ha encontrado que, entre los pacientes con consumo regular de huevo, existe mejoría en los niveles de azúcar en sangre, así como resistencia a la insulina, por lo que se ha sugerido que su consumo diario puede reducir el riesgo de diabetes sin afectar el perfil lipídico entre los pacientes con diagnóstico de diabetes tipo 2 o prediabetes (25).

Obesidad:

En la población de China se ha encontrado que el consumo de huevo puede ser benéfico para la regulación del peso, especialmente para sobrepeso con obesidad central (principalmente a nivel del abdomen) en mujeres (26). Al valorar al grupo de pacientes con obesidad, quienes tienen mayor ingesta de huevo se relacionan con una menor probabilidad de tener alteración metabólica, definida por valores elevados de triglicéridos, azúcar, presión arterial o HDL disminuido; es decir que quienes consumían huevo tenían menos probabilidad de estar metabólicamente enfermos, pese a presentar obesidad (27).

HUEVO Y MORTALIDAD

Un metaanálisis que recopiló múltiples estudios con 2.216.720 pacientes encontró que el consumo de huevo no está asociado con el riesgo de muerte por todas las causas, o relacionado específicamente por enfermedad cardiovascular, enfermedad arterial coronaria, ACV y enfermedad respiratoria, por lo que incluso entre sus conclusiones recomiendan el consumo de hasta 1 huevo al día como parte de una alimentación saludable (28). Esto fue corroborado en España con una población de 40.621 personas incluidas (29).

HUEVO Y SALUD INFANTIL

El huevo es un alimento ideal en esta edad. Se ha descrito la importancia de su consumo durante el embarazo, lactancia y la niñez, pues tiene el potencial de mejorar los desenlaces asociados al nacimiento, la composición de la leche materna y, en general, la nutrición infantil y el desarrollo cerebral por sus componentes benéficos (30). Se ha encontrado incluso que influencia positivamente el desarrollo óseo pediátrico y puede coadyuvar en la prevención de fracturas (31).

CONCLUSIONES

A la luz de la ciencia, no existe una asociación del consumo del huevo con desenlaces adversos en salud. Todo lo contrario, es un alimento con alto valor nutricional, ampliamente reconocido por representar una de las principales fuentes dietéticas de proteínas de alta calidad, con múltiples nutrientes. La recomendación del consumo de hasta 1 huevo al día como parte de una alimentación saludable es consistente en los estudios publicados.

La evaluación de su impacto en salud es compleja, pues existen múltiples sesgos o factores adicionales entre los que se encuentran la forma de preparación (con aceite vegetal, refinado, margarina, freído al sumergir en aceite, entre otros), que en sí mismos pueden conllevar el consumo de grasas que sí se han encontrado perjudiciales para la salud, como las trans, presentes en los aceites recalentados y las margarinas. Esto denota por qué en la población china se relaciona con múltiples beneficios, pero no así en otras poblaciones con dieta occidental rica en productos azucarados y fritos que pueden llevar a interpretar erróneamente efectos dañinos del huevo.

Asimismo, estudios que han mostrado beneficios del huevo en estos aspectos han dejado la enseñanza de que muchas veces los pacientes que más comen huevo también pueden tener hábitos perjudiciales en sí mismos, como el sedentarismo, mayor ingesta calórica, carnes rojas y procesadas, entre otros factores que son muy difícilmente controlados para sacar conclusiones frente a un producto que, como el huevo, a lo largo de los años y de forma consistente ha demostrado ser una fuente alimentaria espectacular a un muy bajo costo, con múltiples efectos benéficos en distintos sistemas y un potencial nutricional en el embarazo, la niñez, los adultos mayores y la población general.


REFERENCIAS

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