Infección por Mycoplasma Pneumoniae, Resultados
En al figura No1 se presenta la distribución en cuanto al sexo de los pacientes, que para un universo de 46, el 41,3% eran niñas y un 58,6% niños, de la misma manera se encontró que el promedio de edad en los pacientes era de 3 años y 6 meses (DS: 2 años 1 mes) con edades comprendidas entre los 6 meses y los 13 años.
Figura No.1.
El 46,6% de los pacientes con neumonía tenían como antecedente de importancia la noción de contagio positiva; es decir estuvieron en contacto con personas que padecían cuadros respiratorios, mientras que un 17,4% de los pacientes referían ser asmáticos. El tiempo de evolución previo fue en promedio 10,3 días con un rango entre 2 y 60 días (Figura No. 2).
Figura No. 2
La mayoría de los pacientes presentaron la enfermedad en los meses de lluvia o posteriores a estos, siendo mayo y junio los meses de mayor frecuencia de la enfermedad (Figura No. 3).
Figura No. 3.
Las principales manifestaciones de la enfermedad fueron: Tos (87%), Fiebre mayor de 38 grados (80%), Malestar general (65%), Rinorrea (52%), dichas manifestaciones coinciden en su mayoría con el estudio realizado por el Dr. Stevens y sus colaboradores; estudio en el cual también era el principal síntoma (98%) seguido por el malestar general (Figura No. 4).
Figura No. 4.
Otras manifestaciones clínicas encontradas en los pacientes con neumonía por Mycoplasma incluyen tos coqueluchoide, mialgias, cianosis, pleurodinia, EDA, exantemas y convulsiones (Figura No. 5).
Figura No. 5.
En cuanto a los hallazgos físicos (constantes vitales): en la curva térmica la mayoría de los pacientes (más del 60%), presentaron fiebre superior a 38,6 grados, un pequeño grupo 19,5% no presentó elevación térmica (Figura No. 6).
Figura No. 6.
La frecuencia respiratoria promedio fue alta, pues más del 70% de los pacientes presentaron frecuencias superiores a lo esperado por minuto (41 x min) esto al correlacionarlo con la edad promedio y una desviación standard (DS) (Figura No.1 y No. 7).
Figura No. 7.
De igual manera la frecuencia cardíaca mantuvo cifras elevadas (patrón atribuible a la respuesta sistémica que incluye la fiebre) y aproximadamente 85% de los pacientes presentaron frecuencias superiores a 101 latidos por minuto (taquicardia); también hay que considerar las edades de los pacientes para cotejar el resultado con el patrón normal esperado en niños (Figura No. 8).
Figura No. 8.
El principal hallazgo auscultatorio (en el examen del tórax) fue el soplo tubárico que se presentó en 30 pacientes, otros hallazgos fueron estertores subcrepitantes (16 pacientes), crepitantes (7 pacientes) y sibilancias (13) (Figura No. 9).
Figura No. 9.
Otro hallazgo clínico documentado fue el síndrome de dificultad respiratoria (SDR) leve y moderado se presentó en el 87%, la desnutrición, deshidratación, faringitis, otitis y anemia se presentaron en forma importante (Figura No. 10 y 11).
Figura No. 10.
Figura No. 11
En cuanto a los hallazgos radiológicos obtenidos, el principal fue la presencia de condensación pulmonar (35 pacientes) de predominio basal izquierdo 62,8%; también se registraron infiltrados intersticiales, parches, signos de atrapamiento de aire y derrame pleural (Figura No. 12).
Figura No. 12.
Las pruebas de laboratorio realizadas demostraron en el cuadro hemático inicial leucocitos y un recuento diferencial inespecíficos; sin embargo la VSG (velocidad de eritrosedimentación) se presentó elevada en al mayoría de los pacientes tanto en el primer cuadro hemático como en el de control (Figura No. 13).
Figura No. 1.3
Las plaquetas presentaron una elevación marcada, la prueba de coombs directo fue en el 100% de los casos negativa, a pesar de los títulos elevados de crioaglutininas, además sólo el 17,5% de los pacientes presentaron hemocultivos positivos (Figura No. 14) (2 pacientes uno con hemophilus influenzae B y otro con stafilococo epidermis).
Figura No. 14.
La curva de elevación de las crioaglutininas (prueba inicial y de control) presentaron elevaciones irregulares aunque significativas y no siempre coincidían con el compromiso pulmonar del paciente (Figura No.15).
Figura No. 15.
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