Discurso Pronunciado por el Doctor Sergio Isaza Villa

El Día panamericano del Médico en el Hotel Tequendama

Sergio Isaza, M. D.
Presidente de la Federación Médica Colombiana

Hoy 3 de Diciembre de 2002, conmemoramos un año de la primera gran reunión con el cuerpo de profesionales de la salud de Colombia. De esa reunión nació un movimiento: ASORREFORMA LEY 100, o la Asociación de Profesionales de la Salud organizados para llevar a cabo un referendo popular para cambiar la ley 100.

Y desde sus comienzos, está comprometida la FEDERACIÓN MÉDICA COLOMBIANA. Participando con entusiasmo y ofreciendo todo el apoyo necesario para ampliar una voz de esperanza y aliento a todos los colombianos y sus profesionales prestadores de servicios en salud. Junto con hospitales y demás instituciones.

Esperanza en obtener verdadera cobertura con calidad y calidez para todos. En recuperar la red pública y privada de hospitales, clínicas, laboratorios clínicos y radiológicos, centros de rehabilitación, terapia ocupacional, etc. Creados con el esfuerzo de los colombianos a través de sus impuestos pagados al Estado y de pequeños grupos profesionales. Que han sido quebradas por la voracidad de un mercado no controlado ni reglamentado, o mandado por poderosos grupos económicos representados por EPS y ARS. Que se lucran económicamente del uso de dineros públicos para salud con criterio privado, empeñados en construir verdaderos monopolios para la venta de servicios de salud.

ASORREFORMA LEY 100

Aliento, para mantener el vigor que requiere una empresa de la envergadura como la que se ha propuesto ASORREFORMA LEY 100. Para no cejar en el esfuerzo que significa marchar juntos, conociéndonos, aceptando debilidades y fortalezas, generando confianza y afecto, estimación de unos por otros. Sólo porque sabemos que queremos un presente, que es igual a un futuro mejor para todos nosotros y nuestros compatriotas. Para las nuevas generaciones de profesionales colombianos y para nuestros hijos.

Porque la FEDERACIÓN MÉDICA COLOMBIANA no nació ayer ni hace diez ni veinte ni treinta años. Sino hace casi siete décadas y está aquí, comprometida en participar otra vez en un nuevo cambio en beneficio de nuestro país.

Historia de la Federación

Esto es tan cierto como la historia de la Federación.

La FEDERACIÓN MEDICA COLOMBIANA nació en 1935, como consecuencia de la fusión de varios colegios médicos ya existentes desde comienzos del Siglo XX. Fue la primera organización médica amplia –pues desde sus inicios cobija todas las especialidades médicas-, científica y gremial, de carácter nacional que existió en el país.

Es por eso que quien no conoce la historia de la FEDERACIÓN MÉDICA COLOMBIANA no puede conocer la historia completa de la medicina en Colombia. Esto no lo digo yo.

Lo constatan los documentos que yacen en el Archivo General de la Nación, en los archivos de la Presidencia de la República. En la Actas de la FMC y en los mismísimos archivos del otrora Ministerio de Salud. Si es que aún quedan luego de los recortes consecuentes a la contracción del Estado, tan de moda en estos tiempos post-modernos.

Desde su nacimiento hace 67 años, la FMC se propuso el desarrollo y la defensa de la Profesión Médica. Garantizar su ejercicio con un elevado sentido ético y humanista, buscando la mejor calidad y compromiso en el acto médico y participar activamente en el diseño, construcción e instrumentación de políticas sanitarias, de salud pública, de reglamentación de la educación médica y del ejercicio de la profesión. Por el bien de los médicos y buscando el mejoramiento de las condiciones de salud de la población colombiana.

En 1937 la FMC se ocupó de informar periódicamente a los médicos de todo el país lo relativo a los avances científicomédicos, lo hacía a través de la primera revista médica de circulación nacional: EL MÉDICO COLOMBIANO (después HERALDO MÉDICO).

 

Por eso, desde sus comienzos se dio a la tarea de modernizar la entonces existente y limitada Secretaría Nacional de Higiene, dependiente de la Presidencia de la República. Para cambiarla por un verdadero Ministerio que diera cuenta de los problemas mas apremiantes del país en el terreno de la Salud Pública, la Educación Médica y la Atención Médica Hospitalaria.

Y a los 10 años de creada, la FMC vió realizado su sueño mediante la elaboración de un proyecto de Ley presentado al Parlamento. Con la creación del MINISTERIO NACIONAL DE HIGIENE en 1946. El cual luego cambió su nombre en la década de los 60 por el de MINISTERIO DE SALUD.

Hoy, es un hecho su desaparición gracias a su fusión con el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social y la creación posterior del Ministerio de Protección Social.

Pero ya en 1937 la FMC:

Había participado en el estudio hecho por la Beneficencia de Cundinamarca para organizar la red de hospitales públicos del departamento y desde ese mismo año se ocupó de informar periódicamente a los médicos de todo el país lo relativo a los avances científico-médicos. Así como los logros que como gremio ganaban para la Salud Pública. Esto lo hacía a través de la primera revista médica de circulación nacional: EL MÉDICO COLOMBIANO, que pocos años después cambió su nombre por el que hoy lleva: HERALDO MÉDICO, la cual reapareció en 1997 luego de 30 años de silencio.

La lista de acciones de la FMC es larga:

Propuso la creación y trabajó en el diseño de la carrera de Enfermería, del año de internado hospitalario rotatorio y del rural obligatorio para los médicos, diseñó un modelo de atención médica para los empleados del Departamento de Cundinamarca a través de su Caja de Previsión Social. El cual fue exitoso y se extendió a todo el país. Propuso y diseñó la Comisión de Especialidades Farmacéuticas así como el reglamento para la emisión, revisión o cesación de licencias a medicamentos y equipos requeridos para el tratamiento de los enfermos e introdujo en el Ministerio los fundamentos de vigilancia y control en las áreas de la medicina, la farmacología y la salud pública en general.

Posteriormente participó en el diseño y creación del INSTITUTO COLOMBIANO DE LOS SEGUROS SOCIALES (ICSS). Estos son solo algunos de los que constituyen la larga lista de aportes hechos por la FMC al país. Sin contar la Ley 23 de 1981 o Ley de Ética Médica, creada para salvaguardar la pulcritud ética del ejercicio y la dignidad de la profesión médica.

INSTITUCIÓN ASESORA DEL GOBIERNO NACIONAL

Es esta historia la responsable de que la FMC, constituida por los Colegios Médicos Departamentales, sea considerada por dicha Ley colombiana como “INSTITUCIÓN ASESORA DEL GOBIERNO NACIONAL” y de que la Constitución Política de la República de Colombia. En su artículo 26, le otorgue el derecho a que las profesiones que estén así organizados podrán ejercer funciones públicas como, de hecho, ya las ejercen dichos Colegios Médicos Departamentales al elegir las ternas para constituír los Tribunales Departamentales de Ética Médica y la misma Federación al hacerlo para el Tribunal Nacional de Ética Médica y al participar como Asesor Permanente en el CNSSS.

Es esta historia ya recorrida y aún por desarrollar la que nos exige continuar adelante. Pues La FEDERACIÓN MÉDICA COLOMBIANA es miembro de la ASOCIACIÓN MÉDICA MUNDIAL desde su creación después de la Segunda Guerra Mundial y la ASOCIACIÓN MÉDICA MUNDIAL (AMM) participó en la elaboración de los Acuerdos de Ginebra sobre la Guerra y en la Declaración de los Principios de Derechos Humanos y de Derecho Internacional Humanitario.

Además, la FMC hace parte de la Red Mundial de Observatorios que coordina la Unidad de Derechos Humanos de la AMM.

La nueva Junta Directiva de la Federación ha asumido su compromiso de trabajar de la mejor manera para lograr una proyección política y social efectiva del gremio médico, fortaleciendo mediante el crecimiento del número de médicos y organizaciones afiliadas su participación en el CNSSS, los CTSSS, las discusiones de proyectos de ley en las Comisiones del Congreso de la República y, en general, en el debate sobre la reforma de salud.

Igualmente, la FMC ratifica su decisión de apoyar la construcción y desarrollo del SGSSS:

Mediante la presentación, respaldo e impulso de nuevos acuerdos ante el CNSSS, como ya lo ha hecho en el presente año y continuará haciéndolo en el futuro.

Para mejorar su eficiencia en este sentido, la FMC ha creado recientemente el INSTITUTO DE ALTOS ESTUDIOS Y GESTIÓN EN SEGURIDAD SOCIAL Y SALUD (IAEGSSS), con el propósito de realizar de manera permanente:

  1. Investigación clínica y de políticas en salud,
  2. Capacitación y formación profesional a sus colegiados,
  3. Asistencia técnica,
  4. Proyectos y Asesorías en Promoción y prevención,
  5. Auditoria en salud,
  6. Acreditación y certificación de calidad y
  7. Asistencia Jurídica en Derechos Humanos y Derecho Laboral.

Por otra parte, desde hace un mes inició la construcción del Observatorio de la Misión Medica de la FMC/AMM y expuso ante el CNSSS la necesidad de recibir apoyo del Gobierno Nacional para este propósito, al igual que hoy lo solicita de todas las organizaciones integrantes y no integrantes de ASORREFORMA.

Lea También: Derechos Humanos y Educación Médica

¿CUAL ES NUESTRA POSICIÓN FRENTE A LA REFORMA DE SALUD?

Si bien es cierto, los enunciados de la reforma de salud en Colombia podrían considerarse loables, sus soportes teóricos y empíricos son débiles, puesto que los sistemas de salud comprenden muchos mercados plagados de fallos, máxime si hay una ausencia de regulación de los mismos. Además, la introducción de elementos de mercado a la seguridad social en salud ha tenido resultados cuestionables en E.U., Alemania, Holanda y Chile.

De cualquier modo, un modelo de competencia regulada como el que se pretende desarrollar en Colombia, requiere:
1. Normas de buena calidad:

Pero no solamente para los prestadores sino también para los detentadores del dinero, hoy convertidos en simples intermediarios en la prestación de los servicios. Dicho de otro modo: Normas Imparciales. Pro, además, con objetivos claros, estables, conocidas por todos y costo-beneficiosas para la sociedad.

2. Se requiere, además, capacidad por parte del Gobierno para hacerlas cumplir mediante instituciones que puedan ejercer una Inspección, Vigilancia y Control (IVC) eficaces.

De lo contrario, las normas terminan por convertirse en letra muerta, como ha ocurrido a lo largo de casi diez años, generando así un mercado de competencia desigual y sin regulación, con efectos perversos tales como la tranferencia de recursos sociales al sector privado, lo cual se traduce en mayor ineficiencia del sistema.

El código genético y el sistema inmunológico de los seres vivos son ejemplos fehacientes de cómo estos dos principios son válidos y se aplican también en otro contexto sistémico.

El hecho, los prestadores de servicios de salud son considerados por estos mercaderes como un costo, en vez de una inversión crítica para el bienestar social de la población. Los mismos conciben las acciones finales de salud, en vez de un servicio a la comunidad y un bien social, como otro bien más de consumo que se transa en el mercado. El usuario en cliente comprador quien, además, es el más débil de los eslabones porque no posee (ni llegarán los usuarios a poseer jamás, a menos que todos fueran médicos), la información necesaria para evaluar sus necesidades y elegir racionalmente el tratamiento que más le convenga.

Más grave todavía, los médicos que además de proveedores, históricamente han sido los agentes y abogados de los intereses de sus pacientes (en virtud de un contrato social milenario suscrito y renovado en el Juramento Hipocrático), están perdiendo su autonomía para ejercer esta función, a manos de los administradores y gerentes financieros, quienes no poseen ningún conocimiento sobre salud.

Es por esto que la FMC considera que una Reforma de la Salud :

No puede pensarse sin el concurso de los profesionales que participan de su prestación, pues son quienes mejor conocen ese campo y sus necesidades.

No queremos decir con esto que no se requiera del concurso de diversas ramas del conocimiento como economistas, administradores, juristas, ingenieros sanitarios, etc, puesto que la salvaguarda de la salud de los pobladores de un país es una tarea que redunda en bien de la economía, y el sistema que la soporte y permita desarrollarse debe ser organizado correctamente para que cumpla sus objetivos de manera útil a la sociedad y no sólo eficientemente para los capitales que ingresan a él.

Pensamos que los banqueros son los menos indicados para regir estos destinos, puesto que su miope concepto de la economía. Basado en la renta rápida y fácil, propia del capital financiero, no alcanza a trascender el ámbito monetarista.

Ellos deben estar para lo que fueron diseñados:

para administrar los dineros públicos que se les entregan, no para armar empresas de salud y hacer crecer esos dineros públicos para ellos, como si fueran de ellos.

Con base en lo anterior, cabe precisar que las EPS fueron creadas para cumplir una función articuladora (gestión del aseguramiento y de la atención en salud) entre el financiamiento y la prestación de servicios.

En la práctica, sin embargo, muchas se están comportando como simples intermediarios financieros. Debido a la ausencia de una regulación efectiva: Marco normativo de buena calidad acompañado de un eficaz proceso de Inspección, Vigilancia y Control.

En cuanto al Recurso Humano en Salud:

El régimen de libertinaje que impera en la actualidad ha llevado a un exceso de competencia (otro fallo reconocido en los mercados de salud). El cual ha inducido una oferta excesiva, mal distribuida y ha generado deterioro en la calidad, la remuneración y satisfacción de los médicos y demás profesionales e instituciones prestadoras.

Esta tendencia, representa una amenaza importante contra la garantía de calidad de los servicios que ofrece el SGSSS. A lo cual se suman las consecuencias perversas del modelo de contención de costos que están aplicando las EPS.

Urge una mejor regulación de la formación, disponibilidad y distribución de profesionales de la salud. Para lo cual será necesario de una acción conjunta seria y en perspectiva de los Ministerios de Educación y el que vaya a ser responsable de las políticas de salud y empleo en Colombia.

No sería completo el análisis si no contempláramos el aspecto determinante de la bondad de un servicio: la Calidad. La idea de garantizar la calidad de los servicios que ofrece el SGSSS a los colombianos, de nuevo, es loable.

Pero el modelo de aseguramiento de la calidad debería enfocarse a identificar y gestionar los principales riesgos que atentan contra la calidad dentro de una visión sistémica. Como se mencionó, la calidad del recurso humano (fundamentalmente la idoneidad técnica) es un factor crítico.

El otro factor crítico, es el modelo perverso de contención de costos que están introduciendo las EPS. Como la ausencia de planes de capacitación y actualización de sus profesionales y el abuso de posición dominante para reducir precios de los insumos. Para mencionar sólo dos protuberantes ejemplos que se suceden.

Ambos factores son externos a las IPS.

Sin embargo, el modelo de garantía de calidad que introdujo el Decreto 2309 de 2002, centra la mayor parte de la responsabilidad en las IPS. Y mientras contiene 20 artículos reglamentarios para estas, solamente hay cinco laxos pero empoderadores artículos para las EPS.

Es por esto que la FMC considera que una Reforma de la Salud no puede pensarse sin el concurso de los profesionales que participan de su prestación, pues son quienes mejor conocen ese campo y sus necesidades.

Para finalizar, es necesario recalcar que, por la alta complejidad de la función más critica de todas, la prestación de servicios de salud. No será posible construir un SGSSS que cubra las necesidades de atención en salud de los colombianos con eficiencia, equidad, calidad y calidez. Sin la participación organizada del cuerpo medico y de los demás profesionales de la salud.

Para ello se requiere una presencia más efectiva del gremio en los espacios donde se toman las decisiones de política: CNSSS, CTSSS. En el Congreso de la República y en la acción directa con la población, como lo propone el REFERENDO POR LA SALUD.

Adicionalmente, es preciso fortalecer los Tribunales de Ética Médica como instituciones responsables de autorregular el ejercicio de la práctica medica.

Hay intentos perversos de judicializar los conflictos éticos que, afortunadamente, no han podido prosperar gracias a la acción de la FMC.

En vista de lo anterior, invito a todos los médicos que ejerzan legalmente la profesión médica en el territorio nacional, a afiliarse, a vincularse a la FMC a través de sus colegios médicos.

Sólo así lograremos conformar un bloque unido que permita influir con efectividad en el proceso de formulación, construcción e instrumentación de políticas y corregir el rumbo de la reforma de salud en Colombia.

Por eso nuestro lema, que comprende la Misión y la Visión de la FMC, dice:

VELAMOS POR EL EJERCICIO ÉTICO DE LA PROFESIÓN MÉDICA Y POR LA SALUD DE LOS COLOMBIANOS.
MUCHAS GRACIAS”.

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