Métodos de Manejo Integrado de las Moscas de la Fruta

Detección de la mosca de la fruta

El manejo integrado no es más que un sistema de control de poblaciones de insectos que constituyen plagas, utilizando simultáneamente métodos y técnicas adecuados y compatibles para reducir las poblaciones y mantenerlas a niveles que no causen daños económicos.

Al mismo tiempo, se establece un buen manejo integrado del cultivo, realizando todas las técnicas agrícolas adecuadas para su buen desarrollo y producción, y llevando un registro real de las etapas fenológicas del cultivo, haciendo énfasis en el caso de las moscas de la fruta, en la época de fructificación y sin perjudicar el medio ambiente. Se desarrolla mediante la integración de varios componentes:

3.1 FÍSICO: realizado mediante el establecimiento de barreras físicas; el embolsado de frutos es uno de los métodos físicos de control de moscas de la fruta usado más comúnmente (figura 37).

Embolsado de frutos, Moscas de la Fruta

Figura 37. Embolsado de frutos. Cultivo de guayaba, Valle del Cauca.

3.2 CULTURAL: es un mecanismo sencillo, con costos económicos y efectos ecológicos mínimos. Está al alcance de cualquier productor y es muy útil para huertos de diferente área. Su implantación, en el caso de moscas de la fruta, ejerce buen control sobre poblaciones de la plaga (figura 38).

Manejo de moscas de la fruta
Figura 38. Control cultural para el manejo integrado de moscas de la fruta.

Se realiza a través de la recolección y disposición adecuada de frutas afectadas del árbol y del suelo. El manejo adecuado del riego, malezas y fertilización, la poda de árboles o partes de árboles improductivos y el uso de cultivos trampa como complemento de manejo.

El control cultural de manera detallada se hace mediante la implementación de las siguientes recomendaciones:

  1. Definir las líneas de producción, mediante un adecuado estudio agronómico de mercado y costos, con variedades que reúnan condiciones óptimas para la zona, para implementar así estrategias de control.
  2. Si el productor desea tener en su huerto otras variedades de frutales, debe mantener un monitoreo constante para conocer las poblaciones de moscas de la fruta y otras plagas.
  3. Evitar que la cosecha permanezca en el árbol, madure y se descomponga en el huerto.
  4. En el momento de cosechar, insistir en que se corte toda la fruta del árbol, si hay una fructificación irregular, revisar para que no queden frutos maduros sobre el árbol.
  5. Recoger todo fruto caído, de desecho o maduro (no apto para comercialización).
  6. Controlar las malezas en el huerto, para evitar que la fruta caída no sea colectada y se convierta en refugio de moscas recién emergidas.
  7. Otra medida cultural importante es el rastreo del suelo para sacar a la superficie pupas recién enterradas en él (estas morirán por desecación o al ser depredadas).

Lo anterior debe hacerse si no se afectan las raíces de los árboles que puedan ser heridos y posteriormente invadidos por enfermedades.

• Se recomienda que después de la cosecha se laven, traten y seleccionen los frutos colectados.

En muchas ocasiones es sencillo detectar un fruto infestado por larvas de moscas de la fruta, ya que presentan puntos de color café en los sitios de oviposición, manchas necróticas donde la larva se ha estado alimentando o áreas amarillas (maduras) en frutos verdes. Esta selección puede a veces separar las pocas frutas que pudieran haber sido infestadas (1).

• Otro factor importante que encaja dentro de los conceptos discutidos es el criterio de “cultivo trampa”; se refiere a una variedad de frutal que demuestre ser atractivo para las moscas de la fruta; este fenómeno se puede aprovechar por el fruticultor para tener una especie de trampa natural que concentre gran cantidad de moscas y así las controle; reduciendo el costo del control (1).

El concepto de cultivo trampa y su aplicación dentro de las estrategias de control; debe estar supeditado a una sólida base técnica y una profunda información de apoyo (monitoreos de poblaciones, muestreo de frutos, observaciones directas en campo); de actuar con ligereza se pueden obtener resultados contrarios, por lo tanto se recomienda que solamente fruticultores bien organizados y con programas de control establecidos lo consideren como una estrategia más.

Como información general, la sección del huerto que reciba el impacto de vientos dominantes estará más propensa a ser infestada y debe recibir especial atención; ya que los vientos ayudan al insecto a desplazarse (1).

3.3 QUÍMICO: se basa en la determinación de niveles de infestación y ubicación de focos de la plaga en el cultivo. Con el criterio técnico de un Ingeniero Agrónomo y el uso adecuado del equipo de protección, se efectúan aplicaciones foliares de cebos tóxicos, ubicación de estaciones cebo y aniquilación de machos con atrayentes y químicos en mezcla (figura 39). Las aplicaciones foliares de insecticidas cubriendo todo el cultivo, están en desuso.

Control químico de moscas de la fruta
Figura 39. Control químico de moscas de la fruta.

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