La Economía del Comercio Electrónico y de Internet

Internet

Economía del Comercio Electrónico

Las transacciones por conducto de Internet, el IED y aplicaciones perfeccionadas de la telefonía y la televisión, son el resultado de mejoras radicales de las comunicaciones y de la tecnología de la información, a través de un proceso que se inició con el descubrimiento de la electricidad y la invención del teléfono y el telégrafo.

En el capítulo anterior se expusieron diversas razones por las cuales el comercio electrónico ha de suministrar gran número de nuevas oportunidades.

El rápido progreso del comercio electrónico plantea interesantes e importantes cuestiones: ¿de qué modo afecta el desarrollo del comercio electrónico y de Internet a los distintos participantes en las actividades económicas, y cuáles son sus efectos probables sobre el crecimiento económico y el bienestar?

El desarrollo del comercio electrónico y la concreción de sus beneficios potenciales se han examinado en los estudios económicos desde dos puntos de vista:

i) el de las condiciones necesarias para el suministro y desarrollo de los servicios de comercio electrónico e Internet, y

ii) el de los efectos del comercio electrónico y de Internet sobre los sectores que utilicen estos nuevos medios de intercambio.

La primera cuestión está principalmente relacionada con la infraestructura y con los requisitos para el acceso, así como con la contribución del progreso tecnológico a la eficiencia económica del suministro de los servicios referidos.

La segunda versa principalmente sobre el modo en que el comercio electrónico e Internet afectarán a la oferta y la demanda de bienes y servicios en los distintos mercados, y sobre las repercusiones de este medio en la estructura del mercado y la competencia en diversos sectores.

En pocas palabras, se prevé que la difusión del comercio electrónico reducirá los costos de transacción y los de producción, facilitará la incorporación de nuevas empresas a los mercados y aumentará la competencia. Todo esto, a su vez, reducirá los precios, elevará los niveles de calidad y creará productos nuevos y más diversificados, fomentando así el crecimiento económico y el bienestar. Lea: Efectos Económicos del Comercio Electrónico en Internet

Condiciones para el desarrollo del comercio electrónico: infraestructura y acceso

Los progresos de la tecnología de la información y de la infraestructura han permitido el desarrollo del comercio electrónico, que culminó con el establecimiento de Internet

El crecimiento del comercio electrónico está estrechamente vinculado con el desarrollo y difusión de nuevas tecnologías de la información, así como de las infraestructuras de telecomunicaciones. Las primeras, que comprenden el fax, el teléfono digital e Internet, se han examinado ya en lo que antecede.

La infraestructura de telecomunicaciones, que se ha desarrollado considerablemente durante los últimos decenios, abarca ahora tanto redes de líneas fijas como redes radioeléctricas, y unas y otras pueden emplearse para el comercio electrónico. Las de líneas fijas comprenden las redes telefónicas de hilo o de cable, las redes de televisión por cable, las redes alámbricas establecidas por servicios de transporte, y en algunos casos las redes de distribución de electricidad.

Entre las radioeléctricas se cuentan las de telefonía celular, las establecidas entre puntos fijos y los sistemas de comunicaciones por satélite. Por lo que se refiere a la capacidad con que debe contar la infraestructura, el teléfono e Internet emplean hasta ahora redes de capacidad relativamente baja (banda estrecha), mientras que la televisión utiliza redes de cable de banda ancha.

Algunas empresas también han adoptado redes cerradas de comunicación de diferentes capacidades para intercambiar datos por medio electrónicos, por ejemplo, mediante el IED.

Infraestructura Mundial de la Información (IMI)

Internet es particularmente importante para el establecimiento de vínculos entre distintas formas existentes de comercio electrónico. Esta es la razón por la cual la mayoría de los estudios relativos al desarrollo de ese comercio se centran en el crecimiento de Internet o en lo que a veces se denomina la Infraestructura Mundial de la Información (IMI).

Por ello, el presente capítulo versará principalmente sobre el comercio electrónico realizado por Internet, aunque muchas de sus conclusiones son también aplicables a otros instrumentos empleados para ese intercambio.

La transmisión de datos por Internet aprovecha con gran eficiencia la infraestructura de telecomunicaciones

La Malla

Internet es una red de redes (no es extraño que se la llame la web, «la malla»), que tiene en líneas generales la estructura que seguidamente se describe. En el nivel inferior, es decir, el más próximo a los usuarios, se encuentran las redes locales.

Éstas se hallan conectadas a una red de «nivel medio», o regional, la que a su vez establece la conexión con una o más redes principales11. La mayor parte del tráfico de las redes principales y regionales circula por líneas telefónicas arrendadas. Sin embargo, estas líneas no se utilizan para Internet de la misma manera que para los servicios telefónicos ordinarios.

En el caso de estos últimos, se establece un circuito de extremo a extremo cada vez que se hace una llamada. Ese circuito no es accesible a otros usuarios hasta que la llamada ha concluido, con independencia de la cantidad de datos que se transporten realmente. Tal sistema, llamado de «conmutación de circuitos», resulta muy práctico para aplicaciones en tiempo real, como la conversación, ya que la transmisión de datos es instantánea. El sistema también permite una fácil y detallada contabilidad de la utilización de la red.

Conmutación de paquetes y Datos

Internet emplea una tecnología diferente, conocida por el nombre de «conmutación de paquetes». Los «conjuntos de datos» (concepto que debe entenderse en un sentido genérico; por ejemplo, un mensaje de correo electrónico es también un conjunto de datos) se dividen en paquetes, que seguidamente se envían independientemente por la red a su destino.

No se reserva ningún circuito de extremo a extremo. Los paquetes simplemente pasan del ordenador de origen a otros ordenadores encaminadores (que los orientan de acuerdo con la información contenida en el encabezamiento del paquete) hasta que llegan finalmente al ordenador de destino. En este último los paquetes se reensamblan con arreglo a un protocolo determinado.

Dado que las rutas se optimizan en todo momento, diferentes paquetes pertenecientes al mismo conjunto de datos pueden tomar rutas diferentes. La principal ventaja de la conmutación de paquetes reside en la llamada «comparición estadística» de las líneas de comunicaciones, por la cual paquetes de orígenes diferentes pueden compartir la misma línea.

De tal manera, con la conmutación de paquetes es posible utilizar una capacidad determinada de manera más eficiente que con la conmutación de circuitos, en la que los datos sólo se transportan entre las partes que se encuentran conectadas, lo que en general deja mucha capacidad sin utilizar.

Los costos del suministro de servicios de Internet son principalmente los de los encaminadores y las tarifas aplicadas por las líneas

Las condiciones de suministro de los servicios de Internet dependen de los costos y tarifas de éstos. En primer lugar, los costos de infraestructura dependen principalmente de las tarifas aplicadas por las líneas de comunicación (que son principalmente determinadas por las empresas de telecomunicaciones), del precio de los encaminadores y de otras instalaciones informáticas y, en menor medida, de los sueldos y salarios de los operadores.

Cuando, alrededor de 1970, los encaminadotes pasaron a ser más baratos que las líneas, se hizo más eficiente utilizar una tecnología que economizase la capacidad de transmisión (McKie-Mason y Varian, 1995). Esto explica la preferencia por la conmutación de paquetes sobre la conmutación de circuitos en el caso de Internet.

Dado que los encaminadores y las tarifas de las líneas constituyen costos fijos, el costo marginal de enviar un paquete de datos adicional dentro de una capacidad determinada es prácticamente nulo.

Una importante excepción a esta regla se registra cuando hay congestión en la red, lo que puede ocasionar costos considerables en forma de retardos en la transmisión, tiempos más largos para el acceso y, quizás, pérdida de información. No obstante, tales costos son soportados por los usuarios de la red y no directamente por los proveedores de servicios de Internet.

Cabe señalar, sin embargo, que los costos de la congestión han sido internalizados en parte por estos proveedores mediante el suministro de capacidad adicional a fin de atender a las crestas de la demanda12.

Predominan los sistemas de precios a tanto alzado, que reflejan los muy bajos costos marginales, pero estos sistemas contribuyen actualmente a la congestión

Dada la demanda rápidamente creciente de servicios de Internet y la necesidad de disponer de nueva capacidad y evitar la congestión; el sistema de fijación de los precios de los servicios de Internet es de importancia fundamental para proporcionar los debidos incentivos; a fin de que se utilice con eficiencia la infraestructura actual y se suministre suficiente capacidad adicional.

A este respecto, es útil examinar las decisiones relativas a los precios que han de adoptarse a diferentes niveles de las jerarquías de las redes: en primer lugar; los proveedores de las redes principales deben acordar las tarifas para el transporte recíproco, por sus redes, de los datos procedentes de las demás.

En segundo lugar; esos proveedores cobran a las redes de nivel medio por el acceso que éstas obtienen a través de líneas arrendadas permanentes (las llamadas líneas especializadas). En tercer lugar; las redes de nivel medio cobran el acceso a ellas de las redes locales.

Por último; los proveedores de servicios de Internet cobran a los usuarios que no necesitan una línea especializada por las denominadas conexiones «por marcación»; que permiten un acceso intermitente a la red a velocidades algo inferiores.

Las conexiones «por marcación» son las conexiones con Internet normalmente utilizadas por los particulares; mientras que las grandes compañías y organizaciones a menudo cuentan con líneas especializadas que las conectan a redes locales o a redes de nivel medio.

Historia de las tarifas de Internet

El sistema de precios más frecuentemente utilizado para los servicios de Internet es el de tanto alzado (UIT, 1997a; McKie-Mason y Varian, 1997). Este consiste en una tarifa anual por una conexión de «anchura de banda fija»; que permite una utilización sólo limitada por la anchura de banda adquirida.

Las tarifas a tanto alzado se aplican en general a través de toda la jerarquía de la red; del nivel principal al nivel medio y de éste último al local.

Hasta época reciente, y por razones vinculadas con la historia de la red; los sistemas de precios aplicados entre los proveedores de servicios de Internet se basaban en el principio de que «el emisor retiene la totalidad »; y no incluían una liquidación por el transporte de datos a través de las redes principales de otros proveedores.

Supóngase el caso de una corriente de datos enviada por un usuario 1 que está conectado a la red principal A; a un usuario 2 conectado a la red principal B. Con arreglo al sistema de que se trata, ni 1 ni A deben pagar por el transporte de los datos por la red B.

Volumen de Datos vs. Nivel

Actualmente, sin embargo, algunos grandes proveedores tratan de cobrar a los proveedores pequeños por el uso «no equilibrado» de sus redes. Esta tarifa no se basa en el volumen de datos transportados; sino en un nivel especificado de capacidad que el pequeño proveedor puede utilizar para los datos que envía por la red del proveedor de mayor importancia.

Las tarifas a tanto alzado ofrecen diversas ventajas para los proveedores y usuarios de servicios de Internet. No exige una costosa contabilidad de las corrientes de datos, y la facturación a los usuarios es relativamente barata.

Las tarifas de ese tipo también responden aproximadamente a los costos marginales de los proveedores; ya que el costo de enviar un paquete adicional es casi nulo durante la mayor parte del tiempo.

Asimismo, alientan la difusión de Internet entre los usuarios «por marcación »; ya que éstos pueden utilizar las conexiones telefónicas de que disponen y, por tanto, no incurren en gastos adicionales por el uso de Internet.

No obstante, las tarifas a tanto alzado presentan también inconvenientes. El principal problema reside en que no proporcionan un incentivo para economizar en la utilización de Internet y contribuyen así a la congestión. Esto es algo análogo a la clásica «tragedia de los terrenos comunales ».

Dado que, una vez pagada la tarifa fija, el mayor empleo de la red resulta gratuito. Los usuarios tienden a utilizar excesivamente el recurso común; a diferencia de lo que ocurriría en una situación en la que el precio reflejase la relativa escasez de éste.

De tal manera; los usos de Internet que tienen escaso valor económico tienen las mismas consecuencias para la congestión de la red; que los intentos de transmitir una urgente y valiosa información. Las tarifas a tanto alzado no permiten dar prioridad al transporte de una información sobre la base de su valor13.

Notas


  • 11 Esta es la descripción más apropiada de las partes de Internet correspondientes a los Estados Unidos o a Europa. No obstante, Internet está adquiriendo una complejidad creciente. y es cada vez más difícil obtener una visión completa de la red de un país determinado. Los distintos proveedores de servicios generalmente suministran mapas de sus propias redes, lo que sólo proporciona una representación parcial.
  • 12 Los proveedores cuentan típicamente con un 50 por ciento de capacidad de reserva en sus redes durante los períodos punta. Adviértase que esta capacidad de reserva no sólo sirve para atender a ráfagas momentáneas de tráfico. Sino también para proteger al proveedor contra los rápidos aumentos de la demanda. Tanto más cuanto que se necesitan entre 45 y 90 días para hacer instalar una línea ordinaria (véase Gareiss, 1997).

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