Consideraciones sobre el rol de la familia en la educación de la sexualidad
Considerations On The Role Of The Family In Sexual Education
Olga Gloria Barbón Pérez*
Resumen
Entre las tareas que los padres no pueden delegar, se encuentra el abordaje de las temáticas que educarán la sexualidad de las y los adolescentes, con vistas a una formación integral de su personalidad. El trabajo intenta reflexionar y destacar el rol de la familia en su función educativa dirigida a la educación sexual. Por supuesto que la educación sexual no sólo es tarea de la familia, sino también de la escuela, las Instituciones de Salud Pública, los medios de comunicación social y la comunidad, entre otras fuentes. Pero ninguna de ellas puede ocupar el lugar de la familia, la cual no puede ser ajena a los aspectos relacionados con la educación integral de las y los adolescentes.
Palabras clave: educación sexual, familia, adolescentes.
Abstract
Sexual education of adolescents is a task that cannot be delegated by parents, for it is an important factor contributing to the integral development of the personality. This paper reflects on the subject and emphasizes the role of the family in the educational function oriented to sexual education. But sexual education is not only a task under the responsibility of the family, but also of the school, the institutions of public health, and the media, among others. However none of those can take the place of the family, which cannot be distant from those aspects related to the integral education of the adolescents.
Key words: Sexual education; family; adolescents.
Introducción
La familia es el contexto primero para crecer, desarrollarse y comunicarse y es allí donde la división del trabajo, la regulación de la sexualidad y la construcción social de los géneros se encuentran enraizadas, de ahí la relevancia de su participación en la educación de la sexualidad como parte del proceso de educación de la personalidad.
Martínez(1) define la familia como “una institución formada por sistemas individuales que interaccionan y que constituyen a su vez un sistema abierto (…) formada por individuos, es también parte del sistema social y responderá a su cultura, tradiciones, desarrollo económico, convicciones, concepciones ético-morales, políticas y religiosas”.
Para los intereses de la Atención Primaria de Salud, la familia es “la unidad residencial de convivencia permanente, grupo sujeto de atención médica, psicológica y social”.
Para el modelo de salud del grupo familiar, la familia, se define como “un grupo de personas que comparten indistintamente vínculos de convivencia, consanguinidad, parentesco o afecto”.
El presente artículo tiene como objetivo promover la reflexión al abordar el tema de la educación sexual contenida en la formación intrafamiliar que reciben las y los adolescentes.
Desarrollo
La concepción que el sujeto tiene acerca de sí mismo como ser sexuado, las valoraciones sobre el otro sexo y sus relaciones, las actitudes ante las diferencias de características de varones y mujeres, la asignación de roles en función del sexo, el comportamiento “ideal” para ser percibidos como mujeres y varones ,se van formando desde tempranas edades, donde la familia como primer grupo de socialización juega un papel primordial, a través de los intercambios comunicativos entre sus miembros.
En ella se produce la transmisión de la experiencia histórico – social de la humanidad matizada por las vivencias particulares de cada familia y de su contexto inmediato. En muchos casos la familia reprime innecesariamente al individuo en formación a causa de la arraigada aunque errónea concepción de equivalencia entre sexo y sexualidad, producto de la cual la familia le otorga una connotación erótica a las conductas asumidas por niños y niñas que están relacionadas con la sexualidad.
Entre las pautas educativas sexistas reconocidas en nuestras familias destacan:(2)
• Expectativas y grado de permisividad diferentes respecto a los hijos y las hijas.
• Juguetes y juegos diferenciados por sexo.
• Distribución de tareas y responsabilidades en el hogar según el sexo.
Como unidad psicosocial, la familia está sujeta a la influencia de factores socioculturales, protectores y de riesgo, cuya interacción la hace vulnerable a situaciones de crisis o en patrones disfuncionales debido a ello cuando la familia funciona de forma adecuada es uno de los focos de prevención primordial y primaria(3) y esto sólo es posible a través del desarrollo de las importantes funciones que como grupo humano e institución social, cumple funciones que están sujetas a las variaciones en su estructura interna y a la etapa que atraviesa la misma. Consideramos importante referirnos a las funciones culturales-afectivas y educativas de la familia, sin menoscabo de su tercera función, también significativa: satisfacer las necesidades materiales de sus miembros.(4)
Según la especialista en el tema de familia Patricia Arés (2007)(5) la función cultural-afectiva se refiere a la transmisión cultural de una generación a otra de valores y pautas de comportamiento y la formación de la identidad individual y genérica. Permite el desarrollo de la confianza, la seguridad y la autoestima, aspectos que requieren los individuos para la vida, además de constituir base de apoyo y estabilidad psicológica. El lenguaje de la intimidad se aprende dentro de la familia, cuando los hijos disfrutan de una buena comunicación con los padres, resulta más fácil escuchar sus consejos, pedirles ayuda cuando la necesitan, exponer criterios y hacer preguntas.
La función educativa se centra en la influencia que ejerce la familia en sus miembros, con la que transmite la experiencia histórico-social y los valores éticos y morales que derivan de los principios, normas y regulaciones sociales. Contribuye, junto a la escuela y otras instituciones sociales, al proceso de formación y desarrollo de la personalidad individual, así como a su formación ideológica.
Al ejercer sus funciones educativas, los padres crean en el individuo un marco de referencia ético-cultural que le permite modelar su conducta, desarrollar sus propios valores y aceptar o rechazar las normas sociales. De ahí la importancia de que la familia juegue un rol de avanzada en la destrucción de estereotipos de género negativos, de fácil reproducción por los adolescentes.
En concordancia con estos criterios se encuentran los de un referente teórico indispensable cuando se habla de la educación de la sexualidad en Cuba, las doctoras Alicia González y Beatriz Castellanos(2003),(2) quienes se refieren a la familia como el primer agente de socialización de la sexualidad, que forma parte de la personalidad, y como el grupo de referencia más estable a lo largo de la vida en cuanto a formación de valores, convicciones, normas de comportamiento y actitudes sexuales.
Una de las etapas críticas de la familia es la llegada de los hijos a la adolescencia. Muchas familias que hasta entonces habían tenido una comunicación que les permitía un equilibrio familiar, en esta etapa la pierden fundamentalmente cuando no son capaces de percibir al adolescente como un individuo con pensamientos propios, diferentes a los de sus padres. Esta idea por poco soportable que sea para los padres es la base de una adecuada comunicación, herramienta útil en la relación con los adolescentes.
Los cuales según, se ha encontrado quieren que se les hable de sexualidad para aclarar sus dudas y consideran a los padres una fuente importante y confiable de información, sin embargo existe una incongruencia entre lo que el adolescente tiene como expectativa y lo que el padre o tutor en realidad ofrece en materia de comunicación sobre sexualidad creándose una brecha peligrosa, un vacío a ser llenado en el mejor de los casos por los criterios de otro adulto responsable.
Díaz Tenorio (2000)(6) ha podido comprobar en sus estudios sobre la familia cubana que no siempre se abordan temas importantes para la mejor comprensión entre los miembros de la familia, que los mensajes son mayormente regulativos y en pocas ocasiones afectivos, que se sabe escuchar poco a los demás y que se generan pocas oportunidades de diálogo entre los miembros en la cotidianeidad hogareña.
Estos problemas en la comunicación interpersonal en el grupo familiar se expresan en dificultades en los contenidos y en las vías seleccionadas para el intercambio de mensajes. De igual manera en estudio realizado recientemente en Cuba se detectó que en la familia cubana actual destacan: dificultades de comunicación intrafamiliar, conflictos intergeneracionales, problemas en la formación de valores e incongruencia en la utilización de los métodos educativos.
El tema más frecuente de conversación entre ambos padres con los hijos versa sobre los problemas en los estudios.(7) Relegando las necesidades de aprendizaje en cuanto a temas de sexualidad y género de sus hijos, lo cual entra en contradicción con resultados de estudios realizados en distintos países que muestran que la comunicación abierta y clara con los padres sobre el uso de anticonceptivos es un factor que ayuda a que los adolescentes los utilicen de manera responsable.(8)
A esto se le añade que como resultado de la crisis impuesta a nuestro país con la caída del campo socialista y el bloqueo económico del gobierno de los Estados Unidos la adquisición de los medios de alimentación básicos adquiere una importancia capital y queda relegada a un segundo plano la formación de valores, las funciones educativas, culturales, afectivas y espirituales en general(9) con gran afectación de la comunicación intrafamiliar.(10)
Consideraciones finales
De lo planteado se deriva que una familia saludable es el principal recurso de prevención y promoción de la salud.(11) Por supuesto que la educación sexual no sólo es tarea de la familia, sino también de la escuela, las instituciones de Salud Pública, los medios de comunicación social, la comunidad, entre otras fuentes. Pero ninguna de ellas puede ocupar el lugar de la familia, la cual no puede ser ajena a ninguno de los aspectos relacionados con la educación integral de las y los adolescentes.
Referencias bibliográficas
1. Lete I, de Pablo JL, Martínez C, Parrilla JJ. Embarazo en la adolescencia, en Buil, C. (ed.): Manual de la salud reproductiva en la adolescencia. Aspectos básicos y clínicos. Zaragoza, Sociedad Española de Contracepción 2001;817-35.
2. González Hernández A, Castellanos Simons B. Sexualidad y géneros. Alternativas para su educación ante los retos del siglo XXI. La Habana: Edit. Científico Técnica, 2003.
3. Pérez Cárdena C, Fernández Benítez OC.
Evaluación de un programa de intervención familiar educativo. Rev Cubana Med Gen Integr. 2005;21(1-2).
4. Díaz Bravo C. La educación de la sexualidad en un mundo mediático. Reflexiones desde Cuba. Sexología y Sociedad, La Habana, 2007;13(35):26-30.
5. Arés Muzio P, Lecturas de filosofía, salud y enfermedad. 2000. Disponible en: https://bvs.sld.cu/libros_texto/filosofia_ysalud/indice Consultado: Noviembre de 2008.
6. Díaz Tenorio M. La familia cubana ante la crisis de los 90. 2000.
7. Muñoz Franco V. Contexto familiar, rol de género y sociedad: Una reflexión. 2006.
8. Pick S. Planeando tu vida. 7a edición. 1988. p. 28- 31 y 137.
9. Louro Bernal I. Modelo teórico – metodológico para la evaluación de salud del grupo familiar en la atención primaria. Tesis en opción al grado de Doctora en Ciencias de la Salud. Ciudad de La Habana, 2004.
10. Louro Bernal I. Atención Familiar. En: Álvarez Sintes, R. Eds., Temas de Medicina General Integral. Ciudad de la Habana: Ed. Ciencias Médicas, 2001;I:209-39.
11. Manual de Comunicación Social para programas de promoción de la salud de los adolescentes. OPS. 2001. p.18-48.
* Magíster en Atención Integral al Niño. Profesora Asistente de la Universidad de Ciencias Médicas de la Habana, Cuba, Facultad de Ciencias Médicas “Dr. Miguel Enríquez”
Dirección: Primelles 910 e/ Ave Norte y Ave Sur. Reparto Sta Catalina. Cerro. C. Habana
E-mail:delfinbarbon@infomed.sld.cu
Recibido: enero de 2010
Aceptado para publicación: febrero de 2010
Actual. Enferm. 2010;13(1):26-28
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