Biorretroalimentación

Biorretroalimentación

La Biorretroalimentación o Biofeedback es una técnica que permite cambiar la actividad fisiológica en las personas para mejorar su estado de salud.

Con esta técnica podemos aprender a controlar ciertas funciones corporales de las que no somos muy conscientes como la frecuencia cardíaca.

Esta terapia se puede emplear para mejorar el rendimiento físico y más frecuente, es su uso para recuperarse después de una enfermedad ya que te permite usar la mente para controlar el cuerpo.

La biorretroalimentación no es invasiva, así que resulta en una muy buena alternativa para mejorar tu salud o complementar tu tratamiento médico con fármacos, pues su aplicación también puede aumentar los beneficios de esos medicamentos.

Y en el caso de mujeres embarazadas que no pueden tomar medicamentos también es muy recomendable el uso de esta terapia.

Sin embargo, por el uso de dispositivos puede resultar contraproducente en algunos casos, como por ejemplo en personas con problemas cardíacos o con algunos problemas en la piel, por eso siempre debes asistir a un lugar certificado y realizarte primero una consulta de valoración.

¿En Qué Casos se Puede Usar la Biorretroalimentación?

Problemas Físicos

1. Asma
2. Dolor crónico
3. Dolor de cabeza
4. Presión arterial alta
5. Accidente cerebrovascular
6. Estreñimiento
7. Síndrome del intestino irritable
8. Incontinencia urinaria y fecal
9. Fibromialgia
10. Efectos secundarios de quimioterapias
11. Enfermedad de Raynaud

Problemas Mentales

1. Ansiedad
2. Estrés
3. Insomnio
4. Trastorno por déficit de atención

Tipos de Biorretroalimentación

1. Frecuencia cardíaca: los sensores se ubican en el dedo, en el lóbulo de la oreja, en el pecho, en las muñecas o en la parte inferior del torso, ayudan a medir la frecuencia cardíaca, variaciones que pueda presentar y también cambios en el volumen de la sangre.

2. Respiración: los sensores se colocan en una banda alrededor del pecho y el abdomen para controlar la frecuencia respiratoria y el patrón de respiración.

3. Ondas cerebrales: los sensores se ponen en el cuero cabelludo y con ayuda de un electroencefalógrafo se controlan las ondas cerebrales.

4. Temperatura: los sensores ayudan a medir la circulación de la sangre hacia la piel, se ponen en los pies o en los dedos, medir la temperatura nos ayuda a saber si estamos con estrés pues se baja la temperatura corporal.

5. Contracción muscular: los sensores se ubican sobre los músculos y con la ayuda de una electromiografía, se controla la actividad eléctrica que produce la contracción.

¿En Qué Consiste una Sesión de Biorretroalimentación?

Durante la sesión, el terapeuta te conectará sensores en diferentes partes del cuerpo, depende de lo que necesites y del tipo de terapia que vayan a aplicar.

Estos sensores que ayudan a vigilar y controlar las ondas cerebrales, la respiración, la frecuencia cardíaca, la temperatura de la piel y la tensión muscular.

Con esta terapia se busca que controles o modifiques tus reacciones fisiológicas, cambiando tu comportamiento, emociones y mentalidad.

Por ejemplo, si tienes algún dolor muscular, con esta terapia podrás detectar cuáles son los músculos tensos que provocan el dolor y mediante cambios físicos aprenderás a relajar esos músculos para aliviar el dolor.

La duración de una sesión puede ser entre 60 minutos a 90 minutos, la cantidad de sesiones depende de la patología a tratar y la capacidad que tengas para controlar y modificar tus respuestas físicas.

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