Civilización Romana y el Imperio Romano

Civilización Romana y el Imperio Romano

La historia de la civilización romana y su vasto imperio abarca más de mil años de influencia cultural, política y militar en el mundo antiguo y más allá. Desde sus humildes inicios como una pequeña aldea en las riberas del río Tíber hasta su expansión para abarcar vastos territorios en Europa, Asia y África, Roma dejó un legado duradero que sigue siendo evidente en la sociedad moderna.

Roma se fundó en el año 753 a.C en el paso comercial “Paso del Tiber” por los hermanos Rómulo y Remo, al comenzar esta civilización romana, era una comunidad pequeña que basaba su economía en la agricultura.

Los fundamentos de la gran civilización Romana

Según la leyenda, Roma fue fundada en el año 753 a.C. por los hermanos gemelos Rómulo y Remo. Esta pequeña aldea agrícola se convertiría en el epicentro de una de las civilizaciones más influyentes de la historia. Desde el principio, los romanos demostraron una habilidad excepcional para la organización política y la ingeniería civil. Desarrollaron un sistema legal codificado, establecieron una república y construyeron una red de caminos que conectaba sus vastos territorios.

Cuando se fundó Roma, los hermanos se pelaron, ahí es cuando Remo murió y Rómulo se consagró como rey. Después de 200 años, Roma logra liberarse de los etruscos

Etapas de la civilización romana

1. Monarquía (desde el siglo VIII a.C hasta el siglo VI a.C): los poderes que se ejercen durante este periodo son los reyes romanos y etruscos, en esta etapa persiste una gran influencia etrusca.

2. República (desde el siglo VI a.C hasta el siglo I d.C): en esta época se da inicio a grandes conquistas y luchas, los romanos comienzan su expansión, en esta etapa se desarrollan las famosas guerras púnicas, una serie guerras que tuvieron lugar entre Roma y Cartago, contribuyendo así, en la expansión de Roma.

Ante la muerte de Julio Cesar, el poder lo gana su sobrino Octavio en una batalla con Marco Antonio, en ese momento se da paso al imperio.

3. Imperio (desde el siglo I d.C hasta el siglo V d.C): en esta etapa es cuando Roma se convierte en una metrópolis poderosa y refinada.

La república y sus desafíos

Durante siglos, Roma fue gobernada como una república, con un gobierno compartido entre los patricios, la élite aristocrática, y los plebeyos, la clase trabajadora. Sin embargo, este período no estuvo exento de conflictos internos y guerras civiles. Los líderes ambiciosos, como Julio César y Pompeyo, compitieron por el poder. Lo que finalmente condujo al colapso de la república y al ascenso del Imperio Romano.

Imperio Romano

Se caracteriza por tener una forma de gobierno autocrática, durante el imperio Roma se siguió extendiendo desde el Océano Atlántico. Pasando por el Mar Rojo, el Mar Caspio hasta el golfo Pérsico.

Al inicio del imperio, Augusto se hizo al poder formando una nueva estructura de gobierno. Donde el emperador se convierte en jefe político, jefe militar y pontífice.

Después de la muerte de Augusto y tras el mandato de Trajano y Adriano, Teodosio dividió el imperio romano en dos partes para cada uno de sus hijos: oriente y occidente. De esta manera, el imperio comienza a perder poder y territorio hasta llegar al año 476 donde oficialmente el imperio es vencido.

Bajo el liderazgo de emperadores como Augusto y Trajano, el Imperio Romano alcanzó su apogeo. Conquistaron vastos territorios, desde Britania hasta Mesopotamia, estableciendo una paz relativa conocida como Pax Romana. Durante este tiempo, Roma floreció como un centro de comercio, arte y cultura. Sus logros en ingeniería, como el Coliseo y el acueducto de Roma, siguen siendo asombrosos testimonios de su grandeza.

El declive y la herencia de la civilización romana

Sin embargo, la grandeza de Roma no pudo durar para siempre. Factores internos como la corrupción política y la decadencia moral, así como las presiones externas de las invasiones bárbaras, contribuyeron al declive del imperio. En el año 476 d.C., el último emperador romano de Occidente fue depuesto, marcando el fin oficial del Imperio Romano.

A pesar de su caída, el legado de Roma perdura en la arquitectura, el derecho, el idioma y la cultura. Su influencia sigue siendo evidente en las instituciones políticas y sociales de todo el mundo occidental. La civilización romana y su imperio continúan siendo una fuente de inspiración y estudio, recordándonos la capacidad del ser humano para alcanzar la grandeza y dejar un impacto perdurable en la historia.

Características de la civilización romana

Imperio romano caracteristicas

Foto de Ilona Frey en Unsplash

Organización social de la civilización romana

La sociedad romana no fue muy compleja, se dividió en dos grandes grupos: los patricios que eran hombres libres y los plebeyos que eran hombres sin libertad. Los patricios gozaban de derechos, ocupaban cargos militares y políticos y participaban en el Senado.

Mientras tanto, los plebeyos que eran las personas sin libertad, no tenían derecho y eran los esclavos, los campesinos, los comerciantes, los artesanos y los pequeños propietarios.

Actividad económica romana

La agricultura era la actividad básica y principal de la economía romana, su agricultura se basaba en el cultivo de frutas, hortalizas, cereales, vid y olivo, construyeron embalses y acequias para el riego, araban con reja de hierro.

La producción artesanal también hacia parte de su economía, realizaban producción de tejidos, perfumerías, joyerías, tenían talleres de cuero, vidrio, herrería, panaderías.

Justamente la agricultura y ganadería sirvieron como productos de comercio para el intercambio, de esta manera se estableció un sistema de comercio comunitario y de intercambio. Por ejemplo, aquellos agricultores que tenían excedentes de sus cosechas, podrían entregar sus productos al gobierno como parte de pago de los impuestos.

Religión de la civilización romana

La religión desempeñó un papel fundamental en la vida de los antiguos romanos y fue un componente central de su identidad cultural y social. La religión romana era politeísta y estaba profundamente arraigada en la vida diaria de las personas, influyendo en sus actividades cotidianas, su gobierno y sus instituciones.

Los romanos eran politeístas por lo que asimilaron numerosos dioses extranjeros y religiones, tenían dos cultos: privados que eran los domésticos, en las casas romanas existían un santuario pequeño conocido como “Lararium”; y los cultos públicos que eran los relacionados con el Estado.

Alguno de sus ritos religiosos, consistía en realizar profecías mientras miraban el vuelo de los pájaros o cuando sacrificaban a algún animal, tenían la creencia que este tipo de ritos hacia que los dioses los protegiera y cuidara.

Dioses de la civilización romana

La religión romana se caracterizaba por una gran diversidad de deidades y prácticas religiosas, con influencias tomadas de diversas culturas y regiones conquistadas por Roma a lo largo de su expansión. Aunque los romanos adoraban a una amplia variedad de dioses y diosas, los principales eran los dioses del panteón olímpico griego, a menudo adaptados y asimilados en la religión romana.

Algunos de los dioses más importantes en la religión romana incluían a Júpiter, el rey de los dioses y el dios del cielo y el trueno; Juno, la esposa de Júpiter y diosa del matrimonio y la fertilidad; Marte, el dios de la guerra; Minerva, la diosa de la sabiduría y las artes; Venus, la diosa del amor y la belleza; y Neptuno, el dios del mar.

Los romanos también adoraban a una serie de dioses y diosas menores, espíritus de la naturaleza, genios protectores y antepasados divinizados. Además de adorar a los dioses en templos, los romanos realizaban rituales y sacrificios públicos y privados para asegurar el favor divino y protegerse de los males.

Los principales dioses eran:

1. Lares: dioses protectores de las familias, casas y campos.
2. Manes: dioses protectores de los antepasados.
3. Penates: dioses protectores de los alimentos y del fuego doméstico.

Culto y ceremonias

El culto estatal era una parte importante de la religión romana, y los sacerdotes y sacerdotisas desempeñaban un papel crucial en la realización de ceremonias religiosas y la interpretación de los auspicios divinos. El Senado romano tenía autoridad sobre los asuntos religiosos y la administración de los templos.

A medida que el Imperio Romano creció y se expandió, la religión romana se mezcló con las creencias y prácticas de las culturas conquistadas, lo que resultó en una mayor diversidad religiosa en el imperio. Sin embargo, a pesar de esta diversidad, la religión romana continuó siendo una fuerza unificadora y un aspecto fundamental de la identidad romana hasta la llegada del cristianismo, que eventualmente se convertiría en la religión dominante del imperio.

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