Editorial: A Propósito de la Ley de la Obesidad, Reglamentar sin Educar

Un Callejón sin Salida

Regarding The Obesity Congressional Bill, Regulating Without Educating

La nutrición es una prioridad en el país. La fuer­te tasa de prevalencia de obesidad en adultos y niños ha llevado al Congreso de la República a promulgar en el año 2009 la Ley 1355 llamada “Ley de la Obesidad”. Esta ley reconoce la Obesidad y las enfermedades crónicas asociadas como un problema de salud pública, prioritario y de interés nacional y pretende a través de la promoción de una alimenta­ción equilibrada y del ejercicio, controlar la epidemia. Aunque su reglamentación está en proceso, nos ade­lantamos en esta editorial a presentar uno de los as­pectos determinantes del éxito de dicha ley el cual es ignorado tanto por los legisladores como por el gre­mio de la salud: la falta de conocimiento y formación en nutrición.

En 2005 la Encuesta Nacional de la Situación Nutri­cional de Colombia (ENSIN 2005)(1) mostró la realidad Nacional: prácticamente la mitad de la población adul­ta presenta un estado de malnutrición por exceso de peso (obesidad 13,8% y sobrepeso 32,3%), una impor­tante desnutrición crónica infantil (12%), y una signi­ficativa alteración del estado nutricional de las madres gestantes (bajo peso 21,0%, sobrepeso 23,0% y obe­sidad 7,0%).(1)

Esta problemática de malnutrición que enfrenta el país, se asocia con el aumento de enfer­medades crónicas no transmisibles como el cáncer, la diabetes y las enfermedades cardiovasculares. El aumento de dichas patologías necesita un abordaje especializado e interdisciplinario para hacerle frente de manera adecuada ya que la modificación de fac­tores nutricionales es una herramienta útil en el con­trol y la prevención de estas enfermedades.

Frente a esta problemática nacional, la ley 1355 del 2009 de­fine la obesidad y las enfermedades crónicas no trans­misibles asociadas a ésta como una prioridad de sa­lud pública y se adoptan medidas para su control, atención y prevención. Entre las estrategias que la ley plantea para promover hábitos alimenticios, deporte y vida saludable está la educación dirigida a las ma­dres comunitarias, centros educativos públicos y pri­vados, así como a la población en general.

Sin embargo, para poder llevar a cabo actividades como la promoción y el fortalecimiento de hábitos saludables en escuelas y otras instituciones, se nece­sita personal de salud preparado. A pesar de ello y de que la nutrición es percibida como un tema de fundamental importancia para los estudiantes, médi­cos, enfermeras y otros profesionales del campo de la salud,(2,3) perciben que su formación en nutrición ha sido inadecuada y se sienten incapaces de tratar esos temas con sus pacientes.(4)

Menos de la mitad de los médicos discuten de manera rutinaria sobre la pér­dida de peso en pacientes obesos o dan recomenda­ciones dietéticas.(5,6) Frente a los problemas nutricio­nales la población en general considera que el médico es el interlocutor más idóneo para tratar dichos pro­blemas.(7) En el norte de Europa, una encuesta apli­cada a 4.912 médicos y enfermeras mostró que la causa más frecuente para la poca práctica de la nu­trición es la falta de conocimiento.(8)

En un hospital Paraguayo, 38% de los médicos respondieron en for­ma correcta una encuesta en nutrición sobre valora­ción nutricional y requerimientos y 20% las pregun­tas de nutrición artificial.(9) Aunque la falta de tiempo es la principal barrera percibida, 67% de los médicos reportan falta de entrenamiento y 62% falta de cono­cimiento.(4,5)

Una encuesta realizada recientemente a 384 estudian­tes de VII a XII semestre y de primer año de residen­cias médicas y quirúrgicas en la Facultad de Medici­na de la Universidad El Bosque de Bogotá, mostró el interés de los estudiantes por el tema de la nutrición. El 73% de los encuestados piensa que la nutrición es un tema muy importante, 22% piensa que es impor­tante y 5% que no es importante. El 57% de los es­tudiantes piensa que la formación en nutrición ha sido insuficiente, 29% inadecuada y 14% adecuada.

La participación en la encuesta fue 88%. El promedio de evaluación de conocimientos de los estudiantes encuestados fue 2,9/5. Los vacíos en los conocimien­tos de los estudiantes y residentes fueron principal­mente en bioquímica y de aspectos terapéuticos en nutrición clínica en general. La principal explicación de estos resultados es la falta de integración de una asignatura de nutrición en el currículo de medicina y las prácticas y rotaciones en hospitales.

Los estudios publicados en el ámbito internacional muestran que en las universidades y hospitales universitarios no hay suficiente educación ni entrenamiento en nutri­ción para los estudiantes de pregrado, de posgrado ni para profesionales de las diferentes áreas de la sa­lud en ejercicio.(10) Colombia no cuenta con informa­ción respecto al estado de la educación en Nutrición en las carreras de la Salud.

Colombia se dispone a implementar y reglamentar una ley de la obesidad en un terreno poco propicio: la fal­ta de personal de salud, médicos y enfermeras a la cabeza, formado en temas nutricionales capaces de actuar y promover hábitos saludables.(11) Frente a la gravedad y el impacto de la obesidad y la desnutri­ción en la salud pública de Colombia y el papel cada vez más claro que juega la nutrición en el proceso de salud enfermedad, se hace necesario por un lado, mejorar la formación en pregrado de los profesionales de la salud y por otro lado, reconocer un modelo de especialista en nutrición.

Este sería un profesional de la salud que actuara tanto en el ámbito hospitalario como comunitario, capaz de fomentar hábitos saluda­bles, entre otras competencias. Así, la ley de la Obe­sidad podrá asegurar un mejor futuro, y evitar las consecuencias de la malnutrición sobre la salud pú­blica de los colombianos.

Referencias bibliográficas

1. Instituto Colombiano de Bienestar Familiar. Encuesta Na­cional de la Situación Nutricional en Colombia. Disponible en: www.icbf.gov.co. 2005.
2. Chamberlain VM, Mays MH, Cummings MN. Competencies in nutrition that U.S. medical students should acquire. Acad Med, 1989;64:95-8.
3. Salas-salvadó J, García-Lorda P, Bonada-Sanjaume A. La enseñanza de la nutrición en las facultades de medicina. Nutrición Clínica, 1999;373(6):24-36.
4. Lo C. Integrating nutrition as a theme throughout the me­dical school curriculum. Am J Clin Nutr 2000;72(suppl):882S-9S.
5. Bistrian BR, Blackburn GL, Vitale J, Cochran D, Naylor J. Prevalence of malnutrition in general medical patients. JAMA 1976;235:1567-70.
6. Galuska D, Will J, Serdula M, Ford, E. Are health care pro­fessionals advising obese patients to lose weight? JAMA 1999;282:1576–8.
7. Kushner R. Barriers to providing nutrition counseling by physicians: a survey of primary care practitioners. Prev Med 1995;24:546–552.
8. Mowe M, et al. Insufficient nutritional knowledge among health care workers? Clin Nutr 2009;27(2):196-202.
9. Goiburu ME, et al. Nivel de conocimiento en nutrición clínica en miembros del equipo de salud de Hospitales Universitarios del Paraguay. Nutr Hosp. 2006;21:591-5.
10.Davis CH. A report to Congress on the appropriate federal role in assuring access by medical students, residents, and practicing physicians to adequate training in nutrition. Public Health Rep 1994;109:824-6.
11.Las enfermeras reivindican su papel en la alimentación escolar para fomentar hábitos saludables. Disponible en: https://www.lavozdegalicia.es/sociedad/2010/07/23/0003_8626461 Consultado el 25 de enero de 2010.


Diana Cárdenas Zuluaga
Magíster en Nutrición y Metabolismo, Universidad de París VII, Francia. Directora Instituto de Investigación en Nutrición, Genética y Metabolismo, Escuela Colombiana de Medicina, Universidad El Bosque.
Correspondencia: cardenasdiana@unbosque.edu.co
Recibido: marzo de 2010
Aceptado para publicación:mayo de 2010

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