Bioseguridad de los Indicadores Laser Riesgos de Sufrir Lesiones Oculares en la Población Pediátrica

Dr. Guiovanni Castaño R.
Médico Cirujano, Oftalmólogo pediátrico.
Universidad Javeriana, Universidad Nacional
U. Bristish Columbia, Canadá.
Profesor Asistente, Depto. Ciencias Fisiológicas y
Unidad de Oftalmología, Facultad de Medicina,
Pontificia Universidad Javeriana, Bogotá.

Resumen

Los indicadores de láser o “pointers” son relativamente seguros desde el punto de vista ocular, ya que la energía utilizada es baja y los tiempos de exposición accidental directa son muy cortos. Sin embargo, se ha reportado casos de reducción de la agudeza visual secundaria a una exposición prologada y voluntaria en niños. Se describen los mecanismos de lesión retiniana inducidos por este tipo de energía y se discuten los problemas que pueden estar relacionados con el uso indebido de los indicadores de láser.

Palabra Clave: indicadores de láser, fotocoagulación, bioseguridad.

Abstract

Laser pointers are relatively safe interms of ocular health. They ave low power output and accidenttal direct exposure is extremely brief. Nevertheless, clínical cases of visual loss after prolonged and voluntary exposure have ben reported in children. Mechanisms of retinal damage induced by this kind of energy are described, and problems related to innappropriate use of laser pointers are discussed.

Key words: Laser pointers, photocouagulation, bio-safety.

La amplitud luminosa estimulada por una emisión de radioactividad o láser (por sus siglas en inglés) es una forma especial de luz cuyas características permiten concentrarla en tiempo espacio y frecuencia1. Su uso se ha extendido al campo industrial, médico y militar2. Las aplicaciones médicas son de tipo diagnóstico y terapéutico, siendo particularmente útil como elemento de corte y coagulación. Desde el punto de vista oftalmológico, el láser se utiliza en cirugía refractiva3, procedimientos palpebrales 4, tratamiento del glaucoma5,6,7, manejo de complicaciones postquirúrgicas 8 y con el control de enfermedades retinianas como la retinopatía diabética9,10, retinopatía de la prematurez11 y anomalías vasculares, entre otras12-14. La absorción retiniana de la energía liberada por el láser se debe a la presencia normal de pigmento y hemoglobina el dicho tejido1. Las frecuencias de onda correspondientes al verde-azul y roja-naranja son terapéuticamente efectivas induciendo fotocoagulación debido al calentamiento local de la retina y coroides9. Los parámetros utilizados para inducir este tipo de quemadura controlada incluyen el uso de poderes que varía entre 100 y 500 mW, con duraciones del orden de milisegundos. Después de la aplicación de láser se puede presentar como efecto secundario, edema retiniano y reducción de la agudeza visual si éste comprende el área macular9.

La administración de drogas y alimentos (FDA) ha clasificado los instrumentos de láser según el máximo poder que puedan general y exige a los fabricantes el uso de advertencias sobre posibles da- los biológicos. Los láser Clase I producen una energía máxima que obscila entre 0.024 nW y por lo tanto son inofensivos para el ojo humano, mientras que los aparatos Clase 3b y Clase 4 constituyen un riesgo alto ya que liberan energías de entre 5 a 500 nW y más de 500 mW respectivamente. Los indicadores de láser (láser pointers) están catalogados como Clase 3ª generando energías de menos de 5mW, lo cual permite una bioseguridad relativa15. La alternativa ocular es la única forma potencial de lesión con este tipo de láser, requiriéndose una exposición directa con una duración mayor de 10 segundos para poder inducir efectos en la retina16. En adultos, los movimientos defensivos de la cabeza, el parpadeo y la reacción pupilar son suficientes para que una exposición de la luz proveniente de un indicador de láser no tenga una duración mayor de 0.25 segundos; por lo tanto este tipo de láser, requiriéndose una exposición directa con una duración mayor de 10 segundos para poder inducir efectos en la retina16. En adultos, los movimientos defensivos de la cabeza, el parpadeo y la reacción pupilar son suficientes para que una exposición a la luz proveniente de un indicador de láser no tenga una duración mayor de 0.25 segundos; por lo tanto este tipo de accidente no representa ningún riesgo para el ojo o la visión. Por el contrario, los niños y adolescentes pueden exponerse voluntariamente por períodos de tiempo mayores, excediendo los límites de bioseguridad mencionados.

En dos casos reportados en literatura de pacientes tenían 11 y 13 años de edad y presentación reducciones de la agudeza visual que se recuperó después de varios días15,16. El mecanismo de la lesión retiniana puede consistir en la aparición de edema macular usualmente autolimitado, sin embargo, es probable que un tiempo de exposición mayor se asocie con lesiones más severas y posiblemente de tipo irreversible.

Los indicadores de láser son relativamente baratos y fácilmente asequibles en el comercio, además no existen restricciones para su venta y son muy populares entre los adolescentes y niños. Deben iniciarse acciones gubernamentales que adviertan sobre el uso inadecuado de estos implementos y que limiten su venta únicamente a mayores de edad. Los padres y otros adultos deben evitar que los niños tengan contacto con los indicadores láser y enfatizar el hecho de que éstos no son juguetes. El diseño de aparatos con menor poder representa una alternativa aparentemente viable a corto plazo y puede redundar en la ausencia de lesiones oculares secundarias.

Bibliografía

  1. Lin CP. Laser-Tissue interactions. Ophthalmol clin North Am, 1993; 6: 381-91.
  2. Wong TY, Seet B, Ang Cl. Eye injuries in twentieth century warfare. Surv Ophthalmol 1997; 41: 433-59.
  3. Seiler t. Photorefractive keractomy. Clinical experience. Opthalmol Clin North Am 1993; 6: 393-8.
  4. Bosniak SL, Ginsberg G. Laser eyelid surgery. Evaluating the therapeutic options. Optthalmol clin North Am 1993; 6: 479-89.
  5. Weinreb RN, Wilensky JT. Clinical aspects of argon laser trabeculoplasty. Int Optthalmol clin 1984; 24: 79-120.
  6. Pollack IP; Current concepts in laser iridotomy. Int Ophthalmol Clin 1984, 24: 153-79.
  7. Frankhauser F, Frankhauser-Kwasniewska S, england C, Van der Zypen E. Laser cyclophotocoagulation in glaucoma therapy. Pohthalmol clon North Am 19893; 6: 449-71.
  8. Stamper RL, sugar AS, Ripkin DJ, Intraocular lenses. Basiscs and clinical applications. 3 ed. San Francisco: American Academy of Ophthalmology 1993; 1: 1-179.
  9. Sidikaro Y. Laser photocoagulation in dianetic retinopathy. Ophthalmol clin North am 1993; 6: 473-7.
  10. Early trealment diabetic retinopathy study research group. Early photocoagulation for diabetic retinopathy. Ophthalmology 1991; 98: 766-85.
  11. Fielder A. Retinopathy of prematurity. In: Taylor D. Ed Pediatric Ophthalmology. 2 ed. Osford, Blackwell Science 1997: 537-56.
  12. Moore a. Congenital and vascular abnormalities of the reina. In: Taylor D. Ed. Pediactric Ophthalmology. 2 ed. Oxford, Blackwell Science 1997: 614-26.
  13. Zarbin MA, schachat AP. Laser therapy of macular disease. Ophthalmol Clin North Am 1990; 3: 329-45.
  14. Burumcek e, Mudun A, Karacorly S, Arslan MO. Laser photocoagulation for persistent central serous retinopathy. Ophthalmology 1997, 104: 616-22.
  15. Mainster MA, Timberlake Gt, Waren KA, Sline DH. Pointers on laser ponters. Ophthalmology 1994; 104: 1213-4.
  16. American Academy of Ophthalmology. Ophthalmologists concerned about lase pointers: growing number of eye injury cases reported among childre. Eyenet October 1998.

CLIC AQUÍ Y DÉJANOS TU COMENTARIO

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *