En muchas ocasiones las personas suelen crear un vínculo afectivo muy fuerte entre ellas y esto puede llegar a derivar en apego emocional, lo cual puede dificultar el desenvolvimiento de estas en la vida diaria.
Desde la infancia, los seres humanos forman algún tipo de apego con sus padres y posteriormente con todas aquellas personas que empiezan a formar parte de su vida. Sin embargo, el apego puede llegar a ser perjudicial para las personas, veamos cómo.
¿Qué es el apego emocional?
Es todo aquel lazo afectivo que se desarrolla con otras personas debido a la convivencia y el vínculo, bien sean, familiares, amigos o parejas. El apego emocional puede ser determinante en la personalidad del individuo, ya que puede llegar a desarrollar dependencia, lo cual puede convertirse en un problema para quien lo padece y también para las demás personas.
Desde la infancia, los niños comienzan a desarrollar el apego, principalmente cuando se desarrolla el vínculo madre-hijo. Es aquí cuando se puede comenzar a percibir que el bebé o infante se siente ansioso o nervioso cuando está con otras personas, sintiéndose tranquilo solo en compañía de su madre. Este es un claro indicio de la existencia de un apego emocional.
Tipos de apegos emocionales
Al igual que otras patologías psicológicas, el apego emocional tiene diferentes tipos o clasificaciones, de acuerdo al comportamiento que el individuo tenga con otros, estos son:
Apego ansioso ambivalente
En cuanto al término ambivalente se refiere a la expresión de emociones diferentes a los que se sienten, esto por lo general suele llevar a episodios de ansiedad, por lo que el niño o la persona sienten este miedo e inseguridad constante de que la persona a la que le tiene apego se vaya.
En este tipo de apego el principal factor es la angustia ante la separación y es algo común que se suele ver en niños sobreprotegidos con un vínculo afectivo con alguno de los padres y que en cuanto lo dejan en la escuela o alguna actividad donde deban separarse, este comienza a sentir miedo.
Esto también se puede ver en la etapa adulta, sobre todo con las parejas, en donde alguno de los dos puede sentir el temor a que la otra persona no lo ame o desee y esto genera inseguridad y ansiedad, esto suele evocar también en dependencia emocional por lo que es necesario buscar ayuda si se torna un problema mayor en las relaciones. (Lea También: La Hiperpaternidad: Cómo la Sobreprotección afecta a los Hijos)
Apego seguro
Ocurre cuando el niño siente la seguridad plena que la persona o cuidador con quien tiene el apego no le fallará, ya que se siente pleno y querido. Esto suele darse con madres cariñosas que mantienen una relación de amabilidad y buenos cuidados con sus hijos.
Sin embargo, esto puede ocasionar este tipo de apegos que afectan de cierta forma al niño tanto en esta etapa como en la adultez. A pesar de esto pueden desarrollar vínculos afectivos fuertes sin temor a ser abandonados.
Apego evitativo
Este suele ser lo contrario al apego seguro, en este caso los niños sienten que no pueden contar con ninguna persona para ganarse su confianza, esto por lo general suele generar sufrimiento y angustia, habitualmente suelen desarrollar comportamientos asociales e introvertidos.
Esto termina siendo un problema en las relaciones adultas ya que la otra persona puede entender como que ya no está interesado en ella.
Apego desorganizado
Suele tener un poco de apego ansioso y evitativo, el niño o la persona con este tipo de apego desorganizado suele tener sentimientos contradictorios y situaciones de desapego total hacia otros.
Esto se suele ver en niños con padres negligentes que no suelen dar muestra de afectos y esto termina generando inseguridades y problemas psicológicos en el proceso; generando de igual forma un tipo de apego emocional hacia las personas que ofrecen empatía hacia ellos.
¿Cómo influye el apego en las personas y en su toma de decisiones?
Algo de lo que muchas personas no suelen darse cuenta es que el apego es una consecuencia de factores naturales que poseen los seres humanos, al igual que muchos animales con otros de su misma especie.
Esto es así desde el nacimiento, pasando por la infancia hasta llegar a la edad adulta, todo ese conjunto de experiencias y relaciones a lo largo de la vida generan algún tipo de apego, que terminará revelando la personalidad de los individuos y cómo estos se relacionan con los demás.
Es importante conocer cómo funciona el apego, ya que de esto podría depender el éxito o el fracaso de cualquier tipo de relación interpersonal. Es necesario acudir a un especialista que ayude evaluar si es un problema y cuál es la mejor forma de cambiar estos malos comportamientos que generan inseguridad y angustia en las personas.
