Cómo Crear Hábitos de Entrenamiento en Casa
Luego de la pandemia, muchas empresas decidieron sostener la modalidad home office y aunque esta idea implica beneficios para el trabajador, es un desafío para amoldarse a los nuevos tiempos que la rutina propone.
Trabajar desde casa evita perder tiempo en traslado, gastar dinero en almuerzo y aprovechar más momentos en familia o del espacio que habitamos. Una de las metas que muchos trabajadores se propusieron es empezar a entrenar durante esos momentos caseros, o incluso reemplazar el gimnasio por la actividad física en el hogar.
Esta idea es útil si nos referimos a complementar el ejercicio. Salir para disfrutar del aire libre a través de una caminata siempre es necesario para la mente y el cuerpo, así como contemplar el paisaje y desconectarnos de las responsabilidades.
Sin embargo, la idea de ejercitarse en el hogar puede ser útil incluso para los días lluviosos donde no es posible aprovechar los momentos al aire libre. Para eso, lo ideal es comenzar de a poco, con rutinas cortas para generar hábitos sostenibles a futuro.
¿Cómo Crear un Hábito de Ejercicio?
Para iniciar un entrenamiento lo ideal es cada día dedicarle, al menos, veinte minutos. De esta forma cada semana verás los cambios en tu estado en relación a la energía y el descanso por las noches, que es lo primero que se nota porque el cuerpo trabajó por un tiempo determinado.
El entrenamiento en casa tiene el beneficio de adaptarse a las rutinas de cada persona. Pensemos en alguien que trabaja hasta las dos de la tarde y tiene el resto del día libre, pero a las cinco tiene otras responsabilidades por cumplir. Es posible que entrene una hora, sin perder tiempo en movilidad, y aún le queden dos horas hasta ocupar su mente de nuevo.
Elementos como una caminadora eléctrica y un kit de mancuernas pueden ser por demás útiles para quien se inicie en este camino de entrenamiento. La caminadora ayuda a hacer ejercicio cardiovascular y las mancuernas a fortalecer los músculos, para que la actividad sea integral deben complementarse ambas.
Otras opciones para hacer entrenamiento cardiovascular son las elípticas, más conocidas como bicicletas fijas. Estos aparatos pueden incluso colocarse enfrente de una pantalla y hacer ejercicio mientras se mira una serie, una película o se escucha música.
Las barras para pesas sirven para hacer sentadillas y fortalecer músculos de las piernas y de la espalda. Lo bueno de conseguir algunos elementos que se utilizan en los gimnasios es que tienen usos diversos para trabajar tanto tren inferior como superior, y lograr un entrenamiento integral sin muchos materiales.
Las pesas y mancuernas de plástico suelen ser más económicas y cumplen la misma función que las que son de cemento, por ejemplo. Este material se incorporó a los gimnasios por ser más inofensivas en caso de sufrir algún accidente entre ejercicios.
¿Qué Actividades Hacer en el Hogar?
Las variaciones de los ejercicios son infinitas e incluso pueden fusionarse disciplinas. Si disponemos de una colchoneta, además de ejercitar el abdomen podremos también hacer elongación e incluso yoga.
Muchas veces, luego de entrenar, las personas hacen una meditación corta o ejercicios de yoga para completar el entrenamiento con una relajación que deja a los músculos descansados y estirados. Esto permite tener un sueño reparador y evitar calambres.
En caso de querer fortalecer las piernas, hacer sentadillas es útil y no requiere de ningún elemento. Si se quiere agregar peso, con la barra para pesas sobre los hombros se puede trabajar sin problemas.
A los abdominales también se le puede agregar pequeñas pesas sobre el abdomen para sumar al fortalecimiento muscular. La planta es el ejercicio ideal para trabajar todo el cuerpo, ya que la fuerza se hace tanto con el abdomen como con las piernas y los brazos.
¿Es Necesario Hacer Ejercicio Todos los Días?
Para el cuerpo, y sobre todo para quienes hacen homeoffice, es necesario moverse cada día. No importa si eso implica correr varios kilómetros o caminar cuarenta minutos alrededor de la casa. El cuerpo necesita moverse para poder estimular desde la mente hasta el metabolismo.
Si una persona trabaja durante todo el día y no se toma ni siquiera veinte minutos para desconectarse y caminar, lo más probable es que se sienta el doble de cansada que si lo hubiera hecho porque el cuerpo acumula energía y al no poder liberarla, no libera endorfinas, por lo que ni el placer ni la satisfacción estarán presentes.
Sin importar qué tipo de actividad se realice, lo importante es adquirir constancia a través de pocos minutos de algún ejercicio, y que esto vuelva a repetirse al día siguiente. Así, repitiendo esta acción, se comienza a crear un hábito que el cuerpo mismo pedirá cuando se adapte a la rutina.
Ejercitarse, tomar agua y mantener una buena alimentación forman parte de un ciclo de bienestar físico y mental que también beneficia al trabajador a la hora de concentrarse. Es difícil que alguien que no libera energías durante el día pueda descansar, por ejemplo. El insomnio es muy común cuando hay una mente cansada pero un cuerpo sin moverse.
Es por esto, que descansar es más recomendado que simplemente dormir. El buen descanso permite que al día siguiente el cuerpo y la mente puedan rendir al máximo. Cuando una persona se mueve y gasta energías, posiblemente duerma por la noche y se relaje, lo que será un beneficio para el próximo día.
¿Qué Pasa si Abandono un Hábito?
Los hábitos siempre pueden volver a crearse, desde lugares más cómodos y posibles para mantenerlos. Si una rutina no nos beneficia o nos incomoda, podemos cambiarla para que se adapte a nuestros tiempos y necesidades. Siempre depende de uno y del tiempo que podamos dedicarle a nuestro bienestar.
Las rutinas no tienen por qué sentirse como obligatorias, todo lo contrario, pueden contribuir a crear hábitos saludables y espacios donde la persona se aproxime al descanso, pueda liberar tensiones, relajarse e incluso divertirse.
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