Resfriado común versus influenza

Es muy frecuente escuchar que se habla o menciona indistintamente de la gripa, el resfriado común y la influenza, que hasta se ofrecen y promocionan las vacunas contra la gripa. Trataré de clarificar muy bien estas dos entidades y definir muy bien la utilidad que pueda tener en nuestro medio, el uso de medidas preventivas y vacunas.

El resfriado común, llamado también gripe, gripa, o catarro común, es la enfermedad infecto contagiosa viral más frecuente en el ser humano. Es una enfermedad aguda auto limitada, de carácter benigno, transmisible, y constituye el 50% de las infecciones de las vías respiratorias superiores.

Se caracteriza por síntomas nasales (rinorrea, obstrucción nasal, estornudos ) y en ocasiones por síntomas faringo-amigdalianos (dolor e inflamación), acompañados de malestar general y algunas veces de fiebre. Es una enfermedad que afecta a personas de cualquier edad, sexo, raza o condición socioeconómica , y aunque no cause la muerte, algunas veces el malestar que ocasiona obliga a los niños a faltar a la escuela y a los adultos a su trabajo.

En los Estados Unidos representa más de 23 millones de días laborales y cinco billones de dólares, el costo por año. Extrapolando los datos anteriores, en Colombia, representa 20 millones de días laborables por año y 26 millones de días, con inasistencia a sus labores de la escuela. (Lea también: Virus sincitial respiratorio)

William Parra Cardeño, MD*, Neumólogo Pediatra.
Docente Departamento de Pediatría y Puericultura.
Facultad de Medicina. Universidad de Antioquia.

Etiología

En los medios populares, el resfriado común se atribuye a las bajas temperaturas, debido en parte a su mayor frecuencia durante la época de invierno. Es interesante señalar que mucho antes de que se descubrieran los virus, Benjamín Franklin, en el siglo XVIII, observó que el resfrío era consecuencia del contacto con una persona enferma, y no de la exposición al frío ni a la humedad, en otras palabras señaló el carácter de contagioso de la enfermedad.

Douglas y col, reprodujeron en voluntarios humanos una infección con rinovirus del tipo 15. Al exponer a este grupo a bajas temperaturas (4°C) durante el período de incubación, de enfermedad y convalecencia, no encontraron ninguna diferencia con un grupo control no expuesto al frío, con respecto a factores tales como la vulnerabilidad frente a las infecciones, gravedad de los síntomas, eliminación de virus, respuesta a anticuerpos y cambios en la flora bacteriana del tracto respiratorio superior. Concluyeron que la exposición al frío no influyó en la respuesta del huésped a la infección por rinovirus.

En la actualidad se conoce como agentes etiológicos más importantes a dos grupos de virus; los rinovirus y los coronavirus, y con menos frecuencia el parainfluenza , el sincicial respiratorio (VSR), el virus de la influenza y el adenovirus, quienes son causantes de enfermedad respiratoria más severa en niños. En algunos casos se desconoce cuales virus causan el resfrío común.

Rinovirus

Los rinovirus pertenecen al grupo de los picornavirus y biológicamente están relacionados con los poliovirus y los otros enterovirus; son virus ARN y existen más de 100 serotipos , algunos aún no tipificados.

Pueden crecer en medios de cultivo sin dificultad y tienen un claro tropismo hacía el epitelio respiratorio, especialmente al epitelio nasal, probablemente relacionado con la temperatura óptima de crecimiento de 33°- 37°. La identificación de serotipos es difícil, debido a que son numerosos y no se dispone de una prueba serológica que incluya a muchos de ellos.

Los coronavirus son difíciles de aislar, pertenecen a un grupo diferente de los rinovirus, a pesar de que en condiciones naturales infectan a las mismas células que los rinovirus; también son virus ARN pero de tamaño mayor de 100-120 nm, y hasta el presente fueron reconocidos tres serotipos.

Su diagnóstico también es difícil, aunque se cuenta con algunas pruebas serológicas, basadas en la fijación del complemento, en la inhibición de la hemaglutinación y en Elisa, que permiten identificar algunos de estos coronavirus.

Epidemiología

El resfriado común es una enfermedad universal. Se sabe que los niños presentan en promedio de tres a nueve episodios por año, (o sea uno cada seis semanas ), que se incrementan a doce episodios por año en guarderías .Estas infecciones son más frecuentes durante la época de invierno.

El período de incubación es de dos a cinco días, y su contagiosidad predomina entre el tercero y quinto día, cuando es más sintomático.

La enfermedad se reproduce cuando se inocula el virus en la nariz o en la conjuntiva. La mayoría de las infecciones provocan enfermedad, ya que no existe evidencia de un estado portador crónico asintomático.

Durante la infección natural se ha aislado el rinovirus de las manos en un 39% de las personas infectadas, y en el 6% de los objetos; lo cual implica que el contacto con las manos, es el que incrementa el riesgo de infección.

Si un individuo se frota habitualmente la nariz y los ojos dos veces por hora aproximadamente, lo que da una idea del riesgo tan grande que se corre al llevar las manos contaminadas y saludar a otras personas, y contaminar otros objetos.

Cuadro clínico

La rinorrea, obstrucción nasal y el estornudo se constituyen en los síntomas predominantes del resfriado común. Otros síntomas como la tos, dolor de garganta, cefalea, fiebre y malestar general son frecuentes. En ocasiones, se puede acompañar de síntomas sistémicos como vómito, diarrea, dolor abdominal, mialgias e irritación ocular.

Según las diferentes edades, se puede caracterizar la presentación clínica por el predominio de algunos síntomas. Por ejemplo, en los lactantes menores (menores de 3 meses ), la coriza es el único síntoma y la fiebre es infrecuente. En los lactantes mayores se presenta la fiebre, irritabilidad y la obstrucción nasal sobretodo, puede ser la causa de interferencia con la alimentación y el sueño del niño.

En los niños mayores, existe un predominio de la rinorrea, obstrucción nasal y el estornudo, la fiebre, cefalea, ardor en la garganta, tos, irritación nasal y el escurrimiento posterior. La tos puede ser inicialmente seca y tornarse húmeda con expectoración blanquecina; los virus pueden despulir el epitelio, lo que ocasiona mayor susceptibilidad para la tos, debido a la hiperreactividad secundaria de vías aéreas.

La secreción nasal puede ser cristalina o mucosa en los primeros días, y luego se torna espesa y de aspecto mucopurulenta. Lo anterior puede explicarse por la presencia de epitelio descamado y de leucocitos polimorfo-nucleares, lo cual no es indicativo de infección bacteriana asociada.

El resfriado común es de buen pronóstico y solo un pequeño porcentaje de estos sufre o padece una complicación como la otitis media, o la sinusitis bacteriana, que se debe sospechar en presencia de rinorrea mayor de 15 días.

Diagnóstico

El cuadro clínico y el antecedente epidemiológico son la base para realizar el diagnóstico. El diagnóstico especifico y los exámenes auxiliares son innecesarios por lo autolimitado de la enfermedad. Dichos estudios solo tendrían validez con propósitos epidemiológicos.

Tratamiento

El tratamiento es sintomático, es decir, mejorar la obstrucción nasal, controlar la fiebre, seguir con la alimentación normal, aportar suficientes líquidos y explicar a los padres los signos y síntomas de alarma. Estos signos de alarma son : la aparición de la frecuencia respiratoria acelerada, o que el niño deje de alimentarse.

Para el control de la temperatura ( mayor de 38,8 °c), se recomienda el acetaminofén a dosis de 15 mg/kg/dosis cada 6 horas.

Los antibióticos no cumplen ninguna función en el resfriado común, ya que no solo no sirven, sino que no previenen las complicaciones, y antes por el contrario pueden predisponer a complicaciones mas serias.

Prevención

Especifica: por medio de vacunas para los rinovirus no es posible en la actualidad, debido a la cantidad de serotipos existentes.

No especifica: es aquella que se utiliza para cortar el modo de transmisión, con resultados adecuados. Debido al conocimiento que se tiene, de que los rinovirus pueden ser transmitidos por las manos contaminadas con secreciones nasales, se buscan modos de evitar este tipo de contagio. El empleo de sustancias viricidas para el lavado de las manos es de gran ayuda, sin desconocer, que el simple lavado de manos ha mostrado ser eficaz en la gran mayoría de los casos.

Influenza (gripe)

Los virus influenza tienen una característica especial que los diferencia de otros virus respiratorios. Lo más notable es que los virus influenza son capaces de alterar su superficie de glicoproteinas (Hemaglutinina y neuraminidasa), lo que origina variaciones antigénicas a intervalos irregulares.

Los virus de la influenza pertenecen a la familia Ortomyxoviridae y se clasifican en virus Influenza tipo A Influenza tipo B e Influenza tipo C. Los virus de la Influenza A se clasifican en subtipos de acuerdo con los antígenos de superficie, la hemaglutinina (H1, H2, H3) y la neuramidasa (N1, N2).

La infección ocasionada por un virus de un subtipo específico, no confiere protección cruzada significativa contra otros subtipos diferentes.

Manifestaciones clínicas

La influenza se caracteriza por el comienzo súbito de fiebre, frecuentemente acompañada por escalofrío o sudoración, malestar, mialgías difusas y tos no productiva. Posteriormente el dolor de garganta, la congestión nasal, rinitis y tos se hacen más prominentes. La inyección conjuntival, dolor abdominal, náuseas y vómito pueden aparecer.

En algunos niños, la influenza puede cursar como una simple infección del tracto respiratorio inferior o una enfermedad febril con pocos signos de infección respiratoria. En ocasiones puede causar croup o neumonía.

Epidemiología

Se disemina de persona a persona por inhalación de pequeñas partículas de aerosoles, ya sea por contacto directo con partículas infectadas o por artículos contaminados con secreciones nasofaríngeas. Durante un ataque de influenza el mayor porcentaje de comprometidos son los niños en edad escolar, y secundariamente afecta a los adultos y otros niños del núcleo familiar.

La influenza es altamente contagiosa, especialmente entre poblaciones interinstitucionales. Los pacientes son más contagiosos durante las primeras 24 horas antes del comienzo de los síntomas y durante la mayoría del período sintomático. La descarga viral en las secreciones nasales usualmente cesa a los siete días del comienzo de la enfermedad, pero puede ser más prolongado en niños pequeños y en pacientes inmunodeficientes.

Las tasas de ataque en niños sanos se han estimado entre 10-40 % por año, con un 1% que terminan hospitalizados. El riesgo de infección del tracto respiratorio inferior como complicación de una influenza ya sea con neumonía, croup, sibilancias o bronquiolitis, fluctúa entre un 0.2-25%.

El período de incubación es de 1-3 días. La infección ocurre frecuentemente en forma epidémica y recorre toda la comunidad en 1-2 meses.

Durante el siglo XX se han presentado tres pandemias, la de 1918, que dejó más de veinte millones de muertos en el mundo y la de los años 1957 y 1968, con menor mortalidad.

En Colombia, se reportó en el año 1994 en la población de Ambalema (Tolima) una epidemia por el virus de influenza A/Beijing/32/92H3N2, con una tasa de ataque global del 50%. En niños menores de un año y menores de 10 años las tasas alcanzaron el 80% y 50% respectivamente. El 4% de los pacientes presentaron neumonía y la ausencia escolar se estimó en 4.9 días.

Diagnóstico

Los cultivos virales pueden ser positivos si se obtienen en las primeras 72 horas de la enfermedad, debido a que la cantidad de virus disminuye rápidamente después de este tiempo; La búsqueda del antígeno en las secreciones, mediante inmunoensayo se constituye en un diagnóstico rápido.

Tratamiento

La amantadina y rimantadina están aprobadas para el tratamiento de la influenza A en adultos, pero solo la amantadina está aprobada para el tratamiento en niños. Para obtener resultados adecuados con estos medicamentos se requiere inciarlos en las primeras 48 horas de la enfermedad. Ni la amantadina , ni la imantidina son efectivas para las infecciones con influenza B.

Dos nuevos productos antivirales han sido aprobados para el tratamiento de la influenza A y B; estos inhibidores de neuraminidasa disminuyen la liberación del virus de las células infectadas. El zanamivir, fue aprobado para niños de doce años en adelante, se administra inhalado dos veces al día durante cinco días; El oseltamivir, es recomendado para mayores de 18 años y se administra por vía oral dos veces al día durante cinco días.

El tratamiento para la infección por virus influenza debe ser considerado para los siguientes grupos de pacientes:

1. Aquellos pacientes en quienes la disminución de los síntomas clínicos puede ser benéfico, sobre todo si tienen un riesgo aumentado de padecer infecciones severas o complicaciones.
2. Niños con enfermedades severas.
3. Personas con situaciones especiales como: deportistas, estudiantes.

La dosis recomendada para amantadina y rimantadina en niños se muestran en la tabla 1.

Medidas de control

Tabla No 1. Dosis recomendada para tratamiento profiláctico para influenza
A, con amantadina y rimantadina, para niños y adolescentes.

EDAD EN AÑOS
1-9 años
< 40 Kg
mayores de 10 años
> 40 Kg

Tratamiento

5 mg/Kg/d, máximo
50 mg/d, en 1-2 dosis
5 mg/Kg/d en 1-2 dosis   
Profilaxis La dosis es la misma utilizada para el tratamiento.
Una alternativa es una dosis de 100 mg/día para niños mayores de 20 Kg y adultos
Igual Igua

Los niños menores de 9 años, requieren dos dosis de la vacuna, administrada con intervalos de un mes. Los niños con vacunación o exposición previa requieren de una sola dosis. Ver tabla No 2.

Tabla No 2. Esquema de vacunación para influenza.

EDAD VACUNA RECOMENDADA DOSIS No. DE DOSIS
6-35 meses Vacuna Franccionada 0.25 1-2 dosis
3-8 años Vacuna Fraccionada 0.5 1-2 dosis
9-12 años Vacuna Fraccionada 0.5 1 dosis
>12 años Vacuna Entera/Fraccionada 0.5 1 dosis

La vacuna se administra por vía intramuscular. La protección en individuos sanos es de un 70-80%. La duración de la protección es menor de un año; su eficacia no ha sido evaluada en los infantes menores de seis meses de vida.

Recomendaciones para la inmunización para influenza

La vacunación anual contra influenza debe ser administrada a niños mayores de seis meses, niños, adolescentes y adultos para reducir el impacto de la influenza. La prioridad es administrarla a grupos de alto riesgo.

Niños y adolescentes: con uno o más de los siguientes factores de riesgo:

  • Asma u otra enfermedad pulmonar crónica, como la fibrosis quística
  • Enfermedad cardíaca.
  • Trastorno o terapia inmunosupresiva.
  • Infección por VIH.
  • Hemoglobinopatías.
  • Enfermedades que requieren administración prolongada de salicilatos ej: artritis reumatoidea.
  • Disfunción renal crónica.
  • Enfermedad metabólica crónica.
  • Embarazo (segundo o tercer trimestre).

Contactos estrechos de pacientes con alto riesgo: personal de la salud.

Reacciones adversas de la vacuna.

Los efectos secundarios son mínimos. La fiebre se puede presentar 6-24 horas después de la vacunación sobre todo en niños menores de dos años de edad. Las reacciones locales se presentan en el 10 % de los pacientes aproximadamente.

Bibliografía 

MMWR. Prevention and control of influenza, recomendations of the advisory commitee immunization practices (ACIP ) 1999,48 ( RR-04 ): 1-26
Leigh MW, Parrott RH. Influenza. In Chernick V, Kendig EL, eds. Disorders of the respiratory tract in children 7th ed. Philadelphia; WB Saunders, 1998: 532-7
Hernández HD. Resfrío común en Benguigui Y, López F, FA,Schmunis G, Yunes J. En: Infecciones respiratorias en niños OPS 1997: 167-80
Malhotra A, Krilov LR. Influenza and respiratory syncytial virus. Ped clin of N A 2000, 47: 353-72
Noyola DE, Demmler GJ. Effect of rapid diagnosis o management of influenza A infections Pediat inf dis j , 2000; 19: 303-07

CLIC AQUÍ Y DÉJANOS TU COMENTARIO

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *