Visiones, de Celedonio Orjuela Duarte

Federico Díaz Granados
Poeta y periodista

Cuando se ejerce el oficio de la palabra, sin duda son muchos los rostros de fantasmas que habitan de diversas formas la memoria, y más aún cuando muchos de estos fantasmas se alimentan entre sí tejiendo una suerte de estética común entre ellos mismos.

No es gratuito que viajen en el mismo vagón autores como Cesare Pavese, Jean Genet, Georg Trakl y Juan Manuel Roca; quienes parecieran trazar un común mapa nocturno, arterial, donde el alma de hombre circunda la misma alma del poema.

Esto parece ocurrir en Visiones (un inventario de afectos literarios); Fondo Mixto para la Promoción de la Cultura y las Artes del Departamento del Tolima, Bogotá, 1998, de Celedonio Orjuela Duarte (Líbano, 1956); quien después de exorcizar sus primeras obsesiones literarias en un volumen de poemas titulado Precario equilibrio y en dos compilaciones de cuentos; nos entrega este libro de afectos donde el hilo conductor del fantasmario es la poesía.

Queda claro luego de la lectura del libro Visiones, que Celedonio Orjuela busca a través de las palabras; héroes nocturnos que después de transitar por calles del infierno, calles del misterio y espíritus videntes de la angustia, la muerte y el tiempo; se desdoblan en ángeles que saben que a mayor oscuridad de la noche mayor claridad de las estrellas.

Orjuela toma partido por los autores de la estirpe reflexiva de aquellos que han sido conscientes a lo largo de la historia que el poema; a pesar de provenir de una fuente confesional, debe habitar el estadio de la reflexión y el pensamiento para llevar a la palabra hacia reinos o paraísos escondidos.

Además de una colección de afectos, el libro Visiones muestra (siguiendo el hilo conductor de la poesía), una muestra de poesía boliviana y panameña actual, revelando al lector dos panoramas casi desconocidos para los colombianos, de dos poéticas que marchan con buen paso dentro del contexto de la lírica latinoamericana contemporánea.

Asomarse a este volumen constituye un recreo estético de varias voces que construyen mundos de luz y sombra en el mágico universo de la palabra.