Protección de la Diabetes Con TH

Hormone therapy protects from diabetes: the Kuopio steoporosis risk factor and prevention study. Eur J Endocrinol 2009;160:979-983.

Abstract copyright © European Society of Endocrinology. All rights reserved. Used with permission.

PENTTI K, TUPPURAINEN MT, HONKANEN R, ET AL.

Nivel de Evidencia: II-3

Objetivos. El propósito de este estudio poblacional prospectivo de cohorte fue exami-nar los efectos de la terapia hormonal (TH) en la incidencia de diabetes mellitus (DM).

Diseño y métodos. Ocho mil cuatrocientas ochenta y tres mujeres posmenopáusicas sin DM entre 52 y 62 años de un estudio poblacional de factores de riesgo de osteoporosis se siguieron por cinco años, de 1994 a 1999. Información acerca del uso de TH y eventos de salud se obtuvieron de tres cuestionarios repetidos en 1989, 1994 y 1999. Morbilidad por DM antes y durante el seguimiento fueron obtenidos del Registry of Specially Refunded Drugs of the Finnish Social Insurance Institution. Curva de supervivencia de Kaplan-Meyer y modelos de peligro proporcional de Cox se usaron para estimar el riesgo de DM incidental en relación con el uso de TH.

Resultados. Durante el seguimiento, 40.8% de mujeres posmenopáusicas sin DM nunca habían usado TH, 27,3% fueron usuarias ante-riores de TH y 31.9% usaron TH durante el seguimiento.

Durante el seguimiento, se registraron 162 casos de DM incidente. Comparadas con las nunca usuarias de TH, el riesgo de peligro de DM fue 0.81 (IC 95%, 0.57-1.16) para usuarias ante-riores, 0.53 (IC 95%, 0.24-1.15) usuarias de medio tiempo (durante el seguimiento, < 2.5 años) y 0.31 (IC 95%, 0.16-0.60) en usuarias continuas de TH (durante el seguimiento 2.5-5 años).

Conclusiones. El uso de TH disminuye la incidencia de DM en mujeres posmenopáusicas.

Comentario. Un número de estudios pre-vios han reportado reducción en el desarrollo de diabetes en mujeres usando terapia hormonal (TH). En el estudio Heart and Estrogen/ progestin Replacement (HERS) se reportó una reducción del 35% del riesgo de diabetes en mujeres con 0.625 m/día de EEC y 2.5 mg/día de AMP, comparado con el placebo. El estudio Nurse’s Health reportó de forma similar un 20% de menor incidencia en mujeres usando activa-mente TH, frente a placebo.2

Otros estudios han sido menos prometedores acerca de este beneficio, pero la mayoría de estos estudios pecaron por un tamaño de las muestras subóptimas.

Mientras los hallazgos de estudio en particular no son sorpresivos, el grado de reducción de riesgo presentado por Pentti y colaboradores es muy importante.

Los autores anotan una incidencia de diabe-tes de 5.6/1000 personas año en mujeres sin TH; 4.45/1000 personas año en usuarias ante-riores de TH; 2.34/1000 personas año en la usuarias de menos de 2.5 años; y 1.29/1000 personas año no usuarias de TH de 2.5 a 5.0 años. Esto equivale a una reducción del 62% del riesgo. Los autores postulan que el tiempo de uso de TH puede significar una profunda reducción de riesgo, y puede distinguir este estudio de otros previos.

Existen muchas hipótesis de por qué la TH puede ofrecer protección contra la diabetes. La mayoría sugiere que el componente estrogénico de la TH provee la potencial protección. Un número de estudios ha mostrado que variar (o remover) el agente progestacional parece que tiene poco impacto en los resultados de la glucosa e insulina en ayunas. Los estrógenos pueden ejercer un efecto favorable en el depósito de grasa abdominal, atenuar la respuesta gluconeogénica, y ejercer un efecto directo en la secreción y sensibilidad de la insulina.3 La contribución relativa de estos efectos in vivo re-quiere posterior investigación.

Pentti y colaboradores presentan esta impre-sionante muestra actual de cerca de 8.400 suje-tos. Sin embargo, como dicen los autores, las características basales de los sujetos que usan TH favorecen un perfil físico más saludable. Mientras el análisis de covariables fue realizado para minimizar esas diferencias basales, genera la pregunta de un sesgo de base. Estudios previos han cuestionado si las mujeres usando TH pue-den tener mejor estado socio-económico, más educadas, más preactivas acerca de su cuidado de salud y tienen mejor estilo de vida.4 ¿Pueden ser eso, menos tangibles diferencias, contar para disminuir el índice de masa corporal reportado en este grupo, y la reducción del riesgo de desa-rrollar DM? Es algo para contemplar.

La historia de TH y sus efectos en la glucosa y la insulina está en desarrollo, y los detalles no se han elucidado aún. Mientras la asociación es evidente, se necesitan definitivamente estudios fisiológicos y mecanísticos para darnos pistas posteriores de la naturaleza de esta relación.

Ruchi Mathur, MD, FRCPC
Attending Physician
Departments of Medicine and
Obstetrics and Gynecology
Cedars-Sinai Medical Center
Los Angeles, CA
Glenn D. Braunstein, MD
Chairman
Department of Medicine
Cedars-Sinai Medical Center
Los Angeles, CA

Referencias

1.Kanaya AM, Herrington D, Vittinghoff E, et al., for the Heart and Estrogen/progestin Replacement Study. Glycemic effects of postmenopausal hormone therapy; the Heart and Estrogen/progestin Replacement Study. A randomized, double-blind, placebo-controlled trial. Ann Intern Med 2003;138:1-9.
2.Manson JE, Rimm EB, Colditz GA, et al. A prospective study of postmenopausal estrogen therapy and subsequent incidence of non-insulin-dependent diabetes mellitus. Ann Epidemiol 1992;2:665-673.
3.Espeland MA, Hogan PE, Fineberg SE, et al. Effect of postmenopausal hormone therapy on glucose and insulin concentrations. Diabetes Care 1998;10:1589-1595.
4.Nelson HD, Humphrey LL, Nygren P, Teutsch SM, Allan JD. Postmenopausal hormone replacement therapy: scientific review. JAMA 2002;288:872-881.

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