Endocrinología: Pubertad, Mecanismos de Inicio

GUSTAVO GÓMEZ TABARES*, JAMES SÁENZ SALAZAR**

La pubertad es parte del desarrollo humano, teniendo variantes normales y patológicas. El límite inferior es de 8 años en la niña y 9 años en el niño; y un límite superior 13.5 años en niñas y 14 años en niños. Su duración varía entre 2 y 4 años. Los mecanismos desencadenantes incluyen factores genéticos, leptina, Ghrelin, factor crecimiento similar insulina, kisspetina, Crtc1, mTOR y peso. Hay cambios en la edad de inicio de la pubertad asociados a diversos factores. Ocurren cambios físicos, funcionales y de conducta. Hay variantes normales como es la telarca, pubarca y menarca prematura. Las variantes anormales como la pubertad precoz, el retraso del crecimiento y la pubertad retardada ameritan una revisión como un tema único.

La maduración sexual se puede dividir en cuatro etapas, la primera etapa abarca desde la vida fetal hasta el nacimiento donde ocurre la diferenciación sexual encontrando la concentración de gonadotropinas y hormonas gonadales elevadas. La segunda etapa inhibidora o prepuberal comprende la infancia temprana hasta el final de la primera década de la vida. Hay disminución de la secreción de gonadotropinas y esteroides gonadales, por la relación hormona folículo estimulante (FSH)/ hormona luteinizante (LH) elevada con baja respuesta de la LH a la administración de hormona liberadora de gonadotropinas (GnRH), y una gran sensibilidad del sistema hipotálamo- hipofisario a la retroalimentación negativa de los esteroides gonadales. Los pulsos de secreción GnRH y gonadotropinas son muy breves.

La tercera etapa o etapa puberal incluye el final de la primera década y se caracteriza por un aumento de la secreción pulsátil de LH nocturna que depende de la liberación episódica de GnRH. La frecuencia y amplitud de los pulsos de GnRH son esenciales para una maduración sexual normal y, a medida que progresa la pubertad, aumenta la secreción de hormonas gonadales y disminuye en las diferencias entre las secreciones diurnas y nocturnas, debido a una disminución de la frecuencia y amplitud de los picos nocturnos de LH. La cuarta etapa o de maduración sexual completa, se caracteriza por la desaparición de los pulsos de secreción nocturna de LH.

Pubertad, picos nocturnos de LH

La pubertad se puede definir como el período final del crecimiento y maduración del niño, una etapa de transición entre la infancia y la edad adulta. Comienza cuando aparecen los caracteres sexuales secundarios y aumenta la velocidad de crecimiento ocurriendo cambios somáticos y psicológicos hasta alcanzar la talla adulta, la madurez psicosocial y la fertilidad. La pubertad normal se completa en 3-4 años, variando según el sexo. En la mujer entre los 8.5 a 13 años y en el hombre entre los 9.5 a 14 años.

Generalmente la aparición de los caracteres sexuales secundarios tiene un orden cronológico aunque puede variar:

Telarca. Inicio a los 10,5 años. Se ha encontrado variaciones según la raza (Blancas 10.4 años, Negras 9.5 años, México/Americano 9.8 años)

Pubarca. Generalmente inicia 6 meses después de la telarca, aunque 10-20% de niñas normales ocurre antes de esta.

Adrenarca. Inicia a los 6-8 años. Este fenómeno es secundario a la producción de andrógenos adrenales (androstenediona, DHEA, y DHEAS), independiente del eje hipotálamo, hipófisis.

Velocidad de crecimiento máximo. En la pubertad aumentan los estrógenos, aumenta la hormona de crecimiento, llevando a elevación de factor de crecimiento similar insulina IGF-1 y factor de crecimiento similar a la insulina ligado a proteínas IGFBP-3, que media el crecimiento esquelético.

Menarca. En promedio inicia a los 12.5 años (Blancas 12.6 años; Negras 12.1 años; México/Americanas: 12.3 años).

• Vello púbico adulto.
• Mama del adulto.
• Pubertad normal fisiológica.

En el hipotálamo las neuronas de GnRH liberan hormona estimulante de las gonadotropinas (GnRH) a la circulación portal hipofisaria, donde estimula la secreción pulsátil de gonadotropinas adenohipofisarias a la circulación periférica. Ambas gonadotropinas (LH: hormona luteinizante y FSH: hormona folículo estimulante) inducen la síntesis de estradiol por el ovario, que a su vez favorece el crecimiento del pecho y la maduración del sistema reproductivo femenino. En el varón la LH provoca la síntesis de testosterona por las células testiculares de Leydig, mientras que la FSH induce la maduración de los túbulos seminíferos. En ambos sexos los andrógenos estimulan el crecimiento de vello púbico y axilar, la maduración de las glándulas sudoríparas apocrinas responsables del sudor adulto y los cambios cutáneos relacionados con el acné. Los esteroides sexuales impulsan el gran crecimiento somático, característico de este período, en parte directamente y en parte indirectamente, aumentando la secreción de hormona de crecimiento. El estradiol es la principal hormona responsable de la maduración ósea en ambos sexos.

SNC (Neuronas y Cels. Gliales)

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