Editorial: La información en Ortopedia

Prof. Valentín Malagón Castro

Múltiples y bien conocidos son los sistemas de comunicación con que cuentan quienes se dedican al estudio de las ciencias médicas. Los conforman, entre otros, los congresos nacionales e internacionales, los cursos de información y de postgrado, las revistas, los discos, los videos y los libros especializados. Esta basta información trata de mantener al día al médico general y al especialista sobre las novedades en el mundo científico y sobre los constantes cambios que acontecen en su profesión.

La medicina y sus especialidades, como ciencias que son, están sometidas a permanentes modificaciones tanto en sus principios generales como en los métodos de diagnóstico y tratamiento. Los cambios se suceden día a día, los paradigmas de ayer dejan de serlo en el día de hoy y serán diferentes a los del mañana.

Si bien el médico o es especialista necesitan estar por principio al tanto de estos cambios, el conocerlos, es una obligación para su ejercicio profesional. El estar bien informado no sólo constituye un lujo o un atributo sino que debe ser un requisito para todo aquel que practique éticamente su profesión. El paciente que acude a su médico confía plenamente en él y está seguro de su formación y competencia. El médico debe corresponder a esta confianza y brindarle una atención completa y actualizada.

Las personas que dirigen centros universitarios y aún más aquellas que se encuentran vinculadas a directivas de sociedades o agrupaciones científicas se deben sentir responsables de suministrar permanente y selecta información académica a sus negocios. Aún más, es una obligación de ellos el continuar contribuyendo a la enseñanza de los que los honraron con su designación dentro de las directivas de su institución. La responsabilidad de quienes han sido elegidos como líderes profesionales no debe concluir al término de su período de mando; éstos deben persistir en su labor académica mientras estén posibilitados para aportar algo útil a sus semejantes.

Así lo han entendido lo que por un razón y otra han dirigido las organizaciones académicas en nuestro país; son prueba de ello las actividades que se vienen desarrollando, por ejemplo, en nuestra Sociedad de Ortopedia.

La sociedad Colombiana fue fundada hace casi medio siglo por un puñado de soñadores que fijaron normas que aún perduran y que al igual que en el presente comentario, siguen siendo motivo de discusión y análisis.

Su objetivo era reunir a todos aquellos que se habían dedicado a aliviar pacientes con problemas osteoarticulares, con el fin de contribuir a la calidad de su tratamiento. Se aprobaron resoluciones que han sido reglas de conducta hasta nuestros días.

Hace 38 años se organizó el primer Congreso de la especialidad y desde entonces se han seguido celebrando Congresos similares en forma ininterrumpida y constante. El progreso de estas reuniones ha sido reconocido con beneplácito por todos los que las dirigen o en ellas participan. Se han organizado numerosos cursos de información, tantos que a la fecha el poder asistir a todos en ocasiones resulta difícil y oneroso. Se han editado revistas, algunas de las cuales no han tenido un flujo constante y han desaparecido. La actual, gracias a la eficiencia de sus actuales dirigentes, persiste, mejora en forma permanente y se le augura un éxito perdurable.

El servicio informativo de la Sociedad recibió una importante y estimulante transformación hace tres años al fundarse BICIS*. Se pensó inicialmente en organizar una biblioteca especializada que fuera el centro de información de los ortopedistas, y finalmente se creó un banco de datos actualizado que utiliza los elementos técnicos con que cuenta en el presente la informática moderna.

Si bien la Organización está aún en una fase embrionaria de desarrollo, ya esta en capacidad de orientar a los que a ella acuden en busca de material bibliográfico para ayudar a sus investigaciones.

Su vinculación con fuentes de datos nacionales e internacionales, la consecución de computadores y otros elementos técnicos de ayuda, la adquisición de colecciones de revistas, alguna de ellas obsequiadas por antiguos miembros de la Sociedad, la subscripción de publicaciones hechas por casas comerciales y por miembros destacados de la SCCOT, la adquisición de “discos duros” con recopilación de años de conocimiento de reconocidas publicaciones o asociaciones de la especialidad, y la reubicación de publicación nacionales perdidas en anaqueles y viejas bibliotecas, vienen formando un banco de un inestimable valor científico para el presente y el futuro de la sociedad.

Si bien es cierto que la publicación de libros por parte de los Ortopedistas colombianos no han sido uno de sus mejores atributos los pocos que han salido a la luz han servido también, en su tiempo, como modelo de enseñanza.

Dentro de este contexto, la reciente publicación del TRATADO DE ORTOPEDIA Y FRACTURA**cuya aparición coincide con el XXXIX Congreso de la SCOOT, constituye un hito más en la labor informativa de los ortopedistas colombianos a sus colegas y discípulos. En efecto, 64 estudiosos de la especialidad han unido sus esfuerzos para producir una Obra que sintetiza casi en forma encicliopédica el conocimiento de la Ortopedia actual. Recoge las experiencias de muchos maestros que han pasado su vida dedicados a la ciencia en universidades y centros de salud al igual que en la cabecera de sus propios pacientes. Representa un inmenso esfuerzo de sus autores, directores y editores, que brindan con orgullo su labor a todos aquellos que desean informarse sobre los principios fundamentales de la propedéutica, la Semiología, la Patología, así como sobre los principios de tratamiento de al Ortopedia, la Traumatología y la rehabilitación del paciente con trastornos del Aparato Locomotor.

La breve síntesis que se ha hecho pretendido demostrar cómo la información moderna ha llegado a nuestra especialidad en Colombia, cómo se está llevando a cabo y cómo se están sentando las bases para que continúe en el futuro. El grupo de personas que ejecuta esta labor confía en que su esfuerzo sirva de ejemplo a las nuevas promociones de especialistas para que ellos continúen la tarea ya trazada por los que la iniciaron.

Todo lo expuesto pone de relieve que la Ortopedia de nuestro país está realizando uno de sus mayores y mejores proyectos como es el de seguir enseñando e informando a la comunidad para beneficio de todos: individuos sanos, médicos y enfermos. Este proyecto es de naturaleza infinita, dada la mutabilidad de las ciencias biológicas y entre ellas la que se relaciona con el tema de nuestro especial interés, a saber, el sistema motor y esquelético.

*Biblioteca I Centro de información SCCOT (BICIS)
*Valentín Malagón y Diego Soto. Editorial CELSUS. Santafé de Bogotá, octubre 1993.

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