Sector Informal: Experiencia de Colombia y de los Países Andinos Parte II
La arquitectura general propuesta por el DANE de Colombia, resulta óptima a nivel global. En particular, en lo referente a la precisión de los estimadores, es probablemente superior a la obtenida con el dispositivo original.
En efecto, la movilización de la fase 1 con el fin de obtener una muestra de UPI, plantea en el caso de las UPI visibles dos tipos de interrogantes:
- Por un lado, en la medida en que estas últimas son bastante minoritarias, su número es en general bastante bajo.
- Por otra parte, algunas de estas UPI se encuentran concentradas geográficamente. Lo cual no puede ser considerado por la muestra de hogares.
Estas limitaciones son tanto más importantes que las UPI visibles representan en general precisamente el segmento superior del sector informal. El más dinámico económicamente y asimismo. El que es más susceptible de ser incentivado por las políticas públicas.
La mejora en la calidad de la muestra de las UPI visibles es una innovación mayor. Ésta implica, sin embargo, algunos inconvenientes:
- Para los jefes de establecimientos visibles, no se dispone ni de la fase 1 ni de la fase 3. Por consiguiente. Un cierto número de análisis microeconómicos no son posibles. Por ejemplo, no se podrán vincular las UPI con los diferentes tipos de hogares. Entre el sector informal y la pobreza . Entre las estrategias de producción y de consumo de los hogares.
- A pesar de los esfuerzos realizados para asegurar que el criterio de visibilidad manejado de manera física y por vía de encuesta ECH permita evitar intersecciones, es muy difícil evitar los traslapes.
- En fin, para los países que no tienen el marco de área. Los costos financieros y humanos de implementar y mantener tal instrumento son demasiado elevados. Al menos si se restringe su uso únicamente a las encuestas sobre el sector informal.
A pesar de estas limitaciones, no cabe ninguna duda de que la presencia del marco de área en Colombia debe ser considerado como una enorme ventaja para el dispositivo de la encuesta 1-2-3.
1.4.1.5.2 Identificación y calificación de la ” zona gris ” de lugares de compra
La segunda innovación efectuada por el DANE es la de haber logrado una mayor precisión en la clasificación de los lugares de venta entre sector formal e informal. Con un dispositivo de encuesta específica (véase capítulo 6).
Este trabajo mejora sensiblemente los resultados de la fase 3. En el caso de los países en donde no sea posible realizar una encuesta complementaria con el fin de precisar el carácter informal o no de ciertos puntos de venta. Siempre es posible utilizar la información recogida en las fases 1 y 2. Tipificando la informalidad de categorías de establecimientos con el fin de disipar las zonas de sombra que puedan persistir para ciertos tipos de establecimientos comerciales investigados en la fase 3 relativa a los determinantes de los lugares de compra.
1.4.1.5.3 Encuesta piloto en Venezuela para evaluar la fiabilidad del informante
La fiabilidad de la identificación de las unidades de producción informales a través de las respuestas dadas por el conjunto de ocupados. Sean éstos independientes o dependientes. A la pregunta relativa a saber si la UP lleva o no contabilidad y si está o no registrada ante las autoridades del Estado. Podría ponerse en duda si los dependientes desconocen o no son capaces de proporcionar una información fiable respecto a las unidades en donde laboran.
Un error del mismo tipo ocurriría si la entrevista es de tipo indirecto. Es decir, si un solo miembro del hogar responde por los otros miembros. Lo cual es un caso corriente en la mayor parte las encuestas de empleo en América Latina.
Con el fin de investigar esta posibilidad. El INE de Venezuela llevó a cabo una investigación aplicando la misma pregunta al informante calificado de la fase 1 y al informante calificado de la fase 2 (jefe de la UPI (véase capítulo 10). El análisis de los resultados es muy interesante y positivo.
Se demuestra que, por ejemplo, incluso en ese caso. El informante regular de la encuesta de hogares es equivalente al propio sujeto de referencia para construir el directorio de UPI.
Este problema no se plantea cuando, como en el caso del Perú. La encuesta se hace mediante entrevista directa.
1.4.1.5.4 Proceso continuo de mejoras en el Perú
La metodología 1-2-3, ya se señaló más arriba, no es un “paquete cerrado” ni una “caja negra”. Pues está destinada a evolucionar incorporando mejoras de diversos órdenes. El caso del INE del Perú es bastante ilustrativo de esta evolución positiva.
En efecto, en el año 2002 (IV trimestre) se llevó a cabo una nueva encuesta ENAHO incorporando las tres fases de manera simultánea en la misma encuesta (véase capítulo 9).
Esta realización conjunta de las fases 1, 2 y 3. Presenta la ventaja de evitar pérdida de muestra debido al tiempo latente generalmente existente entre las dos fases con el consiguiente riesgo de introducir un sesgo en la muestra de las UPI.
Adicionalmente, abre enormes posibilidades analíticas al poderse combinar los resultados sobre características de las UPI con pobreza. Determinación de lugares de compra según características de los hogares, por no citar sino unos cuantos temas posibles.
Otra innovación en el caso del Perú es la introducción de una dimensión panel que permitirá analizar la dinámica de las UPI y vincular ésta a cambios en el entorno de los hogares y choques idiosincrásicos.
Igualmente, se corrigieron algunas omisiones que por razones de tiempo necesario al planeamiento y ejecución de la encuesta no pudieron ser evitadas.
Ello es en particular el caso de la consideración de la estacionalidad a través de preguntas relativas al perfil estacional de las ventas. La introducción de un conjunto de modalidades con el fin de determinar la existencia y la naturaleza de la informalidad (tipos de registro y de contabilidad). Desglose de las cuentas de las UPI por productos y la aplicación del filtro entre las fases 1 y 2 sin restringirlo a una categoría de ocupados.
Finalmente, a partir de abril de 2003, la encuesta 1-2-3 pasa a ser una encuesta continua, lo cual va ha permitir una mejor extrapolación de los valores anuales de valor agregado, ventas, etc.. Destinados a mejorar su consideración dentro de las estimaciones del PBI realizadas por los técnicos de cuentas nacionales.
1.4.2 Puntos pendientes de desarrollo metodológico de la encuesta 1-2-3
1.4.2.1 Identificación del empleo informal sobre el conjunto de los ocupados
A pesar de haber sido adoptada una misma definición operativa para la medición del sector informal. Los distintos países la han aplicado de diferente manera, introduciendo, de este modo, ciertas divergencias que restan comparabilidad a los resultados.
Así, en Colombia la pregunta filtro que permite en la fase 1 identificar a los jefes de unidades informales y aportar una primera estimación del empleo informal. Fue aplicada únicamente a los independientes y no a todos los ocupados (problema para la medición del empleo informal en la fase 1).
Esto significa que no se logrará identificar el empleo informal en aquellas unidades que emplean asalariados. Que constituyen sin duda el segmento más productivo del sector informal. Igual sesgo se presenta en el caso del Perú. En donde sólo se aplicó la pregunta filtro a aquellos trabajadores en unidades de producción que emplean 10 o menos trabajadores.
Igualmente, las preguntas en la fase 2 que permiten la confirmación de la información colectada en la fase 1 respecto al estatuto informal de la unidad de producción, no debe ser (como en el caso de Colombia) obviada. Pues es probable que un cierto número de UP devengan formales. En particular teniendo en cuenta el tiempo que separa la fase I y la fase en la encuesta colombiana.
Un lapso demasiado grande que separe las fases 1 y 2. Resultará en un sesgo de la muestra de UPI que favorece aquellas unidades con mayores probabilidades de sobrevivir mientras que las más frágiles estarán ausentes de la muestra de la fase 2.
La identificación de las UPI que serán investigadas en la fase 2 también debe considerar que en el empleo secundario también existen jefes de UPI que conviene investigar en la fase 2.
Muchos asalariados del sector privado y sobre todo del sector público. Ejercen un segundo empleo la mayor parte del tiempo en unidades informales.
Nuevamente, las características de estas UPI probablemente difieren de aquellas que representan la ocupación principal de sus jefes.
1.4.2.2 Investigar las razones del no registro
En algunos de los países no se han investigado las razones por las cuales el establecimiento no se encuentra registrado.
Ello hubiera permitido no solamente comprobar o refutar las hipótesis según las cuales la informalidad se debe al costo excesivo de la formalidad o más bien al desconocimiento de los trámites administrativos por parte de los jefes de dichas unidades.
En la medida en que buena parte de los esfuerzos de ampliación de la base tributaria está centrada en la necesidad de incorporar a las unidades informales más plenamente al sistema tributario. Hubiera sido conveniente saber cuáles son las razones que motivan el no registro.
Los resultados disponibles en diversos países en desarrollo, indican, contrariamente a la idea sugerida por De Soto, que no es principalmente el costo de la informalidad sino simplemente el desconocimiento de la legislación que constituye el motivo principal de la informalidad.
1.4.2.3 Investigar con mayor detalle las características de las UPI
En el caso de la encuesta realizada por el DANE no se consideró que las características del local en donde se ejerce la producción informal sea relevante.
Esto sin embargo esta relacionado con el grado de desarrollo de las fuerzas productivas y con la transición de un sector informal de subsistencia hacia un sector informal más identificado con la pequeña empresa dinámica, creadora de empleos.
La encuesta 1-2-3 se diseñó, en su fase 2, con el propósito de reconstruir las cuentas del sector informal, que se caracteriza precisamente por no llevar contabilidad.
Para ello, se dispone de una batería de preguntas que permite, producto por producto, precisar el valor de las ventas. El consumo intermedio, el valor agregado, el destino y el origen de dichos flujos, etc.. Sin embargo, en el caso de Colombia se preguntó directamente al jefe de UPI por el valor de las ventas, los componentes de las ventas, consumo intermedio sin deducirlo a través de las preguntas detalladas que permiten reconstituir las cuentas de las UPI que por definición no llevan contabilidad.
Se recoge el valor total de las ventas, producción e ingreso con el fin de establecer el perfil estacional de la actividad. Se pregunta cuál fue el valor total de la mercadería vendida y de los insumos para actividades agrupadas en tres grandes ramas (comercio, manufactura y servicios).
Ello significa que no se tiene información precisa sobre el flujo de producción (cantidad, precio, valor ni destino) tanto para los productos transformados como para los vendidos sin transformación y para los servicios prestados.
Tampoco se considera la posibilidad de que una misma empresa fabrique o venda varios productos a la vez. Del mismo modo. En cuanto a los gastos relativos a la producción, no se desglosa a qué productos y servicios corresponden. Se consigna únicamente una cifra global para el conjunto de la actividad de la unidad informal.
Esto significa que la evaluación del valor agregado de la empresa no se puede estudiar con un mínimo de precisión.
Tampoco se podrá realizar ningún tipo de estudio sobre la productividad y la competitividad del sector informal. Más aún. No se podrán investigar los lazos existentes entre desarrollo de las fuerzas productivas y pobreza.
1.4.3 Temas pendientes en la agenda de investigación
1.4.3.1 Comparaciones entre las estimaciones de la informalidad según diversos conceptos y metodología de medición
El conjunto de países del área andina dispone de encuestas sobre el empleo en las cuales se capta información sobre el tamaño de los establecimientos así como sobre las categorías ocupacionales.
Dicha información permite, por ende, calcular la importancia relativa de la informalidad según la vieja, y ahora obsoleta, definición del PREALC.
Una comparación en dos dimensiones queda aún pendiente:
a) Intertemporal y entre países homogeneizando la definición operacional del PREALC. En particular en lo que se refiere al tamaño del establecimiento y las categorías de ocupados que se excluyeron. (Independientes profesionales, empleadas domésticas) en unos países, pero en otros, no.
b) Comparación entre la definición del PREALC hasta ahora utilizada en varios países y la definición retenida por la Comunidad Andina, siguiendo los lineamientos de la OIT.
Ello permitirá apreciar en qué medida las estimaciones tradicionales sobre o subestiman la verdadera dimensión de la informalidad. Y cómo varían estas discrepancias de un país a otro dentro de la subregión.
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