Tipos de Quesos y su Uso en la Cocina
El queso es el derivado de la leche que más variedad presenta, existen cerca de 21 tipos de quesos, que se distinguen por su proceso de fabricación y según la leche que se utilice.
Otra característica muy importante que diferencia a estos tipos de quesos es su sabor, unos más fuertes que otros dependiendo de la clase de alimentación que tuvo el animal que produjo la leche utilizada para hacer el queso.
El queso es un alimento muy versátil que se puede emplear en múltiples recetas, tanto dulces como saladas, para desayunos, cenas, postres o entradas.
Beneficios del Queso
• Es un alimento de fácil digestión
• Contiene entre el 10% y 30% de proteína
• Posee vitamina A, D, E, B1, B2, B5 y B6
• Ayuda a transformar los alimentos en energía
• Colabora con el óptimo funcionamiento del sistema nervioso
• Aporta para el desarrollo y la salud de los huesos
La Grasa en los Quesos
Existen 4 grupos de quesos según la cantidad de materia grasa que poseen:
1. Extragasos o cremas: poseen 60% de materia grasa
2. Grasos: tienen entre el 40% y 40% de materia grasa
3. Semigrasos: los componen entre el 20% y 30% de materia grasa
4. Desnatados: tienen máximo 10% de materia grasa
Tipos de Quesos
Quesos Azules: su masa es blanda y posee manchas verdes, se debe servir al final de la comida, se puede acompañar con vino tinto. También se recomienda usar en ensaladas o canapés. Dentro de los quesos azules se destaca el bleu de Auvergne, el bleu de Bresse, el de Causses y el de Córcega.
Queso Brie: se elabora con leche de vaca, es de masa blanda y de color amarillo suave, tiene una corteza brillante, su sabor es algo dulce, se puede usar en canapés pero es habitual servirlo al terminar la comida. El queso brie tiene 4 tipos: de Meaux, de Melun, de Montereau y de Coulommiers.
Queso de Cabra: es un queso fresco con forma cilíndrica, su sabor es dulce y su consistencia generalmente es suave, se recomienda consumir fresco en ensaladas o durante la comida.
Queso de Serra: es un queso portugués, hecho con leche de oveja, su elaboración es artesanal y tiene poca sal. Su consistencia puede ser suave y mantecosa, aunque su corteza es dura.
Queso de Burgos: se elabora con leche de oveja y vaca, su color es blanco, su textura es lisa y quebradiza, es conocido también como requesón, tiene en su sabor un toque de acidez y sal, se recomienda usar en postres para dar balance al dulce y en platos al horno.
Queso de San Jorge: hecho a base de leche de vaca, es redondo, duro y grande, se recomienda consumir fresco, pero si se seca se puede rallar, tiene un aroma fuerte y un sabor con un toque de picante.
Queso Edan: hecho a base de leche de vaca pasteurizada y desnatada, tiene la corteza parafinada de color rojo o amarillo, es un queso compacto y semiduro, tiene un sabor suave, se sirve al final de las comidas acompañado de algún licor, también se puede usar en ensaladas o entradas.
Queso Gouda: es considerado como uno de los mejores quesos de los Países Bajos, es un queso blando, tiene un sabor fuerte y dulce, elaborado a base de leche de vaca tiene entre un 30% y 40% de grasa.
Queso Gruyer: es un queso firme pero flexible, el interior es de color amarillo o ámbar, presenta agujeros pequeños, tiene un sabor ligeramente afrutado, es usado principalmente para fondues, soufflés, ensaladas, para hacer gratinados, en pastas o como condimento de masas.
Queso Idiazábal: hecho a base de leche de oveja, es de textura compacta y seca, aunque posee algunos agujeros, es un queso de mesa, se puede emplear para hacer queso a la parrilla, para rallarlo en ensaladas o para decorar.
Queso de Mahón: elaborado con leche de vaca, es salado, de color marfil en su interior y de naranja en su corteza, se puede usar rallado para acompañar ensaladas o entradas, se recomienda consumir fresco, máximo 10 días de elaboración.
Queso Manchego: hecho con leche de oveja, es un queso bastante graso, porque se conserva en parafina o en aceite. Es de color perla y tiene agujeros, su sabor es muy fuerte y tiene una textura áspera.
Queso Munster: es un queso blando, graso y tiene corteza lisa, su interior es de color amarillo, tiene un olor y sabor fuerte por lo que se recomienda acompañar con vino blanco, se puede servir como entrada o en la comida.
Queso Mozzarella: es de los quesos italianos más conocidos en el mundo, está hecho con leche de búfala, es un queso fresco, elástico y con un sabor ligeramente agrio pero dulce. Se puede usar en ensaladas, para preparar pizzas y como relleno.
Queso Parmesano: elaborado con leche desnatada de vaca, es un queso duro, amarillo y granulado, su sabor es fuerte y en ocasiones picante, se usa para complementar sopas, pasta, gratinados o soufflés.
Queso Zamorano: posee un moho gris que cubre la corteza natural, elaborado con leche de oveja, su proceso de curado toma entre 3 a 9 meses, su sabor es de caramelo quemado y hierba verde, es un queso de mesa ideal para incluir en una tabla de quesos.
Queso Ricota: es un queso blanco que no tiene corteza, se emplea especialmente para untar, para complementar ensaladas o para rellenar canapés o crepes, también se usa en postres.
Queso Roquefort: es un queso francés muy popular, se usa como postre, en ensaladas, para salas y otros platos fuertes, se recomienda acompañar con vino tinto fuerte.
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