Moduladores Selectivos de los Receptores de Estrógeno

Resumen

En resumen, existen varios compuestos no relacionados desde el punto de vista químico que son capaces de interactuar con el receptor de estrógeno y producir perfiles in vivo singulares (Tabla 1).

Compuestos con perfiles in vivo característicos de un antagonista “puro” (por ejemplo, ICI-164384) o un agonista relativamente “puro” (por ejemplo, 17-estradiol) representan los externos opuestos del espectro de esta clasificación.

Entre estos dos extremos se encuentran los MSRE, que se caracterizan por su selectividad clínica y/o preclínica como agonistas totales o parciales en ciertos tejidos deseados (por ejemplo, el hueso), y como antagonistas o agonistas mínimos en los tejidos reproductivos.

Dentro de esta clase farmacológica cada MSRE se puede diferenciar de manera adicional según los perfiles de actividad en los tejidos reproductivos. El tamoxifeno, un MSRE de primera generación con actividad antiestrogénica en el tejido mamario, tiene utilidad terapéutica en el cáncer de mama.

El raloxifeno, conocido como un MSRE de segunda generación, manifiesta selectividad potencialmente útil también en el tejido uterino. De acuerdo con esto, el raloxifeno parece ser un fármaco adecuado para el tratamiento de las complicaciones postmenopáusicas, incluyendo la osteoporosis y la enfermedad cardiovascular.

Conforme se realicen mayores avances en farmacología y biología molecular de agentes activos sobre los receptores estrogénicos, evolucionarán otras subclasificaciones de los MSRE, además de una mayor comprensión de la utilidad terapéutica de estas nuevas clases de compuestos estrogénicos.

El estado postmenopáusico se define cada vez más como un factor de riesgo específico que afecta a aspectos importantes de la salud de la mujer. En esta revisión se resumen brevemente los beneficios y desventajas del tratamiento con estrógenos o terapia de reemplazo hormonal (TRH). Además, se repasa la situación actual y las futuras perspectivas de los esfuerzos farmacéuticos que se centran en el descubrimiento de estrógenos mejorados para el tratamiento postmenopáusico.

Summary

Exist several components without relation since the chemical view point, they are capable of work with the estrogen receptor and produce profiles in vivo singulars (tabla 1). Composed with profiles in vivo characteristics of a “pure” antagonist (In example, ICI-164384) or an antagonist relatively “pure” (In example, 17-estradiol) represent the opposed external of the spectral of this classification.

Between this two extremes finds MSRE, whose characteristic for its clinical selectivity and/or preclinical like total agonist or partial in certain weaving (In example, the bond), and as minimums antagonist or agonists in the reproductive weaves. Inside in this pharmacological class each MSRE is possible differentiate of additional form according the activity profiles in the reproductive weaves.

The tamoxifemo, a MSRE of firts generation with antiestrogenical activity in the mammary weave, has therapetical utility in the mamma cancer. The raloxifeno, knows as MSRE of second generation, manifests selectivity also potentially useful in uterine weave.

In accordance with that, the raloxifeno seems be a adequate pharmaco for treatment of post-Menopausical complications, including the osteoporosis and cardiovascular sickness. According to exists more advances in pharmacology and molecular biology of active agents on estrogenics recepts, will evolution other subclassifications of MSRE, moreover of a largest compression of the therapeutic utility of this new classes of estrogen compounds.

(Lea También: Beneficios y Desventajas del Tratamiento Estrogénico Postmenopáusico)

El estado postmenopáusico como factor de riesgo que afecta a la salud de la mujer

La menopausia, la transición que sufren las mujeres de la etapa reproductiva a la no reproductiva de la vida, se caracteriza por el cese de la menstruación, y se presenta a una edad media cercana a los 50 años.

Si consideramos la expectativa de vida actual de unos 80 años, las mujeres norteamericanas pasan aproximadamente la tercera parte de su vida en estado postmenopáusico. Así pues, hoy día el potencial de efectos crónicos del estado postmenopáusico sobre la salud de la mujer es sustancialmente mayor de lo que era a principios de siglo. Cuando la expectativa de vida promedio era considerablemente más corta.

Los estudios clínicos y epidemiológicos realizados han demostrado que el estado postmenopáusico constituye un importante factor de riesgo para al menos dos trastornos crónicos:

La enfermedad cardiovascular1-2 y la osteoporosis3-4, que son importantes causas de mortalidad y morbilidad en las mujeres.

La enfermedad cardiovascular:

Es la principal causa de muerte en las mujeres5. Las mujeres premenopáusicas están relativamente protegidas de la enfermedad cardiovascular en comparación con los hombres; sin embargo, esta protección se pierde gradualmente después de la menopausia6. Más aún, la aparición de la enfermedad cardiovascular se precipita debido a la menopausia quirúrgica prematura2.

La osteoporosis está presente aproximadamente en una de cada cuatro mujeres mayores de 65 años7, y la aparición de la deficiencia que la distingue. La densidad mineral ósea baja, también se acelera debido a la menopausia quirúrgica prematura4.

Aunque las fracturas óseas osteoporóticas no contribuyen de manera sustancial a la mortalidad. representan una causa significativa de morbilidad en la mujer, incluyendo el dolor, la pérdida de talla y, en algunos casos, fracturas vertebrales.

En el caso de las fracturas más graves, por ejemplo la de cadera, con frecuencia es necesaria la hospitalización. De acuerdo con estas consideraciones, resulta evidente que un manejo terapéutico eficaz del estado postmenopáusico va a constituir la piedra angular. En las estrategias para proteger o mejorar la salud de la mujer en el siglo XXI.

La etapa postmenopáusica.

Se caracteriza por cambios en las concentraciones de hormonas sexuales circulantes. De ellos, el de mayor impacto es la reducción plasmática de 17-estradiol (Fig. 1), al menos del 10% de los valores previos a la menopausia. De acuerdo con esto, se han llevado a cabo considerables esfuerzos en materia de investigación. Para establecer el papel que desempeña la carencia de estrógeno en las secuelas crónicas de la menopausia.

Además, se sigue explorando activamente el tratamiento estrogénico (sobre todo en combinación con progestina como TRH). Que se inicia principalmente para aliviar los síntomas perimenopáusicos tales como bochornos y sequedad vaginal. En centros de investigación académicos y farmacéuticos para demostrar su eficacia con una mejoría. En el cumplimiento para la prevención y el tratamiento de complicaciones postmenopáusicas crónicas. Tales como la osteoporosis y la enfermedad cardiovascular.

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