Sistema Musculoesquelético en los Años Posmenopáusicos 

Estrógeno y Estrógeno-progestágeno

Hueso

Combinaciones de estrógeno y estrógeno-progestágeno.

La dosis convencional de TH previene todas las fracturas, incluidas las vertebrales y de cadera (Marjoribanks et al., 2017). Los datos del WHI fueron los primeros en proporcionar evidencia sustancial de este hecho (Grupo de Redacción para mujeres.

Investigadores de iniciativas de salud, 2002; Cauley et al., 2003, 2006). En efecto, mujeres sometidas a TH se beneficiaron de una reducción del 34% en las fracturas de cadera y del 24% en el total de fracturas (Writing Group for the Women’s Health Initiative Investigators, 2002).

La TH también provoca una disminución de fracturas vertebrales (Zhu et al., 2016). Esto es paralelo a un aumento en la DMO (Manson et al., 2013). Efecto que ya se había demostrado en PEPI (The Writing Group for the PEPI Trial, 1995) y otros ensayos.

La TH es la única terapia disponible con eficacia probada para la reducción de fracturas en pacientes sin osteoporosis en los primeros años posmenopáusicos (Bagger et al., 2004). El efecto preventivo de la TH, sin embargo, es probablemente atenuado cuando se inicia después de los 60 años (Zhu et al., 2016).

En el seguimiento postintervención se ha informado que, para exusuarias de TH:

En comparación con exusuarias de placebo, detener la TH no tiene un efecto de rebote en el hueso, ya que no aumenta el riesgo de fractura. Ya sea sostenido o transitorio (Watts et al., 2017).

Aunque algunos estudios han informado una pérdida en la DMO después de suspender la TH (Karim et al., 2011; Zhu et al., 2016). Los datos de WHI indican un beneficio residual significativo para el total de fracturas que persistieron durante 13 años en los años posteriores al cese de la terapia en mujeres asignadas a EEC más AMP (Manson et al., 2013).

La TH en dosis bajas puede mejorar la DMO en mujeres tratadas (1 mg E2 ± 0,5 mg de acetato de noretisterona o 0,5 mg de 17beta-E2 y 0,25 mg de acetato de noretisterona). Sin embargo, no hay resultados hasta la fecha sobre la prevención de fracturas (Gambacciani et al., 2008; Zang et al., 2010).

Raloxifeno y complejo estrogénico tejido selectivo – Estrógeno y Estrógeno-progestágeno

El raloxifeno y los BZA son agonistas de ER en el hueso. En cuanto al raloxifeno, dos grandes estudios, los ensayos MORE y RUTH, mostraron una reducción en el riesgo de fractura. Pero no en la incidencia de fractura de cadera (Delmas et al., 2002; Collins et al., 2009).

Se ha demostrado que BZA 20 mg/día reduce de manera similar el riesgo de fractura vertebral, especialmente en mujeres con mayor riesgo de fractura (Reginster et al., 2014; Palacios et al., 2015). No hay datos sobre el riesgo de fractura con BZA 20 mg/EC 0,45 mg/día. Pero se observó mejora en la DMO total de cadera y cuello femoral en un gran ECA versus placebo (Lindsay et al., 2009).

En comparación con la terapia estrógeno-progestina, complejo estrogénico selectivo tisular (BZA oral 20 mg/EC 0,45). Las mejoras en la DMO fueron menores que en las mujeres tratadas con EEC 0,45 mg/ MPA 1,5 mg (Pinkerton et al., 2014).

Tibolona. 

Los estudios controlados aleatorios muestran que la tibolona, incluso en dosis bajas (1,25 mg/día). Aumenta la DMO y reduce el riesgo de fracturas (Ettinger 2007; Cummings et al., 2008; Biglia et al., 2010; Zang et al.,2010).

Se demostró que la tibolona (2,5 mg/día) tiene la misma eficacia que la terapia combinada de estrógeno-progestina (Biglia et al., 2010) a largo plazo (Rymer et al., 2002). Más de 10 años, tanto al comienzo como al final de la posmenopausia y en mujeres con osteoporosis establecida. En mujeres mayores de 60 años tratadas con tibolona (Cummings et al., 2008). Este beneficio se ve ensombrecido por el aumento de riesgo de accidentes cerebrovasculares.

Músculos – Estrógeno y Estrógeno-progestágeno

En las mujeres de mediana edad, la masa muscular magra, contrariamente a la masa grasa, parece disminuir, contribuyendo así al cambio en la composición corporal. La sarcopenia es más manifiesta en mujeres de edad avanzada que en hombres de edad avanzada. Y, aunque no se puede atribuir a la menopausia, este proceso degenerativo parece evolucionar más rápidamente después de la FUP (Bondarev et al., 2018).

Sin embargo, la TH no parece conferir un beneficio en términos de ganancia de masa corporal magra.

Aunque estudios anteriores habían indicado preservación de músculo en mujeres tratadas con TH (E2 oral/noretisterona acetato) en comparación con placebo (Sipila et al., 2001; Sorensen etal., 2001), los datos de ensayos grandes más recientes no han confirmado estos resultados (Kenny et al., 2005; Sites et al., 2005; Thorneycroft et al., 2007; Bea et al., 2011).

Datos de los centros WHI BMD (Bea et al., 2011) mostraron que la pérdida de masa corporal magra era menor con estrógenos o tratamiento con estrógenoprogestágeno en comparación con placebo a los 3 años.

Sin embargo, el resultado se perdió en 6 años, lo que no dio lugar a diferencias entre grupos de tratamiento con placebo y TH. El DOPS, igualmente, no encontró diferencia significativa para el cambio en la masa corporal magra entre tratamientos y control durante 5 años (Jensen et al., 2003).

Articulaciones – Estrógeno y Estrógeno-progestágeno

Los datos del WHI han revelado que los tratamientos con estrógeno y estrógenoprogestina dan como resultado menos dolor en las articulaciones en comparación con el placebo (Barnabei et al., 2005; Chlebowski et al., 2018). Además, las mujeres tratadas con TH desarrollan menos síndrome del túnel carpiano (AlRousan et al., 2018).

Los datos del WHI también han demostrado una reducción en el porcentaje de mujeres que se someten a una cirugía de reemplazo de articulaciones entre las mujeres que toman TH comparado con placebo. Lo que posiblemente indica un papel de la TH en la preservación de cartílago (Cirillo et al., 2006).

Discos intervertebrales – Estrógeno y Estrógeno-progestágeno

El tratamiento con estrógeno-progestágeno parece tener un efecto positivo en la altura del disco intervertebral , que se correlaciona con la puntuación T (Muscat Baron et al., 2007; Baron et al., 2009).

La altura adecuada del disco es vital para el mantenimiento de las propiedades de absorción de impactos del disco intervertebral y proteger la columna de las fracturas vertebrales por compresión (Muscat Baron et al., 2007; Baron et al., 2009).

Piel y cabello – Estrógeno y Estrógeno-progestágeno

El uso de estrógenos después de la menopausia aumenta el contenido de colágeno, y por tanto, la capacidad de retener agua, con mayor grosor dérmico y elasticidad (Calleja-Agius et al., 2013). La prevención del envejecimiento cutáneo parece ser máxima con el uso de TH durante la perimenopausia (Phillips et al., 2008).

La TH puede ejercer un efecto beneficioso sobre la piel del rostro y la apariencia aumentando las propiedades reológicas; sin embargo, no limita el número y la profundidad de las arrugas (Phillips et al., 2008; Owen et al., 2016).

A través de una mejora del flujo sanguíneo de la piel, la TH puede afectar positivamente la cicatrización y la prevención de heridas.

Las usuarias de TH de edad avanzada, en un estudio de la Base de datos de Investigación de Práctica General del Reino Unido. Manifestaron desarrollar menos úlceras crónicas en las piernas y úlceras inducidas por la presión que las no usuarias (Margolis et al., 2002).

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