Factores de Riesgo para ETS-VIH y Educación Sexual en Adolescentes

Dr. Adalberto Campo Arias. Médico Psiquiatra. Profesor Asociado, Facultad de Medicina, Universidad Autónoma de Bucaramanga.
Dr. Carlos Olivo Arrieta. Médico Interno. Facultad de Medicina, Universidad de Cartagena

Resumen

Para un desarrollo satisfactorio que posibilite una armonía individual y social el individuo debe hacer propios una serie de conocimientos, actitudes y valores sobre diferentes aspectos de la vida de relación, incluyendo la sexualidad. En la actualidad, los jóvenes se hacen sexual-mente activos a edad más temprana; es irrealista esperar que dejen las actividades sexuales para una etapa más tardía del desarrollo. Los determinantes de riesgo para enfermedades transmisibles sexualmente (ETS) entre adolescentes incluyen factores conductuales, psicológicos, sociales, biológicos e institucionales. La educación es un elemento importante en el control de ETS en adolescentes. Hasta ahora, los programas de formación curricular han mostrado que sólo aumentan el conocimiento sobre sexualidad, y a pesar de los temores, se ha observado que la disponibilidad de condones no incrementa la frecuencia de actividades sexuales entre los adolescentes; pero estas intervenciones no modifican sustancialmente las actitudes sobre las relaciones coitales. En síntesis, las conductas sexuales riesgosas para adquirir ETS son frecuentes entre adolescentes. Los programas sobre educación sexual tienen limitaciones reales; no obstante, todos los adolescentes pueden beneficiarse de programas de información y prevención orientado a vivir y a asumir una conducta sexual más responsable. Los profesionales de la salud juegan un papel crucial en la prevención de ETS y la promoción de conductas sexuales seguras.

Palabras claves: adolescentes, educación sexual, ETS, VIH, Sida.

Abstract

Subjects must do own a series of knowledge, attitude and values about different topics of relationship life, including the sexuality, for a successful development, it may do possible individual and social harmony. Today, youth are active sexually earlier than his/her parents. It’s un-real to expect young people leave sexual activities for late time. Among adolescents sexual transmitted disease (STD) are related with behavioral, psychological, social, biological and institutional factors. Education is an important element for controlling STD. Up to now, curricular programs have shown increasing sexuality knowledge; in spite of adult fears, investigators have observed that condom availability doesn’t increase sexual relationship; but these interventions don’t modify substantially coital attitudes. In summary, risky sexual behavior for acquiring STD are frequent. Programs about sexual education have real limitations; although all adolescents may benefit by information and prevention interventions orientated to live and assume a responsible sexual conduct. Health professionals play a crucial role for STG prevention and safe sexual behavior promotion.

Key words: adolescents, sexual education, STD, VIH-AIDS.

Introducción

El ciclo vital del ser humano muestra diferentes etapas en el desarrollo psicosexual: niñez, adolescencia, adultez y vejez. Para un desarrollo satisfactorio que posibilite una armonía individual y social el individuo debe hacer propia una serie de conocimientos, actitudes y valores sobre la sexualidad. La expresión sexual es un elemento importante del proceso de convertirse en adul-tos.1 Es irrealista esperar que los adolescentes sexual-mente activo paren las actividades coitales.2 No obstante, es posible dar elementos formativos para una vida sexual más constructiva, gratificante y segura.3

La infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) y el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA) constituye un problema de salud pública. Sin embargo, sólo últimamente se ha prestado mayor atención a los factores de riesgo en la población de adolescentes.1, 4

Patrón de Conducta Sexual entre los Adolescentes

La adolescencia es una etapa con cambios importantes en las concentraciones de hormonas sexuales que se reflejan en un aumento importante del deseo y de actividad sexual3. En las condiciones actuales para una vivencia normativa, plena y satisfactoria de la sexualidad se debe establecer un mejor balance entre las necesidades físicas de sexo, amor, libertad y auto-cuidado en los adolescentes.1

Durante las últimas décadas, el patrón de conducta sexual ha cambiado en forma dramática entre los adolescentes. A pesar del conocimiento de las consecuencias devastadoras de la infección por VIH y el SIDA, la mayoría de adolescentes de la población general tienen prácticas sexuales poco cuidadosas.1

Edad de Inicio de Relaciones Coitales

En la actualidad, los adolescentes inician relaciones coitales a una temprana edad. El porcentaje de jóvenes activos sexualmente aumenta gradualmente durante los años de la adolescencia. La prevalencia varía conside-rablemente de una población a otra. Algunos estudios informan que entre 20 y 75% de los adolescentes alrededor de los 15 años de edad tienen relaciones coitales, un número importante de ellos desde el mismo inicio de la pubertad, de los 10-12 años de edad.5, 6-10

Género

En relación con el género y el inicio de actividades sexuales existe cierta controversia. No obstante, algunos señalan que no existen diferencias en las edades de inicio de actividad sexual entre hombres y mujeres11. Asimismo, los hallazgos sugieren que los muchachos son más activos sexualmente que las muchachas, se informa que las relaciones sexuales son dos veces más probables en hombres que en mujeres12, 13.

Uso de Condón y de Contraceptivos

El uso de condón y otros contraceptivos es bajo e inconsistente entre los adolescentes, esta conducta guarda relación con un alto número de embarazos no desea-dos.5, 10, 14 El uso de condón en la primera relación sexual varía entre 20 y 70%.6, 14 Sin embargo, se observa en la mejor de las situaciones que un porcentaje cercano a 65% usa condón en todos sus contactos sexuales.6

En otros jóvenes las prácticas anticonceptivas se basan en una falta general de conocimiento sobre la ovulación y su relación con la reproducción e incorrectas prácticas contraceptivas.15, 16

Compañeros Sexuales

En general, los adolescentes de hoy tienen un mayor número de parejas sexuales que sus progenitores. Además, un número importante de ellos tiene su primera relación sexual con un compañero casual, es decir, poco conocido.12 Los adolescentes tienen dificultades con los compañeros sexuales para dialogar sobre sexo seguro, lo cual se constituye en riesgo importante para enfermedades de transmisión sexual.17

Múltiples factores están asociados con comporta-mientos sexuales de alto riesgo entre los adolescentes.18 Los determinantes de riesgo para ETS entre adolescen-tes incluyen factores conductuales, psicológicos, socia-les, biológicos e institucionales.4, 19

Uso de Condón

La vía sexual es la principal forma de transmisión de la infección por VIH. Se conoce que alrededor de 80% de las infecciones por VIH se dan por esta vía. Los métodos anticonceptivos de barrera modifican el riesgo de infección y, en consecuencia, el uso de condón reduce notablemente la posibilidad de transmisión y adquisición de la enfermedad.20, 21

El uso de condón entre adolescentes es infrecuente e inconsistente.14 La práctica sexual sin preservativo es una situación que coloca a los jóvenes en alto riesgo de infección por ETS.2, 22 De la misma forma, esta conducta se asocia a embarazos no planeados que pueden terminar en abortos, matrimonios forzados y problemas emocio-nales que pueden conducir a depresión y suicidio.23

De igual manera, existen opiniones erróneas sobre la utilidad de los condones como medida preventiva, un estudio informó que sólo 78% de los adolescentes cree que el condón reduce el riesgo de infección por VIH.6 Además, los jóvenes refieren con frecuencia que el uso de condón durante las relaciones coitales reduce en forma importante el placer sexual.24, 25

Edad de Inicio de la Actividad Coital

El riesgo a exponerse a una ETS guarda asociación con la edad de inicio de la vida sexual; los jóvenes con inicio temprano de relaciones coitales tienen un riesgo mayor de presentar una infección genital.2 Se ha obser-vado que los niños alcanzan la pubertad y la madurez sexual a una edad más temprana que en décadas anterio-res, condición que puede estar asociada con una inicia-ción precoz de relaciones coitales. En adolescentes que inician relaciones coitales en forma precoz se observa, de la misma manera, un alto nivel de actividad sexual, poco uso de contraceptivos, alta tasa de embarazos no planeados y de ETS, incluyendo la infección por VIH.7, 26

Características de Personalidad

Algunas características de personalidad guardan una relación importante con conductas sexuales riesgosas. Los adolescentes con gran tendencia a la gratificación y la experiencia de novedad muestran un mayor número de prácticas riesgosas. Al igual, los jóvenes con pobre control de impulsos muestran una mayor propensión a patrones conductuales de riesgo que pares con un mayor control. De la misma forma, la poca tolerancia a la frustración, a los estresores psicosociales negativos, favorecen conductas sexuales riesgosas. Se ha observado que los adolescentes en situaciones vitales difíciles y sin apoyo familiar adecuado presentan un riesgo mayor de embarazos no deseados o de una enfermedad sexualmente transmisible.27

Trastornos Mentales

Los trastornos mentales, incluyendo entre estos el consumo, el abuso y la dependencia de sustancias, constituyen un factor relacionado con conductas sexua-les de riesgo para infección por VIH.28 La práctica de relaciones sexuales bajo el efecto de sustancias como alcohol y otras susceptibles de abuso es habitual en la población adolescente.24

Los trastornos mentales y el consumo de sustancias como alcohol deterioran la capacidad de juicio para juzgar la seguridad de una práctica sexual, es decir, incrementan en forma significativa las conductas sexuales de riesgo para infección por ETS.28-38

La Educación Sexual

La educación es un elemento importante en el control de ETS entre adolescentes.2 Tradicionalmente, la educación sexual ha sido brindar información sobre anatomía humana, reproducción y enfermedades sexualmente transmisibles y se ha enfatizado muy poco en los aspectos relacionales y éticos de la conducta sexual.39, 40

Una educación sexual integral en adolescentes debe brindar elementos para crear opciones futuras de vida y no sólo información, habilidades y actitudes relacionadas con la prevención de la infección por VIH.41 Se hace nece-saria una educación emocional sumada a la educación sexual.42

La información sexual hasta hace poco se encontraba en fuentes informales. Los adolescentes recibían habitualmente la información sobre la pubertad y embarazo de fuentes informales (madre, tías, hermanas y amigos) y no de médicos u otros profesionales con preparación técnica sobre estos tópicos.43

Con el ánimo de disminuir los problemas relaciona-dos con las actividades sexuales en la adolescencia se han propuesto diferentes intervenciones. No obstante, para reducir en número considerable las conductas sexuales riesgosas entre los adolescentes se precisa de intervenciones algo complejas. La promoción de la salud sexual no debe involucrar solo la prevención de enfermedades a corto plazo sino también un esfuerzo importante a largo plazo que incluya toda clase de objetivos, individuales y sociales.18

Impacto de la Educación Sexual

El resultado de los programas formativos ha sido cuestionado. Las deficiencias y limitaciones de la educa-ción en sexualidad de toda la población en los países en vía de desarrollo se reflejan en diversos indicadores como embarazos no deseados y prevalencia de ETS.44

Logros

No todos los programas sobre sexualidad y SIDA tienen efecto significante sobre el comportamiento sexual de los jóvenes;43 no obstante, programas específicos den-tro de la formación curricular pueden aumentar el conoci-miento sobre sexualidad, la menstruación y aspectos biológicos de la reproducción, planificación, retrasan la edad de inicio de las relaciones sexuales, reducen el nú-mero de compañeros sexuales e incrementan el uso de condón y otros contraceptivos.27, 45-50

Sin objeciones, los adolescentes se benefician de programas sobre sexualidad dentro de la formación curricular. No obstante, se propone que la educación sexual en adolescentes debe ir más allá y centrarse en promo-cionar actividades sexuales no coitales, es decir, la abstinencia debería ser promovida como la forma más efectiva para prevenir ETS y embarazos no planeados.29, 44 Sin embargo, ante la realidad de los adolescentes sexualmente activos, tanto hombres como mujeres, deben ser instruidos en el uso consistente, efectivo, apropiado y responsable del condón51. Algunos estudios han encontrado que la disponibilidad de condones, muy a pesar de los temores iniciales, no incrementa la frecuen-cia de actividades sexuales entre los adolescentes.52, 53

Limitaciones

Hemos anotado algunos de los efectos favorables de la educación sexual hasta fecha. Sin embargo, indicadores como enfermedades de transmisión sexual en adolescentes muestran que a pesar de los programas de educación un alto porcentaje de jóvenes sexualmente activos practica las relaciones sexuales en condiciones inseguras.44

Se ha observado que la capacitación en ciertos casos aumenta poco la motivación para el uso de condón (a pesar de que los jóvenes se perciben a sí mismos en riesgo para adquirir la infección por VIH). Los cursos de educación sexual parecen no tener un impacto importante en el com-portamiento sexual tales como el coito, retrasan en forma poco significativa el inicio de las relaciones coitales, y no modifican sustancialmente el patrón de comportamiento sexual en general ni las actitudes frente a la sexualidad.47, 53-56.Asimismo, se observa que algunos programas educativos sobre reproducción no aumentan en forma importante el conocimiento sobre planificación familiar.55

No obstante, la frecuencia de prácticas seguras re-comendables se podría incrementar con programas educativos;16,57 esfuerzos mayores en la educación sexual de adolescentes podrían aumentar la cifra actual de uso de condón en 10% ó más.51

¿Cuándo y Cómo Iniciar la Educación Sexual?

Se ha discutido en repetidas ocasiones la edad en la que se debe comenzar los programas de educación sexual. Algunos autores sostienen que la educación sexual tiene mayor efectividad cuando se inicia a muy temprana edad.58 Los jóvenes comparten la misma opi-nión, en un estudio informaron que la educación sexual debía comenzar tempranamente y cubrir una amplia gama de tópicos como los aspectos emocionales y sociales de la sexualidad y las relaciones interpersonales.59 De la misma forma, reconocen la importancia de estos progra-mas, muchos adolescentes que no han estado vinculados con ellos, desean haber tenido un programa de educación sexual durante la formación académica.60 La efectividad de estas intervenciones reduciría en forma notable las consecuencias emocionales y sociales relacionadas con conductas sexuales riesgosas.61,62

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