Efectos Económicos del Comercio Electrónico en Internet

Comercio Electrónico

Los efectos económicos del comercio electrónico sobre los sectores – Usuarios

La expansión del comercio electrónico realizado a través de Internet no sólo está ligada al progreso de la infraestructura y al aumento de las oportunidades de acceso. Depende también de la aparición de actividades comerciales provechosas.

Para el mundo empresarial, Internet abre posibilidades de mucho mayor alcance que las tecnologías anteriores de información y comunicación. En principio, pueden reunirse en línea todos los componentes de la cadena de valor de determinadas transacciones, desde la producción a la distribución.

Internet ofrece servicios integrados de fax, correo y (próximamente) teléfono, a un costo relativamente bajo. Permite realizar transacciones, interactivas o no, entre dos personas o entre muchas. Por último, puede transferirse por ella información digitalizada de un ordenador a otro a bajo precio (véase también los cuadros 6 y 7 y el gráfico 3).

Esto hace de la red un instrumento muy flexible y poderoso de comercio electrónico, a pesar de que su uso comercial sólo ha comenzado unos pocos años atrás.

Efectos económicos del comercio electrónico

Internet reduce los costos de transacción

Dos efectos del comercio electrónico sobre los sectores usuarios son los más frecuentemente mencionados. El primero se relaciona con las repercusiones sobre los intermediarios y con los cambios en la cadena de suministros que se establece entre el momento del diseño de un producto y el de su venta final a un cliente. El segundo se refiere a la estructura del mercado.

A menudo se sostiene que Internet es la «gran niveladora », en cuanto permite a las pequeñas empresas rivalizar con las grandes en igualdad de condiciones, con el consiguiente aumento de la competencia. Ambos efectos son en realidad resultado de la reducción de los costos de transacción, debida a la mayor rapidez y baratura de las comunicaciones y de la circulación de la información.

Internet permite que las empresas desarrollen ciertas actividades a más bajo costo. La mayor eficiencia se alcanza por una parte en el ámbito interno de las empresas, el de su organización y gestión (gracias a comunicaciones más rápidas y baratas), y es además impulsada por el aumento de la competencia entre distintos proveedores.

Oferta y Demanda

Internet también ofrece oportunidades para mejorar la calidad de los servicios al permitir ajustar más rápidamente la oferta a los cambios de la demanda, acelerar el desarrollo de nuevos productos y la prueba de su aceptación en el mercado, y aumentar la adaptabilidad a las necesidades de clientes determinados.

Se informa de varios ejemplos notables de los beneficios que reporta el comercio electrónico por Internet: diversas compañías han introducido con éxito un sistema de compras basado en esa red y en el IED, con considerables ahorros en el tiempo de tramitación de los pedidos y en los costos de abastecimiento (véase también el capítulo anterior).

El comercio electrónico por Internet también ha hecho algunos progresos en el sector minorista de productos de alta tecnología, ya que un creciente número de empresas venden tales productos por la red (UIT, 1997a).

Efectos económicos del comercio electrónico: puede cambiar la estructura de empresas y sectores

También es probable que Internet afecte a la «dimensión vertical» de la empresas. Todo producto es el resultado de una combinación de bienes y servicios. Piénsese, por ejemplo, en un libro que se ofrece en una librería: éste es producto de las ideas del autor, del papel en el que ha sido impreso y de los servicios del diseñador de la cubierta, de los especialistas en comercialización, de un editor, de una empresa de transporte y de un comerciante minorista.

Los proveedores de estos bienes y servicios pueden formar parte de una sola compañía que controle toda la cadena situada entre el escritor y el lector, o ser distintas empresas especializadas. La medida en que los bienes y servicios se producen dentro de una sola empresa es la llamada «dimensión vertical» de ésta.

Dimensión Vertical de las Empresas

Internet puede afectar a la «dimensión vertical» de las empresas por sus repercusiones sobre los costos de las comunicaciones y de la transmisión de la información. Las empresas se integran o escinden para adquirir mayor eficiencia (o poder de mercado). La existencia de nuevas tecnologías de información y comunicación crea nuevas condiciones que mueven a realizar ajustes en diversos sectores. Lea: Empresas Pequeñas y Medianas en El Comercio Electrónico

Véase, por ejemplo, el caso de los servicios financieros. Internet facilita el acceso a la información relativa a los mercados financieros mediante servicios gratuitos en línea.

Los corredores de bolsa que solían ofrecer servicios integrados; (es decir, la realización de las operaciones bursátiles y el suministro de información al cliente sobre lo que habían de comprar o vender); se encuentran compitiendo actualmente con corredores de bolsa en línea que simplemente efectúan las operaciones, sin suministrar asesoramiento ni información.

La competencia en línea conduce en este caso a servicios menos diferenciados que compiten solamente sobre la base del precio, y no de la calidad del servicio (antes reflejada en el valor de la información, que ya no suministran).

El resultado de ello es una división vertical, es decir, la separación entre la prestación de los servicios de información, y las operaciones propiamente dichas.

Transformaciones análogas afectan a las agencias de viajes, aunque a veces con un efecto opuesto en lo que atañe a la integración vertical. La venta por Internet de billetes de compañías aéreas es mucho menos onerosa que la venta tradicional efectuada por intermedio de una agencia de viajes. Por tal razón, las compañías están tratando de prescindir de la intervención de éstas y vender los billetes directamente a los clientes, con lo que evitan pagar una comisión.

También pueden tratar de hacer las ventas por conducto de agencias en línea, pagando una comisión menor. La difusión de las ventas de billetes en línea, no obstante, está limitada por reglamentaciones que prohíben las reducciones de precios. Los clientes de Internet no pueden así obtener billetes más baratos. Esto deja a las compañías aéreas con un fuerte incentivo para integrar las ventas en sus propias actividades.

Comercio Minorista

Son de prever profundos cambios en el comercio minorista en general, a medida que Internet facilite la realización de las compras desde el hogar.

Una primera ola de «cibercentros comerciales» fue seguida por comercios minoristas especializados, que tuvieron más éxito; y más recientemente han aparecido «megatiendas» de productos múltiples (The Economist, 1º de noviembre de 1997).

No obstante, sigue habiendo mucha incertidumbre en cuanto al tipo de compras por Internet que alcanzará en definitiva el éxito; lo que no es de sorprender dada la relativa novedad que representan estas prácticas.

La experiencia adquirida hasta el momento demuestra que las empresas no pueden limitarse a copiar las fórmulas existentes; y que han de concebir nuevos métodos si desean vender por Internet.

Esto no sólo se aplica al sector minorista, sino también a empresas de muchos otros sectores que están intentando vender en línea mercancías o servicios; previamente existentes o nuevos.

Es probable que la difusión de Internet y la constante expansión de la información que puede obtenerse en ella; modifiquen fundamentalmente el mercado de la información.

Esto es así porque los consumidores quizás estén dispuestos a pagar una prima por información de mayor calidad; y puede haber empresas que se especialicen en reunir y procesar información para los particulares o para otras empresas. Podría surgir así un nuevo sector dedicado al tratamiento de la información.

Notas


  • 16 En los Estados Unidos, los precios de las comunicaciones locales se redujeron entre 1992 y 1997, a pesar de que la competencia en los mercados locales es aún limitada. No obstante, la presión para elevar tales precios está aumentando. Véase Wall Street Journal, 3 de diciembre de 1997.

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