No sintió la enfermedad

María Fernanda tiene una historia muy positiva para compartir con las demás pacientes. Es uno de esos casos que no siguió el ritmo normal de todas las demás. Ella tuvo su diagnóstico y de inmediato paso al quirófano. Tenía cáncer de mama con ganglios tomados.

Siempre dedicada a su tema de Finca Raíz, se había olvidado que no solamente la vida es trabajo. Para ella todo era guardar dinero para comprarse su propio apartamento. Así que emprendió una carrera en su trabajo que en poco tiempo le permitió cumplir el sueño de decorar un día su propia vivienda.

Soltera, viviendo sola desde hace varios años porque su familia estaba en Medellín. Así que su lucha era para tener una mejor calidad de vida y disfrutar su soltería y su soledad. (Te puede interesar también: Quiero estar cerca de mi hermana)

Ella tomó la noticia del cáncer de mama con naturalidad. Recuerda que recibió una excelente atención en su EPS. Le dieron la quimioterapia, radioterapia y lo más increíble es que no se le cayó el pelo. Es uno de los pocos casos. Ya sus amigas le habían conseguido varias pelucas que se quedaron sin estrenar.

Su vida seguía como si le hubieran practicado una cirugía plástica para embellecer su cuerpo. Seguía trabajando, iba a bailar con sus amigos y hacía las tareas de limpieza en su apartamento nuevo.

Del cáncer de mama nunca volvió a saber. Cada año se hace controles de rutina y no se detiene a pensar si el cáncer regresará a su vida.

Ella nos da su testimonio porque ya paso el peligro y no deja de recomendar a las mujeres que se practiquen controles permanentes porque si la enfermedad se detecta a tiempo es curable.

Hoy conserva sus dos pechos. Uno más chico que el otro, pero no es inconveniente y si lo fuera están los cirujanos plásticos, señala María Fernanda. (Lee también: La Soledad es más terrible)

Ya cumple seis años desde aquella experiencia que afortunadamente fue positiva y no traumática como la que han padecido otras mujeres.

Sigue trabajando duro como antes, vendiendo apartamentos en el sector norte de la ciudad y piensa aprovechar al máximo su vida, porque esa experiencia que ya paso le dejó una huella y un mensaje muy importante. No hay que descuidar la salud.