Nutrición, Alimentación y Menopausia

Stella Moreno Vélez ND,
Centro de Atención Nutricional. Medellín

La llegada de la mujer a la edad media de la vida, se caracteriza por una serie de cambios biológicos, sociales y emocionales que afectan su composición corporal. El metabolismo y al conducta alimentaria. La alimentación es una medida importante en el mantenimiento de la calidad de vida. Pero lo es más en la prevención de enfermedades crónicas, como diabetes, osteoporosis y enfermedades cardiovasculares.

El Exceso de Peso

El exceso de peso constituye un riesgo, particularmente cuando los depósitos de grasa se concentran en el abdomen. Como consecuencia de la pérdida de estrógenos, vida sedentaria y cambios en la dieta. Estos riesgos incluyen: enfermedad coronaria, hipertensión, dislipidemias, diabetes, formación de cálculos biliares y cáncer de órganos reproductivos.

El Índice de Masa Corporal (IMC) en conjunto con la relación cintura(cadera, se usan para evaluar el peso en relación con el riesgo de la enfermedad. El peso recomendado para la mujer es el que se encuentra en un rango de 20 a 25 del IMC. Mujeres con un IMC entre 25 y 28.9 se estima que tienen un 80% más riesgo de enfermedad coronaria que aquellas con un índice por debajo del 25.

La relación cintura/cadera, es indicador de la adiposidad abdominal, un valor por encima de 0,85 se asocia con un mayor riesgo de diabetes mellitus, enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer.

La obesidad es una condición que se previene mediante programas de modificación de conducta alimentaria que permita hacer los ajustes en la disminución del consumo calórico de acuerdo con su requerimiento y aumento de la actividad. Para incrementar el gasto calórico. Los regímenes de restricciones severas, desequilibrados y prometedores de resultados rápidos, están contraindicados y deben ser sustituidos por programas ajustados a las necesidades nutricionales de las mujeres, con restricciones calóricas moderadas, del orden de 500 calorías día. No se recomiendan dietas por debajo de 1.200 kilocalorías, por ser deficientes en proteínas, vitaminas y minerales.

Enfermedades Cardiovasculares

El incremento del riesgo de la enfermedad coronaria ( ES) después de la menopausia, es atribuido a la caída de los niveles de estrógeno, que a su vez altera el perfil de lípidos; se aumentan los niveles de colesterol total, C-LDL y triglicéridos, mientras que los niveles de C-HDL permanecen iguales o disminuyen y aumentan la relación colesterol / HDL.

Los factores de riesgo en EC mencionados, son susceptibles de modificarlos y son las modificaciones dietéticas la primera medida recomendada por el Programa Nacional de Educación del Colesterol de los EE UU y adoptada en Colombia para el manejo de las dislipidemias y la prevención de la EC. Consta de dos etapas. Tabla 1.

Tabla 1

NUTRIENTE

I Etapa

II Etapa

1.Grasa saturada
2.Grasa Monoinsaturada
3.Grasa Polinsaturada
4.Carbohidratos
5.Proteínas
6.Colesterol
< 10%
10 – 15%
Hasta el 10%
50 – 60%
Hasta 20%
< 300 mg/día
< 7%
10 – 15%
Hasta 10%
50 – 60%
Hasta 20%
< 200 mg/d.

Calorías totales suficientes para lograr y mantener peso adecuado.

Para las mujeres en general se sugiere como estrategia preventiva de las dislipidemias desde una etapa temprana de su vidas, estimular la disminución del consumo de grasa total, grasa saturada y colesterol, junto con una disminución razonable de peso desde el momento en el cual se detecte un sobrepeso. Un buen diseño de estrategias para la modificación de la conducta alimentaria y la definición de metas objetivas a mediano y largo plazo dan resultados positivos, si se aplican en forma sistemática y se vigilan los resultados a largo plazo.

(Lea También: Hemorragia Uterina Anormal en la Menopausia)

Osteoporosis

La mejor forma de prevenirla es mediante la construcción de huesos fuertes en la etapa temprana de la vida, mediante una dieta balanceada, con soporte suficiente de calcio y complementando con un programa de ejercicio.

Existen otros factores dietéticos que disminuyen la absorción o aumentan la excreción de calcio y pueden, en un momento dado, afectar la masa ósea, tales como: una alta ingesta de cafeína, alcohol, sodio y proteínas.

Recomendaciones Dietéticas de Calcio

La terapia de calcio en el tratamiento de la osteoporosis ha sido el motivo de muchos debates, particularmente desde 1984 cuando el Instituo Nacional de Salud de los EEUU realizó el primer consenso de osteoporosis. De acuerdo con diferentes estudios que aseguran el balance positivo del calcio, se recomienda un consumo de 1.000 mg/día para la mujer premenopáusica y de 1.500 mg para la postmenopáusica durante los cinco años después de la menopausia y 1500 a 2000 mg/día de calcio cuando presente osteoporosis.

Suplementación de Calcio

Frecuentemente las mujeres no alcanzan a ingerir las recomendaciones de calcio establecidas por RDA, en tales, casos, se hace necesaria la suplementación; al hacerla, se debe utilizar la cantidad de calcio que se consume en los alimentos, la biodisponibilidad del mismo, los hábitos alimentarios relacionados con el consumo de proteínas, sodio, ácido oxálico fítico y fibra, elementos que consumidos en cantidades altas interfieren con la absorción o incrementan su excreción.

La menor forma de cubrir las necesidades de calcio es mediante la ingestión de alimentos ricos en calcio o alimentos enriquecidos con este mineral; sin embargo, mujeres que no logran cubrir las necesidades con la dieta, se les recomienda la suplementación, la forma más adecuada es mediante sales de calcio de fácil absorción, tales como el citrato y el carbonato de calcio.

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